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Palacio de Santoña, Baile de la Victoria 1812 - España

Palacio de Santoña, Baile de la Victoria 1812

Llegamos muy pronto al palacio de Santoña pero si queríamos ver el carrillón goyesco teníamos que salir antes del hotel. No fuimos las únicas que llegaron antes y la puerta de acceso se llenó de hombres y mujeres vestidos de la época napoleónica (o de la serie Bridgerton para los que no saben de historia y solo les va la moda). El palacio normalmente es la cara de comercio, pero esa tarde noche del viernes 3 de mayo se realiza la recreación del baile de la victoria, un baile que se realizó en Madrid para celebrar la victoria sobre las tropas napoleónicas en el mes de agosto de 1812. Mientras se iba juntando gente ataviada de la época frente a la puerta del palacio una pareja se acerco a preguntar si habíamos coincidido en otras ocasiones, la verdad es que no los recuerdo, lo que no quiere decir que no, pero si no recuerdo haber hablado con ellos no voy a decir que si, o quizás, luego fue llegando más gente conocida, durante la noche se acercaron varios a saludarme, había gente que desde el 2014 no me encontraba con ellos, la verdad es que me gusto mucho poder ver a gente conocida. Aunque como no soy muy habladora si no hay mucha confianza apenas fueron saludos y ya, pero fue un detalle agradable de la noche poder saludar a gente conocida que hacia un tiempo que no veía. Por fin abrieron las puertas y como nosotras estábamos delante fuimos las primeras en entrar (además de los que ya estaban dentro), y pro tanto fuimos las primeras en evidenciar un poquito de desorganización para el acceso. No sé cómo estarían ordenados los asistentes en la lista (igual por fecha de pago) pero para encontrarme tuvieron que pedir ayuda porque habían repasado ya tres hojas. Finalmente me localizaron y pase al patio del palacio donde estaba mi tía junto al retraso de Fernando VII, el triunfador de la noche ya que celebrábamos la victoria sobre los franceses para colocar en el trono a Fernando VII. Frente al retrato teníamos las escaleras de acceso a la segunda planta del palacio, decoradas las paredes con dibujos y lámparas brillantes, una majestuosa escalera que se abría en dos para subir. Una vez arriba el acceso a algunas pequeñas salas cerradas por cortinajes pesados, sillas donde ya descansaban algunos invitados y grandes lámparas. Estas salas daban acceso a otra sala por un lado o aun pasillo por otro lado. La sala a la que daba acceso más iluminada por las lámparas y los espejos en las paredes tenían las mesas de juego, para entretenerse jugando a las cartas o sentarse a cotillear un rato. Durante la noche estuvimos ahí un tiempo, igual que nos movimos por el pasillo tanto como por la sala de baile. Y es que esta sala daba acceso al salón de baile, con música en directo y el atril para las instrucciones para los que no sabían (cierto que había habido una clase de baile por la mañana, pero no fue tanta gente, alguna persona me dijo “no fui porque yo ya he ido a las clases habituales eso lo dejo para los que no sabéis”), bueno, yo he ido a varios bailes, pero mi memoria necesitaba recordar, tampoco lo veo algo malo pese al tono con el que algunos contestaban al “no te había visto antes”. También hubo otra gente que ni me saludo, eso sí, luego te escriben y esperas que contestes, así que tanto hubo alegría por saludar aunque fuera de paso a caras conocidas como gestión de personas que no vale la pena volver a tratar. Nos acercamos al salón del baile donde como inicio nos ofrecieron una demostración de baile por parte de los cadetes polacos. Tras la demostración de baile comenzó el baile para los asistentes, como la sala de baile no cabían más de 80 personas a veces estábamos muy apretados, pero a veces casi no había gente ya que muchos iban al baile a lo mismo que en la época, aparte de a bailar también a charlar, cotillear, presumir… tras conseguir convencer a mi tía de bailar luego pasamos al pasillo que conecta los salones y que dan al patio de entrada. El pasillo da a otro salón decorado como los otros llenos de cuadros pintados en las paredes y techos, y donde se serviría la cena. Por ahí había gente charlando, fue una pena no poder charlar más con dos amigas a las que hacía mucho tiempo que no veía, pero una dirigía los bailes y al otra estaba muy solicitada. A la mitad del baile dieron paso a la cena, pero antes nos deleitaron con una presentación del baile Salamanca Castanets, me encanta ese baile y lo hicieron muy bien. Después pudimos disfrutar de la comida que fue saliendo continuamente y de una bebida para refrescarse en una tarde calurosa antes de volver a la siguiente tanta de bailes, bajo las luces de las lámparas de araña y a ritmo de la música en directo hemos vuelto a bailar, pero también hemos tenido un discurso de la organización y los vítores propios de una celebración de victoria sobre los franceses. Y finalmente pasamos lo últimos momentos sentada charlando porque ya apetecía descansar. Mientras estaba descansando una conocida me comentó que todo maravilloso pero que le parecía que el acceso regular porque solo le habían preguntado el nombre y le habían dejado pasar si mirar nada. Por supuesto yo en directo soy muy discreta pero internamente pensé, normal, si conmigo se pegaron media hora para encontrarme porque no lo tenían ordenado de forma alfabética al final si querían que las más de 200 personas asistentes al baile entraran debían aligerar, y confiaban en que nadie aparecería a colarse sin haber pagado. Sin contar con que había que ir ataviado de época. Tras finalizar el baile salimos del palacio camino al alojamiento muy cerca de ahí, pero hacia una noche calurosa. Al final fue una noche agradable, tanto el lugar, como la compañía, la comida y la música.

