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Hong Kong - China

Hong Kong

Salimos de Singapur a las seis de la mañana, esperábamos dormir algo en el aeropuerto pero por desgracia la temperatura era polar, hacía tanto frío que nadie de los que estábamos ahí podíamos ni dormir ni estar cómodos, yo llevaba manga larga, manga corta, una chaqueta, el polar y el impermeable corta vientos, y un pañuelo y aun así pasé frío. La maleta de una de mis amigas salió la última así que salimos bastante tarde. Llegamos al hotel en Tsim Sha Tsui, dejamos las maletas y fuimos a un centro comercial que hay cerca a desayunar. Después salimos a recorrer este barrio lleno de hoteles y altos edificios y mucho tráfico y vendedores ambulantes de relojes (un poco pesados), me recordó a Nueva York. Aquí muchos de los edificios estaban cubiertos con andamios de bambú, cuando estuve en Shanghái ya los vi y me dijeron que es porque son más resistentes que el acero. También el paseo marítimo estaba cortado. Luego recordamos que hacía poco había habido una tormenta que provocó varios daños en la isla de Hong Kong. En cualquier caso nos acercamos al embarcadero del Star Ferry, aquí comenzando en la Torre del Reloj de la época colonial y seguimos el Paseo Tsim Sha Tsui donde hay unas colas de ballena como adornos del paseo, aunque lo importante de este paseo son las espectaculares vistas de la bahía, luego pasamos por el Hong Kong Cultural Centre y nos encontramos que donde comienza la avenida de las estrellas está cortado por obras, así que regresamos al muelle. . En la parte superior de los muelles hay un paseo mirador hacia la bahía, subimos al mismo para disfrutar de las vistas de día de la inmensa bahía Victoria con sus barcos, barquitas, ferry, sampán (veleros típicos) y los rascacielos imponentes junto a la montaña. Aquí nos preguntaron varios grupos de niños hongkoneses, estaban practicando inglés y eran preguntas en inglés sobre los osos pandas, a un grupillo no los entendimos, a otros sí que los entendimos y nos hizo mucha gracia porque leían a dúo como si estuvieran cantando dado que la daban una entonación musical. Lo cierto es que no éramos las más indicadas para el ejercicio pero no había tantos turistas extranjeros para tantos grupos de niños. Luego caminamos para ver si podíamos ir a la avenida de las Estrellas por algún otro lado pero desgraciadamente está completamente cerrada por reformas. Ciertas obras están en el Jardín de las Estrellas al que nos acercamos siguiendo a un grupo de turistas chinos, pero pudimos ver que la escultura de Bruce Lee estaba cubierta en medio de las obras, imposible acercarse. Conseguimos verla porque para ir al jardín de las estrellas hay que subir unas escaleras mecánicas y tienen una terraza a la bahía, y desde arriba se podían ver las obras de la avenida. En el jardín de las estrellas se pueden ver algunas figuras pero sobre todo las manos de artistas. A mí me sacas de Jackie Chan y no conozco a más. No conseguí encontrar nada de Jackie Chan, con la de películas que me he visto en las que actuaba. Después de la desilusión de la avenida de las estrellas y con muchísimo sueños decidimos irnos al hotel a dormir y recuperarnos de toda la noche despiertas porque por la tarde noche íbamos a hacer un paseo en velero por la bahía, así más valía que consiguiéramos tener los ojos abiertos. Tras recuperar algo de sueño salimos del hotel para ir hasta el muelle, disfrutamos de la bahía iluminada y luego del espectáculo de luz y sonido (Symphony of Lights) que comienza las 8 de la tarde. Lo cierto es que después de Singapur el espectáculo de luz y sonido de la bahía de Hong Kong es poca cosa y como leí en un blog “te deja frío”, lo cierto es que con lo que tiene la bahía podía ser algo mejor: muy decepcionante. Se compone de diferentes partes y según donde estés puedes escuchar la música y la historia. Lo que no nos defraudo, sino que fue una de las cosas que más nos gustaron de Hong Kong, fue el paseo en velero por la bahía. En el mismo muelle desde donde vimos el espectáculo cogimos una excursión en velero por la bahía. Durante una hora estuvimos recorriendo la bahía, y como hacía buen tiempo lo hicimos sentadas en cubierta junto a las velas del sampán, lo que nos dio la oportunidad de disfrutar aún más de las vistas. Primero navegamos de un muelle a otro además para recoger gente y luego navegamos por la bahía mientras veíamos todos los edificios iluminados y coloridos, incluso los que desde el muelle y el paseo no pudimos ver. Hay que tener en cuenta que además ver los rascacielos de Hong Kong, aún sin espectáculo, es algo muy resaltable dado que a los asiáticos les encantan las luces. El recorrido fue tan agradable que se nos hizo corto, de lo mejorcito que hicimos y muy recomendable una de las cosas que yo recomendaría hacer en Hong Kong (si no tienes problemas con navegar o el agua). Tras este recorrido fuimos a cenar (casi no podemos porque a las diez de la noche está todo cerrado, lo que nos pareció muy curioso) y a dormir hasta el día siguiente. Al día siguiente salimos a desayunar y coger el Star Ferry para ir de un lado de la bahía a otro, podemos hacerlo en metro pero lo haremos en el ferry porque los barcos Star Ferry son un clásico que gusta, llevan desde el año 1888 transportando a los pasajeros entre la Isla de Hong Kong y Kowloon. National Geographic ha incluido la travesía en Star Ferry en su lista de los "50 lugares que hay que ver antes de morir" y el caso es que nos gusta tanto el paseo y las vistas que cuando regresamos lo hacemos de nuevo en ferry. El recorrido de la bahía es lo más positivo de Hong Kong. Una vez llegamos al otro lado vamos a seguir los carteles hasta llegar al punto donde coger el tranvía que sube al pico Victoria. Para ellos los carteles, hechos para turistas, te hacen el recorrido lardo que te permite ver todo lo que hay entre el embarcadero y la salida del tranvía. Hay muchos túneles que cruzan las calles entre edificio y edificio, esto lo hacen porque es mucho más sencillo cruzar esas avenidas llenas de tráfico por arriba que por abajo, por este motivo cruzamos muchos edificios en nuestro recorrido, y casi es más cómodo que a pie de calle. Así llegamos a la Torre del Banco de China y al lado los leones del otro edificio famoso por su arquitecto. Por el camino nos encontramos antiguos edificios coloniales entre medio de tanto rascacielos, así como una antigua iglesia protestante. Muy cerca está el inicio del Tranvía, en la mayoría de los blogs de viajes recomiendan subir en taxi porque te ahorras la fila, pero nosotras que estuvimos casi dos horas de fila para subir al tranvía damos fe de que también había fila para los taxis. Es lo que tiene que fuera fin de semana, que daba igual qué transporte usaras para subir, te tocaba hacer fila larga. Mientras haces fila para subir al tranvía puedes entretenerte viendo la antigua maquinaria o los objetos y trajes de la época, hasta fotogramas de las escenas iniciales y finales de la película Cita en Hong Kong de 1955, con Clark Gable como protagonista. Casi hay que hacer un curso de lucha libre para, una vez llega el tranvía, conseguir sitio al lado de las ventanas. Porque, claro, lo interesante de subir en tranvía son las vistas mientras se va subiendo. El tranvía sube al punto más alto de la Isla de Hong Kong y la zona más exclusiva desde la época colonial. Una vez llegas ahí tienes dos opciones, bajar andando y conseguir llegar a un pequeño mirador público o pagar para subir al mirador que han construido en la zona desde donde mejor se ve la bahía. Aquí nos dividimos, y la única que paga soy yo, pero una vez hemos subido hasta aquí no tener esas vista de la bahía y, por qué no decirlo, esa fotografía de postal que sale en todas las guías, sería una pena. Todo el mundo recomiendo subir aquí por las vistas. He de decir que son impresionantes, pero solo si hace un día tan soleado y bueno como tuvimos nosotras, porque sino no hay mucho más atractivo excepto el consumismo puro y duro. Tras pasar un rato sentadas a la sombra decidimos bajar en tranvía en vez de andando, tantos días ya están pasando factura, y a la vuelta la cola no es tan larga y enseguida cogemos el tranvía de bajada. Una vez abajo caminamos hasta la escalera mecánica de central-midi que es el sistema de escaleras mecánicas más largo del mundo, por la mañana funcionan de bajada para que la gente pueda ir a trabajar, y luego ya funcionan de subida, que dadas las montañas que tienen todas las islas que forman Hong Kong tiene bastante sentido. También se puede ir andando pero los hongkoneses están muy avanzados para ello. No hacemos toda la escalera mecánica porque decidimos meternos en Hollywood Road, una de las primeras calles construidas en la época colonial que atraviesa por el medio de tesoros escondidos en el laberinto de calles y callejones. Hay muchísima gente haciendo turismo por aquí por lo que es normal andar más pro la carretera que pro la calle que es muy estrecha. Increíble la afición de los turistas por las paredes pintadas más que por otros rincones más originales y autóctonos. De aquí llegamos al templo de Man Mo, donde nos colocamos con el olor a incienso. Esto es debido a que el techo está cubierto de largas espirales de incienso y al consumirse echan mucho humo que inunda el templo. El incienso para llamar la atención de los dioses o para mostrar respeto a los fallecidos. En este templo encontramos muchas chinas con eso trajecitos chinos bordados, tan monos y que no sirven más que para cierto tipo de cuerpos. Es algo muy curioso ver a tantas chinas así vestidas haciéndose fotos cuando el templo está dedicado a Man Cheong ( dios de las letras y literatura) y Mo ( dios de la Guerra), no pegan rezando ni pegan como turistas. Y una vez salimos de ahí seguimos caminando hasta llegar al embarcadero del Star ferry para coger de nuevo este ferry de paseo corto pero agradable y así disfrutar de las vistas de la bahía y también ver a la tripulación con los trajes de marineritos. Una vez al otro lado cogemos el metro para ir a Chi Lin Nunnery pero cuando llegamos ya está cerrado, no así el jardín de Nan Lian. Los jardines de Nan Lian Garden están diseñados según el estilo de los jardines clásicos chinos. Construídos para seguir una única ruta circular, en la que durante el paseo vas escuchando la relajante música, el sonido del agua, caminando entre los viejos árboles, las colinas, las cascadas, los estanques con peces de colores, los pabellones... todo ello en perfecta armonía. Además como hemos llegado tarde ya se ha hecho de noche y el lugar adquiere un tono misterioso con las luces que reflejan más los colores verdes y azules del jardín. Hacemos el recorrido circular de noche pero que tiene muchísimo encanto con la iluminación que le dan. Es todo un contraste ese rincón de jardines chinos rodeados de rascacielos. Y de aquí íbamos a ir al mercado de Temple Street pero ya sabéis, los mercados no son nuestro fuerte. Al día siguiente cogemos el vuelo de regreso a España pero todavía tenemos tiempo para ver más cosillas. En concreto decidimos coger el metro para ir a la Isla de Lantau y llegar hasta el Monasterio Po Lin y El Gran Buda con el Ngong Ping 360, el transporte que ofrece unas vistas increíbles porque sobrevuelas el paisaje montañoso de Lantau, como siempre queríamos las cabinas transparentes pero después de hacer otra fila monstruosa (es fin de semana y es lo que toca) la chica de la ventanilla nos dijo que teníamos dos horas de espera para las cabinas transparentes así que al final fuimos en una cabina normal y regresamos en una transparente. Durante el trayecto en teleférico hay unas vitas impresionantes y pudimos observar todos los caminos que hay por la montaña y a bastante gente recorriéndolos aunque parece bastante increíble. Cuando sales del teleférico te encuentras en la cima del monte Ngnong Ping y entras de lleno en Ngnogn Ping Villare que es una zona con variedad de tiendas y restaurantes ofrecen una experiencia de compras y comida. Atravesando este poblado se llega a una plaza que a un lado deja el Monasterio de Po Lin y al otro la estatua del Buda Tian Tan. Aquí subimos las escaleras que llevan al buda Gigante, con una mano extendida y la otra en alto. Una vez arribas puedes ver las esculturas de las esculturas de las mujeres que ofrecen regalos a Buda y las vistas desde lo alto de la montaña, a un lado las montañas con el monasterio de Po Lin y al otro lado el mar con las diferentes islas. Lo mejor sin duda son las vistas. Luego bajamos para dirigirnos al monasterio, dentro de las salas no dejan hacer fotografías y la mayoría del monasterio eran salas vacías para comer y rezar, bueno, vacías no porque había mucha gente. Tras recorrer el monasterio nos planteamos hacer le sendero de la Sabiduria pero al final decidimos regresar al teleférico para hace el cambio contrario pero con cabina de cristal.Tras regresar a la isla de Hong Kong nos acercamos al templo de Wong Tai Sin para ver la parte más supersticiosa de Hong Kong. En este templo hay mucha gente y un guarda vigilando que se recorra el templo en un solo sentido. Aquí vimos a la gente hacer fila para arrodillarse y mover la caja con palitos hasta que cae uno, y según el número que le sale en el palito o se levantaban o tiraban las piedras para ver como caían. Todo lo dejaban al azar, y había una fila continua para tomar lugar y mover los palitos. Hay gente que tenía más práctica y enseguida sacaba uno y otros que no tenían mucho arte en eso de sacudir la cajita y hasta que conseguían que cayera uno casi era un milagro. De aquí volvimos a los jardines de Nan lin para entrar a Chi Lin Nunnery, complejo monástico de los jardines, donde hay estanques de lotos y estructuras de madera, de la dinastía Tang. Primero se accede a un precioso jardín con estanques de nenúfares, lotos, al fondo preside el conjunto un hermoso claustro de madera con columnas, en los que no se ha utilizado ni un solo clavo en su construcción. Atravesando el claustro se llega a las dependencias del monasterio, con imágenes de Buda y donde está prohibido el uso de cámaras fotográficas. La guardia del lugar nos avisó que cerraban a las cuatro y media así que nos dimos prisa por verlo todo, dentro las monjas estaban con sus cánticos de oración. Es una zona completamente distinta a la anterior, una es toda paz y tranquilidad, oración y reposo, y la otra es algarabía y movimiento. Tras ver el monasterio volvimos al jardín para hacer el recorrido del mismo pero de día, ya que lo habíamos visto de noche. La verdad es que nos gustó mucho más de noche que de día. Tenía otro par de templos más (el de los 10.000 budas por ejemplo) pero al final pasamos de ir, quizás ya estábamos un poco saturadas de templos y budas.

