Cesarea - Israel

Cesarea

Dejamos atrás Tel Aviv para ir por la costa del Mediterráneo hacia Cesárea. La ciudad fue construida por Herodes en honor al emperador romano Cesar Augusto, por lo que muchos de los edificios que se encuentran son de estilo romano. El lugar en sí conserva ruinas romanas, bizantinas y de las cruzadas, aunque también tiene justo al lado una central de energía. La vista principal al entrar al recinto arqueológico es del mar y unas columnas romanas, más de cerca se puede ver que es parte del palacio de Herodes, pero al girar la vista a la izquierda te encuentras con una enorme fábrica moderna, con sus feos edificios y el profundo azul del mar Mediterráneo a sus pies. Sin duda lo de esta central de energía es lo que más nos llamó la atención porque rompe la belleza del conjunto arquitectónico. Al lado de esta central moderna se encuentra un anfiteatro, reconstruido con las piedras originales y donde a día de hoy se usa como escenario. A su alrededor hay una muralla y resto de las figuras de carneros y leones. De aquí nos acercamos a la zona que era el palacio de Herodes, que como fue el constructor y rey de la ciudad se hizo una piscina natural con las rocas de la costa y hoy en día se puede ver la forma rectangular de la piscina y el agua azul trasparente del Mediterráneo. Y antes de la piscina se pueden observar los mosaicos que adornaban el suelo. Desde aquí hay unas vistas impresionantes de la costa, y el color del mar acompaña de forma que uno puede imaginar la belleza de ciudad que fue en la época de Herodes. Entre el palacio y el anfiteatro hay una sala moderna donde exponen un vídeo reconstructivo para enseñarte la historia del lugar, algo parecido a lo que vimos en Medina Azahara, y que es muchos más ameno e instructivo que los paneles. Desde el palacio hasta la otra parte de la muralla hay una larga playa donde hay acceso al Hipódromo. Aunque para captar mejor la forma del Hipódromo y apreciar cómo era el lugar (un hipódromo a las orillas del Mediterráneo) es mejor verlo desde una de las zonas elevadas del recinto, y no a pie del mar, donde se pierde la perspectiva. Más adelante nos encontramos con más murallas y el acueducto romano, y con esto nos despedimos de Cesárea. Por desgracia ha sido una visita rápida dado que nos queda mucho camino que recorrer, pero el lugar nos ha gustado mucho, tal vez porque somos más de ver “piedras antiguas” que de otras cosas.

Visita: Febrero 2017

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Tel Aviv & Jaffa - Israel

Tel Aviv & Jaffa

Tel Aviv- Jaffa son dos ciudades en una. Tel Aviv es una ciudad moderna, con un paseo marítimo cómodo para pasear, con playas para disfrutar nadando de un cálido mar Mediterráneo o bien para hacer surf, con sus casetas de los vigilantes de la playa. Varios hoteles cerca de la playa y altos rascacielos en el centro de la ciudad, muchos comercios y centros comerciales, y una panorámica de costas interminables y altos edificios que me hizo pensar en Miami. Aunque también es cierto es que de noche nos pareció muy oscura, muy poca iluminación por las calle, el mercado lleno de tiendas también está hasta arriba de gente, y paradas de autobuses cada dos pasos (y cuatro o cinco policías vigilando que ningún coche aparque en zona de autobús) donde hay tanto caos que me recuerda más al Cairo que a una ciudad moderna. Pero es que me dio la impresión que es una ciudad en crecimiento, que quiere modernizarse pero tiene todavía rincones de su vieja yo. Desde nuestro hotel podemos pasear por el paseo marítimo y realmente hay muy poca iluminación. Luego esta Jaffa, que según el guía significa hermosa, que es la parte antigua de Tel Aviv, y que en su día fue otra ciudad, una mucho más antigua que Tel Aviv, dado que hace tres mil años Jaffa existía mientras que Tel Aviv era simplemente arena. Así que visitar la zona antigua de Tel Aviv es visitar la ciudad de Jaffa. Empezamos el recorrido en una fuente con forma de ballena que es un recordatorio de Jonas en la Biblia (no recuerdo la relación de Josas con Jaffa, posiblemente sea por el puerto de esta ciudad), de aquí nos acercamos a unas de las casas con balcones de madera, y puertas labradas cuidadosamente, muchos de estos lugares están marcado por un muñeco vestido de estilo napoleónico, es la forma de marcar los sitios históricos porque en este lugar con sabor medieval y aire judío es hasta donde llegó Napoleón. Cierto que no llegó a Jerusalén, pero sí llegó hasta Jaffa, y así lo quieren recordar en la ciudad, al poner esos muñecos marcando los lugares históricos. Podemos ver uno de estos muñecos marcando, escaleras arriba, el suelo de una antigua sinagoga, o bien alrededor de los rincones, marcando de forma general un grupo de casas y callejuelas que en su época llegaron a ver personajes bíblicos. Tras un recorrido entre las callejuelas estrechas que recuerdan a la zona medieval y judía de cualquier ciudad española conservada llegamos a los Jardines de HaPisgah, donde hay un gran agujero, que está para mostrar las antiguas murallas de la ciudad. Y frente a las murallas antiguas hay un moderno arco egipcio, recuerdo, como las figuras de Napoleón, de la historia del lugar. Desde aquí se puede subir hasta un mirador con una vista panorámica de Tel Aviv que muestra casa playa hasta donde el horizonte se pierde y los altos rascacielos en el centro de la ciudad. Desde aquí también se puede ver una iglesia católica que según el guía tiene algo de especial (pero no visible) por lo que no consigo recordar que era. Tras esto terminamos la visita, donde solo nos queda un paseo por el puerto para dar todo por completado.
Visita: Febrero 2017 

