Pesca en el hielo en Inari - Finlandia

La Laponia finlandesa en invierno ofrece muchas actividades que realizar y pocos monumentos que visitar. Una de las actividades que hicimos fue la pesca en hielo. Era la primera vez para todos por lo que marchamos tras el guía sobre el helado lago Inari con bastante ilusión que acabó convirtiéndose en agotamiento.


Empezamos con el proceso de hacer un agujero en el hielo que permita que el sedal llegue al agua. Dado el grosor de la capa de hielo del lago esto nos costó tiempo y esfuerzo por parte de todos. En varias tandas nos dedicamos a hacer un agujero en el hielo con un perforador manual, uno gira y gira en el mismo agujero hasta conseguir llegar al agua. Mientras, otra persona separa con una pala el hielo y la nieve acumulados alrededor del agujero. Como éramos varios cuando uno se cansaba otro tomaba el relevo, por lo que no me imagino esta actividad para uno solo. 


Finalmente una vez conseguido el agujero usábamos una pequeñísima caña de pescar del tamaño de una varita y cuyo pequeño hilo caía en el agujero. Dejábamos que siguiera y siguiera cayendo en el agua porque hay que asegurarse que caiga profundo, donde puede haber vida animal. Y luego toca esperar. Por supuesto en toda la tarde ninguno llegamos a pescar nada, pero en esas frías aguas no sé si puede conseguir pescar algo en solo una tarde (llegamos a estar a -30 grados). 


Pero fue un entretenimiento original hasta que llegó la noche y pudimos disfrutar de las auroras boreales.

Regency Ball 2016 - Palacio de Fernán Núñez - ESPAÑA



Vídeo de Mario de Mello Collection

viaje al BAILE REGENCIA MADRID - ESPAÑA


Paseo diario por Aranjuez -España

Paseo por los jardines y el Palacio de Aranjuez

Al día siguiente a baile nos encontramos en el jardín tropical de Atocha para coger el tren-cercanías hasta Aranjuez. Una de las cosas imposibles de evitar en las recreaciones es que después de un baile hasta la madrugada al día siguiente toque madrugar para salir de paseo. Estoy segura que en la época no dormían tan poco. Pero el sacrificio merece la pena. Por supuesto vernos juntos en el jardín tropical de la estación de atocha era todo un espectáculo para el que pasaba. Tuve la suerte de pasar un agradable trayecto en compañía de un agradable caballero inglés y tras llegar a la estación de Aranjuez tomamos el camino a pie que lleva de la estación al palacio real. Es un paseo muy agradable rodeado de árboles donde lo más curioso era vernos a todos vestidos de la época napoleónica o regencia inglesa o imperial, o el nombre que desees darle, caminando hacia el palacio bajo los árboles. Los coches se paraban para preguntarnos. Una vez llegamos junto al palacio fuimos pasando en grupos al interior para hacer una visita guiada. Yo había estado en el palacio los jardines de Aranjuez una vez en marzo y la visita no la hice guiada por lo que ver el palacio con las explicaciones y estando un grupo de nosotros vestidos de la época lo hizo más interesante. Es una pena que patrimonio nacional no deje hacer fotografías en el interior del palacio. Igualmente, al hacer tan buen día, había mucha gente y costaba poder ver el palacio con guía. Lo mejor era vernos en el patio exterior del palacio, realmente parecía que habíamos viajado en el tiempo.Tras visitar el palacio fuimos con la guía a los jardines. Como vi que la guía se alejaba y la gente se entretenía con los fotógrafos me quede un poco en medio de ninguna parte para avisar por donde habían ido y al final me perdí, afortunadamente un caballero me acompaño hasta el lugar donde comíamos, porque perdí a todo el grupo de vista. Para la comida también acabé perdida así que cuando finalicé de comer me fui a los jardines del príncipe que los tenía al lado y disfrute del paseo bajo los árboles de tono otoñal y me senté a la sombra durante un tiempo, donde la gente que pasaba me preguntaba y hacia fotografías, una mujer muy mable agradecida de mi explicación me envió las fotografías que me había hecho con el móvil. Luego pude encontrarme con conocidos por lo que paseé un rato por los jardines acompañada por ellos. Me gusta pasar momentos sola pero estas cosas se disfrutan más en compañía. Hizo un día de absoluto verano por lo que los jardines estaban llenos de gente, familias con niños, turistas, o simplemente personas paseando. Lógicamente esto supuso que fuéramos abordado a cada paso (y ya sabéis que odio que me agobien), lo que para mí fue una pena porque no pude disfrutar de verdad de los jardines, por lo que cogí el primer cercanías que regresaba a Madrid. No fue un día malo pero podía haber sido mejor.