Visita: Mayo 2024


Informacion para viajar: Baile de epoca

Madrid - España

Madrid

Aprovechando la recreación civil y militar de mayo en Madrid decidimos hacer turismo por la ciudad, que aunque ya hemos estado varias veces sigue habiendo sitios sin ver, sobre todo museos. El primer día llegamos pronto para poder ir hasta Barajas a la clase de baile. Nuestro alojamiento estaba en el barrio de las letras así que salimos andando de la estación de tren de Atocha y fuimos camino al hotel para dejar las maletas. De camino pudimos disfrutar de los edificios como el Ministerio de agricultura, el Caixa Forum, la fuente de Neptuno, la plaza donde hay una escultura de Cervantes, y el teatro español. Tras dejar las maletas fuimos buscando algún lugar abierto con desayunos para poder desayunar antes de ponernos en marcha y encontramos un sitio donde tomar chocolate con churros. Una vez bien desayunas marchamos hacia la parada de metro para poder llegar hasta Barajas. De camino a la parada del metro pasamos por la galería canalejas, el four seasons, etc y entrando en la parada Sevilla del metro de Madrid pudimos ver un antiguo cartel publicitario de mural de los años 20. Ya en el metro cogimos dos metros para llegar a Barajas, la práctica de baile era ahí, ya que ahí era donde dormían los recreadores militares. Recuerdo el sitio de cuando fui a la recreación de Barajas. Ahí practicamos algunos bailes durante dos horas y pude saludar a antiguos amigos recreadores a los que hacia tiempo que no veía. Aunque tiendo a ser poco sociable me hacía mucha ilusión volver a verlos. Cuando termino la práctica de baile como era ya hora de comer nos acercamos algunos lugares de Barajas cerca del polideportivo para poder comer ahí, ya que seria mas cómodo y barato que bajar al centro y buscar donde comer ahí. Tras comer muy bien, todo hay que decirlo, retomamos el camino al metro para volver al centro de Madrid, al pasar por el polideportivo donde se podían ver las tiendas colocadas en la tierra bajo el sol me pareció ver a recreadores conocidos. Esta vez no iba a ir a los eventos militares, ya fui en otra ocasión y esta vez no tenía mucho interés en repetirlo. Nos dirigimos a descansar y dormir la sienta un rato antes de vestirnos y salir hacia el baile, ya que para poder llegar a la clase de baile habíamos tenido que madrugar. Tras la siesta nos vestirnos y salimos de camino al Congresos y sus leones, para posicionarnos a la sombra (para ser mayo hacia bastante calor al sol) y esperar a ver el carrillon goyesco. El edificio Plus Ultra está en la plaza de las Cortes, junto al hotel Palace. Enfrente está el Congreso de los Diputados y cerca de la Estatua de Cervantes. El Carillón goyesco asoma del balcón donde hay un reloj y campanas de varios tamaños a cada lado de la primera planta del edificio Plus Ultra. El Carillón consta de cinco figuras diseñadas por el dibujante Antonio Mingote, todas de la época goyesca: el pintor Francisco de Goya, la duquesa de Alba acompañada de un perro, el rey Carlos III, una Maja y el torero Pedro Romero. Cada uno ejecuta un movimiento mientras giran a determinadas horas del día. Como no son muchas las horas del día (4 veces al día) no siempre puedes coincidir estar cerca cuando toca su salida. Las figuras son del tamaño de una persona bajita así que se pueden ver fácilmente desde el otro lado de la calle. Después de ver el carillón en movimiento fuimos a la plaza donde se encuentra el teatro español y la figura de Federico García Lorca ya que el palacio de Santoña donde se realizaba el baile estaba ahí al lado. Es una suerte ir a estos eventos porque el palacio de Santoña no suele abrirse al público por su uso. Pero del palacio y el baile hablare en otra entrada. Así que aquí acabo nuestro primer día en Madrid. Al día siguiente había recreación militar en el parque del Retiro, pero nosotras teníamos otros planes, primero después de desayunar entraríamos al barrio de las letras para visitar la casa museo de Lope de Vega. Reservamos con tiempo una de las visitas guiadas gratuitas a primera hora, y hasta la hora de entrada estuvimos viendo las casas del barrio que conservan algunas de ellas las placas de aseguradora de incendios, la casa donde vivió y murió Cervantes, y también el convento donde yace Miguel de Cervantes, y luego la casa museo de Lope de Vega, que es la casa donde vivió Lope de Vega. Como grandes escritores españoles pasaron por aquí por eso el lugar se llama barrio de las letras. Sobre las placas de aseguradoras de incendios algunas tienen fechas hasta de 1883, la Sociedad de Seguros Mutuos de Incendios de Casas en Madrid fue la primera aseguradora de incendios española y se creó en 1822. Esta compañía no utilizaba la insignia para localizar los edificios que habían contratado sus servicios, sino que los marcaban con un texto en un cartel: “Asegurada de incendios”. En 1894, en Madrid se profesionalizó el cuerpo de bomberos, por lo que los equipos de extinción de incendios de las aseguradoras ya no eran necesarios. Volviendo a la casa museo de Lope de Vega; la visita empezó puntualmente y una vez entramos y pasaron lista subimos las escaleras de madera que llevan a la segunda planta. Al ser una casa antigua no hay ascensores. La casa es la original, pero, tal y como nos contó la guía, la casa ha sido amueblada y completada con elementos de la época, pero no de la misma casa ni de Lope de Vega. Lo único que queda original de la casa de cuando Lope de Vega vivía en ella es el patio con el pozo y el huerto. Subimos las escaleras y visitamos el estudio de Lope de Vega, amplio y luminoso, con cuadros de él y de sus hijas, y libros, muchos libros antiguos. El estudio da paso al salón de las mujeres nobles pequeño y con un estilo entre área y renacentista. Al lado una puerta que nos lleva hasta la habitación de Lope, pequeña y austera. La cama es corta porque en esa época el dormir tumbado en la cama les recordaba a la muerte, al frente de la cama hay una pequeña ventana que da a la planta donde está la capilla. Salimos de la habitación y visitamos la capilla, con un retablo principal de San Isidro Labrador y al lado entramos en el salón de grandes ventanales, con su mesa alargada que da acceso a la cocina. Seguimos subiendo y llegamos a las alcobas de las hijas de Lope, con las camas y el espejo claramente femenino, y luego seguimos subiendo para ir a la alcoba donde solo hay una cama, sobre la que hay una capa y un tablero de ajedrez, objetos traídos para rememorar el alojamiento del capitán Contreras en la casa de Lope. Aquí nos cuentan que cuando Felipe II se trasladó a Madrid no había alojamientos suficientes para acoger a las personas que formaban su corte, y el rey instauró la “regalía de aposento”, que no era otra cosa que la obligación de que quienes tenían casas con más de un piso, cedieran alojamiento e incluso comida. Por ello se empezaron a construir casas con los tejados muy inclinados o con las ventanas de diferentes tamaños y a distintas alturas para que pareciera que tenían zonas no aptas para vivir. Esas casas, por lo que tenían de trampa, se llamaban “casas de malicia”. Pero Lope de Vega no tuvo problemas en acoger a un capitán ya que se entretenían contando sus aventuras en batalla. También vemos arriba del todo el cuarto de los infantes y el dormitorio de las sirvientas. El de los infantes tiene una cuna con una virgen, pero también con un objeto lleno de amuletos para que los bebes sobrevivieran a tantas muertes infantiles que había en la época. La visita terminó en el huerto y el antiguo pozo, aunque apenas estuve ya que siendo mayo mi alergia estaba a tope. De aquí nos dirigimos al museo Naval, aunque puedes entrar de forma gratuita te preguntar si quieres hacer donativo, como en el museo de historia natural de Nueva York, así que dimos algo de donativo. En el museo naval se ofrece una visita guiada por voluntarios culturales dirigida a público individual. Estas visitas a la exposición permanente no requieren de reserva previa y se realizan los sábados y domingos a las 11.30h. El aforo para estas visitas es de 15 personas en estricto orden de llegada así que media hora antes llegamos (y ya había gente esperando). Al final había más gente de la habitual pero el guía no echo a nadie, ya sabía que la visita era larga y que algunos abandonarían la misma. Nosotras estuvimos hasta el final porque, aunque es cansado pasar tantas horas de pie, lo cierto es que lo contaba todo tan bien que se hacía muy entretenido; era como leer un libro de aventuras. Nos gustó mucho la visita y me acordé mucho de mi amiga extremeña porque a ella le hubiera encantado esta visita con sus explicaciones. Empezamos la visita por el museo y hay tantas cosas por verte y tantas historias entretenidas que escuchar que me costaría trasladas las dos horas y media de visita. Cabe destacar el mapa donde Asia se refleja con los tres reyes magos, y hay países que son mas grandes que son en realidad, pero es pro la época en la que se dibujó. Durante esta visita se muestra la escalera monumental del Cuartel General de la Armada, construida con mármol de Carrara de tonos beige y marrón y cubierta con una vidriera realizada por la empresa Maumejean. Solo podemos ver una parte, lo suficiente para ver la grandeza del lugar. Es una pena que no se pueda subir y ver más detalles, pero aún así vale la pena, como digo no solo por la vista de la gran escalera y el museo sino también por la fabulosa explicación el guía (la gran escalera la descubrí en un video de tik tok sobre lugares que ver en Madrid). Se colaron más personas pero enseguida volvieron a cerrar las puertas de acceso a la escalera, pero es que nos quedamos más tiempo haciendo fotografías y casi perdemos al guía cuando nos iba a contar sobre Jorge Juan, un personaje del que podían hacer libros o una serie de aventuras, que la verdad es que no conocíamos, pero que resultó muy interesante. Otros objetos e historias si nos eran más conocidos, mi tía, que es la que me acompañaba en este viaje de dos días y una noche en Madrid, me decía que había leído libros con esos momentos históricos tan épicos. Cuando salimos del museo nos dirigimos hacia el edificio Cibeles, para ver la fuente de Cibeles y luego ir a comer camino a la Latina ya que nuestro siguiente punto después de parar a comer era el Museo del Romanticismo. La entrada es gratuita a partir de las 14 los sábados y los domingos por lo que aparte del donativo no habíamos gastado nada. En las taquillas hay que dejar las chaquetas, nosotras no lo hicimos, pero en el lugar hace calor para conservar los muebles y las pinturas. La verdad es que hay más pinturas de lo esperado. En la recepción podemos ver una puerta con un forjado muy bonito, dan a un jardín con un café que estaba cerrado así que no pudimos acceder. Las salas del museo que se visitan, están en la primera planta. Subes entonces las escaleras y pasando la sala principal tienes la opción de ir a la derecha o a la izquierda, por supuesto elegí la izquierda y era la salida, nos enteramos porque otra pareja delante nuestro les pasó y los empleados del museo les dijeron que iban al revés. Volvimos para tomar la sala de la derecha y ya entramos en un recorrido por varias salas llenas de cuadros, mobiliario, dibujos, estampas, fotografías, esculturas, etc. Las pinturas, los objetos de la época y los muebles dan un aspecto abrumador. En cuanto a decoración de mobiliarios lo mejor es el Salón de baile y el Comedor que se utilizaba principalmente para las cenas. Las alcobas; la femenina cuenta con una cuna y luego está la masculina. Y termina en la Sala de billar. Tras terminar de ver el museo regresamos al centro de Madrid para recoger el equipaje en el hotel y dirigirnos a Atocha para volver a Zaragoza en tren.

