Cascadas de Hortas - España

Fervenza das Hortas 

El día anterior en Melide habíamos visto en la guía que en los alrededores de Arzua había tres sitios recomendables para visitar: una fábrica de miel, una presa y su transbordador y las cascadas de Hortas (Fervenza das Hortas es el nombre con el que las encontramos, luego deduciríamos que fervenza es cascada en gallego). Para ir decidimos visitar solo las cascadas y tras comer en Arzúa quedamos con los taxis para visitarlas. El taxista también nos sugirió llevarnos a los otros dos sitios pero como somos varias y cada una organiza sus finanzas nos quedamos solo con las cascadas. Como hicimos con el castillo de Pambre incluíamos en el precio el ir, el esperar hasta que hiciéramos nuestras fotos en plan japonés, y el volver. Tuvimos mucha suerte dado que aunque por la mañana nos había estado lloviendo por la tarde, aunque se levantó algo de viento, no cayó ni una gota de agua, por lo que tuvimos, como en el castillo, una magnifica suerte. Dejaron los taxis en la explanada donde está el cartel natural de la cascada y bajamos la pendientes hasta llegar debajo de la montaña donde escondida se encontraba la cascada. Los taxista muy amables nos acompañaron todo el camino hasta abajo, esperaron ahí, nos hicieron fotos grupales y luego subieron de vuelta con nosotras. Desde arriba había unas vistas magnificas de las montañas todas verdes y el cielo gris de fondo. La bajada es a través de la vegetación y en la zona donde hay escaleras ponen cuerdas para evitar la caída en pendiente al bajar no se nota mucho pero al subir se puede apreciar que hay bastante cuesta. Tras sortear mucha vegetación por fin se llega a ver la cascada. En reaidad se odría decir cascadas porque son dos saltos de agua, uno más abundante que el otro. El agua cae desde una altura suficiente para que se vea muy bonita, hay varios chorros de agua que caen que luego siguen su curso formando cascadas mucho más pequeñas y rápidos. Algunas locas del grupo de mojaron para llegar justo debajo de la cascada más grande. Otras seguimos a los taxistas que nos guiaron hasta el antiguo molino para ver las otras pequeñas cascadas que forma el río. Hay una leyenda sobre la cascada que a veces toma el nombre de Santa Maria por esta leyenda. Es un paisaje precioso y muy recomendado de visitar. Tras hacer todas las fotos posibles y esperar a que las que había ido justo debajo de la cascada regresaran volvimos para subir la cuesta hasta los taxis y volver a Arzúa. El lugar es muy recomendable y el taxista nos comentó que nunca había visto las cascadas con tanta agua. Normal, pensé yo, con la de agua que estaba cayéndonos era imposible que en otros momentos el río tuviera más agua. El precio de la excursión nos salió muy bien y además tuvimos al taxista Manuel (639311633) y su compañero haciendo de guía, sin que se lo pidiéramos. Lo cierto es que tanto en la vista de Pambre como en esta tuvimos mucha suerte con los taxis; que nos salieron bastante bien de precio (para este caso llamamos a unos tres o cuatro y nos quedamos con el presupuesto más barato para las siete) y además nos dieron varias explicaciones y consejos como si fueran guías, cuando no tienen por qué hacerlo.

Visita: Noviembre 2014

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Camino de Santiago IV: De Melide a Arzua - España