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Mar Muerto - Israel

Mar Muerto

Como Masada se encuentra junto al Mar Muerto la excursión incluye la visita a un lugar turístico frente al mar muerto, el lugar más bajo del planeta. Deberían también incluir una visita a la zona arqueológica de Qumran, donde aparecieron los manuscritos del Mar Muerto y vivía la secta de los sesenios, pero solo te lo señalan cuando pasas con el autobús. El lugar a donde nos llevaron tiene tienda, restaurante y cambiadores y todo era carísimo, pero muy muy caro. Normalmente la impresión que me dio Israel fue la de un país caro, pero lo de este lugar se pasaba, como que triplicaba los precios, y no es que las cosas sean baratas. Para haceros una idea, el guía nos comentó (cuando le preguntaron) que el salario mínimo eran mil doscientos euros y que con eso no llegaba para vivir. El caso es que a mí me pareció muy caro, sobre todo porque no me lo esperaba así. El lugar ofrecía un trenecito para poder ir hasta la orilla del mar muerto, esto es debido a que en los últimos años el agua del mar Muerto ha bajado de nivel, y es una bajada considerable, estando ahí es muy fácil ver el fondo salino que ha quedado seco y que antes cubría el mar. Esto es debido a múltiples razones pero es una pena porque el lugar es bastante visitado. Por un lado, dada la salinidad del lugar generan muchas cremas y va mucha gente para darse baños curativos. En donde fuimos hay hasta duchas que cogen el agua para que te la puedas echar por el cuerpo con más precisión. Aunque eso quita el buen momento de flotar sin quererlo, y es que debido a la cantidad de sal que hay es imposible hacer otra cosa. A decir verdad está prohibido intentar nadar en el lugar, hay un vigilante de la playa que avisa a grito que no se intente nadar, ahí uno solo tiene que dejarse flotar, incluso intentar coger alguna posición sin estar con los pies en el suelo es algo muy complicado porque el cuerpo empieza a flotar como si fuera un corcho sin control. En uno de otros movimientos tuve esa impresión. Un corcho que uno intenta sumergir o volcar y que vuelve de nuevo a su posición de flotamiento en el mar, eso mismo éramos nosotras. Otra de las bellezas del lugar, aparte de poder flotar sin quererlo o de los beneficios para la salud, es el color que adquieren las aguas. Debido a la salinidad y que, recordemos, estamos en el punto más bajo del planeta, a 417 metros por debajo del nivel del mar, este lago no tiene ningún tipo vida, por lo que no hay fauna marina ni algas que modifiquen el color del fondo, lo que implica que el suelo es solo sal blanca y las aguas adquieren un tono azulado paradisíaco. El problema que hay es que el fondo de este lago es pura sal y la sal toma forma de cristales por lo que andar descalzo por sus aguas puede ser doloroso si no se tiene cuidado, es mejor recordar llevar chanclas si vas a disfrutar del lugar. Otro de los atractivos, no para nosotras, pero si para algunas personas, son los baños de lodo negro que genera este lugar, que dicen es bueno para la piel por las sales minerales. Yo disfrute del agua del mar muerto, pero lo del lodo no me atraía de ninguna forma. Y tengo que reconocer que mi idea para la excursión era la fortaleza de Masada ahora que lo probé no dejaría atrás la oportunidad de disfrutar de un ratito del mar muerto. Eso sí, hasta que no llegamos al hotel y nos duchamos en condiciones no dejamos de ver sal por todo el cuerpo.