Visita: Mayo 2024


Información para viajar:

Madrid - España

Madrid 

En aquellos tiempos en los que no exista el ave viaje en tren a Madrid y descubrí lo que ya comprobaría más adelante, que la capital con sus jardines y parques mezclado con la contaminación me da mucha alergia y que así, poco paseo hago por la ciudad. Y no es que anteriormente no hubiera ido a Madrid, ya que si me acerqué un par de veces para la feria de ARCO pero no estuve apenas en la calle y no es lo mismo que pasear visitando Madrid. Primero visitamos la Plaza Mayor, que aunque es una gran plaza cuadrada rodeada de edificios no vi nada especial. En este día fuimos a la Puerta del Sol, que es el centro de España, una placa en el suelo lo marca, es típico buscarla. En la Puerta del Sol había tanta gente que casi no conseguí distinguir la escultura del Oso y el Madroño, uno de los símbolos de la ciudad y parte de su escudo. También hay que fijarse en el luminoso del Tío Pepe. Entre las fachadas, destaca la de la Casa de Correos y su tradicional reloj, el que da las campanadas de año nuevo en televisión. Seguiremos por la calle Arenal hasta la plaza de Opera, donde está la Opera de Madrid y en seguida a la plaza de Oriente desde la que contemplar El Palacio Real y la Catedral de la Almudena. Cuando estuve en el Palacio Real no dejaban hacer fotos por dentro. Nos acercamos al Parque del Retiro, donde pasamos el resto del tiempo hasta volver a la estación a coger el tren. El Retiro es muy grande, sobre todo un día de invierno entre semana, apenas había gente en el lago del Retiro en sus barquitas, y nadie en los jardines, donde me dio, lógico, un ataque de alergia. No sé si es porque apenas había gente pero vimos muchas ardillas corriendo libremente por el parque. Aunque fue en otro fin de semana también se puede visitar el Rastro de Madrid un domingo, lo comento aquí porque ese fin de semana fui a ver a amigos y no hacer turismo pero mis amigos me sorprendieron llevándome el domingo por la mañana al rastro de Madrid, y entendí porque suelen ponerlo en las revistas de viaje, pero como fue el único sitio resaltable para visitar ese fin de semana, no voy a hacer una nueva entrada.