Visita: Noviembre 2018

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Shangai - China

Shangai

Después de comer fuimos al aeropuerto de Yichang para ir a Shangai, como comentaba el aeropuerto tenia a las vacas pastando a sus anchas, era un aeropuerto domestico así que solo tenía 3 puertas de embarques y los avisos estaban en pizarras blancas anotados manualmente con lápices de colores. Para variar el avión no salió a su hora y además lo cambiaron de puerta, en la pizarra nadie fue a borrar la puerta y cambiarla pero al ver a un montón de gente haciendo fila para el vuelo preguntamos a ver si tenían el mismo vuelo que nosotros y así supimos que habían cambiado la puerta. Cuando llegamos a Shangai vimos el cielo azul, pero no duro mucho dado que al día siguiente amaneció con lluvia, esta vez no fue como en Xian sino que fue una lluvia continua, intensa que duro todo el día de la mañana a la noche. Primero visitamos el templo del Buda de Jade, los dos budas me sorprendieron por el tamaño, me los esperaba más grandes. Aun así el detalle de las figuras era fabuloso, una pena que estén tan rodeados de tiendas y suvenir por todos los rincones. El templo tenía muchos recovecos, lo que lo hacía más grande de lo que era. Para variar nos metieron en una tienda de té y plantas medicinales, y acabamos preguntando a la guía por su taper, habíamos visto que muchos chinos llevaban frascos o tapers con té. Nos indico una tienda lock lock, que estaba en el centro comercial frente a nuestro hotel que vendía esos taperwares. Así que al final del día fuimos ahí a comprar algunos para el té. Pero siguiendo con el templo lo más bonitos son sus rincones, el patio interior visto desde las ventanas del piso de arriba, la esquina del pasillo lleno de farolillos rojos, y demás rincones bonitos y para mí con más encanto que el conjunto en general. Después nos llevaron hasta el museo de Jade, que es un lugar para venderte objetos de jade, nada de interés, luego toco una fábrica de seda, y en fin, como decía muchas fábricas y lugares sin interés para mí. Luego nos llevaron a visitar el Jardín del Mandarín Yuyuan, y nos sorprendimos al encontrarnos en una calle comercial con bellas casas tradicionales chinas dentro de una zona histórica. Estamos en el Yuyuan Maket, que aunque sus casas son preciosas y esta todo adornado con farolillos la aglomeración de gente consigue que el lugar pierda parte de su encanto. Demasiada gente, demasías tiendas, demasiados vendedores....a quien le guste las compras y no le importen las aglomeraciones es un lugar perfecto para ir, algunos de los que hicieron el crucero conmigo repitieron y el día de nuestra marcha que hizo sol volvieron aquí. A mí no me gusta ni ir al rastro de mi ciudad así que tiendas y gentes como que no me atraen. Un lugar encantador pero con vivirlo una vez me basto y me sobro. Ya sé que el comercio es algo típicamente chino, pero estos rincones me agobian, y si aun encima llueve ya es la puntilla. En pleno mercado de yuyan se encuentra el jardín de yuyuan, bello jardín aunque lo atravesamos entre una multitud de turistas, no podíamos ir los unos mas pegados a los otros... había pocos espacios vacíos donde poder pararse y disfrutar del encanto del lugar, e imaginar una escena china antigua en esos pasajes, fuentes y jardines... las casas tradicionales chinas, con sus entramados de madera de un llamativo color rojo, y sus pasillos, pabellones y estanques. Después de conseguir salir del barullo de la gente, y los vendedores nos llevaron a ver las vistas de Shangai desde el bund o malecón. Pese a la lluvia y a los nubarrones que tapaban los edificios más altos había bastante gente haciéndose fotos al espectáculo que es el otro lado del río, donde la zona de la ciudad son todo edificios altos y más futuristas, que no pegan nada con el ambiente de china, sobre todo con el lado contrario donde los edificios son de corte antiguo europeo. Un contraste que desde el río se advierte mucho mejor, por un lado, lo moderno y por otro lado lo antiguo europeo. Y tan antiguo dado que estaba todo en obras. Siendo sincera las obras eran por la nueva remodelación de la ciudad que se prepara para la Expo. Aunque si les pasa como a Zaragoza cuatro años después de la expo todavía seguirán en obras....Nos dejaron en la calle Nanjing, la zona comercial, donde nos volvimos locos para poder encontrar una buena cafetería, por supuesto, buscar eso en china es algo imposible pero con la que caía ya que íbamos a tener que estar refugiados al menos calentarnos por dentro de buena manera, curiosamente en el café nos saludaron dos chicos que eran de guinea ecuatorial y se habían parado al oírnos hablar español, los pobres estaban estudiando ahí y comentaron que no oían mucho español. En la calle paseaba el mini autobús por su vía aunque como uno no se percataba más de una vez casi nos pilla mientras nosotros intentábamos zafarnos de los pesados vendedores de copias. Lo más graciosos era ver la mascota de la expo de Shangai en todos los rincones, yo ya tenía una foto con la mascota, que me la hice en la expo de Zaragoza, pero ahí andabas dos pasos y ahí estaba la mascota, del mismo color azul, por cierto. Que para más coincidencias con lo grande que es china resulto que la guía que tuvimos en Shangai tenía una amiga que vivía en Zaragoza, si es que al final el mundo es un pañuelo. De aquí decidimos volver en metro al hotel, porque ya estábamos cansados de tanta agua, ¡no había parado en todo el día! No sé porque todo el mundo decía que en China coger taxis, si es muy barato. Si, barato es pero el metro lo es más y sobretodo tarda menos. Que a mí no me importa coger un taxi barato siempre y cuando no me cueste el doble o el triple de tiempo que por otro método de transporte. Y la verdad es que el tráfico en Shangai es horrible, y si no fuera por las zonas en las que se podía coger el metro, si tengo que moverme todo el tiempo en taxi me da un algo ¡cuánto coche, moto, bici! El metro ni está muy lleno, ni es difícil, ni es caro, y además, como decía, más rápido. El problema que para pudong no tenía línea de metro así que a algunos sitios hubo que tomar taxi, con el consiguiente tiempo que supone el ir en coche por esta ciudad. Por lo demás en el metro no hay nada que resaltar. Al día siguiente fuimos a Suzhou y del viaje en tren de Suzhou llegamos a Shangai todavía para aprovechar algunas horas de sol (recordar que compramos billetes en la reventa para poder regresar antes). Así que descansamos un ratito en el hotel antes de hacer la visitar nocturna en Shangai que teníamos preparada (en realidad se la sugerimos a la guía porque no nos ofreció ninguna visita en barco de Shangai de noche pero le pregunte y nos dijo que podíamos hacerla con ellos en vez de buscarlo solos).Aunque descansamos un ratito en el hotel sí que aprovechamos el sol que duro dos días seguidos. Algunos decidieron repetir visitar para verlas con un día soleado, personalmente no me apetecía repetir, fui a Pudong, que es el barrio financiero, lleno de rascacielos y torres elevadas, se puede subir pagando, claro, pero el precio no es muy caro y la vista desde arriba merece la pena. Pero eso fue el día de mi partida. En cuanto al regreso de Suzhou, después de descansar en el hotel, y todavía con sol, pasamos por el museo de Shangai camino al barrio francés, donde tomarnos algo en una cafetería, algo más occidental que con la tarde soleada que hacía era mucho más interesante. De camino al barrio francés pudimos contrastar (con sol mejor que con lluvia) el contraste de edificios modernos y altos frente a las callejuelas y casas chinas, con sus andamios de bambú (que hasta casas enteras en rehabilitación estaban rodeadas de bambú).El barrio francés es todo contraste, porque pasamos a una zona donde hay parques, casitas más bajas, calle peatonal y cafeterías. Que aun sin ser las casas de estilo europeo serian mas occidentales por poder pasear y tomar algo en la calle, disfrutando del día. Es raro ver terrazas y cafeterías chinas donde disfrutar “a la española”. Y a la gente, turista o no les gustaba porque estaba lleno de gente y casi no se encontraba sitio donde sentarse. En cuanto al aspecto es un barrio muy francés, esos balcones y los edificios y aceras me recordaron en algunas esquinas a nueva Orleáns, también muy francés. Luego de tomar algo y cuando ya empezaba a anochecer marchamos hacia el barco para el paseo por el río, para así ver la ciudad de Shangai iluminada de noche. La guía no nos comento mucho pero tampoco nos importo. Tomamos el barco y ahí disfrute bastante porque no hizo nada de frío en el exterior mientras paseábamos por el río y la vista de Shangai iluminada, tanto la zona antigua occidental como la moderna es impresionante. De lo más recomendable, no hay que irse de Shangai sin verlo, vale la pena. Recuerdo que mientras estuvimos en china nos comentaron varias veces que para conocer China hay que ver tres ciudades, Pekín para conoce runa ciudad del presenta, Xian, para conocer una ciudad del pasado y Shangai para conocer una ciudad del futuro. Y realmente con la vista nocturna de Shangai es fácil ver el futurismo en su paisaje.