Camino de Santiago IV: De Melide a Arzua
El camino de Melide a Arzua fue el más duro que nos había tocado hasta ahora. Y agradecí haber dividido la etapa, porque una cosa es hacer más o menos kilómetros y otra hacerlos con cuestas. Aun así llegamos más o menos como en el resto de etapas por lo que tras comer hicimos la parte de turismo que habíamos estado mirando el día de antes en Melide. Salimos de Melide y llegamos hasta un pueblo con cruceiro y una iglesia grande y con pinta de ser románica, aquí nos hacemos una foto grupal y seguimos caminando. Pasamos por un par de casas, una con un bonito pozo de piedra y rodeada de verdes prados, muy idílica. Mientras voy quitándome ropa (salí demasiado abrigada) el camino sigue por los prados y los bosques de eucaliptos y poco a poco nos vamos alejando unas de otras. Pasamos junto a otro pueblo donde se encuentra un curioso tenderete sin vigilancia. Aquí hay frutas, agua, .. todo con un precio, unas horas y boli y una hucha donde dejar el dinero a cambio del alimento que cojas. Durante el camino y antes de llegar a otro puente y un bonito río, las liebres (que es como llamamos a las que van siempre primeras) se han pasado y han seguido caminando por un camino que no es el de Santiago (es por ir con prisas, si uno va andando tan deprisa es como si fuera a una competición de velocidad y no a disfrutar del camino). Afortunadamente una persona les avisa y regresan rápido al camino. Pero siguiendo en su ritmo pasamos junto a otro pueblo, donde hay una iglesia donde se puede sellar la credencial porque está abierta (increíble). Hay un cartel muy grande que pone stamps y credencial, para que se vea que ahí se puede sellar la credencial, pero las liebres pasan de largo, asi que las llamo por el movil para que regresen si quieren tener el sello de la iglesia (como el resto del grupo). Lo bueno es que la etapa era corta asi que los kilometros de más que hacen las liebres no lo notarán. En el Camino se siguen intercalando pronunciados descensos con violentos ascensos, y así seguimos subiendo y bajando. Tras pasar por un arroyo vuelven otra vez las pendientes, las subidas de esta etapa son matadoras. Hay un cartel que indica que el camino ha sido desviado por obras, y por el resto del camino, en subida, no se preocupan de dejar ninguna indicación que indique al peregrino que no se ha perdido y que va bien. Finalmente llegamos al punto donde las obras acaban y volvemos a tener nuestros mojones y nuestras flechas amarillas indicándonos si vamos bien o mal. Seguimos subiendo y bajando bajo la lluvia mientras pasamos otro puente y su río hasta arriba de agua, rodeado por verdes prados. Así, subiendo y bajando, llegamos a Ribadiso: un lugar muy bonito, con preciosas casas, flores, y vistas, solo que tiene unas horribles cuestas. En la guía pone algo de que la despedida a este pueblo es doblemente dolorosa, una por la belleza del lugar que se abandona y otra por las cuestas. Afortunadamente estas serían ya las últimas cuestas, aunque corta había sido una etapa matadora con tanta cuesta empinada. Y dejando atrás la cuesta pasamos una gasolinera, y según la guía ya queda poco para llegar a Arzúa, aquí me llamó mi amiga Leyre porque al sacar el móvil no debí de bloquearlo correctamente y según ella yo le había llamado. Aquí recibí malas noticias del trabajo pero se me olvidó todo hasta que regresé a casa. Es lo que tiene el camino, que te olvidas de otras preocupaciones. Y así entramos en Arzúa. Dejamos las cosas en el albergue, que se encontraba al inicio del pueblo, y comimos frente al albergue. Quedamos con el taxista para después de comer visitar las cascadas. Según la guía hay tres cosas interesantes que ver en los alrededores (fábrica de miel, presa con transbordador y cascadas), y como somos varias al final decidimos entre todas ver solo una: las cascadas. A la vuelta de ver las cascadas nos quedamos en el centro del pueblo donde anduvimos hasta un supermercado para procurarnos la cena y esperar hasta que la iglesia abriera para misa. Me cayeron muy mal los feligreses de Arzua porque nos “obligaron” a quedarnos toda la media hora del rosario, y luego la misa, para después decir, riéndose, que el sello lo sacan a la entrada cuando termina la misa. No fuimos las únicas que se quejaron del “engaño”, había otros peregrinos que comentaron que hasta ahí todas las iglesias del camino les daban mejor acogida que esta. En fin, todos podríamos habernos ido a sellar la credencial a un bar (te dan la compostelana igual) así que tampoco es que tuvieras que quedarte sino el que te engañen de esa forma y se te rían en la cara, eso es lo que a mí me cayó mal, por eso no guardo un buen recuerdo de Arzúa.
Visita: Noviembre 2014

