Fiordo de los sueños Al día siguiente fuimos del hotel hasta el fiordo para coger un crucero por el fiordo de Sogne, que según nos dijo el guía está mal llamado como “fiordo de los sueños” dado que Sogne no significa sueño. De camino al fiordo para coger el barco paramos en una cafetería con una réplica de un drakar vikingo y esplendidas vistas al fiordo. Esta parada fotografía fue posible porque madrugamos un poco más de lo habitual, dado que no sabíamos que nos encontraríamos al bajar del hotel por la carretera vieja. Junto a nuestro pequeño barquito, solo para nosotros (Rafael el conductor iba por carretera) se encontraba uno de los mega cruceros lleno de chinos que por ahora habíamos conseguido esquivar. El crucero por el (mal llamado) fiordo de los sueños nos llevaría hasta Leikanger y tardaría dos horas. Tal vez porque el día amaneció nublado y lleno de oscuros nubarrones que quitaban toda la luz del sol pero el primer tramo del crucero fue un poco aburrido, montañas, valles
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