Visita: Mayo 2009

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Suzhou - China

Suzhou

Al día siguiente hizo sol pero nos marchamos a visitar Suzhou. Nos dirigimos a la estación de tren de Shangai donde uno se puede perder fácilmente pues nos encontramos con cientos, quien sabe si miles de personas intentando coger el tren, solo se accede si se tiene billete y a su tren le falta menos de no sé cuanto para partir, lo cual es lógico porque cuando llegamos para coger nuestro tren estaba toda la sala de espera llena de gente, y de pensar que toda esa gente iba a coger nuestro tren y no estaban ahí por otros trenes....además las puertas para acceso a los andenes están cerradas y aunque las abren un poco antes la fila que se forma es impresionante. El tren es al estilo de Dinamarca hay billetes con asientos y billetes sin asientos, por supuesto los chinos que no tienen asiento reservado se agolpan junto a las puertas del vagón al acecho de un asiento libre. El tren que tomamos no estaba mal, como digo muy parecido a los de Dinamarca pero nada puntuales, salimos y volvimos con retraso algo que no debería sorprendernos si tenemos en cuenta que con los vuelos internos nos paso lo mismo. Al llegar nos recogió nuestra guía, y lo primero que vimos es que es una ciudad china, vamos, lo que se dice un aspecto sucio y pordiosero. En principio Marco Polo la bautizo como la "Venecia de Oriente". El centro de la ciudad vieja lo atraviesa el Gran Canal, a su alrededor una densa red de estrechos canales de agua, calles y vías fluviales en las cuales las edificaciones están a orillas de lagos y riachuelos y aunque vimos canales preciosos y sus parques lo cierto es que muchos de los puentes por donde nos asomamos nos mostraron un aspecto d los canales muy “veneciano en cuanto a que están en ruina y sucios, supongo que el agua estropea tantos los edificios de Venecia como los de china. La guía nos ofreció una excursión en barco por los canales pero a un precio muy caro así que no aceptamos, no nos hubiera importado verlos desde las calles y los puentes pero en algunos casos, como en Venecia, esto es algo difícil. Lo primero que visitamos fue la Colina del Tigre, bajo la que se cree se encuentra enterrado el rey He Lü y donde tienen una pagoda inclinada, al estilo de la torre de pisa pero en pagoda...sé que en la colina del tigre jamás hubo un tigre pero no porque se le dio ese nombre porque nuestra guía era un poco pasota. Lo más bonito eran sus jardines, escaleras, bonsáis, etc. Lo cierto es que tienen un aspecto muy chino, al estilo del jardín de yuyuan de Shangai. Después fuimos a ver el jardín del pescador. Lo primero que nos encanto fue el camino hasta llegar al jardín, digamos que los jardines tenían el antiguo encanto chino pero cuando se han visto otros tantos al final cansa, recuerdo que en Seúl me canse de ver palacios y en Kyoto de ver templos. Un poco es perfecto, tomar demasiado al final empacha. Como decía el camino de entrada es una calle con casas chinas, y ahí vimos que había ropa tendida entre casa y casa, nos comento la guía que eso estaba prohibido pero que aun así seguían haciéndolo, también vimos a los chinos lavando la ropa, comiendo en la puerta, paseando en bicicleta y hasta un perro vimos, que es realmente raro, dado que durante todo el viaje no habíamos visto ni uno. Aun así el jardín del pescador merecía la pena, además lo vimos casi completamente solos y aunque pequeño lo recorrimos varias veces por todos los rincones, la guía nos dejo libres para meternos por todos los lados, así ella no tenía que contarnos nada. El patio central está ocupado por un estanque, y un estrecho camino serpentea a su alrededor entre la orilla, las rocas y la vegetación. Luego estaba una estancia central con un estanque lleno de carpas que tenía unos espejos y es que es el llamado mirador de la luna o algo así explico la guía, que para una cosa que explica no preste atención. Luego nos fuimos a comer. Después de la comida nos llevan a una fábrica de seda pero dijimos que no, y funcionó. Como decía nos toco una guía pasota que tenía ganas de deshacerse de nosotros, y nosotros que ya estábamos cansados de guías le regalamos tiempo porque decidimos volver antes a Shangai. Nos comento la guía que podíamos cambiar los billetes de tren y conseguir unos antes pero que había que pagar 10 yuans, nosotros que vale, que nos queríamos ir porque excepto los canales no vimos mucho más que nos motivara a quedarnos, la ciudad nos pareció muy industrial. El caso es que el chofer para en medio de la carretera y dice la guía que en la bandea roja nos los cambiaran, cruzamos la carretera a lo chino, o más bien a lo suicida porque si ahí van por tres direcciones diferentes en un solo carril, si además le sumamos a nosotros andando por medio, yo veía coches y motos y bicis por todos los lados, completamente rodeada pero sin perder el paso a la guía conseguimos cruzar ilesos. Y cuando damos la vuelta al muro donde estaba la bandera roja nos encontramos con un chino bajo una sombrilla en silla de ruedas que por 10 yuan y el billete de tren te da otro, en fin, la reventa china de billetes de tren. El caso que para el siguiente tren a Shangai nos dio cuatro asientos juntos y en primera, cuando a la ida habíamos tenido que ir en el mismo vagón pero no en asientos junto, pero supongo que esa es la ventaja de la reventa china de billetes de tren. Y luego entramos a la estación la guía nos dijo que no nos preocupáramos si tardaba en salir en el cartel el tren porque solía retrasarse (cosa que hizo, claro) y luego se marcho. La que tomaba los billetes en la entrada a la sala de espera fue muy maja, éramos los únicos occidentales de la sala (a abarrotar, por supuesto) y cuando avisaron la salida de un tren se acerco a mirarnos los billetes no fuera el nuestro y como lo dicen en chino no nos hubiéramos enterado. Al ir a coger el tren en el suelo, como en Japón, te marca donde para cada vagón (eso tendrían que poner aquí, es lo que más extraño, el saber el sitio exacto donde va a parar el vagón que me toca). El caso es que nosotros nos situamos bien peor los chinos no y una avalancha de chinos vino hacia nosotros, el tren, como a la ida, iba a rebosar. Por el camino disfrutamos de la vista de los canales, arrozales y las casitas y sus barcas como medio de desplazamiento, algo muy curioso comparado con lo que es la ciudad o el propio Shangai.