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Camino de Santiago III: De Palas de Rei a Melide - España

Camino de Santiago III: De Palas de Rei a Melide

Después de ver el Castillo de Pambre regresamos a Palas de Rei donde retomamos el camino de Santiago. Usualmente la etapa es de Palas de Rei a Arzua pero como eran 30 kilómetros decidimos dividirla más o menos en dos, y nuestra nueva amiga se nos unió dado que por el tema de su rodilla no quería explotarla demasiado, el señor alemán con parkinson también la debió dividir ya que lo vimos terminar a la vez que nosotras. Así que la etapa de este día era Palas de Rei – Melide. Para no variar el tiempo fue sol y lluvia. Es decir, no dejábamos la capa de agua ni un momento, pero al final salió el sol y se mantuvo toda la tarde, y hasta pudimos lucir camisetas de manga corta en el mismo mes de noviembre. El camino deja Palas de Rei adentrándose por jardines y flechas hechas con flores. Aquí se pasa por varias corredeiras, que es como llaman en Galicia a los caminos rodeados de castaños. Durante un largo trecho del camino todo lo que vemos es hórreos y castaños. Aquí el camino está lleno de charcos y barro. Es lo que ocurre cuando el camino es de tierra y no ha dejado de llover en días. Pero pese a la lluvia y al barro andar por los caminos bajo los castaños es precioso si te gustan los paisajes naturales, sobre todo en otoño. La lluvia que caía nos daba cierto descanso y aunque no teníamos sol, el verde y marrón de los castaños hacía muy bonita la etapa. Hasta los charcos con barro reflejan los árboles una vez calmada la lluvia. Seguimos pasando hórreos y castaños (y mucho barro). Y a medida que andamos vemos que hemos cambiado de provincia porque en el nombre que tienen los mojones que indican el camino de Santiago aparece A Coruña: dejamos atrás Lugo y entramos en La Coruña. Así seguimos hasta Leboreiro, en este pueblo nos detenemos a disfrutar de las vistas del lugar dado que aparte de bonitas casitas de piedra tan típicas de ahí está su iglesia románica (que no podemos ver por dentro porque está cerrada) y enfrente hay un cabazo. Un cabazo es como una cesta con tapa de tienda de campaña hecha de madera que sirve para lo mismo que los hórreos y que es típica de esa zona de Galicia. Yo nunca había visto ninguna pero en este pueblo hay varias, aquí, mientras vemos la iglesia por fuera, nos encontramos con una mujer del lugar que no está nada contenta con los peregrinos. Seguimos andando, ahora ha vuelto a llover (había parado cuando estábamos viendo el pueblo). Como es costumbre cada una lleva su ritmo y al final nos encontramos todas en el puente de Furelos. El sol ha salido y la vista del puente de piedra de arcos sobre el río se llena de color: verde árboles, azul oscuro agua del río y azul el color del cielo. Tras disfrutar de varias fotos de este lugar de postal seguimos avanzando, parece que hemos llegado a la meta pero el pueblo es muy pequeño, con casitas de piedra y cruceiros, y Melide tiene pinta de ser un pueblo más grande (luego vería en la guía que es Furelos). Y así avanzamos algo más y por fin vemos varias casas más modernas y nos adentramos en un polígono industrial que es el comienzo de Melide por el camino de Santiago. Dejamos las cosas en el albergue y salimos para comer, no hay mucho peregrino así que tenemos donde elegir, pasamos por la famosa pulpería Ezequiel pero no hace falta parar ahí para comer pulpo. Todo el mundo me había dicho que había que comer pulp aquí, y como me gusta mucho el pulpo a la gallega cumplí con la tradición con mucho gusto. A la vuelta todo el mundo que me preguntaba qué tal mis vacaciones y oía lo del camino de Santiago me hacia la misma pregunta “¿comiste pulpo en Melide?. Así que cumplí gratamente con la tradición y no defraude a todos los peregrinos que me preguntaron, no puedo decir lo mismo del resto de mis compañeras. En Melide vimos por fuera la ermita, junto al cruceiro, y visitamos, a la hora de misa, la iglesia. Una mujer mayor muy maja (he de decir que hasta Arzua todo el mundo que nos encontramos en el camino fue majísimos, todos amabilísimos, muy buena gente) nos acompañó hasta la iglesia porque iba a misa y comprobó si podíamos pasar para sellar nuestra credencial. La iglesia de Melide por dentro es muy bonita, tiene una serie de arcos que no se pueden adivinar por su exterior, y también tiene unas increíbles pinturas en el techo de vivos colores. La mujer nos recomendó visitar el museo que hay junto a la iglesia (en la misma plaza del ayuntamiento) que es gratis. Así que tras sellar al credencial visitamos el museo, que tiene un poco de todo: ropas, objetos, pinturas… de todo un poco y de todas épocas sobre Galicia. Muy interesante. Cuando salimos ya era de noche y la luna brillaba entre las nubes, recuerdo que hice un foto que parecía sacada de una película de miedo (le faltaba el hombre lobo). Tras esto regresamos al albergue, el peor albergue de todos. De todos los sitios donde nos alojamos todos son recomendados excepto este, que fue realmente horroroso (¡y sin calefacción!), menos mal que ese día había salido el sol y teníamos los sacos de dormir y varias mantas. Lo único positivo es que tenía un ordenador con acceso a internet gratis que usamos para mirar qué visitar al día siguiente. Teniendo en cuenta el tiempo en el que hacíamos los kilómetros nos iba a sobrar tiempo para hacer turismo así que tomando tres lugares que no perderse recomendados en la guía (fábrica de miel, presa y transbordador, y cascadas) buscamos en internet cómo ir.