Visita: Octubre 2016

Mis imágenes: Album de Facebook - España Recreación Regencia

Información para viajar: Maria de Melo Collection

Baile Regencia Madrid - España

Baile Regencia en Madrid 

La invitación al baile había llegado varios meses atrás, pero con el paso del tiempo cada vez me apetecía menos ir, hasta legué a plantearme seriamente no asistir, principalmente porque aunque no tengo problema en viajar sola, la idea de ir a un baile sola no me atraía nada, suponiendo que sería muy aburrido y la noche se haría muy larga hasta terminar. Pero en realidad nada más lejos de la realidad. Antes de ir al baile conocí a una mujer que estaba en el mismo alojamiento y que también iba sola al baile, así que entre las dos nos ayudamos a prepararnos. Hay que tener en cuenta que es muy difícil vestirse por uno mismo y ya que no tenemos doncellas que nos ayuden nos tuvimos que ayudar mutuamente a terminar de abrochar los vestidos y complementos, así como retocarnos los rizos del peinado. Habíamos quedado con el mariscal Suchet y su esposa para ir apropiadamente acompañadas. El palacio de Fernan Nuñez por fuera no dice mucho, dado que tiene una puerta y un muro sin gran ornamentación, pero cuando entras al patio y subes la escalera a las habitaciones superiores te encuentras con una deliciosa residencia con salas para bailar, comer, charlar e incluso jugar. La recepción de los invitados se realizó en la tarde, el amplio pasillo del palacio tenía cómodos sillones que permitían pasear o sentarse para poder entablar una entretenida charla. En varias de las salitas podemos encontrar más rincones donde sentarse y entablar una conversación, dejando una “soirée” perfecta para encontrarse con viejos conocidos y ser presentado a nuevas personas. En una de las salitas hay una vista perfecta del salón de baile, lo que nos permite estar de pie y observar a la gente bailar y descubrir nuevas personas a las que conocer y conversar tras el abanico. Antes del baile disfrutamos de un concierto de música antigua en uno de los saloncitos, dando el toque exótico al evento del año. Cuando uno ve a los músicos preparándose para tocar y observa sus vestimentas es como haber traído ese exotismo árabe al salón, por lo que no hubiera sido nada extraño encontrarse con la guardia turca del emperador o con un caballero hindú de Inglaterra. Tras la velada musical comenzó el baile en el salón dorado, decorado con hermosos detalles dorados del suelo al techo, con espejos y lámparas que brillaban sobre los bailarines. Los músicos, un fabuloso cuarteto de cuerda, nos deleitaron con deliciosos bailes. Como es costumbre solo baile una vez, se está volviendo una mala costumbre en no encontrar pareja de baile, lo que más lamento es no haber podido bailar el “salamanca castañet” es un baile fácil (o en mi opinión hay menos complicados giros de parejas) y bonito. Pero lejos de que la noche se mi hiciera larga durante el baile en realidad la noche pasó volando, durante el baile pude conversar con viejos conocidos unos instantes y conocer a nuevas personas. Durante el baile pude descubrir que los caballeros militares en su mayoría prefieren no bailar y que en Rusia pasa exactamente lo mismo (me refiero a recreadores). Tuvimos también una interesantísima demostración de esgrima antigua, así como boxeo o lucha con bastón. Descubrimos cómo el arte del combate se convirtió en deporte y con el tiempo se perdieron las técnicas que se usaban cuando los duelos eran a muerte y no un deporte para pasar el rato. Así como en la época combinar las artes marciales con el manejo de las armas era algo común. Una interesante demostración tras la cual pasee a disfrutar de la sala de juegos, observando a los cabellos jugar y aprendiendo de la habilidad de algunas mujeres con las cartas. Y así llegó la cena, deliciosa comida servida por el servicio goyesco del palacio. Por su puesto pese a lo rara que soy comiendo aquí es cuando mejor comí, no hay nada como el hogar cuando se trata de comida, y qué decir de ese jamón serrano cortado directamente. Entre el fluir de la gente por el palacio se podían ver a las parejas y a los bebes dormidos por el cansancio. Y cuando la noche seguía y seguía, con su música, sus bailes y sus charlas, sin que apenas me diera cuenta llegó la hora del chocolate con churros y las despedidas. Había sido una tarde-noche tan deliciosa y fantástica que lamenté el que terminará. Sin duda hubiera sido un gran error perderse semejante evento, y si la anfitriona vuelve a organizar un evento así sin duda he de encontrar un hueco en las invitaciones para no perdérmelo. Uno no se puede perder uno de los mejores bailes de la temporada.

Visita: Octubre 2016

Mis imágenes: Album de Facebook - España Recreación Regencia

Información para viajar: Maria de Melo Collection

Esqui de fondo en Inari - Finlandia

La Laponia finlandesa en invierno ofrece muchas actividades que hacer y pocos monumentos que visitar. Una de las actividades que realizamos fue una pequeña travesía de esquí de fondo. No había hecho esquí de fondo desde el colegio, aunque aquella vez fue en los Pirineos, por lo que no tuve esas grandes explanadas de hielo y nieve que recorrer. Por lo que tuvimos en Inari fue un recorrido completamente liso que era el lago helado de Inari.


El hacer esquí sobre el lago te ofrece la perspectiva de pasear por el lugar y ver tus alrededores. Como el lago es tan grande las orillas quedaban alejadas pero se podían ver los arboles nevados y muy poquitas casas de madera de vez en cuando y a lo lejos. Claro que al final, si no eres amante del ejercicio te puedes llegar a aburrir o cansar, como fue mi caso, pero entonces vino la mejor parte de la actividad porque me caí y me entró un ataque de risa y ya perdí todas las fuerzas y no pude levantarme del suelo y aún empecé a reírme más. Estos momentos de risa fueron lo mejor, por lo que es una actividad a tener en cuenta si no tienes nada más que hacer por Inari.


Finalmente tomamos el mismo camino de regreso sin llegar a haber atravesado todo el lago (eso me pareció) porque es muy grande. La vuelta nos ofreció bonitas vistas pues se había nublado como de tormenta y estaba atardeciendo por lo que el cielo se teñía de fuertes colores entre negro, amarillo y rosa, como una paleta de pintor. Y a nuestro alrededor solo quietud pues solo estábamos nosotros en el frío hielo.


Presentación

Curriculum Viajero - Presentación