Visita: 1997  

Mis imágenes: pendientes 

Información para viajar: Pendiente 

Picnic Regencia Madrid - España

Picnic Regencia Madrid

El picnic se llamó regencia, goyesco e imperio para añadir varios años que marquen la época de recrear. Saliendo del Museo de América nos dirigimos hacia el parque. Caminamos desde lo alto del parque hasta los arboles inferiores del parque, menos vistas y más sombra y sobretodo una fuente de agua cerca, dado el día caluroso hay que tener agua a mano. Tal vez por las horas (la de la comida) el sol estaba alto en el cielo y fuerte, y por ello apenas había gente en el parque, más tarde, cuando el sol no estaba tan fuerte el parque se fue llenan pero por ahora teníamos opción de elegir dónde hacer nuestro picnic. Una amplia zona de césped verde bajo la sombra de varios árboles y con mesas y sillas cercanas para los que no pudieran sentarse en el suelo, así que ahí decidimos comer. Extendemos los manteles sobre el césped, sacamos los platos y vasos de barro y cristal, dejamos los bastones, bolsos, sombreros y mantillas así como los guantes, también las chaquetas de los caballeros. Disfrutamos la comida, las charlas y la bebida, y tras ello llegaron las actividades, como la siesta (he dicho ya que el día era abrasadoramente caluroso para ser inicio de junio), el ajedrez, la lectura, el juego de los aros, el juego del diávolo y algún baile. Y así llego el momento (ya muy rodeados de más gente en el parque) de ir a la ermita de San Antonio o en mi caso, ir a la estación a coger el tren de vuelta. Un día entretenido en buena compañía que me recordó al picnic en Florencia, con ese horrible y agotador calor que hace que uno no tenga ganas de hacer nada.

Visita: Junio 2019

 Mis imágenes: Picnic Goyesco Madrid - Recreaciones

 Información para viajar: Pendiente

Museo de America en Madrid - España

Museo de América


Para terminar de viajes de recreación histórica fui al Picnic Regencia, Goyesco e Imperio de Madrid (por no tener limitaciones en cuanto a trajes de época, que hay mucho purista que selecciona a un año concreto y todo lo que se pasa se mira mal). Era todo el fin de semana pero coincidía con la Champions League (algo que nadie cayó cuando se organizó porque no somos aficionados a ello – hay mundo más allá de la liga de futbol-) así que me salía más barato ir y volver en el día con el AVE que dormir ahí, el problema es que los horarios no estaban con antelación así que cogí los billetes de tren al azar. De esa forma llegué dos horas antes y me marché antes de poder visitar la iglesia de San Antonio, pero al menos pasé un día entretenido. La mañana quedamos en visitar el Museo de América en Madrid, que pese a las veces que he estado en Madrid nunca había visitado (y no tenía mucha gente, aunque había una pareja con camisetas rojas de fútbol así que hasta ahí llega el público de la Champions League). El Museo se encuentra en lo alto de un monte pero afortunadamente tiene pinos muy grandes y altos que dan buena sombra porque este fin de semana daban unas altísimas temperaturas, más de lo habitual para ser junio. Llegué enseguida y me dediqué a dar una vuelta por los alrededores, sábado por la mañana y con el sol que hacía no había ni una sola persona por ahí, ni siquiera paseando perros o corriendo. Una vez conseguimos reunirnos todos (a mucha gente no la conocía) entramos en grupo al museo vestidos de época napoleónica. El museo se creó en 1943 con los restos del Museo Arqueológico Nacional y del Museo de Ciencias Naturales, así como por las donaciones y demás. Empezamos subiendo a la planta de arriba donde la sala está cubierta de madera y en sus estantes puedes ver los objetos de América. Aunque la vista es evocadora, porque es fácil imaginar que el museo se creó antes y que los visitantes napoleónicos son de la misma época (los objetos que hay son más antiguos), pronto acaba y entramos en la zona más moderna del museo, aunque en las estanterías hay todo tipo de objetos interesantes relacionados con América. Aunque lo que más nos atrajo fueron los cuadros del mestizaje español, porque hay pueblos que conquistaban y otros que se mezclaban y para las mezclas los españoles crearon nombres. Había nombres desconocidos, y otros más conocidos como: Familia de indios, español con india hace mestizo, mestizo con española hace castiza, castiza con español hace español. Aunque solo es uno de tantos tipos que había; lobo, notentiendo, etc. Recorrer el museo nos llevó varias horas, y el calor (por conservación olvidaros del aire acondicionado) no ayudó a que acabáramos menos cansados, por lo que hicimos uso de las sillas del pasillo que da al patio (el museo tiene un patio cuadrado muy cuidado y bonito). Tras el museo estábamos más que preparados para ir al parque de picnic y descansar al frescor de la sombra, aunque eso es otra historia.