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Visita: Mayo 2009

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Yichang - China

Yichang

Aquí tuvimos un pequeño problemilla de comunicación debido al inútil del guía en ingles del barco (ese que estaba desaparecido, que si hubiera sido la de alemán otra cosa hubiera sido...). El caso que después de la visita a la presa de las tres gargantas nos debían llevar al barco donde nos recogían para visitar la ciudad de Chiang o Yiyang, como también la llamaban.Yichang no es solo la puerta a cruceros por el río Yangse, sino también tiene industria textil, y es conocida por su gran fábrica de bordado así que aquí nos llevaron a la primera demostración de fabrica y tienda de seda, luego, por desgracia, nos tocarían otras tres más...para morirse. Aunque lo mejor fue esta, donde la tienda tenía bordados coloridos, vibrantes, y todos ellos son una representación de esa ciudad. Allí se puede comprar bordados chinos con denominación de origen.Yichang tiene una deliciosa cocina, con un toque picante y un sabor original, comimos ahí y saboree las gambas y los cangrejos, algo picante y diferentes buenísimos. La ciudad es un poco diversa en sí misma, por un lado es todos edificios, callejuelas, suciedad, chinos, tiendas y motos. Había taxi motocicletas, que estaban parados esperando clientes para llevar en las motos, y motos donde iban tres, como los del anuncio de tres en un burro. Como decía la ciudad es muy variada porque la zona al lado del rio es un paseo tipo costa mediterránea y los edificios son también tipo playa mediterránea. Pero luego, el resto es típicamente china actual. Alrededor de la ciudad todo son campos de arroz y casitas pequeñas, lo sé porque fuimos de camino al aeropuerto de Chiang para ir a Shangai, por cierto, en el aeropuerto encontramos vacas sueltas por la entrada del aeropuerto.de lo más original.

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Visita: Mayo 2009

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Presa de las 3 Gargantas y Rio Yangtse - China

Presa de las 3 Gargantas y Rio Yangtse

La tercera garganta, Xiling, la recorrimos de noche. Justo antes de llegar al final se encuentra la Presa de las Tres Gargantas, donde un sistema de esclusas permite cruzar al otro lado. Por megafonía nos avisaron de que íbamos a entrar en la Presa. Así que algunos subimos a la cubierta para vivir y ver el momento en el que nos metíamos en una de las esclusas. Lo cierto es que el tiempo pasó despacio. Entramos, y nos pegamos a un crucero más pequeñito, estábamos a dos dedos del otro barco y a dos dedos de la pared, parecíamos metidos con calzador, pero detrás nuestro llegaron dos cargueros de carbón, que se pegaron uno a la pared y el otro al otro carguero para así dejar pasar a otro pequeño crucero, y vimos como poco a poco se metieron como en un puzle los tres barcos. Una vez completos y sin un hueco libre se cerraron las compuertas y vimos como con rapidez el agua iba bajando. En las fotos se podía apreciar como de alto estaba antes de la bajada de las aguas y después de las bajas. Pero más impresionante fue como calzaron los barcos para entrar. Al día siguiente estábamos anclados frente a un templo, la excursión que teníamos era la visita a la presa de las 3 gargantas pero ya en bus y a pie, como el resto de turistas que había. Una gran fila para entrar a la inmensa presa, que es toda una ciudad en tamaño. Cuando se toma el autobús dentro de la Presa de las 3 Gargantas comienzan a verse los edificios y la pequeña ciudad construida para los obreros de colosal obra. Se contaron se tardó 13 largos años en finalizar pero aún así terminó unos diez meses antes de lo previsto para la alegría de todos los ingenieros que le dedicaron más de una década a esta feroz construcción que va a lo ancho del caudaloso río Yangtse y que tiene como objetivo aprovechar su fuerza y controlar al mismo tiempo las constantes inundaciones que azotan esa parte de China desde siempre. Una vez finalizada la visita recorrimos el curso del rio desde el autobús en dirección a Yichiang. El paisaje, al igual que el de las otras gargantas era espectacular, ver la figura de las altas montañas reflejadas en el agua, ver la silueta de las montañas, y en los bajos de sus faldas los embarcaderos y los templos.

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Visita: Mayo 2009

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Badong - China

Badong y sus alrededores

Seguimos la travesía y por la tarde, después de comer, el barco amarra en la ciudad de Badong, la ciudad solo la vimos desde el barco. Aunque para ellos es como un pueblo para cualquier occidental es una ciudad, en la montaña está lleno de cuestas empinadas y enormes edificios, y por su puesto su puente. Pase muchos puentes durante la travesía por el yangtse.Desde aquí es desde donde se inicia una de las excursiones más interesantes del crucero. Aquí se toman un barco más pequeño para ir por el río shennong (un afluente del Yangtsé). El trayecto dura una media hora o así y lo primero que se ve es que el agua de este rio es más limpia, mas verde y en algunos sitios reflejos de cristal de las montañas. Las montañas son, como las otras, altísimas, y la vista de las pequeñas barcas de madera de los aldeanos contrastan en su tamaño con el resto del paisaje, el ancho rio, las altas montañas, y los pequeños aldeanos en barca de madera. Pude ver varios de estos, dado que el desplazarse en barcas de madera es el medio habitual de ahí para moverse de sitio o desplazar las cosas. Durante el trayecto se pueden ver también otros aspectos nuevos en el paisaje, como escrituras talladas en las paredes, algunas de ellas de la dinastía Song, grandes y pequeña cuevas, algunas imponentes, y lo más importante y curioso del lugar es que en las paredes de los precipicios se pueden ver los sepulcros excavados hace miles de años, ahí se aprecian los ataúdes de los antiguo Bo. En lo alto de algunos acantilados se ven las pasarelas de madera donde colocaban los ataúdes, y desde el rio uno imagina que a esa altura, dentro de esa roca sin ladera, el trabajo para colocar los ataúdes tuvo que ser impresionante, y ningún guía nos dijo, tal vez no lo saben, el porqué se colocaron ahí esos ataúdes, de esa manera. Después llegamos a un embarcadero flotante donde haríamos otra excursión por el rio, pero eso es otra historia.

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Garganta Wuxia - China

Garganta Wuxia

A poca distancia de la primera garganta, se alcanza la segunda: Wuxia y son 42 kilómetros de longitud. A su lado se encuentra la montaña de Wushan. Por esta zona el viento era menos fuerte y en la cubierta del barco se estaba mejor y se lleno de alemanes. Así acabamos con dolor de cabeza de tantas explicaciones en alemán, y es que esta garganta tiene diferentes formas y picos, y cada uno tiene su historia o su forma especial, aunque yo, como de costumbre, no veía el parecido. Pero en otros viajes también me ha pasado que dicen que tal montaña parece algo y yo no lo veo. Y es que en esta garganta se ven los doce los picos de Wuxia. Una leyenda explica su origen, y relata que doce terribles dragones ocasionaron infinidad de desastres a los habitantes del lugar. Yaoji, hija de la Diosa Madre de Occidente, llevó consigo a sus once hermanas, para terminar con ellos. La misión tuvo éxito. Las malignas criaturas fueron derrotadas y la paz regresó a este hermoso paraje. Pero surgió un problema: ninguna de las jóvenes quiso regresar a su hogar. En castigo el Dios supremo las convirtió en piedra. El Pico de la Diosa fue identificado con Yaoji, y se parece a una muchacha que emerger de una gran nube. O eso dicen, yo es que no veía ningún parecido a nada. Sin el aire frio, sentada en cubierta, navegar por las aguas de yangtse despacio permite admirar la belleza de los picos, el verdor de las selvas y laderas, descubrir una cascada, un templo o una gruta. Mirar hacia esas alturas, esas dimensiones de picos, ríos y selvas. Y de vez en cuando algún transbordador de carbón? Un paisaje algo diferente al de la primera garganta pero igualmente impresionante. En estos casos se puede decir que una imagen vale más que mil palabras.

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Paseo por el rio Shennong - China

Paseo por el rio Shennong

Como comentaba antes una vez dejado el barco que nos llevo durante una media hora por el rio Shennong.llegamos a un embarcadero flotante donde empezamos otra excursión. Aquí tomamos las barquitas de madera y a los fuertes remeros chinos (fuerte son por su tamaño sino por la resistencia para arrastrarnos a toda la barca) y seguimos paseando por el rio Shennong.Los barqueros nos arrastraban a remo y el guía nos comento que podíamos animarles para que fueran mas rápido y adelantaran a las otras barcas. Íbamos penúltimos y empezamos a gritar toda la barca “llallo” “llallo” y así fuimos adelantando a todas las otras barcas hasta quedar los primeros. La verdad es que algunos remeros de las otras barcas se veían sudoroso, los pobres que además de remar (descalzos) luego también tiraron de nosotros. Y es que llegados a un punto la corriente es muy suave y para que avancen las barcas tienen tradición de bajar los remeros y atarse la barca con una cuerda y tirar de ella hasta volver a remontar la corriente. En este camino nos encontramos con un espectacular paisaje rural de aguas cristalinas, pequeñas cascadas, cuevas, acantilados, estalactitas, bosques, monos (bueno, yo solo vi uno pequeño con el grupo de mi barca) y demás animales (como serpientes, Puaggg). El hecho de verlo todo tan de cerca e incluso poder pisar tierra hace que el paisaje resulte mucho más espectaculares que las grandes gargantas. Al regreso del camino los barqueros cantaron canciones y por supuesto vendieron los cds de sus canciones que no hace falta una tienda para que los chinos te vendan algo.

