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Puebla - Mexico

Puebla

De Xalapa continuamos hacia Puebla, así cambiamos de estado y también de paisaje y clima. Al ser interior dejamos la humedad y el calor atrás y pasamos a tener una temperatura más fresquita, incluso nos llovió un rato al terminar el tour por la ciudad, afortunadamente fue al terminar y cuando salimos de comer ya había dejado de llover, por lo que ni usamos el paraguas. Como decía el paisaje fue cambiando y convirtiendo en un mar de cactus de diversos tipos, me recordó a mi viaje por Arizona y su paisaje. Aunque fueron unas cuantas horas en autobús pudimos disfrutar del anochecer con los cactus de fondo y las montañas o volcanes oscuros y enormes en el llano, y es que Puebla se encuentra rodeada por los Volcanes Popocatépetl e Iztaccíhuatl. De día apenas tuvimos suerte de verlos pues había neblina y solo se veían, y muy difícilmente, los picos y el humo del volcán saliendo. Cuando llegamos a Puebla ya era noche cerrada, y es que al ser invierno a las siete de la tarde ya era noche oscura, aunque así pudimos ver el estadio de fútbol de Puebla iluminado, es bastante moderno y de colores a cuadros blancos y azules. Había bastante tráfico y gente andando por las oscuras calles (no acabo de acostumbrarme a tan poca iluminación en las ciudades), y es que había un partido entre el Boca Argentino y el equipo de Puebla, los camoteros. Tras pasar el estadio pasamos por los antiguos fuertes de Loreto y San Andrés, que se usan de museo abierto y que tenían muy buena pinta, aunque no tuvimos tiempo de visitarlos no dejo de recomendar verlos si se tiene tiempo, pues parecían muy interesantes. Tras dejar los fuertes ya entramos a la ciudad, distinguible por muchas iglesias y torres. En Tajin unos mexicanos nos preguntaron por nuestro recorrido y nos dijeron que Puebla era la ciudad de las 100 iglesias, no sé cuantas habrá pero si se veían muchos campanarios sobre los techos de las casas, muy al estilo colonial español. Otras de las cosas que vimos al llegar fue la decoración de los edificios en cerámica, aquí a la cerámica de Puebla de colores azules y blancos lo llaman Talavera y no es para ellos lo mismo llevarse cerámica que llevarse talavera. El nombre, lógicamente, viene dado por la cerámica de Talavera de la Reina en España. Nuestro hotel se encontraba cerca de la plaza de armas, el centro de Puebla, por lo que era una antigua Casa, y aún conserva los salones, los techos y las escaleras de la entrada como los de la época antigua, por lo que antes de descargar las maletas ya estábamos mirando todo a nuestro alrededor. Nuestra habitación tenía unas buenas vistas de las torres de la catedral y de otra de las iglesias que tiene Puebla (con tantas es difícil distinguir cuál era). Salimos pro la noche por Puebla donde había mucho ambiente y gente. La plaza de Armas ya tenía los adornos navideños, aunque estábamos todavía a noviembre, y el cartel con las letras de Puebla (ya se había convertido en tradición hacernos una foto de las tres en el cartel de la ciudad). La plaza estaba rodeada de edificios con portales y muy iluminados. Las fuentes de la plaza también estaban iluminadas así como un paseo comercial de estilo modernista. Lo más curiosos es que la catedral no estaba iluminada. En una de las esquinas de la plaza había una churrería de la cuál salía un olor que alimentaba, y es que Puebla tenía muchos rincones con dulces, algo que echaba en falta en México con tanto picante. Al regresar al hotel coincidimos en el ascensor con unos españoles, al menos uno era músico, sino los dos, porque nos dijeron que al día siguiente tocaban ahí en Puebla y nos invitaban a verlos, pero por desgracia, pese a lo mucho que nos hubiera gustado, a la noche siguiente ya no estábamos en Puebla sino en otro estado. A la mañana siguiente visitamos con el tour Puebla, lógicamente entramos a la catedral y vimos la plaza de armas, donde ya habíamos estado de noche, aquí fue cuando empezó a llover, pero como ya habíamos estado y era el final de la visita dimos un paseo por la galería comercial y de ahí fuimos a comer a la casa de las muñecas, una de las muchas casas que hay que visitar por Puebla, porque su fachada está adornada con una serie de figuras en movimiento como muñecos, realizadas en azulejos de talavera, la historia de la casa es una burla al alcalde que no dejaba que se construyera más alta que el resto, así que el dueño puso esa cerámica en la fachada para llamar la atención. También vimos la fachada de la casa de Alfeñique, aquí el detalle de la fachada parece estar cubierto de azúcar (de ahí su nombre) y también tiene su historia, y es que se dice que una mujer de Puebla dijo que solo se casaría con el hombre con la casa que más pareciera a un dulce, y está puede pasar por un pastel por cómo está decorada. La casa está cerca del mercado artesanal del Parián donde fuimos después de comer. Pero antes de comer no nos quedamos viendo solo la catedral y su plaza sino que antes de ir ahí recorrimos más rincones de Puebla. Comenzamos por la capilla del Rosario, su interior es espectacular, y además de figuras y cerámica se pueden encontrar sirenas en las decoraciones. También fuimos al callejón de los sapos, rincón lleno de coloridas casas donde encontrar patios increíbles con cientos de muebles y antigüedades. antes de llegar al callejón de los sapos pasamos por una calle donde me fijé tiene una placa dedicada a John Lennon en lo que es la jardinera de un árbol. Recorrimos la calle de los dulces, donde no pudimos evitar comprar polvorones y calaveritas de azúcar. Estas calaveras se compran y se decoran con el nombre de la persona a la que regalarlas, yo me las compré por gula dado que cuando era pequeña recuerdo unos corderitos hechos todo de azúcar que ponían en las palmas de semana santa y que hace tiempo que no veo, así que las calaveritas, de puro azúcar, me supieron a gloria y me trajeron un recuerdo de mi niñez. Por esta calle pasamos por la casa museo de los Serdán, donde había una fila grande para entrar, sobre todo de niños. El muro de esta casa está todo lleno de balazos, y lo conservan así porque fue donde tuvo lugar el primer tiroteo de la revolución mexicana de 1910. Mientras recorrimos estas calles vimos un montón de fachadas y torres de iglesias, pues como ya había dicho Puebla tiene muchas iglesias. Finalmente pasamos por la casa del dean y la casa de la cultura, donde se encuentra la Biblioteca Palafoxiana que aloja más de 43,000 obras, y una puerta de entrada a la biblioteca impresionante (este Palafox no tiene nada que ver con el de Zaragoza), vale la pena entrar solo para verla. Una ciudad diferente en su aspecto a Veracruz o México D.F. pero muy bonita.

Visita: Noviembre 2015

Mis imágenes: Dentro del Álbum Mexico

Información para viajar: Pendiente

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