Visita: Junio 2019

Mis imágenes: Picnic Goyesco Madrid - Recreaciones

Información para viajar: Pendiente

Baile Regencia Madrid - España

Baile Regencia en Madrid 

La invitación al baile había llegado varios meses atrás, pero con el paso del tiempo cada vez me apetecía menos ir, hasta legué a plantearme seriamente no asistir, principalmente porque aunque no tengo problema en viajar sola, la idea de ir a un baile sola no me atraía nada, suponiendo que sería muy aburrido y la noche se haría muy larga hasta terminar. Pero en realidad nada más lejos de la realidad. Antes de ir al baile conocí a una mujer que estaba en el mismo alojamiento y que también iba sola al baile, así que entre las dos nos ayudamos a prepararnos. Hay que tener en cuenta que es muy difícil vestirse por uno mismo y ya que no tenemos doncellas que nos ayuden nos tuvimos que ayudar mutuamente a terminar de abrochar los vestidos y complementos, así como retocarnos los rizos del peinado. Habíamos quedado con el mariscal Suchet y su esposa para ir apropiadamente acompañadas. El palacio de Fernan Nuñez por fuera no dice mucho, dado que tiene una puerta y un muro sin gran ornamentación, pero cuando entras al patio y subes la escalera a las habitaciones superiores te encuentras con una deliciosa residencia con salas para bailar, comer, charlar e incluso jugar. La recepción de los invitados se realizó en la tarde, el amplio pasillo del palacio tenía cómodos sillones que permitían pasear o sentarse para poder entablar una entretenida charla. En varias de las salitas podemos encontrar más rincones donde sentarse y entablar una conversación, dejando una “soirée” perfecta para encontrarse con viejos conocidos y ser presentado a nuevas personas. En una de las salitas hay una vista perfecta del salón de baile, lo que nos permite estar de pie y observar a la gente bailar y descubrir nuevas personas a las que conocer y conversar tras el abanico. Antes del baile disfrutamos de un concierto de música antigua en uno de los saloncitos, dando el toque exótico al evento del año. Cuando uno ve a los músicos preparándose para tocar y observa sus vestimentas es como haber traído ese exotismo árabe al salón, por lo que no hubiera sido nada extraño encontrarse con la guardia turca del emperador o con un caballero hindú de Inglaterra. Tras la velada musical comenzó el baile en el salón dorado, decorado con hermosos detalles dorados del suelo al techo, con espejos y lámparas que brillaban sobre los bailarines. Los músicos, un fabuloso cuarteto de cuerda, nos deleitaron con deliciosos bailes. Como es costumbre solo baile una vez, se está volviendo una mala costumbre en no encontrar pareja de baile, lo que más lamento es no haber podido bailar el “salamanca castañet” es un baile fácil (o en mi opinión hay menos complicados giros de parejas) y bonito. Pero lejos de que la noche se mi hiciera larga durante el baile en realidad la noche pasó volando, durante el baile pude conversar con viejos conocidos unos instantes y conocer a nuevas personas. Durante el baile pude descubrir que los caballeros militares en su mayoría prefieren no bailar y que en Rusia pasa exactamente lo mismo (me refiero a recreadores). Tuvimos también una interesantísima demostración de esgrima antigua, así como boxeo o lucha con bastón. Descubrimos cómo el arte del combate se convirtió en deporte y con el tiempo se perdieron las técnicas que se usaban cuando los duelos eran a muerte y no un deporte para pasar el rato. Así como en la época combinar las artes marciales con el manejo de las armas era algo común. Una interesante demostración tras la cual pasee a disfrutar de la sala de juegos, observando a los cabellos jugar y aprendiendo de la habilidad de algunas mujeres con las cartas. Y así llegó la cena, deliciosa comida servida por el servicio goyesco del palacio. Por su puesto pese a lo rara que soy comiendo aquí es cuando mejor comí, no hay nada como el hogar cuando se trata de comida, y qué decir de ese jamón serrano cortado directamente. Entre el fluir de la gente por el palacio se podían ver a las parejas y a los bebes dormidos por el cansancio. Y cuando la noche seguía y seguía, con su música, sus bailes y sus charlas, sin que apenas me diera cuenta llegó la hora del chocolate con churros y las despedidas. Había sido una tarde-noche tan deliciosa y fantástica que lamenté el que terminará. Sin duda hubiera sido un gran error perderse semejante evento, y si la anfitriona vuelve a organizar un evento así sin duda he de encontrar un hueco en las invitaciones para no perdérmelo. Uno no se puede perder uno de los mejores bailes de la temporada.

Visita: Octubre 2016

Mis imágenes: Album de Facebook - España Recreación Regencia

Información para viajar: Maria de Melo Collection

II Recreacion Historica de Madrid - España

II Recreación 2 de Mayo en Madrid

Los recreadores había quedado en el polideportivo de Barajas para coger todos el metro juntos e ir hasta Gran Vía donde comenzarían el desfile por la plaza del sol, la plaza mayor y finalmente acabar en el Palacio Real, donde se recrearía el levantamiento del pueblo en el dos de mayo. Como iba por libre aunque me reuní con todos en el metro me pagué mi propio billete de metro tanto a la ida como a la vuelta, me hizo gracia porque los de Tarifa me decían “que te pagan el metro”, pero ya les dije que soy muy legal, si ya que me dejan participar aunque no soy de ninguna asociación, lo menos que puedo hacer es pagarme todo, que es lo que hice. El viaje en el metro, tanto a la ida como a la vuelta fue muy divertido, y la cara de los viajeros indescriptible. Muchos me preguntaron porque era esto y que celebrábamos. Las fotografías más divertidas son las del metro, sin duda alguna. El desfile fue un poco desorganizado, pero bueno, es normal cuando somos tantas personas. Sin contar con que parecía que nadie sabía que existía este evento, por lo que si uno no corría acababa perdiendo la fila entre la gente que se mezclaba por medio, en fin, es solo su segundo año. La recreación en cambio me encantó, me gustó mucho, y espero que lo vuelvan a repetir, aunque estoy dubitativa si en la próxima hacer otro papel o ir de espectadora, porque realmente es un atractivo maravilloso. Con el fondo del Palacio Real comenzamos la recreación de ese dos de mayo. El lunes 2 de mayo, la Reina de Etruria sale por la puerta del Príncipe. Con el resto de damas acompañamos a sus majestades y al infante que estaban frente al palacio y protegidos por la guardia esperando la llegada de la carroza. Antes de comenzar la recreación me preguntaron que iba a hacer cuando todo empezara, y me soltaron que la vez anterior una dama se quedó ahí parada así que tenía que desaparecer. La reina, el infante, el mayordomo y el rey, se montan en el carruaje. Una vez todo dispuesto parte hacia Francia ante la mirada de un pequeño grupo de gente que se ha reunido frente al palacio. La gente sigue acercándose a palacio y ya forma un número significativo de personas. Entre éstas se encuentra don Blas Molina, cerrajero de profesión, que al observar detenidamente el carruaje sospecha de la salida de los infantes y exclama en voz alta ¡Que se los llevan!. Y aquí comienza todo. El pueblo que estaba paseando y de compra-venta en la plaza se revuelve contra el carruaje y la guardia que lo sigue. Entonces comienza el enfrentamiento entre la población y la guardia francesa. Tiran fruta, palos, y cuando los guardias caen heridos roban sus armas para seguir luchando. Dado que iba acompañando al cortejo real opté por quedarme a despedir a sus majestades y al infante subir en la carroza, ver como se iban y cuando veía que comenzaba el revuelto, viendo tan alborotado al pueblo, correr para protegerme, en una esquinita y fuera de la vista. Pero llegan más soldados y un cañón. El cañón dispara metralla provocando grandes víctimas. Pronto todo se nubla de pólvora y los heridos van cayendo sobre la plaza. Al final todo queda cubierto de muertos y más seguirán en la noche, como en el cuadro de los fusilamientos del dos de mayo de Goya. Como ya no había hueco entre los espectadores hice alguna foto, pero al final opté por ir con el resto de recreadores (infante, majestades, y damas) y ver la recreación sentadas en el palacio. Y como me gustó la recreación, y eso que la vi de lado y casi de espaldas. Por eso no estoy muy segura de que hacer la próxima vez que la hagan, porque disfruté mucho viéndola. Eso sí, me quedé con las ganas de volverme contra la guardia francesa, a tener en cuenta que en Zaragoza la condesa de Bureta fue una de las heroínas en la guerra contra los franceses. Y ella era condesa, yo solo dama, así que tampoco hubiera desentonado. Pero al final disfruté mucho de la tarde, y me aceptaron esa tarde y al día siguiente, cuando podrían haberme negado el participar un poquito. Además el tiempo nos acompañó, porque fue acabar la recreación y al poco comenzar a llover. Así que fue un fin de semana muy completo. Esperando que se repita para poder ver la historia cobrar vida. Por cierto, tengo en mi lista de pendientes visitar el Palacio Real, al final, entre unas cosas y otras no pude hacerlo.