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Garganta Qutang - China

Garganta Qutang

Después de conseguir zarpar de Baidi (unos se fueron a pasera por el pueblo y regresaron tarde, todo el crucero esperando) subí a cubierta para admirar nuestra entrada a la primera garganta, Qutang, la más corta con 8 km de longitud. En el barco había una postal donde se veía el crucero en el que iba cruzando esta garganta, que pese a tener seis planta parecía un barco pequeño en comparación. En esta parte del trayecto pese a que los días habían sido calorosos soplo un viento frio, bastante frio que nos hizo buscar abrigo antes de sentarnos a disfrutar de las vistas. Al lado teníamos a la guía china de alemán hablando sin parar, el de ingles no dijo ni mu pero tampoco nos importaba, la información la tenia de la guía, así que el resto solo era relajarse y disfrutar de la vista desde todos los ángulos. Aunque con tanto alemán casi me da dolor de cabeza, uno pecaba de poco y la otra de exceso de información. Los primeros acantilados tienen 350 metros de altura, y la anchura del río es descomunal. Lo primero que se pasa es el inicio de la garganta, la vista que tuve desde Baidi, e imagen del billete de 10 yuanes. Vista desde abajo, desde el rio, tiene un aspecto no solo diferente sino más impresionante, porque ahí, en esa pared vertical, y desde el rio, abajo del todo, se percibe perfectamente la altura de la montaña. Después el rio se va abriendo y se van viendo las montañas más inclinadas, son verdes pero en la parte baja, en la falda de la montaña tienen un tono marrón y sin vida, que se ven por la bajada del rio, pero eso nos da una idea de hasta dónde puede llegar a subir el agua y la fuerza del Yangtse.Aun así, el paisaje de las 3 gargantas no se pueden describir con palabras, ni se puede apreciar con las fotos. El Yangtse es un rio ancho, las montañas altísimas, poder captar toda la enormidad que vas recorriendo como hormiguita desde el barco es difícil.

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Baidi - China

Baidi(La Ciudad del Emperador Blanco)

A primera hora (las 6.00) una excursión a Baidi, la ciudad del Emperador Blanco, de todo el grupo que fue yo era la única occidental, el resto: españoles, australianos y alemanes se quedaron durmiendo, y solo los chinos y yo fuimos a ver la ciudad. La ventaja o inconvenient4 es que tuve una guía en ingles solo para mí. El pueblo original en si no tiene más que una calle principal con casitas, mercadillos con fruta y carnes y fabricas de peines de madera que según me comento una china del crucero que hablaba ingles, son famosos. Cogimos el bus y tomando la carretera de la montaña, junto al rio fuimos hasta la isla donde está el palacio del Emperador Blanco. Ahí, como es costumbre dada la forma de conducir china, temí por mi vida. Llegamos sin problemas y a la entrada, hasta de pasar a la isla había un templo con tenderetes de fruta alrededor. Hace tiempo se construyo un puente y desde entonces la isla ya no es isla. El puente está flanqueado por banderas de colores, que adornan la vista de las gargantas sobre el rio. Frente al puente porteadores con las sillas que antiguamente se usaban para el matrimonio, y al final más sillas de bambú y sus porteadores para subir, a quien lo pagara, hasta la cima de la isla, donde el palacio. Y es que para allegar hasta ahí hay que subir 300 escalones. Que eso a las 6 de la mañana no es nada. La entrada al palacio del Rey/Emperador Blanco estaba llena de colorido y según comento la guía había sido hecha por la dinastía Ming (la dinastía famosa pro los jarrones) que por cierto, la entrada tenía dos jarrones, supongo que de la misma dinastía. Hablando de los jarrones, me sorprendió que no comentaran nada sobre los jarrones de porcelana, la porcelana china siempre fue muy famosa por eso de que fue durante años un secreto chino sobre cómo fabricarla. En cambo hablan de seda, jade, perlas, te, pero nada de porcelana. Muy curioso. Como decía, desde arriba del palacio se tenía una vista privilegiada de la garganta qu, la primera de las 3 gargantas. Además la vita era exactamente la del billete de 10 yuan. Y aunque solo fuera por esto la visita a las 6 de la mañana valía la pena, porque vista desde abajo también impresiona, pero es una vista diferente. Entrando al palacio hay unas figuras representando una escena de una historia que paso ahí, sobre intrigas palaciegas, no recuerdo la historia porque tampoco era algo que retuviera en mi cabeza, luego visitamos más salas, patios, tumbas de reyes, y fue curioso porque en la figura de un pequeño buda las chinas lo tocaban por todos los lado, le pregunte a la guía y me dijo que según donde tocabas al buda daba salud en alguna parte de tu cuerpo. Vamos, que cambiamos a los santos pro los budas y es lo mismo. En una de las salas había unos ataúdes. Ataúd en chino significa riqueza y poder (supongo que de ahí que le dejen dinero al ataúd) dado que si uno s e podía permitir un ataúd es que era rico o poderoso. Antiguamente, no recuerdo en que época, pero en una bastante antigua, en esa zona al enterrar a la gente lo hacía en ataúdes que colgaban de la ladera de la garganta y los dejaban caer con cuerdas hasta introducirlos en huecos de la roca. Comento la guía que dentro de un mismo ataúd habían encontrado huesos de diferentes personas que no murieron en el mismo año, lo que puede significar que eran familiares que retomaban el ataúd de la roca, se enterraban juntos y lo volvían a dejar en la roca. Eso era algo muy curioso, que no conocí hasta llegar ahí pero más adelante del crucero vería con mis propios ojos los ataúdes en los agujeros de la roca en las gargantas. Y realmente a esa altura y vistos desde el río impresionan

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Crucero por el Yangtse - China

Crucero por el Yangtse

Por la noche nos dejaron sobre la cama el programa del día siguiente. Para los madrugadores había desayuno a las 5.30, y luego tai-chi, por la tarde, a las 16 horas te y pastas, que a mí no me va el te pero si no caía una siesta las pastas gratis serian bienvenidas y por supuesto la tarde de crucero se amenizaba con exhibiciones de perlas, pinturas, y demás tiendas abiertas a bordo del barco. Bueno, como por la tarde no había ninguna otra parada pase el tiempo en la terraza de popa viendo el paisaje, que no era de lo más bonito pero que en cuanto entráramos en las gargantas yo misma vería como cambiaba. Luego un cóctel con el capitán (mas comida gratis, no pare de comer durante el crucero) y un espectáculo con el servicio del barco como artista. Durante el cóctel conocimos al capitán y oficial del barco y ahí comenzó la música, donde empezaron a sacar a bailar, ni los españolé sin los australianos salimos pero los alemanes si, y el momento cumbre fue cuando pusieron los pajaritos, y ahí estaban los chinos y los alemanes bailando los pajaritos.....luego, comentado así en broma dijimos que después sonaría la macarena. No sonó la macarena durante el cóctel pero durante el espectáculo nocturno, cuando otra vez salieron todos (los alemanes y los chinos) a bailar, sonó la macarena en español, y ahí que la bailaron con gusto los chinos y los alemanes....lo dicho, no sabía yo si estaba en china o en algún otro lugar. Pero antes del baile de la macarena y después de los pajaritos fue la cena y el espectáculo. En la cena no sirvieron un pez típico del Yangtse, con bigote y el sabor era asqueroso, no pude comerlo después de probarlo. Después comenzaron el espectáculo, hicieron un juego con patatas como el que hicieron en el crucero por el Nilo, deben ser algo habitual en estos cruceros. Y luego espectáculo de magia, pintura y baile, como lo hacían los propios empleados del barco, a veces nos pedían que adivináramos quien de los bailarines era el cocinero u otro empleado. Muy entretenido, y aunque al final del viaje había que dejar propina el servicio del barco (excepto del guía ingles que no le vimos el pelo) fue excelente...

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Fengdu - China

Fengdu (La Ciudad de los Fantasmas)

El día empezaba con nuestra primera parada del crucero, que era Fengdu, Ciudad de los Fantasmas. La leyenda se remonta a la dinastía Han cuando dos oficiales, Yin Changsheng y Wang Fangping, se recluyeron aquí como monjes taoístas alcanzando más tarde la inmortalidad. Durante la dinastía Tang, unieron sus dos apellidos Yin-Wang, que significa "Rey del Infierno". Desde entonces más de 70 templos llenos de estatuas representando demonios terroríficos y amenazantes se han construido en la zona, que ahora se conoce como la Ciudad Fantasma. El más grande de todos ellos, el "Templo del Rey de los Infiernos", se encuentra en la cima del Monte Pingdu, a donde se puede acceder en teleférico. Hay estatuas de gobernadores, jueces, fantasmas, una sala con instrumentos de tortura, y otra con dos estatuas de Yan y Wing jugando al ajedrez. Pero acabando con la historia comenzamos con lo visto. El primer pensamiento fue de “mas escalones no” el segundo fue “esto es más chino”. La ciudad de Fendgu se divide en dos, la ciudad llena de edificios como lo es la ciudad moderna, donde atracamos, en la orilla opuesta es la ciudad antigua y visita turística que esta, por cierto, cayéndose a pedazos. Lo que si hay que decir en su favor es que estaban en obras en todas partes arreglándola. Y ahí estaba yo haciendo fotos a las obras y los obreros. Es un poco friki, recordé a mi padre que trabaja montando conductos de chapa y que cuando subió al empirate state hizo fotos a los conducto de chapa pero es que sus andamios de bambú, sus formas de llevar el hormigón y las maderas, sus sombreros de paja en vez de cascos.... como para no hacer fotos a las obras y los obreros, sin duda es algo genuino del lugar. De camino a la entrada de los templos hay toda una calle llena de mercadillos de todo un poco, sobre todo comida que a las 6.30 de la mañana a mi no me entra pero que los chinos comían sin problemas, sentados tranquilamente un bol de fideos u otras “delicatesen chinas”. Lo más destacable es que no puedes ni mirar dado que en cuanto miras te acosan para que compres y no te dejan tranquilo, son tan agobiantes como los árabes, a veces creo que incluso mas y odio ese tipo de venta a presión, consiguen lo contrario, si pudiera mirar compraría más que si cada vez que veo algo me empiezan a agobiar. Entrando subimos por el funicular hasta los templos. Nada más llegar la vegetación cubría parte de los templos y hacia el lugar más especial, no por los templos, que al final todo tienen rasgos muy parecidos entre sí, sino por el adorno exterior al lugar. Los edificios eran muy coloridos al igual que las figuras, pero no todos conservaban el color igual aunque con tanto humo de las velas era normal. En la entrada había en medio del patio tres puentes. Cada puente daba algo a quien lo pasaba, el del medio, si lo cruzaba un apareja con las manos cogidas daba felicidad conyugal, el de la derecha era riqueza y el de la izquierda salud. Los australianos a la ida cruzaron el del medio, y a la vuelta ella el de la riqueza él el de la salud, diciendo que si ella moría él como tendría salud podría heredar su riqueza. La colección de edificios y figuras es impresionante, una pena, como digo, lo de que no estuviera en perfecto estado pero la visita merecía la pena. Había un círculo con una piedra y era para hacer ejercicio con ello, como pude ver a un chino de allí. Digamos que era su forma antigua de hacer como pesas pero arrastrando la bola. Las pinturas y figuras de demonios me recordaron a los demonios de los mangas japoneses o de la serie inuyasha, supongo que en china, como orientales, también son iguales sus demonios y fantasmas. Hay un paseo frondoso lleno de figuras de demonios, algunos limpiándose los dientes con un brazo amputado (de alguna de sus víctimas se supone) y al fondo se ven los tejados de los templos que tienen figuras flotando sobre nubes, esos eran espíritus con aspecto menos demoníaco, pero no hay porque fiarse. A la entrada del templo donde se aloja el rey de jade hay un cuadrado con una piedra redonda en el centro, esto es para medir la bondad de una persona. Uno de sube a la bola redondo e intenta aguantar con un pie estirado y el otro sobre la piedra, cuanto más aguantes mas bondadoso eres. Yo con mi equilibrio no soy una persona muy bondadosa, debo ser apta por los infiernos de fendgu. Al entrar al templo una fila de demonios te da la bienvenida, se dice que puedes mirar a cualquier lado menos al frente, hacia los ojos del emperador de jade que espera al final del templo dar su sentencia. Se dice que si miras los ojos del emperador ya no puedes regresar. A los laterales de la salida del templo podías encontrarte con una visión del infierno en forma de pequeñas y grandes figuras. Luego mas casas, pagodas, templos y unas vistas espectaculares desde lo alto de la montaña.