Visita: Noviembre 2014

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Castillo de Pambre - España

Castillo de Pambre

Como había comentado el Castillo de Pambre merecía entrada a parte. La siguiente etapa del camino de Santiago es más larga y dura pero dado que teníamos condiciones físicas muy diferentes decidimos desde un principio dividirla en dos, la cuestión era llegar al destino final, no hacía falta correr cuando teníamos días para poder dividirla. La cuestión es que si la dividíamos podíamos acabar muy pronto y no tener nada que hacer. Por eso busque lugares interesante que ver y cerca de Palas de Rei se encuentra el castillo de Pambre. En verano ponen autobuses para peregrinos y turistas puedan visitarlo (tienen visitas guiadas) pero como la temporada había terminado no había ningún tipo de autobús que nos llevara y como peregrinas que éramos no teníamos coche para ir hasta ahí (y andando eran demasiados kilómetros para hacerlos en mismo día que hacíamos un tramo del camino de Santiago) por todo ello decidí buscar en internet la forma de ir en taxi, éramos seis personas (al final fuimos siete) y por tanto el precio del taxi dividido no saldría muy caro. Encontré un teléfono para pedir presupuesto de taxi por wasap en el área de Melide y Palas de Rei (675625112). La mujer taxista fue muy maja, no solo nos dio el presupuesto de como saldría el ir desde Melide o Palas de Rei sino que también cuanto nos costaría la espera (lo que tardáramos en cada sitio hasta coger le taxi y volver) y aunque no tenía obligación nos avisó de que el castillo estaba en obras (en ninguna web oficial venia nada al respecto) y que por tanto no se podía entrar a verlo. Es una pena porque había leído buenos comentarios de la visita dado que este castillo es el mejor ejemplo de arquitectura militar medieval de Galicia y de planta cuadrada. Es uno de los tres castillos que quedaron en pie en Galicia tras las revueltas irmandiñas. Pese a que estuviera cerrado por obras nos decidimos a ir a ver el castillo por fuera. Tuvimos bastante suerte porque al ir hacía sol y el camino hasta el castillo se veía elevado sobre la colina verde y a la vuelta cayó la niebla y se veía cubierto por la niebla como un paisaje de misterio. Quedamos a las nueve con los dos taxis y al final fuimos siete personas porque aquí se nos unió la séptima mujer del grupo, tenía mal la rodilla e iba a dividir la etapa como nosotras, y animada por nosotras se apuntó a la visita. Cuando llegamos al castillo estaban los obreros trabajando y la verdad es que no solo es que estuviera en obras es que había grúa y maquinaria pesada por todos los lado por lo que el exterior no se podía disfrutar igual. Aun así la taxista nos recomendó bajar por un camino junto al castillo y que llevaba hasta el río Pambre. El camino acababa en un puentecillo y unas pequeñas cascadas dando al lugar un toque encantador. Bajamos (y subimos) la cuesta hasta el río Pambre y disfrutamos mucho del rincón que, como nos dijo la taxista, valía mucho la pena. Cuando terminamos cogimos el taxi de regreso a Palas de Rei. Hay que decir que aunque estuvimos media hora, los taxistas solo nos cobraron quince minutos de espera y no treinta (un detalle por su parte). Por lo que si vais por ahí y necesitáis un taxi es muy recomendable contactar con ella, es majísima.