Visita: Abril 2015

Mis imagenes: Dentro del Album de España

Información para viajar: Pendiente .

II Recreacion Historica de Barajas, Madrid - España

Recreación de Barajas-Madrid

Podría decir que conozco el casco histórico de Barajas como si fuera mi barrio, siempre que tenemos que coger un vuelo por la mañana nos quedamos en un hostal cerca de la plaza con soportales, y si alguien me preguntara como llegar a la parada del metro de barajas sabría orientarle (y eso que soy malísima para las direcciones) así que cuando vi que la recreación del sábado mañana era en la zona antigua de barajas no tuve que buscar ningún plano para orientarme. Para alojarme, en cambio, pedí consejo (y fue un gran consejo) pues me dijeron que buscar un hotel cerca de la parada de Alameda de Osuna, y es que los recreacionistas se quedaban algunos en el polideportivo cerca de ahí, y desde ahí salieron a coger el metro para el centro de Madrid, pero eso es otra historia. Volviendo a Barajas, el camino andando hasta la glorieta de la ermita, donde habían quedado para comenzar el desfile, no fue ni lejano ni difícil, en el camino me encontré con los primeros recreadores de Tarifa que fueron simpatiquísimos, y que casualmente también fueron los últimos a los que vi, dado que coincidimos el domingo por la tarde en la estación de Atocha. Fueron buenas personas a las que espero ver en otra recreación. En la ermita estuve bastante apartada, iba sola, no pertenezco a ninguna asociación, ya demás soy bastante tímida como para relacionarme mucho. La mañana comenzó con viento frío, por suerte luego mejoró el clima y no tuve que pasar frio arropada bajo el chal. Mientras esperaban para comenzar el desfile una comulgante que iba a hacerse fotos en la ermita se encontró con todos nosotros, así que tuvo una gran cantidad de fotografías con recreadores napoleónicos, todo un tipo especial de fotografía de comunión. No conocía a nadie y me dijeron que iba demasiado elegante, así que para no molestar me aparté cuando comenzó el desfile, pues no tenía donde estar, y caminé hasta la plaza para coger sitio y ver la recreación. Fue fácil llegar pues como decía conozco esa parte de barajas. La recreación se hizo entre la plaza y la avenida general. Me quedé en un mismo lugar, y desde ahí vi lo que se pudo, tal vez moviéndome hubiera visto más de la recreación pero tenía una buena situación para ver el enfrentamiento entre el pueblo y las tropas napoleónicas. Los fusilamientos de los sacerdotes, los cañones disparándose, etc. Realmente disfruté viendo la recreación, aunque cuando acabó no sabía muy bien que hacer, pues no conocía a nadie y no sabía si irme a hacer turismo, a comer, a cambiarme de ropa… mientras unas cuantas personas me preguntaron de qué iba, así que yo les dije que dama de clase alta, que también existían, como en los cuadros de Goya, y en eso que uno de los organizadores, supongo, me preguntó si me importaría acompañar al cortejo real en la recreación de la tarde. Yo encantada, por supuesto. Sobre todo dado que habían puesto tantas pegas al verme en la mañana, y me alegraba ver que podía participar un poquito en la de la tarde. Al día siguiente seguiría la recreación en barajas, en este caso en el castillo de Alameda de Osuna, que todavía no he visto, porque justo el domingo por la mañana amaneció nublado y no paró de llover hasta por la tarde. Aún así, conocí a gente muy maja mientras esperaba, hay mucha buena gente en la recreación, y me adoptaron los recreadores de la Marina Española. Así, bajo una continua lluvia, fuimos hacia el castillo para recrear la batalla y la victoria española sobre lo franceses. Debido a que estaba dentro de la batalla y que llovía muchísimo no pude hacer fotos. Pero guardo muchos recuerdos; como que nadie caía herido o muerto al suelo mojado, y el único que lo hacía era constantemente la misma persona, y bajo una gran cantidad de lluvia yo seguía ofreciendo agua para beber (con mi tonel colgado), etc.. De vuelta, una vez terminada la recreación, me ofrecieron refugio bajo un paraguas los recreadores de la Mancha. Y también los voluntarios de Aragón que me ofrecieron una manta para secarme y chancletas secas para los pies, y es que iba a devolver el barril que me prestaron para la recreación y a la vuelta comenzó a llover muy fuerte, tanto que llegué chorreando agua de la cabeza a los pies. Pero, pese a la lluvia y a no poder haber visto el castillo de Barajas, me quedo con todas la simpatía de la gente que conocí en la recreación. Sé que esta entrada no es lo habitual, contando sobre un viaje, o un lugar, pero no podía dejar pasar el resaltar lo bueno que es recrear, no solo viajas, sino que conoces muy buena gente. Por supuesto hay momentos malos al igual que buenos (no negaré que más de una vez me entraron ganas de volverme a casa) pero es la buena gente conocida y el buen sabor de boca que me dejaron tras el fin de semana, que no dudo en volver pronto a por la siguiente. Y también tomo nota de cuando vuelva por Barajas visitar las ruinas del castillo.