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Chongqing - China

Chongqing

Y aquí empieza el circuito del crucero, unos se fueron para guillin y Hanzou y yo comencé mi circuito del crucero por el rio Yangtse, la verdad es que no me arrepiento para nada porque volviendo la vista atrás es de lo que más me gusto, por ser más diferente a lo típicamente y masivamente turístico que es Pekín, xian y Shangai. El circuito del crucero solo lo hacíamos cuatro españoles, que teniendo en cuenta que era un circuito en ingles (no había en español) no estaba mal. Lo curioso es que dos éramos de Zaragoza (habíamos ido cada una por su lado las dos) y de la pareja de san Sebastián, él había nacido en Zaragoza. Pequeño es el mundo. La aventura comenzó en el aeropuerto de Xian donde nuestro vuelo se retraso hora y media. Al final del viaje pude comprobar que el retraso en los vuelos domésticos en china debe ser habitual, o eso o yo tuve muy mala suerte con todos los vuelos internos que cogí en China, dado que todos se retrasaron, algunos menos otros más, pero todos salieron tarde. El problema no fue que se retrasar sino que las pantallas de aviso de los vuelos no sacaban todos los vuelos de vez sino que iban turnando en la imagen los vuelos de todo el día, así que si querías ver el vuelo de las 10 de la mañana y justo mirabas cuando estaba la pantalla mostrando los vuelos de las 12 de la mañana tenias que esperar y verte todos los vuelos hasta las 11 de la noche para poder volver a ver la pantalla de las 10 de la mañana. Y con ese tiempo de espera ocurrió que nos cambiaron en el último momento la puerta de embarque. Yo sospeche algo cuando vi que todos los chinos que estaban acumulando en la puerta de embarque nuestra se retiraban y me dije, o se ha retrasado más o algo pasa. Y espere delante del as pantallas y vi que habían cambiado la puerto, fuimos corriendo a la nueva puesta de embarque y al entrar al avión vimos que ya estaba casi completo (seguramente habían avisado por megafonía del cambio de la puerta pero como lo decían en chino, pues...), y que éramos los únicos occidentales de todo el vuelo. En el vuelo tuvimos enfrente a un chino de los majos, a la pobre azafata le dio el vuelo, cinco veces fue a decirle que se abrochara el cinturón y que pusiera el asiento en posición vertical, y el chino en medio del despegue inclinando el asiento. Además nos acompañaban ruidos de escupitajos y sus precedentes y la mujer de Zaragoza que también iba sola le toco tenerlo al lado y comento que no hacia más que escupir en la bolsita del mareo. Menudo viaje nos dio el chino. Cuando llegamos a chongquing nos esperaba una guía de habla inglesa que nos iba a mostrar la ciudad. Que para ellos las poblaciones que visitamos durante el crucero eran como pueblos aquí porque tienen millones de habitantes, pero en comparación con Pekín, Shangai, etc. no son más que pueblos. Lo primero nos comento la guía que a partir de ese momento dijéramos “chongchin” que es así como se pronunciaba correctamente la ciudad. Dicho así suena más chino. La visita fue panorámica desde una mi furgoneta, comenzamos yendo a lo que yo llame el museo de las camas, porque solo había camas en ese museo. Al final de la visita del museo no llevaron a la tienda, claro. Ah, se me olvido comentar que en xian también nos llevaron a ver una fábrica, esta era de jade. Y en Pekín nos llevaron a una fábrica de perlas también, creo que s eme olvido comentarlo, la verdad es que con tantas fabricas ya he preferido olvidar tanta visita “comercial”. Nada más bajar de la furgoneta donde el museo nos dimos cuenta que esta ciudad ya era más auténticamente china, con poca influencia del turismo pese a ser desde donde salen los cruceros del rio yangtse. Y es que nada más bajar todos los chinos del alrededor nos miraban y señalaban con risitas. Durante nuestro mini paseo, porque casi toda la visita fue desde el coche, los chinos nos saludaban y señalaban, como si fuéramos un bicho raro ahí. Como decía en el museo vimos principal y únicamente camas antiguas chinas, que según el escalafón social que se tuviera, si era una concubina, o la esposa principal tenia mas escalones en la parte superior de la cama o menos. Era interesante, las cama, originales, conservaban la policromía y los detalles muy bien, y era fácil imaginarse esas camas en una casa o palacio chino. Después, en la tienda, nos enseñaron unos dibujos sobre las hojas de los arboles, le quitan la clorofila y pintan encima. Eran realmente bonitas. Desde el recorrido en coche pude ver calles con enormes rascacielos junto a pequeños puestos callejeros, neones y templos con una gran cantidad de puentes y coches. También pudimos vislumbras de lejos el que será el edificio de la opera de la ciudad. Y así nos llevaron a la plaza donde el museo de las 3 gargantas donde no entramos, también pudimos coger el teleférico para poder tener una vista de esta ciudad atestada de rascacielos pero ni una dos ni la otra nos llamo la atención porque estábamos cansados por la espera en el aeropuerto y le dijimos a la guía que queríamos ir cuanto antes al barco, poder asearnos, quitarnos de encima todos los bultos y ya algo refrescado ya nos moveríamos. La llegada al puerto daba algo de miedo, esas calles desordenadas, con tantos chinos tirados por el suelo, pero paramos al pie de las escaleras que llevaban a nuestro barco. La vista de la ciudad desde el rio es impresionante, y lo es mucho más cuando llega la noche y Chongquing se transforma convirtiéndose en un espectáculo de luces. Focos en movimiento, carteles de neón, rascacielos iluminados, la noche y sus colores y luces transforma la ciudad en algo diferente. Los alemanes y los chinos llegaron y el barco se abarroto de gente, pero ahora ya puede partir cuando quiera de Chongquing con destino final Yichang. Por el camino pasaremos diferentes ciudades, las Tres Gargantas y acabaremos en la famosa Presa de Yichang. El barco es increíblemente lujoso, y aunque solo son seis plantas hay ascensor panorámico, el servicio bastante bueno aunque guía en ingles.... en teoría había, pero en realidad es como si no estuviera porque como solo éramos dos australianos y cuatro españoles la única que se lo curraba era la guía de alemán, que yo pensaba en Benidorm y la costa española con sus alemanes mayorcitos y el crucero por el yangtse era más de los mismo. Pregunte en las ciudades de parada y muchas guías me dijeron que los extranjeros que visitaban esos sitios eran muy típicos los alemanes y los japoneses. Lo de los japoneses se entiende, lo de los alemanes...

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Xian - China

Xian

El cuarto día, después de comer en Pekín fuimos al aeropuerto para ir a Xian. Cuando llegamos al aeropuerto era ya de noche y llovía, lo que nos bajo un poco el ánimo. La guía dijo que para el día siguiente planeaba sol pero al levantarnos vimos que no, que llovía. Pero no era una lluvia continua y fuerte sino algo así como chirimiri continúo que de persistir acaba mojándolo todo pero no cae en chaparrón, así que sin sacar el paraguas, solo con el chubasquero mantuvimos la mañana, luego por la tarde ya no caía agua pero el cielo no lo vimos azul. A decir verdad desde el día de la muralla china ya no volví a ver el cielo azul, siempre nublado, siempre gris. Muy triste el cielo chino. Lo primero fue ir al museo donde se encuentra el ejército de terracota, está cubierto por edificios, cubriéndolo. Primero vimos los carros y los caballos de cobre con todo detalle y colores, pero la sala estaba muy oscura y llena de gente. Después fuimos al siguiente edificio donde estaba el ejército de soldados, generales, etc. Es impresionante por su gran extensión y porque se conserva perfectamente y cada figura es diferente entre sí, todas están hechas con gran detalle. Luego está el edificio con otra tumba con las figuras de caballos y los oficiales. Y otro donde esta todo cubierto porque no desean que se estropee el pigmento de las figuras al desenterrarlas, ahí hay expuestas una figura de cada cargo del ejercito, con todos sus detalles. La figura del soldado y el general me recordaron a la peli de Mulan.Después visitamos la pagado de la oca salvaje. Es algo diferente, por un lado es muy oriental y por otro lado es algo raro, esa pagoda, los murales de la emperatriz con sus concubinos, sus imágenes doradas....la mezquita de xian no la visite, aunque había muchos comentarios a favor de ello. Ofrecieron hacer un masaje chino pero yo preferí andar por el centro, ir a la torre del tambor de ahí hasta la torre de la campana y aprovechando, en el centro comercial al lado de la torre de la campana me compre la tarjeta para la cámara. No hay mucho que pueda decir sobre la torre de la campana, donde lógicamente hay una campana. La torre del tambor donde hay tambores y poco más. Si comentar que la muralla es muy ancha para pasear con templetes y coches bicicletas en la parte de arriba. Después fuimos a cenar ravioles chinos, los ravioles fueron un invento inicial de los chinos que Marco Polo se llevo a Europa. Personalmente me quedo con los raviolis italianos pero dado que los chinos están tan orgullosos probé los 18 tipos de raviolis que sirvieron, todos ellos los sirven con formas de cerdo, pato, hoja, nuez, etc. y rellenos de nuez, chocolate, pato, cerdo, verdura, etc. Parece poco pero la verdad es que uno no consigue comerse los 18 raviolis dado que antes te sirven el entremés chino de platos y arroz, y a la sopa de raviolis ni hablar de probarla, aparte de su sabor porque ya no entraba más. Después de la cena vimos un espectáculo de música y danza, la verdad es que me gusto mucho, no es que sea danza tradicional pero estaba muy bien, muy entretenido y bonito. Por mi parte algo muy recomendable de no perderse. Al igual que Xian iluminada de noche, que resulta más bonita que de día.

