DIARIO 2024: ESPAÑA - Mora La Nova 1890

Llega el tren a vapor a Mora La Nova, en 1891 se inaugura la vía de Mora La Nova que a día de hoy sigue conectando con Zaragoza. La Fiesta del vapor organizada por el Museo del Ferrocarril de Mora La Nova nos da la excusa para otro viaje en el tiempo Con mi maleta (de época) me dispuse a esperar al tren, que llegaba con una hora de retraso. Su salida de Zaragoza hasta Mora la Nova llevaba los vagones llenos de estudiantes hasta la frontera con Cataluña, entiendo que estudiantes que volvían al pueblo después de estudiar entre semana en la ciudad. Aun así, conseguí un asiento en ventanilla para disfrutar del paisaje y de las pequeñas estaciones inauguradas entre 1890 y 1895. Como daban lluvias cogí mi paraguas y esperé en la estación de Mora la Nova a que fuera llegando el resto para ir hasta la nave de donde saldrían todos los trenes. En la nave había varios trenes de la época para disfrutar. Por un lado, algunos trenes de vapor enormes que no se movían, otros que se iban y volvían y a los que se podía subir para ver por dentro la maquina de locomotora de carbón.


Después de subir con ayuda de los mecánicos, dado que con la ropa de la época 1890 era algo complicado subir ahí arriba disfrutamos viendo todos los detalles. Al lado de esta había otras dos locomotoras a vapor que lanzaban vapor de vez en cuando antes de ponerse en marcho, era como viajar a una estación Britania antigua llena de humo y silbidos de las locomotoras. Luego había dos trenes más. Uno con un vagón de madera abierto para transportar viajeros de un lado a otro de la estación del museo. Un viaje fabuloso, aunque a esa velocidad hay que agarrarse bien hombres y mujeres los sombreros o estos salen volando y será difícil recuperarlos. Y el siguiente y último tren de vagones cerrados era también para los viajeros, para desplazarse de un lado a otro. Donde compartir la vivencia de un viaje como en la época, compartiendo vagón con personajes de todo tipo y categoría, porque hasta los mecánicos y limpiabotas se colaban para ganarse un real. 

 

Al llegar a la estación visitamos la estación central para comprar billetes y reclamar al jefe de estación por los retrasos. Llego sin darnos cuenta la noche donde nos alumbramos con candiles antes de ir a dormir y a la mañana siguiente paseamos junto a las vías mientras disfrutamos de una exhibición de los bomberos de la época. el mejor momento los niños, que estaban señalando siempre que era Mary Poppins. Tras comer regresé a la estación para esperar al tren de vuelta Mora La Nova – Zaragoza.

DIARIO 2024: ESPAÑA Zaragoza 5 de Marzo 1836

Llega el cinco de marzo de 1836, donde los carlistas invaden Zaragoza y son repelidos. De aquí se convierte en la primera fiesta laica de Zaragoza. Y otra excusa para viajar en el tiempo. Debían ser alrededor de las cuatro de la mañana del cinco de marzo de 1838. Reinaba la noche más absoluta y las calles parecían en calma, pero justo entonces un pequeño grupo de soldados carlistas trepó a los muros de la ciudad para, una vez dentro, forzar la puerta del Carmen y que sus compañeros entraran en tropel. Por eso el primer lugar de partida es la Puerta del Carmen, de aquí nos moveremos hacia la Iglesia de Santa Engracia ya que se dice que el lugar que se ocupó en cuestión de minutos, desplegándose luego por la plaza de la Constitución, el Coso y algunas calles adyacentes.


Recorrido que continuaríamos, tras las explicaciones de Daniel Aquillue doctor en Historia que nos la explica con todo detalle mientras vivimos esa jornada. Paramos en la calle que lleva nombre de este día para explicar un poco más de la fiesta y de las vestimentas de las mujeres liberales de la época. Y cuando nos acercamos a la plaza San Felipe nos explican los trajes de los hombres, milicianos y tropa, como las banderas, antes de lanzar la salva de honor. Y tras la salva nos acercamos al mercado central para recordar como fueron los ciudadanos quienes ayudaron a derrotar el ataque carlista a Zaragoza, terminando recreando el abrazo de Vergara en la iglesia de San Pablo.

