Paseo Modernista por Barcelona
Como decía en la entrada anterior del Palau Güell de Barcelona, el día empezó vestidos de modernistas para un paseo por la ciudad con mis amigos de Nautilus. Primero quedamos en el café de la Ópera aunque yo estuve desde las 10 y diez paseando por la rambla sin encontrarlo, después a las once fuimos de visita al Palau Güell. Y tras salir del Palau nos acercamos al café bar El Paraigua que conserva el estilo modernista y que tal y como estábamos vestidos era como viajar en el tiempo. El lugar es pequeño, como el antiguo Gran Café de Zaragoza que también era de estilo modernista y que han desmantelado durante la pandemia (una pena, siempre que tomaba algo me imaginaba ir ahí un día vestidos de época) pero no es tan caro como habíamos esperado, porque estos lugares suelen ser caros, además porque están céntricos, pero aunque no era barato no era caro tomando en cuenta todos los puntos anteriores. Ahí estuvimos como en las épocas anteriores, de tertulia. Nos sentamos junto a la puerta, que tiene un gran espejo y nos daba mucho juego y en la esquina del lugar se podían encontrar los baños y la antigua caja registradora. En la web del lugar hay fotografías dedicadas solo a la caja registradora, y a otros detalles modernistas. El lugar no fue originariamente un café, pero supieron aprovechar el estilo (readaptando toda la decoración de una tienda modernista fundada a principios del s.XX, dedicada a la venta de paraguas y abanico) creando un lugar con el ambiente de la época. Tras una buena tertulia salimos para dar un paseo por Barcelona. Me comentó Vany de Nautilus que éramos como ciertas personas (es que no recuerdo el nombre que me dio) que paseaban la ciudad embelleciéndola, nuestro paseo pasó por el árbol de navidad, el barrio gótico y la última parada de metro que conserva un cartel antiguo, ya que según me dijeron los han ido desmantelando todos (eso me suena de por aquí). Lógicamente en nuestro paseo algunas personas nos paraban, suele pasar cuando vas vestido de época así que, entre la ropa, el viento (no era un día muy propicio para el paseo de las señoras ya que todas íbamos con la mano en el sombrero agarrándolo (esto es importante dado que cuando salí del hotel pro la mañana me acerque a las ramblas a pie pero nada más pasar la plaza España se me voló el sombreo, afortunadamente, aunque la ropa no es la más propicia para correr, conseguí alcanzarlo. También se me desató el zapato tres veces (que con el corsé y sin bancos cerca era un poco complicado volverlos a atar), en fin, que luego es normal que no encontrara el café ese y pasara de seguir dando vueltas, me había estresado un poco nada más empezar el día. Por la tarde en cambio el viento fue un poco más tranquilo, aunque de vez en cuando tocaba agarrar sombreros. Y tras el paseo nos acercamos a comer en un lugar que, no sé si por azar o no, el interior no desentonaba con nosotros. Comimos bien y a buen precio (o igual es que Zaragoza se ha puesto muy cara) y sin darnos cuenta ya eran las cinco de la tarde, el día se había pasado volando, pero lo cierto es que echaba de menos pasar tiempo con los amigos de Nautilus y ya se sabe, que cuando uno se lo pasa bien el tiempo pasa volando. Muy amigablemente me acompañaron en metro hasta la estación de tren, dado que la verdad, ya estaba un poco perdida. Demasiado tiempo sin volver por Barcelona. Una cosa interesante es la cantidad de rincones acordes al modernismo que se encuentran por Barcelona, lastima que en Zaragoza decidan echar abajo todo lo modernista que nos quedaba. No sé si habéis leído mis entradas del Modernismo en la margen izquierda del Ebro en Zaragoza pero en uno de los lugares que se conservan van a poner un gimnasio, así que veremos cuando destruyen en el proceso. Seguimos sin aprender.
Visita: Noviembre 2021
Mis imágenes: Recreaciones 1890 - 1940 España
Información para viajar: pendiente
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