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Pekin - China

Pekin

Pues este año tocaba China. Por desgracia me tuvo que tocar la nueva gripe entre medio, que aunque china no estaba afectada estos chinos están muy paranoicos al respecto. No tuve que quedarme en cuarentena en ningún hotel de china pero más de un chino me decía que en España teníamos muchos casos que qué peligroso... sin contar con lo que supuso el viaje de llegada. A China decidí no ir por libre porque quería hacer un crucero por el rio Yangtse y no encontré mucha información que me diera el aliciente de irme sola al crucero, leí un chico que lo hizo y sus desventuras en el barco, así que tome un circuito, que tampoco es tan inusual. bueno, normalmente la gente hacer otro tipo de circuitos, por lo que este tuve que hacerlo (lo que es el crucero) en ingles...Antes de llegar al aeropuerto de Pekín ya te repartían en el avión un papel de información medica, que si habías estado en contacto con cerdos en la última semana, que si habías viajado a mexica, que si tenias tos, fiebre, dolores musculares, problemas respiratorios, dolor de garganta, etc...., datos de contacto (tu numero personal de teléfono en china) y al pie del papelito se veía "temperatura...ºC a rellenar por el oficial de cuarentena. Nada más aterrizar te llevan hasta la entrada de cuarentena, donde si no tienes la gripe la puedes pillar fácilmente porque te apelotonan como ganado, unos encima de otros, un avión de cuantas? 200 personas? y todas haciendo fila para pasar el control médico. Este control consistía en solo dos filas en las que de uno en uno pasabas por un arco que te tomaba la temperatura y después el oficial revisaba lo que habías escrito en el papel y antes o más tarde te daba el visto bueno, hay otros que los llevaban a una habitación aparte... pero como no fue mi caso no se qué les harían ahí. cuando después de una cola larguísima (es fácil de imaginar que ir de uno en uno en dos filas de un avión grande completo) creo que fue una hora y 35 minutos, conseguí pasar el control médico y los demás controles fueron rápidos y afortunadamente yo no tenían sistemas de nada, si llego a estar resfriada igual no paso....Después de un vuelo horroroso con la KLM, que es el peor avión donde he viajado, llegue a Pekín y me disponía a visitar el templo de los lamas una vez estuviera alojada y después cierta calle peatonal de comercios, pero me ofrecieron una visita opcional que incluía esto así que ya que no había pegado ojo en el vuelo al menos no me “perdería” si me llevaban. La verdad es que me gusta ir por libre pero la ventaja del circuito es que no tiene que pensar, lo que según el nivel de agotamiento o interés en el lugar o país es interesante. Así que una vez instalada en un hotel algo alejado del centro de la ciudad según vi en el plano, marche con el grupo al templo de los lamas. Dentro no se puede hacer fotos y es una pena porque lo que más me gusto fue el interior, el resto me temo que china y su templo tenían que trabajarlo mucho para impresionarme o encantarme. Como decía lo interesante son los interiores del templo, con sus esculturas y sus colores y detalles. Había bastante gente rezando y monjes paseando. Después nos fuimos a la zona Olímpica. Por desgracia este año nos dijo la guía que celebraban el centenario de no sé qué y había más arboles y flores en la ciudad de lo normal y como soy alérgica el paseo por la zona olímpica fue algo complicado, pero sin alergia es muy agradable. Hay una explanada larguísima, y aunque había muchísima gente se podía pasear con tranquilidad, entre la música. Ahí al lado estaba el cubo, donde está la piscina, y el nido, el estadio, y era curioso la cantidad de gente que había visitándolo, para haber pasado ya un año de las olimpiadas la zona estaba muy viva. No todos los edificios eran deportivos, estaba el edificio con forma de “dragón” según dicen, que es de los más caros de Pekín. Lo que es el estadio, para entrar al nido hay que hacer una larga cola y sin mecheros, o te los quitan para no recuperarlos. Una vez dentro no parece tan grande como parece por fuera. Lleno de gente tirada por el suelo, corriendo, fotógrafos con las mascotas de las olimpiadas, mucha vida para algo que ya es pasado y que no se va a repetir. En todo caso, me entere que fue el 08/08/08 porque los chinos son muy pero que muy supersticiosos, y el ocho es su número favorito de la suerte. Mientras que le cuatro es el de la mala suerte, así que muchos pisos en el cuarto son más baratos que el resto. Lógicamente se suelen ocupar por extranjeros que no son supersticiosos sobre el cuatro. Después marchamos hacia la calle donde hay tenderetes de comida, un mercado de comida, que incluye pinchos normalitos, como de gambas y huevos fritos y otros no tan normales como gusanos, escorpiones y demás bichos... como había tanta gente, extranjera o no, había también mucha policía, y policía turística también, para evitar robos, supongo. Al lado de este mercado está la calle comercial, es una calle peatonal que justo en la entrada tiene a un par de la policía turística. Para quien le guste mirar e ir de compras, a mi como no me va me interese mas por el pozo al inicio de la calle, había muchos chinos mirando hacia el suelo y me acerque a ver que era, luego le pregunte al guía y me comento que la calle se llamaba como un antiguo pozo del que se guarda recuerdo ahí, en el suelo. No recuerdo mucho las cosas exactamente, y eso que esto lo pregunte expresamente porque no lo había comentado y tenía curiosidad. En todo caso, acabareis deduciendo más adelante que a los chinos les gustan los pozos....El Segundo día fue todo circuito... el problema de los circuitos en que en cada visita te metían en una fábrica, y al principio pues bueno, pero la final de viaje habías visto mas fabricas que lugares turísticos, eso sin contar que tantas tiendas de té y fabricas de seda saturaban, sobre todo porque tenían a una china preparada en cada tienda para convertirse en tu sombra y acosarte hasta que casi compras para que te deje en paz. Que en las últimas fábricas nadie compro y además te miran mal si no compras. Aun encima... pero tuve que coger circuito porque quería hacer el crucero por el rio yangtse, en el forro había leído poco sobre este crucero y un chico que lo hizo por libre contaba toda su aventura, y era demasiada aventura. Así que visto lo visto tome la decisión que a china podía ir por libre siempre y cuando no hiciera crucero, y como me apetecía al final hice circuito por el crucero, aunque costó bastante que supiera como viajaba a china porque como voy sola y los circuitos no cogen a individuales me costo que me dijeran si me cogían sola para el viaje o no. Lo que visitamos en primer lugar fue la plaza de tianmen. La plaza en si no es muy grande y lo único de interés son los edificios del alrededor, pero está llena de chinos y chinos, todos ellos haciendo una cola largiiiisima para entrar al mausoleo del Mao Setu (algo así). En contra a la zona desde donde empezaba la cola para ver a Mao estaba la entrada a la Ciudad Prohibida donde hay un retrato de Mao. En las tiendas hay muchos relojes que vendían con Mao y el brazo moviéndose pero era calidad china, que por cierto, por si no lo he dicho la calidad china es pésima. Siguiendo entramos a la Ciudad Prohibida, que es enorme y también estaba llena de chinos, y además también turistas occidentales, es decir, que aquí encontrar un hueco vacio era un milagro, y eso que la ciudad está llena de plazas y edificios y es grande. La ciudad es ya más bonita, me recordó mucho a los palacios de corea del Sur excepto por los tejados amarillos, que al parecer el amarillo era el color del emperador, pero por los detalles de las maderas, tejados y estructura eran muy similares. Una cosa que si vi típica de ahí fueron los calderos recubiertos de oro que habían sido rallados por los enemigos para conseguir el oro. Era algo curioso y singular de la Ciudad Prohibida. En la ciudad prohibida pasamos a la zona destinada como museo, ahí ya vimos un mural de dragones, que eso es ya muy chino y a una especie de león y leona, estos animales frente a las puertas serian algo muy repetitivo de aquí en adelante, pero al parecer eran un símbolo. El león llevaba bajo su pata una bola que asemejaba al mundo, y la leona a un cachorro, y así era como se distinguía su sexo. En la ciudad prohibida vimos otro pozo (el segundo) que es donde según la historia la esposa del emperador echo a una concubina muy bella, la historia tiene más de sí pero la cuestión es que la echo al pozo (para matarla), y luego el pozo lo empequeñecieron. Por la tarde fuimos al Palacio de Verano, me gusto más su estilo, por ser diferente a lo habitual. Con sus ventanitas con formas y su largo corredor, sin contar con el paisaje desde el lago. También tenía varias piedras, de la suerte y de la mala suerte. Los chinos, pro si no lo había dicho ya son muy supersticiosos y ver las piedras colocadas en medio de un patio no es porque pensaran que eran bonitas sino por buena mala suerte, igual que el ocho es su numero de la buena suerte (de ahí las olimpiadas el 08/08/08) y el cuatro su numero de la mala suerte (de ahí que los cuartos pisos en china sean más baratos).Lo mejor es recorrer el largo corredor del palacio, y después tomar el barco para regresar a la otra zona cruzando el lago. La vista del lago es preciosa así que el barco es recomendable. Ah, antes de tomar el barco se puede ver en el palacio de verano un barco de mármol, pero ya no recuerdo que simbolizada, seguramente el poder del emperador, como siempre en estas cosas. Aprovechando