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Mar Muerto - Israel

Mar Muerto

Como Masada se encuentra junto al Mar Muerto la excursión incluye la visita a un lugar turístico frente al mar muerto, el lugar más bajo del planeta. Deberían también incluir una visita a la zona arqueológica de Qumran, donde aparecieron los manuscritos del Mar Muerto y vivía la secta de los sesenios, pero solo te lo señalan cuando pasas con el autobús. El lugar a donde nos llevaron tiene tienda, restaurante y cambiadores y todo era carísimo, pero muy muy caro. Normalmente la impresión que me dio Israel fue la de un país caro, pero lo de este lugar se pasaba, como que triplicaba los precios, y no es que las cosas sean baratas. Para haceros una idea, el guía nos comentó (cuando le preguntaron) que el salario mínimo eran mil doscientos euros y que con eso no llegaba para vivir. El caso es que a mí me pareció muy caro, sobre todo porque no me lo esperaba así. El lugar ofrecía un trenecito para poder ir hasta la orilla del mar muerto, esto es debido a que en los últimos años el agua del mar Muerto ha bajado de nivel, y es una bajada considerable, estando ahí es muy fácil ver el fondo salino que ha quedado seco y que antes cubría el mar. Esto es debido a múltiples razones pero es una pena porque el lugar es bastante visitado. Por un lado, dada la salinidad del lugar generan muchas cremas y va mucha gente para darse baños curativos. En donde fuimos hay hasta duchas que cogen el agua para que te la puedas echar por el cuerpo con más precisión. Aunque eso quita el buen momento de flotar sin quererlo, y es que debido a la cantidad de sal que hay es imposible hacer otra cosa. A decir verdad está prohibido intentar nadar en el lugar, hay un vigilante de la playa que avisa a grito que no se intente nadar, ahí uno solo tiene que dejarse flotar, incluso intentar coger alguna posición sin estar con los pies en el suelo es algo muy complicado porque el cuerpo empieza a flotar como si fuera un corcho sin control. En uno de otros movimientos tuve esa impresión. Un corcho que uno intenta sumergir o volcar y que vuelve de nuevo a su posición de flotamiento en el mar, eso mismo éramos nosotras. Otra de las bellezas del lugar, aparte de poder flotar sin quererlo o de los beneficios para la salud, es el color que adquieren las aguas. Debido a la salinidad y que, recordemos, estamos en el punto más bajo del planeta, a 417 metros por debajo del nivel del mar, este lago no tiene ningún tipo vida, por lo que no hay fauna marina ni algas que modifiquen el color del fondo, lo que implica que el suelo es solo sal blanca y las aguas adquieren un tono azulado paradisíaco. El problema que hay es que el fondo de este lago es pura sal y la sal toma forma de cristales por lo que andar descalzo por sus aguas puede ser doloroso si no se tiene cuidado, es mejor recordar llevar chanclas si vas a disfrutar del lugar. Otro de los atractivos, no para nosotras, pero si para algunas personas, son los baños de lodo negro que genera este lugar, que dicen es bueno para la piel por las sales minerales. Yo disfrute del agua del mar muerto, pero lo del lodo no me atraía de ninguna forma. Y tengo que reconocer que mi idea para la excursión era la fortaleza de Masada ahora que lo probé no dejaría atrás la oportunidad de disfrutar de un ratito del mar muerto. Eso sí, hasta que no llegamos al hotel y nos duchamos en condiciones no dejamos de ver sal por todo el cuerpo.

Visita: Febrero 2017

Mis imágenes: Israel

Información para viajar: Pendiente

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