Visita: Febrero 2017

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Masada - Israel

Masada 

Llegamos a Tel Aviv ya de noche y al día siguiente habíamos cogido una excursión a Masada y el Mar Muerto. Mi interés era Masada pero el mar muerto fue bienvenido. El único momento libre en nuestro circuito fue el primer día en Tel Aviv pero lo conveniente es coger la excursión desde Jerusalén, porque el camino más corto es desde Jerusalén, dado que desde Tel Aviv tuvimos que ir hasta Jerusalén y de ahí hasta Masada, toda una vuelta. Mi interés en Masada era de tipo histórico, había escuchado la historia del asedio romano y tenía interés de ver el lugar en persona, como tanto otros lugares antiguos del mundo. Una vez adentrados en el desierto la carretera dio paso a dos vistas, a un lago el mar muerto de un claro tono azulado (combinado por el blanco de la sal de su suelo) y al otro lado unas altas montañas anaranjadas con curiosas formas diseñadas por el viento. En lo alto de una montaña de pared perpendicular al suelo se vislumbran unos edificios, esa es la antigua ciudad de Masada que Herodes construyó. Desde la carretera es visible el sinuoso camino de subida, llamado “la serpiente” por la forma que toma, y que era un camino imposible de seguir para los atacantes de Masada, pues los dejaba en desigualdad de condiciones y sin defensa. Al llegar a la base de la montaña los turistas tienen dos opciones: subir andando el camino de la serpiente, para lo cual hay que ir con antelación, es decir, los tour regulares no te dan tiempo para ello, o bien coger el funicular. Subimos en el funicular, que va lo suficientemente lento para no tener que agarrarse durante la subida y si hay suerte y te toca junto a una ventana disfrutar de la vista de pequeñas hormigas de gente subiendo por el camino de piedra y unas piedras en forma cuadricular, que después descubriría que es uno de los antiguos campamentos romanos. La entrada a la ciudad va mostrando distintos edificios hasta llegar al antiguo palacio que Herodes construyó, y donde todavía quedan restos en el suelo de los mosaicos. Desde este lado se puede apreciar a poca distancia, en la montaña de al lado, otro de los campamentos romanos. Masada se convirtió en un símbolo de la guerra de los judíos contra los romanos, y hoy es un símbolo para el estado judío de Israel. Masada fue asediada por los romanos, que se encontraron con el problema de la situación estratégica del lugar, y que los judíos mantenían continuo acceso de comida y agua, por ello, y tras meses de asedio, idearon otra forma de acceso a la ciudad; construir una rampa para acceder a lo alto de la montaña. Siguiendo el recorrido de la ciudad se puede ver lo que queda de la rampa que construyeron los romanos para conquistar la ciudad de Masada. También se puede ver una antigua sinagoga judía donde, según el guía, se siguen realizando Bar Mitzvah. La ciudad está repleta de edificios de todo tipo, adornos de piedras como un tablero de ajedrez o mosaicos. También hay una iglesia cristiana, con restos de hermosos mosaicos y estructura antigua. Y todavía se pueden ver arqueólogos trabajando en el lugar. A lo largo del recorrido de la ciudad se pueden ver canales a lo largo de la montaña y grandes cavidades en la roca que son las antiguas cisternas de agua. Porque aunque están en medio de desierto, en lo alto de una montaña, lejos de lagos y ríos de agua dulce los judíos de Masada tenían suministro de alimentos y agua dulce. El secreto estaba en esos canales creados a lo largo de Masada y el resto de montañas adyacentes, pues cuando llovía el agua seguía su recorrido natural acabando, siempre, en uno de los canales de Masada. Y los canales llevaban el agua a las cisternas. Debido a esta gran estructura arquitectónica Masada fue conquistada después de muchos meses, pero ningún judío cayó en manos romanas pues se suicidaron todos (hombres, mujeres y niños) antes de caer en manos romanas. Según el guía cuando se hace el servicio militar israelí se va a Masada y se jura “nunca más otro Masada”. Lo que tiene bastante significado para los judíos.

Visita: Febrero 2017

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Entrada y salida del país - Israel

