DIARIO 2024: ITALIA - TURIN PALAZZO REALE - DIA 2

El segundo día amaneció con un cielo despejado lo que auguraba mucho más calor que el día anterior. Como la visita no era hasta las diez aproveché el tiempo para ir al patio de entrada de palacio, donde me encontré con más recreadores que se dirigían hacia los jardines. Los jardines reales de palacio tienen entrada gratuita y hay zonas con sombra muy placenteras para escapar del calor. A las diez nos localizamos en el centro del patio interior del palacio para dividirnos en grupos, dos grupos de guía en inglés, un grupo de guía en italiano y otro de guía en francés. Si tengo que elegir prefiero el inglés porque entiendo más vocabulario, el francés y el italiano lo estudie, pero hace mucho tiempo que no lo uso y para quien los idiomas solo los aprende pro necesidad pues se olvida muy fácilmente.


Empezamos la visita por las estancias de palacio estrechas, por las que iría el servicio, y que daban a comedores y otras salas con vistas al jardín, luego de un comedor pasamos a bajar hasta las cocinas. De la cocina original quedan solo un montón de sillas de madera apiladas pero la visita a las cocinas fue la parte menos sufrida porque al estar en la parte inferior del palacio se estaba mucho más fresco que arriba, en las cocinas se ha cuidado el detalle de dejar los elementos que se usaban en cada estancia, los alimentos y figuras del personal de cocina, incluida la “nevera”. 

 
 
 
 

Tras salir de la zona de cocinas cruzamos el patio para entrar a la gran escalera de Palacio, es realmente impactante la grandeza de la misma, para mi gusto el guía iba demasiado rápido para disfrutar correctamente de la misma, de aquí entramos a una gran sala llamativa desde los suelos hasta el techo, las dimensiones me recordaron al ayuntamiento de Oslo, entre la escalera y esta estancia es fácil imaginar porque era uno de los palacios mas grandes de su época. De aquí pasamos a visitar las salas del palacio, aquí el suelo estaba cubierto por alfombras y algunas paredes con tapices, lo que significaba que si ya hacia calor, más calor íbamos a tener, los tapices necesitan calor para su conservación. Así que, entre sala y sala, toda la visita muy interesante pero ya notaba de nuevo las gotas de sudor cayendo, me quite hasta los guantes esperando que quitando capas dejara de sufrir. Visitamos también el baño, inmenso y tras bajas escaleras volvimos a la gran sala donde el guía nos dejó tiempo libre para visitar el resto del palacio.

 
 
 

El resto de salas son habitaciones impresionantes pero lo mejor es la armería, como es lo más llamativo del lugar estaba lleno de turistas, pero resulta impactante no solo por la armería en sí sino también por la sala en sí, los suelos y los techos. Tras las habitaciones se llega a la capilla, redondeada y aunque parece pequeña luego se ve que también es inmensa y ya puedes ir al siguiente nivel que es una zona dedicada a la pinacoteca, todo eran cuadros y, por fin, aire acondicionado, me detuve poco ahí, no me llamaban mucho la atención los cuadros. De aquí bajando las escaleras se llega al sótano donde se expone todo arte romano y griego, mosaicos, esculturas, cerámica. Ya se parecía al palacio Madama donde acumulan arte por todos los lados. 

 
 
 
 

Al final fueron tres horas de visita, la salida del palacio da a los jardines, pero como ya los había visitado por la mañana me dirigí al interior del café real para la comida (se podía comer dentro o fuera, pero si dentro había aire acondicionado mejor dentro), pero dentro no se notaba el aire acondicionado y además tiene la mala costumbre que toda el agua natural estaba caliente, eso si la comida muy buena y además había de sobra para que todos repitieran, creo que fue una de las pocas veces donde pude comer mucho y bien en estos eventos.

