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Pasarelas de Montfalco - España

Pasarelas de Montfalco

Esta ruta lo ideal es realizarla completa: el lado aragonés, llegar al lado catalán y desde ahí ir en catamarán o kayak al lado aragonés. O bien hacer el lado catalán, luego el lado aragonés y ahí coger el catamarán o kayak. Pero para hacer esto hay que tener más tiempo del que nosotros teníamos, ya que saliendo de Zaragoza y teniendo que volver en el día se nos van las horas. Por eso mismo lo que Aragon Xperience propone es hacer la ruta en dos veces. Un día la parte aragonesa, y otro día la parte catalana. Lo que si quieres es ir y volver a Zaragoza en el día es ideal para hacer la ruta sin la presión de la hora. Así que salimos a las siete y media de la mañana de Zaragoza y aún así llegamos sobre casi las once al albergue de Montfalcó. El motivo sin duda son las carreteras, pero ya se sabía y por eso se dividió la ruta. Adrián de Aragon Xperiencie nos comentó que en septiembre del año pasado que hizo la ruta la carretera que lleva hasta el albergue era solo una pista forestal de tierra con baches y agujeros, pero lo que pudimos comprobar es que ahora parte de la carretera está asfaltada, y la parte que no lo está ha sido aplanada por lo que aunque sigue siendo una pista de tierra se recorre de diferente manera. Cuando llegamos al parking del refugio nos encontramos con que hay muchos coches y hasta un mini autobús. Salimos del parking en dirección al albergue desde donde comienza la ruta senderista. Hay un cartel informativo sobre la ruta compartida que une Aragón con Cataluña, aunque nosotros solo haremos la parte aragonesa, ya no solo por el tiempo sino porque el lado catalán está cerrado. En el parking ya hay un aviso indicando que el camino está abierto solo hasta el puente colgante que une Aragón con Cataluña y que solo se puede hacer el camino de ida hasta ahí y regresar por el mismo camino. Lo de la parte catalana cortada no sé muy bien a lo que se debe porque lleva mínimo desde mayo así, estamos ya en agosto y sigue cerrado, cualquier diría que se han independizado y han puesto la frontera. Aún así hay bastantes turistas, un gran grupo de treinta personas de América, sobre todo distinguimos el acento argentino, luego también me cruce con gente que hablaba catalán, francés, inglés y hasta alemán. Sin duda está fue la ruta más internacional recorrida (y eso que en el Ibon de Plan también había varios turistas belgas y franceses). El camino desde aquí comienza en bajada por la montaña y rodeados de pinos que os protegen del sol. En el camino hay una señalización hacia una fuente (la única que podrás encontrar, así que aprovisiónate bien de agua), y un merendero con unas vistas del cañón impresionantes, además de carteles con explicaciones sobre la fauna y flora del lugar. A medida que vas bajando puedes empezar a vislumbrar el agua color turquesa del embalse de Canelles que rodea esta zona. Cuando nos acercamos a la montaña la roca tiene un surco que da la impresión de haber sido excavado para dejarnos pasar. Así llegamos al primer tramo de pasarelas de madera ancladas a la roca. Este camino anterior a 2013 no era transitable por lo que la única vía que tenemos es ir en kayak/catamarán por el agua o subir los 139 escalones de madera que suben en zigzag la roca. Lo mejor de este primer tramo es que la subida apenas se nota ya que va rodeando en subida la roca de forma que, aunque vas subiendo, no resulta un sobresalto de altura. Estas pasarelas, como las siguientes, son estrechas pro lo que solo cabe una persona, pero hay zonas más amplias donde poder pararte para dejar pasar a los que regresan, o viceversa. Lo mejor de este tramo sin duda son las vistas del embalse y las montañas que lo rodean, además hizo un ligero viento que movía las nubes y permitía ver diferentes tonos de color azul en el agua del embalse. Pasado este primer tramo volvemos al camino de tierra, donde seguimos subiendo poco a poco, y entre la vegetación podemos ver las montañas y el agua, unos paisajes preciosos. Y al poco tiempo nos encontramos con el siguiente tramo de escaleras, 159 escalones (me informé de ello antes de hacer la ruta), y cuya vista desde el suelo te recuerda a otros recorridos de ese estilo que existen en China. Aquí la subida es algo más dura en cuanto a que la pared de la roca solo se puede subir en un tramo más estrecho de escaleras zigzagueantes, por lo que hay más escaleras que cuestas, eso sí, también se ha apurado al máximo el camino y se ha incorporado de tal manera a la roca que hay zonas en las que tienes que agacharte o inclinarte para no golpearte en la roca, o peor; engancharte con la mochila (nada de equipaje grande por esta ruta). Después de esta subida, que es la más impresionante de la ruta nos encontramos con una vista del cañón y el agua al fondo, una pista de postal. De aquí comienza una bajada hasta el puente colgante de Siegué. El camino desde el final de las pasarelas hasta el puente colgante es cuesta abajo pero muy desigual y con mucha roca, pro lo que en las zonas donde la roca está resbaladiza hay que ir con cuidado. Bajar es de lo que más me costó, y hasta tuve que sujetarme a la rama de un pino en uno de los trozos porque no lo veía nada claro que no acabara resbalando y cayendo al suelo. Para mi esta fue la peor parte, pero claro, todo depende de la persona que lo hace. Finalmente, tras la bajada llegadas al puente colgante, este puente es cortito, pero es la única unión entre el camino aragonés y catalán desde la creación del embalse. El puente colgante será pequeño en distancia, pero se mueve bastante y vi a gente agarrarse con miedo a los cables mientras lo cruzaba de un lado a otro. Desde el puente corre bastante viento, lo que en un día caluroso de verano se agradece, pero además la vista de uno y otro lado es impresionante, los colores del entorno son de postal, y vale la pena todo el recorrido solo por disfrutar de esas vistas. El suelo del puente es también abierto por lo que a tus pies puedes ver el agua turquesa del embalse y a los kayaks y catamaranes pasar bajo el puente. Como la ruta catalana está cortada y no vamos a navegar ni darnos un baño regresamos por donde hemos venido. Ahora toca la subida de la cuesta, la bajada de las escaleras, y la subida hasta el refugio. Sin duda es una ruta dura por la continua subida, y que los escalones de tierra son altísimos (me paré en uno y me llegaba el escalón a la rodilla, y yo no tengo precisamente las piernas cortas). Pero cada uno a nuestro ritmo, yo en el regreso disfrutando de paradas a fotografiar la fauna ahora que hay menos gente, al final llegamos todos al refugio de Montfalcó, donde aprovechamos para comprar bebida fresca, y hasta se podría comer o comprar bocadillos, para la próxima es una opción a tener en cuenta. Después de comer con tranquilidad salimos de regreso a Zaragoza.

Visita: Agosto 2021

Mis imágenes: Álbum Página de Facebook

Información para viajar: Aragon Xperience /montrebeiexplora

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