Miguel, el guía de Greenland Adventure, nos contó una serie de leyendas inuits mientras estuve en Groenlandia.
En un pequeño pueblo habitaba una familia compuesta por un padre, un hijo y una hija. Anningan y Malina eran los hijos que jugaban juntos desde pequeños.
Anningan se enamoró de su hermana Malinay empezó a obsesionarse con ella. Tanta fue su obsesión que un día que se quedó a solas con su hermana intentó violarla.
Malina consiguió huir y escapó hasta llegar al cielo donde se convirtió en sol mientras que el hermano se dispuso a perseguirla y al alcanzar el cielo se convirtió en la luna.
Por eso para los inuits el sol es femenino y la luna masculino.
Dicha persecución es eterna, y solamente en tiempos de eclipse los inuit creen que el hermano ha logrado atrapar a la hermana, pero ésta rápidamente consigue escapar y reanudar la huida.
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