Visita: Abril 2015

Mis imagenes: Dentro del Album España

Información para viajar: Pendiente

Madrid - España

Madrid

Aprovechando que teníamos que hacer noche en Madrid dadas las horas a las que el vuelo salía del aeropuerto destino Toronto, decidimos irnos por la mañana a Madrid y así aprovechar para ver algo de la ciudad. Salimos de Zaragoza en ave y a las diez y media ya estábamos en Madrid, para no perder tiempo yendo al hostal dejamos las maletas en la consigna de la estación y tomamos el metro hasta la parada de Bilbao. Nuestra primera visita era el andén cero-estación de Chamberí. Hacía tiempo que tenía curiosidad por ver la llamada estación fantasma de Chamberí. Ya en la misma estación del metro había carteles orientativos sobre qué salida tomar para ir al andén cero. Saliendo apenas unos pocos pasos a pie se llega a la plaza de Chamberí y al andén cero. La entrada es gratuita, lo que no sabíamos es que también hay visitas guiadas gratuitas. Son cada cierto tiempo pero la guía te aconseja que puedas ver el audiovisual y aunque lo pilles empezado va en bucle y al final de la visita puedes entrar a terminar o empezar de verlo, según como lo hayas cogido. Así que entramos a ver el audiovisual sobre el metro de Madrid, el quinto tras Londres, Paris, Budapest y Berlin. Y cuando iba a empezar la visita la guía avisó en la sala que los interesados en la visita está iba a comenzar. Por supuesto que nos unimos al grupo, y he de recomendar que si se va se unan al grupo porque las explicación son mucho más interesantes que el audiovisual, además, una vez escuchados los comentarios de la guía el audiovisual tenía más sentido y uno sabía en qué fijarse, como por ejemplo la primera parada de metro, que pasa sin pena ni gloria en el fotograma del audiovisual pero que después de que te lo cuente la guía ya uno se interesa por verlo. Tras la visita, a veces interrumpida por el paso del metro, porque aunque no para ya en la estación de Chamberí desde la ampliación en 1960 de los vagones de metros, el metro sigue pasando, y el ruido es ensordecedor, además de que es muy curioso que la gente de Madrid que estaba ahí comentaba que nunca se había dado cuenta de es parada inexistente. Al igual que paso con la visita al cementerio de Zaragoza la guía hablaba más para los que conocían Madrid, supongo que porque en estas visitas no va tanto la gente de fuera como la de la propia ciudad. Tras la visita se puede recorrer el andén libremente, solo un lateral dado que el otro está cerrado el paso, pero se puede ver a través de una barrera de cristal, por el lateral que se puede recorrer el andén está lleno de publicidad de la época en cerámica, todos los detalles muy cuidados, y escasa iluminación porque han mantenido la iluminación de la época y todo lo demás, que excepto unos carteles de Chamberí, el resto es todo original restaurado. Al otro lado del andén además de la publicidad en cerámica hay unas imágenes de video que muestran lo que eran los carteles de publicidad en papel de la época, curiosamente apareció el anuncio de Galleas Patria Zaragoza, y el día anterior habíamos estado viendo la fábrica en Zaragoza. Se pueden hacer fotos pero sin flash, y no se puede grabar video. La entrada y la salida se conservan con la taquilla y los tornos de la época y en el tablón de anuncios los precios de los billetes y recorridos y billetes especiales como el de los toros. Una visita muy interesante y recomendada. Tras volver a ver el audiovisual (ahora ya con más sentido y entero) nos marchamos a coger el metro de nuevo para visitar el templo de Debod. Mis amigas ya habían estado pero yo no, así que nos marchamos hacia allí y cuando llegamos como se estaba tan bien sentadas en los bancos al sol sacamos nuestros bocadillos y nos pusimos a comer. Tras la comida y un poquito de relax recorrimos primero el templo por fuera y luego hicimos fila para poder verlo por dentro, había leído que por cuestiones de tamaño solo pueden entrar veinte personas a la vez. Mis amigas no habían estado dentro, creían que no se podía entrar, no tuvimos que esperar demasiado y vale la pena, por dentro es como cualquier otro templo que visité en Egipto, bastante bien conservado, salas pequeñas, estrechos pasillos y una gran aglomeración de gente. En la sala de la planta superior había unos ordenadores con toda la historia del templo desde su construcción, Debido a la construcción de la presa de Asuan, por la que el templo de Abu Simbel fue trasladado piedra por piedra a otro emplazamiento, otros edificios se iban a ver anegados por las aguas. Y para que estos templos no se perdieran, entre otras cosas, el gobierno egipcio decidió donar cuatro de los templos afectados, siendo el templo de Debod el que se trasladó a España. Aquí tuve que esperar sentada a que mis amigas terminaran de leérselo todo, yo como mi memoria es tan mala preferí dejar el leerlo en casa en libros o internet porque sabía que a lo que llegará a escribir la entrada mezclaría la historia si intentaba extenderme mucho, por eso no me extiendo demasiado en las explicaciones historias, para no meter la pata liando los datos, si alguna vez lo hago no es intencionadamente (por lo que los insultos que a veces recibo en los comentarios por no ser cien por cien fiel a la historia se los pueden ahorrar). Tras la ver el templo por dentro y por fuera nos asomamos al mirador del parque que tiene una buena vista del Palacio Real y de ahí bajamos andando hasta Gran Vía, recorrimos con tranquilidad la Gran Vía y decidimos subir a la terraza del Círculo de Bellas Artes, sabemos que hay una terraza que es gratuita, o eso nos han dicho, pero como esta la teníamos tan cerca decidimos pagar los tres euros que cuesta la entrada y subir a ver Madrid desde la terraza, que tenía bastante gente, hasta tumbada, aunque el día era bastante frío y poco apetecible para estar mucho tiempo en la terraza, aunque las vistas merecían pasar algo de frío durante un rato. Tras tomarnos algo salimos de nuevo a la calle y nos dirigimos hacia la Cibeles, que tenía los leones como ennegrecidos, y de ahí bajamos andando hasta la estación de Atocha. Durante el paseo pudimos ver la kilométrica cola que el Museo del Prado tenía para poder entrar gratuitamente, teniendo en cuenta la hora que era y la hora de cierre del museo no sé si les compensaba a los que estaban al final de la cola, ya pasado todo el edificio, que es largo ya de por sí. Como teníamos que madrugar bastante y aún había que llegar al hostal en Barajas nos dirigimos a coger las maletas y tomar el recorrido al hostal. Excepto el museo del ferrocarril habíamos visto todo lo planeado, y leído y vistos todos los audiovisuales, que eso quita bastante tiempo, así que quedamos satisfechas de nuestro día en Madrid (por supuesto pese a ser Noviembre tuve mi ataque de alergia – razón por la que no visito más a menudo Madrid-).