Visita: Noviembre 2014

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Camino de Santiago II: De PortoMarin a Palas de Rei - España

Camino de Santiago II: De Portomarin a Palas de Rei

Nos levantamos a las seis de la mañana porque entre que las seis nos preparábamos, comíamos, arreglábamos las mochilas, en fin, que nos lo tomamos con paciencia y hasta las ocho no salíamos para empezar el camino. Afortunadamente en este día también nos llovió pero no tanto como el día anterior, así que salimos con la capa de agua (nuestra prenda más usada en lo que sería todo el camino) pero ya no hizo falta el chubasquero. Dentro de lo que cabe fuimos afortunadas con el tiempo porque para ser noviembre hacia muy buen día, el agua que nos cayó con frio hubiera sido un gran inconveniente pero tuvimos unos 15 grados todos los días, uno que salió el sol tuvimos hasta más temperatura. Y como hacíamos ejercicio lo usual es que fuera en manga corta y cubierta con la capa de agua para protegerme de la lluvia. El día de nuestra partida empezó el frio y lo cierto es que dejé esa mañana para ver Santiago pero con el frio que hacía nos pasamos como un montón de horas calentitas y secas dentro de la catedral de Santiago, que era casi como nuestra segunda casa, pero no voy a adelantarme, estábamos saliendo de Portomarin camino a Palas de Rei, la despedida del pueblo es con el espectacular paisaje del río con el verde intenso (tanta lluvia tenía que servir para algo). Tras despedirnos del pueblo el camino comienza una dura subida de la que ya nos avisaba la guía. Menos mal que iba de manga corta porque las subidas no son mi fuerte. La subida, eso sí, tiene un paisaje muy bonito de árboles y colores otoñales. Una vez dejamos la cuesta atrás comienza el camino monótono, donde muchos peregrinos extranjeros me adelantaron (alemanes, coreanos, canadienses) , y es que durante un buen tramo el camino circula paralelo a la carretera, teniendo que cruzar en varias ocasiones, dado que a veces va pro el margen derecho y otras por el izquierdo. Para no faltar a la costumbre llueve, y cuando más llueve pasamos cerca de un camino, algo más metido que junto a la carretera, donde hay unos círculos hechos de piedra que algunas se entretienen en seguir hasta completarlo y pedir un deseo. Otras, como yo, prefieren seguir y evitar mojarse. El camino retoma la carretera y esta ruta tiene poco paisaje que admirar con tanta carretera, pero el sol ha salido y los verdes prados y el azul del cielo invitan a parar. De nuevo regresa la lluvia y paso junto al cruceiro de Os Lameiros , por un lado está cristo crucificado y en el otro la virgen, en la Bse está a un lado una calavera y unos huesos y al otro lado una escalera, unas tenaza y unos clavos. Es un punto remarcado en la guía pero por desgracia está rodeado de basura. Hacemos la parada para comer en el bar de Airexe y justo sale el sol, aquí pregunto por la iglesia dado que según la guía tiene un sepulcro semiantropoide medieval, pero me dicen que solo abren una vez a la semana y que en verano suele estar cerrado por lo que en esta época aún más cerrado. Así