DIARIO 2024: ESPAÑA Carnaval Veneciano

Si no puedes ir a Venecia en Carnaval, trae el carnaval de Venecia a ti. Eso es lo que hicimos y quedamos en Febrero en el Parque Laberinto de Horta para disfrutar de sus rincones con personajes del Carnaval Veneciano. Para el carnaval habíamos quedado en el Parque Laberinto de Horta. El lugar tiene precio de entrada (al fin y al cabo, es Barcelona) pero es un curioso precio de 2,23 euros. Una cifra sin duda nada redondeada. La parte exterior está en obras y los jardines no están muy bien conservados, pero aún así es un lugar ideal para una sesión fotográfica o pasear con niños, que nosotros encontramos, sobre todo en el laberinto.

 

En el parque hay gran variedad de jardines, aunque el que llama la atención es el jardín neoclásico que comienza donde está el pequeño laberinto. La fuente del Pelícano con unos pequeños puentes donde asomarte y ver algunos peces nadando en los estanques y arroyos del parque del Laberinto de Horta en Barcelona. Podrás realizar un recorrido entre edificios románticos y neoclásicos, fuentes, arroyos y manantiales. Siempre hay árboles, jardines de todo tipo, y esculturas para hacer cientos de fotografías. Estuvimos toda la mañana ahí ya que comimos en el velodromo cercano (a muy buen precio).

Barcelona - España

Barcelona

Una escapa de un día a Barcelona para celebrar un Carnaval Veneciano me dio la excusa perfecta para descubrir otros lugares de Barcelona que no conocía. Para el carnaval habíamos quedado en el Parque Laberinto de Horta. El lugar tiene precio de entrada (al fin y al cabo, es Barcelona) pero es un curioso precio de 2,23 euros. Una cifra sin duda nada redondeada. La parte exterior está en obras y los jardines no están muy bien conservados, pero aún así es un lugar ideal para una sesión fotográfica o pasear con niños, que nosotros encontramos, sobre todo en el laberinto. En el parque hay gran variedad de jardines, aunque el que llama la atención es el jardín neoclásico que comienza donde está el pequeño laberinto. La fuente del Pelícano con unos pequeños puentes donde asomarte y ver algunos peces nadando en los estanques y arroyos del parque del Laberinto de Horta en Barcelona. Podrás realizar un recorrido entre edificios románticos y neoclásicos, fuentes, arroyos y manantiales. Siempre hay árboles, jardines de todo tipo, y esculturas para hacer cientos de fotografías. Estuvimos toda la mañana ahí ya que comimos en el velódromo cercano (a muy buen precio). Tras la comida mis amigos, que saben lo que me gusta ver rincones nuevos, me llevaron por un barrio que les gusta mucho para pasear, que es donde están las embajadas con sus palacios modernistas hasta llegar al Real Monasterio de Santa María de Pedralbes. La calle y plaza donde se encuentra el monasterio se conserva empedrada como antiguamente y es como viajar a un pueblo medieval que ha quedado parado en el tiempo. Como decían mis amigos es difícil imaginar que en Barcelona quede un sitio así. Las casas de alrededor son todas privadas pero conservan su aspecto original exterior (excepto la gran escalera que lleva hasta la carretera, pero que no han hecho demasiado moderna para no desentonar tanto). En un lateral del monasterio está la entrada, al ser invierno la entrada cierra antes, pero desde fuera se podía ver el claustro del lugar muy bien conservado. El monasterio de Pedralbes fue fundando por la reina Elisenda de Montcada en el 1327 y ha estado habitado de forma ininterrumpida por las monjas clarisas desde entonces. Sin lugar a dudas, se trata de uno de los mejores ejemplos de gótico catalán. Bajando por ese lateral se llega a una puerta y una torre incompleta donde se conserva el antiguo cartel de acceso todavía en castellano antiguo. Un rincón sorprendente que visitar en Barcelona, aunque no está muy cerca del metro y tal vez eso lo salva de los turistas, cuando fuimos nosotros no había nadie.