comentar que vi a muchos chinos recogiendo botellas de plástico, supongo que les pagaran bien por ellas....Después del palacio de verano fuimos a una casa del té, nos gusto el truco del té de jazmín, pero a mí que no me gusta el té la primera tienda estaba bien, las siguientes ya cansaron. Y pro último fuimos a ver un espectáculo de acrobacia, no nos encanto demasiado. Pobres acróbatas, estábamos en la segunda y primera fila y todos estábamos deseando dormirnos en vez de verlos montar bicicletas...El tercer día marchamos por la mañana a ver la muralla china, para lo que hay que salir de Pekín. Aprovechando nos llevaron a una fábrica de jarrones de cobre y ahí no había escapatoria, dado que estabas en medio de ninguna parte y hasta terminar las compras de todos el bus no salía para continuar su camino, en todo caso la vista hasta la entrada a las murallas era interesante (no pro las fabricas) sino por la vista de las montañas y la muralla en su cima, muralla y muralla, largo recorrido, además de un parque de atracciones estilo Disney abandonado e intacto, que un parque abandona que quede intacto es algo raro, no sé quien dijo que era un lugar perfecto para el botellón... pero como los chinos son algo “guarros” para mi gusto pero de esas cosas no he visto que hagan. Aunque pensándolo bien, las calles estaban muy limpias, eran sus actitudes, sus carrasperas, sus escupitajos, etc. lo que me daba la impresión, no sus aceras, que también es cierto, con tanto barrendero que vi es difícil que estuvieran sucias. Al llegar a la entrada de la muralla un desfile de soldaditos pasaron al lado nuestro, es muy habitual ver muchos soldados por china, lo que les sienta fatal el traje a todos, parece el triple de grande que ellos, pero debe ser que del calor encojen, porque cuando fuimos a la muralla hacia un calor insoportable y el sol pegaba con ganas. Al volver a España todo el mundo me dijo lo morena que estaba. Pero es porque yo no utilizo ningún arma de destrucción como las chinas que más de una vez casi me sacan los ojos con los paraguas. Porque una cosa es que lleven sombrillas para el sol y otro que las lleven y si la otra persona es más alta que tú que le den si le golpeo con la varilla....la impresión que me dejaron los chinos es de: individualistas, maleducados y un poquito guarros.Pero siguiendo con la muralla, la entrada te lleva a dos direcciones sin salida, dado que por ambos lados la muralla está cortada y no hay forma de continuarla a pie. En el camino hay muchísima gente y hay que aguantar porque hay mucha subida, cuestas y sobre todo escaleras, pero escaleras uniforme, a ver cual es más grande, que dejaba a muchos sin llegar hasta donde ya no se podía más. Subiendo vi el teleférico y una especie de montaña rusa en la montaña donde la muralla, no averiguamos muchos al respecto pero no sería porque no nos mezcláramos con el ambiente y es que aquí empezaron con lo de las fotos. En corea y Japón también me paso, no sé que manía tienen estos asiáticos de hacerse fotos con occidentales. Ahí estaba yo sola, pidiendo a uno del grupo que mi hiciera una foto, y yo que veo que tardaba en hacerlo, ¿qué pasa? Estoy esperando que el chino se quite, ah, no se va a quitar su amigo está haciéndole una foto conmigo al lado ¿no lo ves a tu derecha?, es que estos chinos son tan educados, que los coreanos y japoneses al menos te pedían permiso, estos se plantan al lado ya que estas quieta y foto al canto. Pero nos lo pasamos muy bien con un grupo que empezaron a hacer turnos para hacerse fotos con nosotras y en frente nuestro teníamos tres o cuatro cámaras disparando y haciendo fotos a nosotras. Pero lo que de verdad vale la pena, no solo fotografiar sino admirar es el paisaje desde arriba de la muralla, la montaña con muralla y muralla y hormiguitas de personas recorriéndola. Es increíble. De ahí nos fuimos a ver unas tumbas, después de comer, eran las tumbas de la dinastía Ming creo recordar. Ahí dimos con otro pozo, ya había dicho que les gustan los pozos a estos chinos. Pero el pozo estaba mucho más allá, después de ver el museo con coronas y demás joyas, y de cruzar la puerta que nos lleva al otro mundo. A la vuelta tuvimos que decir unas palabras en chino y cruzar primero con la pierna derecha las mujeres, la izquierda los hombres, esas palabras eran algo así como he ido y he vuelto con vida o algo así. No recuerdo de cómo era el ritual. Si recuerdo que ahí vimos uno de los muchos niños pequeños que nos llamaron la atención porque llevaban el pantaloncito abierto por atrás y el culo al aire, suponemos que para ahorrar pañales pero..... ¿Los niños que no saben todavía hablar y los llevan en brazos, que hacen cuando el niño quiera mear? No llegamos a descubrirlo pero si pudimos ver que los críos lo hacían en cualquier parte... en medio del metro de Shanghái por ejemplo... ¿no decía yo que estos chinos eran un poquito guarosa la vuelta paramos en la zona olímpica para hacer más fotos del estado del Nido. Y después nos llevaron al mercado de la seda y otros, que en realidad son edificios con varias plantas donde comprar lo que sea, un gran bazar donde, horro, hay que regatear si no quieres que te tomen el pelo y comprar algo por demasiado dinero, porque además, la calidad de las cosas chinas es malísima, así que el precio siempre hay que regatearlo a menos de la mitad. Se me rompió el bolso, compre otro por necesidad en XIan y a los dos días ya estaba roto y descosido. En todo caso los cds de música son muy baratos, me lleve un recopilatorio de pop chino de 3 cds por 4 euros (buscaba un cd de los taiwaneses F4 pero no hubo suerte), y otros un cd de nanas chinas por 2 euros. Y los cds funcionan, así que por lo menos para música si se puede comprar. Por la noche tomamos una cena de pato laqueado, típico de Pekín, que a mí no me sabia raro pero no me lo comí como lo hacen ellos, que es estilo taco mejicano. En este día visitamos los hutongs. Si hay algo que valga la pena recomendar para no perderse de ver en Pekín son estos barrios, en peligro de existimación, dado que a los propios chinos les interesan más un piso moderno que una casa antigua que hay que compartir con el vecino que no tiene baño interior, etc. Pero estas casas y calles son la zona “antigua” de la ciudad, barrios típicos que están despareciendo y es otro aspecto de la China moderna, otro aspecto de Pekín más turístico tal vez, por eso de sus casitas bajas, sus calles polvorientas, sus carritos tirados por bicis...Lo primero que hicimos fue montarnos en uno de esos cochecitos tirados por bicicletas, o como decía el guía: superan dado que son muy delgados pero pueden con el peso de dos personas. El paseo no va a mostrar un paisaje bonito o detallista pero si muy interesante, calles estrellas, polvorientas, con sus casas bajas, de tejados inclinados, puertas decoradas y pintadas de rojo, el color de la buena suerte chino (dije que eran muy supersticiosos, no?), obras pues las casas son muy viejas, y pequeños detalles. Luego fuimos a recorrer andando la calle de tiendas, donde también las casitas tienen un aspecto antiguo, que se encuentran junto a un lago, que en invierno se congela completamente. De ahí nos dirigimos a ver por dentro una de las casas, las calles estrechísimas, la casa por dentro tiene un patio cuadrado, con plantas como un pequeño jardín pero en vez de exterior interior, como las casas romanas antiguas, y por dentro no hay baño y resulto curioso porque era una casa limpia y tenía varios dedos de polvo. En todo caso el polvo cubría hutong, pero creo que es por la contaminación. En china deben de tener mucha dado que solo un día vi el cielo azul y fue un día que hacia viento, el resto no hacia mal tiempo simplemente el cielo era una masa gris. El hombre de la casa un anciano era muy majo, además acababa de ser abuelo. Después fuimos al mercado. Antes de llegar se disfruta la caminata porque se ven las casas, las calles, los carteles avisando de las medidas de protección contra la nueva gripe, la gente, las tiendas. Es ver la vida china en Pekín dentro de los hutong.El mercado tiene una gran variedad de frutas y verduras, más de la mitad ni las había visto en mi vida y menos aun sabia su nombre. Justo al lado del mercado estaba una carnicería donde vi mi primer sistema de espanta mosca chino, luego ya vería varios en las carnicerías, pero el primero resulto llamativo. La siguiente excursión era al templo del cielo. Aquí se me agoto la batería, tuve que cambiar de cámara y sin querer borrar 16 fotos, una pena pero no tanta para mis amigos y familia porque llegue de china con 3932 fotos, que ya les va a dejar bastante agotados. A decir verdad veía al ritmo que iba y decidido comprarme una tarjeta de memoria en Xian, para no dejar de tomar ni una foto... (Luego no sé cuales escoger pero...El templo del cielo está en un recinto ajardinado, que es más bien un parque donde los chinos van a jugar y a bailar sin el mejor ridículo. De camino a la entrada del templo del cielo se puede ver a la gente cantando y tocando música por los pasillos de los corredores, mientras por fuera otros bailan. El templo del cielo era un monumento homenaje, el original se quemo por completo y lo que hay ahora es una reconstrucción, es el templo circular y a los lados dos templos con objetos haciendo de museos, saliendo poco más. La arquitectura es como la que se ha visto en la ciudad prohibida, el palacio del verano o en los palacios de corea del sur. Lo más destacable es que pillamos a unos novios haciéndose fotos.

Mis imagenes de Pekin: dia 1, dia 2, dia 3, dia 4

Visita: Mayo 2009

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