que tenemos que pasar de largo sin verla, otra iglesia más del camino que no se puede visitar. Como si la lluvia nos persiguiera, mientras comíamos hacía sol pero nada más comenzar a andar vuelve a llover. Llegamos a Paso de Hormiga donde hay unas esculturas gigantes de hormigas. Aquí nos refugiamos en la entrada de un bar para llamar al párroco de Vilar de Donas, en la guía pone su número de teléfono fijo y móvil (982 153 833 y 669 544 009) para contactar y ver la iglesia de Vilar de Donas (por fin una iglesia que te abren para que la veas). Pero el caso es que hay poca cobertura y la llamada se corta así que toca salir a la lluvia y colocarse en una extraña posición para poder quedar con el párroco. El caso es que seguimos andando y cuando llegamos al siguiente pueblo me paro porque según la guía ya tendría que haber salido el desvío. Preguntamos a un conductor y nos dice que el desvío está donde nos habíamos parado a llamar. Así que toca volver sobre nuestros pasos y cuando nos acercamos ya vemos el letrero. Aquí ha habido un par de inconvenientes. Primero no mirábamos en esa dirección, por otro lado el cartel está orientado a los coches que van en dirección contraria a los peregrinos por lo que siempre quedará a la espalda del peregrino, y para rematar tienen un recogedor verde de botellas justo al lado. Así que, entre unas cosas y otras es fácil pasarse el desvío. Tomamos el camino y aunque la guía no lo pone son unos cuantos kilómetros, cada vez que pensamos que hemos llegado vemos un cartel que anuncia un kilómetro hasta Vilar de Donas, pero entre un kilómetro y un kilómetro la cosa aumenta (aunque siempre queda un kilómetro). Finalmente llegamos y el párroco lo tenemos esperándonos y preguntándose por qué tardamos tanto. La iglesia de Vilar de Donas es muy recomendable y aún con lluvia y kilómetros por delante el desvío merece mucho la pena porque es una obra de arte, y además el párroco te cuenta toda la historia al detalle, que es una maravilla toda la información que nos da, mejor que cualquier guía. Al terminar de ver la iglesia también nos comenta que no hace falta que regresemos todo el camino, que podemos seguir hasta la carretera y en la carreta girar a la derecha y seguir andando hasta el bar A Brea, donde ya enlazamos con el camino original hasta llegar a nuestro destino. Confunde que una serie de albergues tienen el nombre de Palas de Rei antes de llegar al pueblo pero Palas de Rei es más grande por lo que no paramos y seguimos un poco más hasta que finalmente llegamos a Palas de Rei. El albergue está en el mismo camino de Santiago, sus instalaciones estaban muy bien y nos dejaron una habitación para las seis. Enfrente teníamos la iglesia románica de Palas de Rei así que fuimos a sellar la credencial y luego al supermercado a por la cena. Por la noche mandé unos cuantos wasap al número que había encontrado por internet (675625112) para pedir presupuesto para ir al día siguiente en taxi a visitar el castillo de Pambre, lugar y vivencia que merece una entrada a parte.

Visita: Noviembre 2014

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