Visita: Febrero 2024


Información para viajar: Parque Horta

Gerona - España

Gerona

Aprovechando que iba el domingo a Barcelona para un encuentro de Nautilus (los recreadores con los que suelo ir) el sábado decidí ir hasta Gerona para así aprovechar el fin de semana y ver un lugar nuevo. Aunque he estado en varios lugares cercanos nunca he llegado a visitar la ciudad de Gerona (Girona en catalán) y como era un sitio cercano a Barcelona no tenía que preocuparme por tener poco tiempo para verla. Cogí el tren de Zaragoza que me llevaba a Gerona y llegué al mediodía, tiempo más que suficiente para ver la ciudad incluida parada para comer. El tren, para mi sorpresa, iba lleno de turistas dirección Girona. La chica sentada enfrente mío en el tren me la cruce res veces en el mismo día en distintos rincones turísticos de la ciudad. La estación del tren está muy cerca del centro, tal vez porque la ciudad no es muy grande, lo que te permite llegar a la zona turística rápidamente y sin perderte. Mi objetivo no era llegar a la ciudad por el puente de piedra, pero como decía la ciudad es pequeña y esta diseñada de tal forma que acabas dirigida hacia el centro y sin planearlo me plante en el puente de piedra. Ese lugar es el acceso al caso histórico de la ciudad y también uno de los mejores sitios para ver las casas sobre el río. Es el lugar más conocido y visitable del lugar, al menos en todas las revistas de viaje y blog de viajes. Las cosas están colgadas de cara el río como en Florencia, y son de distintos colores, al fondo se divida la torre de la catedral y de la iglesia de San Feliu. Volviendo al lugar de fotografía de los turistas; las casas sobre el río Oñar sobresalían de colores sobre el azul del cielo, un día despejado que invitaba a ir de manga corta, aunque era pleno enero, y el río limpio, pero con muy poquita agua, al pasar una mujer mayor decía a su familia que era la primera vez que lo veía con tan poca agua. Tras cruzar el puente cruzo me dirijo por la rambla hacia el siguiente puente, el puente de Peixateries Velles, un puente de hierro de color rojo que fue diseñado por el Estudio de arquitectura de Gustave Eiffel en 1877, si es cierto que no lo hizo el propio Eiffel como el puente de Hanoi pero si se ve en su diseño que salió de su estudio, el estilo es indudablemente igual. De aquí me dirijo recto hacia el próximo puente, el de San Agustín, donde hay una buena vista de las casas sobre el río y del puente de Peixateries Velles uniendo ambas orillas. De aquí me acero a la zona conocida como El Call que es el barrio judío de Gerona y uno de los lugares que hay que visitar y callejear. Como tenía programada una visita me prepare un recorrido par ano perderme pero una de las calles estaba cortada por obras, aún así subí y baje las escaleras y callejuelas de las zona, cada rincón es claramente un paseo por un casco antiguo, en cierto lugares hay señales de los judío, y aunque recomiendan entrar al museo de los judíos casi me lo paso de largo porque solo venia todo en catalán, así que el interior supuse que también y pase de entrar, a veces me vale la pena el esfuerzo de usar otro idioma, en este caso el exterior y el buen tiempo animaba a estar callejeando y pasar de visitar los interiores, fui paseando por la iglesia de San Marti, antiguos palacios y al final llegué al a catedral, como llegué por la parte de arriba me ahorre la subida de sus escaleras, solo me dediqué a bajarlas esquivando turistas de todo tipo hablando en inglés, francés, italiano y otros idiomas que no reconozco como asiáticos o polacos. De aquí acabe pasando por el portal de Sobreportes. Es la antigua puerta norte de la muralla romana. Por el lado de la catedral hay una virgen arriba del portal a la que iban a rezar los prisioneros, durante la Edad Media, antes de ser