Entrada y salida aérea a/de Israel

Cuando tuve que entrar a China durante la gripe A tuve que pasar controles, cuando viajé a EE.UU. tras aumentar la seguridad por los atentados del 2011, también pasé controles, pero nada comparado con los controles que hay para entrar y salir de Israel. Viajábamos directas a Israel desde Madrid cogiendo la compañía israelí (aunque es un vuelo combinado con Iberia). Como sale de la T4 de Madrid siempre nos gusta ir con 3 horas de adelanto y desayunar en el aeropuerto pero que sobre tiempo, esta vez desayunamos a la carrera y no nos sobró nada de tiempo. Estábamos tres horas y quince minutos antes del vuelo. A las tres horas empezaron a aparecer gente de la aerolínea con atriles y nos separan entre gente que viaja en grupo y los que no. Como llegamos tan pronto fuimos de las primeras a pasar a los atriles donde nos esperaba un interrogatorio. Como nuestra relación es solo de amigas tenemos que pasar al interrogatorio por separado. Hay preguntas lógicas pero otras no tanto. El caso es que nosotras les debimos parecer muy sospechosas porque estuvimos una hora de interrogatorio. Tuvimos preguntas cómo porqué viajábamos a Israel, qué recorrido íbamos a hacer, donde íbamos a dormir (bueno, lógico) otras cómo que en qué trabajaba, en qué trabajaba mi amiga, cómo vivía, cómo vivía mi amiga, si llevaba algo que no fuera mío, algún regalo, un libro... que cómo había llegado hasta el aeropuerto desde mi ciudad, dónde vivía, quién había elegido el destino de Israel, si alguien sabía que viajaba a Israel. El problema empezó con nuestra relación, porque somos amigas de viaje, y eso de que no nos viéramos en persona más que para viajar (vivimos a más de 530 km) les sonaba raro, luego la explicación de cómo nos conocimos (nos conocimos en un circuito por Escocia, de esos que te llevas bien pero pierdes el contacto, luego unos años después sin haber hablado ni nada coincidimos en un circuito por el valle del Loira y Normandía, mismo circuito, mismas fechas, mismo destino y sin haber hablado, es tan complicado coincidir con alguien con los mismo gustos al viajar que desde entonces dijimos que era el destino y hacemos al menos un viaje al año juntas), y vuelta a insistir qué como nos comunicábamos si no nos veíamos nunca en persona, para complicar las cosas mi trabajo es difícil de explicar, así que tras preguntármelo a mí y a mi amiga, se juntaron entre ellas y luego volvieron y me preguntaron de nuevo en qué trabajaba (qué no somos amigas íntimas que no nos contamos con detalle cada día lo que hacemos, no sé con detalle cómo vive o trabaja), y con lo de cómo vivíamos igual, porque desde qué viajamos para vernos la forma en que vivimos mi amiga y yo había cambiado, así que cada una decía una cosa distinta y claro, las interrogadoras hablaban entre ellas, no cuadraban las respuestas y volvían a preguntar ¿cómo dices que vives?. Y para terminar de rematarlo, revisan los sellos del pasaporte e hicimos un circuito por Turquía hace unos años, así que las preguntas de rigor sobre el viaje a Turquía. Tras una hora de ir y volver y volver a preguntar nos dejaron ir a facturar con un papelito que indicaba que teníamos que estar en una media hora en el control de seguridad que hay junto a la puerta de embarque, así que salimos hacia el control de seguridad, pasaportes, etc y llegamos corriendo a la puerta de embarque donde no había nadie más de un par de personas. Ahí nos cogen la tarjeta de embarque y el pasaporte y nos piden que las sigamos, empiezan a abrir puertas, bajar en ascensor y acabar en los entresijos del aeropuerto donde nos pasan algo por la ropa y el calzado y nos piden revisar nuestros bolsos de mano mientras nos pasan a una sala donde nos ofrecen té, café, agua, hay velitas, una tela.. todo muy bien pero ahí nos toca quedarnos siempre bajo la mirada de alguien. Tras revisar y sacar todo del bolso de mano nos lo devuelven y mientras esperamos vemos que abren nuestras maletas (a mí me piden la combinación para ello) y empiezan a revisar todo al detalle, me abren hasta el paraguas, el spray de los mosquitos, todo al dedillo… y cuando toca embarcar nos vuelven a “escoltar” hasta la puerta de embarque, ahí se mantienen con nosotras hasta que entran los pasajeros vip y tras ellos vamos nosotras, y es en ese momento en el que nos devuelven nuestros pasaportes y tarjetas de embarque, que hasta entonces habían retenido. Tras esta experiencia buscamos en internet y descubrimos blog de viajeros españoles que cuenta su experiencia y es cómo al nuestra, solo que ellos lo tuvieron a la salida del país. Y es que a la salida también toca interrogatorio pero a la salida ya no fuimos sospechosas y no tuvimos que pasar por los controles de la idea. Y no es cosa de la compañía aérea o del país porque en Jerusalén coincidimos con una pareja mexicana y  volaron con otra compañía y por Alemania y a ellos hasta les revisaron el cuerpo (de tener que quitarse los pantalones y todo), así que tampoco fue mal la cosa en nuestro caso. Ahora lo contamos y es una anécdota muy divertida del viaje, pero en su momento nos preocupó no poder hacer el viaje porque nos consideraran sospechosas. Al entrar al país no te ponen sello, sino que te dan un papelito de entrada (no te lo grapan ni nada) y al salir, lo mismo. A mi amiga le gusta coleccionar sellos en el pasaporte y entre Europa e Israel siente que los sellos han pasado de moda. 
Aquí dos enlaces a dos entradas sobre la salida de Israel de otros viajeros, lo nuestro fue a la entrada y la salida fue facil, pero podría haber pasado lo mismo:





Visita: Febrero 2017

Presentación

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