Cangas de Onis
Tras visitar la cueva, la basílica tenemos tiempo libre para ir al baño y poco más, nuestra siguiente parada es Canga de Onís, tanto para comer como para tener tiempo libre y visitarla, ya que los autobuses Alsa salen y acaban en la estación de cangas. De aquí empezamos el recorrido de la ciudad de Cangas de Onís, que como la guía nos cuenta se considera ciudad porque fue la primera capital del Reino de Asturias, y que en Asturias solo hay dos ciudades; Oviedo y Cangas de Onís. Empezamos caminando junto a los ríos Sella y Güeña hasta llegar a un parque, antes de llegar al parque a la derecha tenemos la iglesia de Santa Cruz, construida por orden del rey Favila, segundo rey de Asturias e hijo de don Pelayo, y su esposa, la reina Froiluba, esta iglesia albergó durante un tiempo la cruz de roble que se convertiría más tarde en la Cruz de la Victoria. la iglesia es el lugar de sepultura del rey y su esposa y en el interior se encuentra un dolmen funerario y una copia de la lápida de consagración, que se considera el primer monumento literario de la Reconquista. Por desgracia la iglesia es más moderna porque la original fue destruida. Al otro lado, tenemos el parque de la Casa Riera, donde nos paramos para observar un hórreo. Varios guías en este viaje explican que hay dos tipos de graneros en Asturias; los hórreos y las paneras, pero cada uno da diferentes aspectos para diferenciarlos lo que hace que ya no tenga seguro cual es un hórreo y cual una panera, en cuanto a su función, la aprendí en mi viaje a Galicia y es que se usaba para proteger la comida de la humedad y de los animales. Y siguiendo el parque acabamos en una casa, la Casa Riera, edificio de arquitectura indiana con una escultura representando a un indiano o un inmigrante, cualquiera de los dos valdría para todos los asturianos que viajaron fuera para ganarse la vida (los indianos volvieron, los otros no). De aquí al lado tenemos el puente romano, que es un puente medieval declarado Monumento Histórico Artístico, que se ha convertido en el emblema del municipio. Este puente de piedra, que une las dos orillas del Sella fue construido sobre los restos de otro romano, y en su arco central cuelga una réplica en madera de la Cruz de la Victoria, el principal símbolo del Principado de Asturias, al salir tanto en la bandera como en el escudo. La vista del puente estaba un poco estropeada porque había una carpa blanca del restaurante de la población al lado de Cangas de Onís que cubría toda una de las tres arcadas del puente. La subida por el puente empedrado permite tener una buena vista del río y el paisaje y te deja cerca de otra casa indiana, que uno de los guías nos dijo que podíamos reconocer por dos cosas; arquitectura ecléctica y una palmera en el patio. De aquí entramos en el casco antiguo, situado alrededor de la Calle San Pelayo, en esta calle podemos ver la Casa de Soto, de estilo barroco y con el escudo de armas de la familia en su fachada, y varios restaurantes donde sentarse a comer. Continuando por esta calle se llega a la iglesia de la Asunción y la imponente estatua de bronce de Don Pelayo. La Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción tiene campanario de tres pisos escalonado y con varias campanas y cerca tenemos la Plaza del Mercado con la Casa de la Capitana, una antigua construcción del siglo XVII. Y tras este completo recorrido finalmente me senté a comer y descansar los pies cuando empecé a oír un helicóptero y luego aplausos y me acerqué a la carretera recordando que la guía había avisado que hoy la vuelta ciclista a Asturias pasaba por cangas de Onis, así que sin proponerlo tuve una visita extra. Tras ver a los ciclistas pasar marche camino a la estación y me comí un helado mientras esperaba al autobús, ya que el día era como si fuera verano.
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