ejecutados. Al otro lado del portal hay dos torres cilíndricas, y recubren las antiguas estructuras romanas. Así como la Iglesia de San Feliu. Cerca de aquí debía estar la famosa leona de Gerona (una figura medieval de una leona subida a una columna) pero había un mercado alrededor y me costó bastante localizarla. De aquí volví de nuevo hacia el puente de San Agustín pero por un calle paralela que no es del call no solo para parar el en puente de Gomez sino también para ir a la Casa Masó donde tenía comprada una visita guiada en castellano. La verdad es que por fuera no llana la atención, pero por dentro vale la pena. Espero que las visitas en inglés, francés y catalán estuvieran más llenas porque en la visita en castellano solo estábamos tres personas (una pareja y yo).La Casa Masó es símbolo del movimiento del Novecentismo de la ciudad, inicialmente fue la casa del padre del arquitecto Masó y fue reformada pro el arquitecto a los largo de los años hasta el 1920 y la planta primera y segunda se ah podido conservar porque la casa paso de familiar en familiar pero solo vivían en la tercera y cuarta planta por lo que las inferiores no fueron renovadas y se conservan en perfecto estado, tanto lo diseñado pro el arquitecto Masó como no lo que no pero era de la época. La visita dura una hora y es muy interesante, además puedes ver el interior de una de las casas cuya terraza y ventanas dan al río (una de esas colgantes), un dato curioso es que es la única con fachada blanca ya que según nos dijeron en los años 80 se decidieron pintar las casas de colores, por lo que esta es la única que conserva el color original. Tras disfrutar de la visita me dirigí hacía la iglesia de San Feliu de nuevo para ir a visitar los baños árabes, una construcción románica muy bien conservada y que vale mucho la pena visitar, son amplio, con detalles y la entrada no es cara para ser Cataluña. Los baños deben su nombre a la inspiración que tomaron de las termas romanas y los baños musulmanes, y por utilizar el sistema de calor por vapor al estilo árabe. Luego marché hacia el Monasterio de Sant Pere de Galligans de estilo románico con preciosos capiteles decorados con motivos vegetales, y el campanario octogonal. De aquí puedes subir a una parte de la muralla con una vista espectacular del monasterio, la iglesia de San Felíu y la catedral, además de una torre de estilo modernista, y un lugar poco visitado ya que estaba yo sola en la muralla. Tras este recorrido volví para acceder a la muralla desde los Baños Árabes y subir por el Paseo de Reina Joana siguiendo los carteles que marcan la muralla como «Passeig Arqueològic». En esta parte de la muralla deje de estar sola y había muchos, pero muchos, turistas. El recorrido de la muralla es de varios kilómetros y no está toda comunicada, hay que ir bajando y subiendo para poder recorrerla entera, pero vale mucho la pena, una visita imperdible de la ciudad. Desde las torres de la muralla puedes disfrutar de unas bonitas vistas de la ciudad, de los detalles de los edificios, de las montañas al fondo…, aunque para ser final de enero hacía mucho calor, aquí ya vi a gente en manga corta, yo no estaba preparada para ello. Tras acabar la muralla terminas Enel puente de altares y siguiendo la calle llegas hasta el puente de piedra. De aquí me dirigí a la estación para ver las dos casas que se ven cuando sales de la estación que están en las afueras pero que, como aprendí en la visita de la casa Masó, son diseño del arquitecto. Tras ello ya regresé a Barcelona (ah, entre medio de tanta visita también paré a comer algo por el casco histórico, pero ya sabéis que el tema colinario no es un referente en mi caso)

Visita: Enero 2024  

Mis imágenes: pendientes 

Información para viajar: Pendiente 

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