Visita: Noviembre 2013

Mis imágenes: Album de Facebook dedicado a España
Escapada por Madrid 1 dia

Información para viajar:  -Estación de Chamberi

Diario 2013: España - Madrid (Madrid)

Aprovechando que teníamos que hacer noche en Madrid dadas las horas a las que el vuelo salía del aeropuerto destino Toronto, decidimos irnos por la mañana a Madrid y así aprovechar para ver algo de la ciudad. Salimos de Zaragoza en ave y a las diez y media ya estábamos en Madrid, para no perder tiempo yendo al hostal dejamos las maletas en la consigna de la estación y tomamos el metro hasta la parada de Bilbao. Nuestra primera visita era el andén cero-estación de Chamberí. Hacía tiempo que tenía curiosidad por ver la llamada estación fantasma de Chamberí. Ya en la misma estación del metro - parada Bilbao- había carteles orientativos sobre qué salida tomar para ir al andén cero. Saliendo apenas unos pocos pasos a pie se llega a la plaza de Chamberí y al andén cero. La entrada es gratuita, lo que no sabíamos es que también hay visitas guiadas gratuitas. Son cada cierto tiempo pero la guía te aconseja que puedas ver el audiovisual y aunque lo pilles empezado va en bucle y al final de la visita puedes entrar a terminar o empezar de verlo, según como lo hayas cogido.

Horario: Todos los viernes de 11:00 a 13:00 y de 17:00 a 19:00 horas, y todos los sábados y domingos de 10:00 a 14:00 horas, incluyendo los festivos coincidentes con este calendario de apertura
Dirección: Plaza Chamberí , s/n • Código Postal: 28010 • Distrito: Chamberí • Barrio: Almagro.
Metro: Iglesia (L1) , Bilbao (L1, L4) , Alonso Martínez (L4, L5, L10)
Autobús: 3 , 40 , 147


 

 
 
 
 

Así que entramos a ver el audiovisual sobre el metro de Madrid, el quinto tras Londres, Paris, Budapest y Berlin. Y cuando iba a empezar la visita la guía avisó en la sala que los interesados en la visita está iba a comenzar. Por supuesto que nos unimos al grupo, y he de recomendar que si se va se unan al grupo porque las explicación son mucho más interesantes que el audiovisual, además, una vez escuchados los comentarios de la guía el audiovisual tenía más sentido y uno sabía en qué fijarse, como por ejemplo la primera parada de metro, que pasa sin pena ni gloria en el fotograma del audiovisual pero que después de que te lo cuente la guía ya uno se interesa por verlo. Tras la visita, a veces interrumpida por el paso del metro, porque aunque no para ya en la estación de Chamberí desde la ampliación en 1960 de los vagones de metros, el metro sigue pasando, y el ruido es ensordecedor, además de que es muy curioso que la gente de Madrid que estaba ahí comentaba que nunca se había dado cuenta de esa parada inexistente.

 
 

 
 

Al igual que paso con la visita al cementerio de Zaragoza la guía hablaba más para los que conocían Madrid, supongo que porque en estas visitas no va tanto la gente de fuera como la de la propia ciudad. Tras la visita se puede recorrer el andén libremente, solo un lateral dado que el otro está cerrado el paso, pero se puede ver a través de una barrera de cristal, por el lateral que se puede recorrer el andén está lleno de publicidad de la época en cerámica, todos los detalles muy cuidados, y escasa iluminación porque han mantenido la iluminación de la época y todo lo demás, que excepto unos carteles de Chamberí, el resto es todo original restaurado. Al otro lado del andén además de la publicidad en cerámica hay unas imágenes de video que muestran lo que eran los carteles de publicidad en papel de la época, curiosamente apareció el anuncio de Galleas Patria Zaragoza, y el día anterior habíamos estado viendo la fábrica en Zaragoza.

 
 

  

Se pueden hacer fotos pero sin flash, y no se puede grabar video. La entrada y la salida se conservan con la taquilla y los tornos de la época y en el tablón de anuncios los precios de los billetes y recorridos y billetes especiales como el de los toros. Una visita muy interesante y recomendada. Tras volver a ver el audiovisual (ahora ya con más sentido y entero) nos marchamos a coger el metro de nuevo para visitar el templo de Debod. Mis amigas ya habían estado pero yo no, así que nos marchamos hacia allí y cuando llegamos nos pusimos a comer.

 

 


 

 
 

Tras la comida y un poquito de relax recorrimos primero el templo por fuera y luego hicimos fila para poder verlo por dentro, había leído que por cuestiones de tamaño solo pueden entrar veinte personas a la vez. Mis amigas no habían estado dentro, creían que no se podía entrar, no tuvimos que esperar demasiado y vale la pena, por dentro es como cualquier otro templo que visité en Egipto, bastante bien conservado, salas pequeñas, estrechos pasillos y una gran aglomeración de gente. En la sala de la planta superior había unos ordenadores con toda la historia del templo desde su construcción, Debido a la construcción de la presa de Asuan, por la que el templo de Abu Simbel fue trasladado piedra por piedra a otro emplazamiento, otros edificios se iban a ver anegados por las aguas. Y para que estos templos no se perdieran, entre otras cosas, el gobierno egipcio decidió donar cuatro de los templos afectados, siendo el templo de Debod el que se trasladó a España.


 
 


 

 
 
 


Tras la ver el templo por dentro y por fuera nos asomamos al mirador del parque que tiene una buena vista del Palacio Real y de ahí bajamos andando hasta Gran Vía, recorrimos con tranquilidad la Gran Vía y decidimos subir a la terraza del Círculo de Bellas Artes, sabemos que hay una terraza que es gratuita, o eso nos han dicho, pero como esta la teníamos tan cerca decidimos pagar los tres euros que cuesta la entrada y subir a ver Madrid desde la terraza, que tenía bastante gente, hasta tumbada, aunque el día era bastante frío y poco apetecible para estar mucho tiempo en la terraza, aunque las vistas merecían pasar algo de frío durante un rato.


 


 


 
 

 

 

 
 

 

 

  

Tras tomarnos algo salimos de nuevo a la calle y nos dirigimos hacia la Cibeles, que tenía los leones como ennegrecidos, y de ahí bajamos andando hasta la estación de Atocha. Durante el paseo pudimos ver la kilométrica cola que el Museo del Prado tenía para poder entrar gratuitamente, teniendo en cuenta la hora que era y la hora de cierre del museo no sé si les compensaba a los que estaban al final de la cola, ya pasado todo el edificio, que es largo ya de por sí. Como teníamos que madrugar bastante y aún había que llegar al hostal en Barajas nos dirigimos a coger las maletas y tomar el recorrido al hostal. Excepto el museo del ferrocarril habíamos visto todo lo planeado, y leído y vistos todos los audiovisuales, que eso quita bastante tiempo, así que quedamos satisfechas de nuestro día en Madrid.


 
 

 

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