 
 
 
 

Pero volviendo a la entrada, dentro había hueco en una sala donde Roberta y los malteses me dijeron si quería sentarme, como voy sola me da igual, no tengo problemas con los sitios. Luego quedó Silvia sola así que me ofrecí a sentarme en hueco de la mesa de las españolas para que se pusiera junto a Roberta (ambas italianas) pero cuando dijeron “igual quiere estar sola, no hace falta que te sientes aquí” me volví y no dije nada, yo si no me quieren no me impongo, por supuesto luego fue llegando más gente y como, es lógico, los sitios estaban contados y la última persona tuvo que sentarse en el hueco de la mesa española, bueno, así es la vida, no me querías a mí ahora tienes a alguien que habla ingles y tú, que me has desdeñado, no lo hablas, a eso algunos lo llaman karma. Al finalizar la comida me despedí de la gente y a la cumpleañera (había alguien de la recreación que cumplía años ese día) le desee que pasara un buen resto de cumpleaños y me marche a descansar y refugiarme del sol de las tres de la tarde.

DIARIO 2024: ITALIA - TURIN - BAILE PALAZZO BAROLO - DIA 1

El Palacio Fallettti di Barolo se encontraba muy cerca de mi alojamiento lo que implica que se encuentra muy cerca del Palacio Real. Tras un recorrido turístico por la ciudad me acerqué al palacio para el Baile 1800 que organizaba Margarita de Jane Austen Society Florence. Había dos sesiones, pero para poder hacer todo el turismo que tenía planeado (las recomendaciones eran reservar unas dos horas para el museo egipcio) yo cogí la ultima sesión, para no ir apurada. La entrada al palacio es por el museo, la oficina de entrada no da la impresión de palacio hasta que entras al patio interior donde te encuentras con las escaleras y los ventanales de acceso a la planta superior, ahí es cuando lo ves como el palacio que es.

 
 
 

Una vez subes la escalera estaba el salón de baile con un piano, aunque todavía no había comenzado la clase de bailas, continuas a una de las salas del palacio donde se exponían y los chales de Empire Shawls y donde había sillas para poder sentarse (un gran acierto) y la sala contigua del palacio encontrabas vestidos y complementos varios de la época napoleónica. Tras esas salas había más salas y al final legabas al pasillo que da a la terraza, donde estaba la gente disfrutando del poco fresco de la tarde, pero es que dentro del palacio hacía mucho más calor que fuera (y eso es decir mucho).

 
 
 
 

Después de saludar a conocidos y a la organizadora volví dentro para seguir viendo el palacio, las salas estaban iluminadas con velas así que le daba un encanto de la época, fue en 1800 cuando Napoleón llego a Turín y el propietario del palacio se convirtió en amigo personal de Napoleón, ofreciéndole un regalo en su boda en 1806. Así fui pasando de habitación en habitación del palacio, la más llamativa es la que contenía la cama, con el orinal en una esquina, el escritorio, la camisa de dormir, etc todo lujo de detalles. Una de las cosas más llamativas son los techos de las salas. Tras le primer baile salimos de nuevo a la terraza pro un descanso, ya estaba anocheciendo así la luz de las velas le daba un toque más de la época y encantador (para no variar el agua estaba caliente, que costumbre tienen en Turín con el agua natural ponerla del tiempo, cuando el tiempo es de calor).

 
 

Después de salir un rato y como no tenía nadie quien me acompañara volvía entrar a hablar un rato con Charo, aquí le comenté porque decía que yo que yo iba en viaje parecido, este viaje fue programado como recreación, pero al final se quedó en viaje de turismo, y solo permanecieron dos visitas como recreación. Así que quería aprovechar para hablar un rato con los amigos que hace tiempo no veía, pero al final fue poco el tiempo, la tarde se hizo muy corta, ni siquiera llegué a bailar apenas y es que el calor dentro del palacio era horroroso, notábamos caer las gotas de sudor sin llegar a hacer nada. Y así llegó el final de la noche me despedí de los amigos recreadores hasta no se sabe cuando nos volveremos a encontrar.



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