DIARIO 2024: CHILE - Dia 05 - ISLA DE PASCUA - Dia 02 -- Vaihu - Ahu Akahanga - Rano Raraku - Ahu Tongariki - Te Pito Kura - Ahu Nau Nau - Anakena

Empezamos el día con un tour donde visitaríamos lugares esenciales en la Isla de Pascua. Primero visitamos Vaihu, empezando por la reconstrucción de la aldea, donde primero vemos el gallinero, ahí entre todas las piedras hay una que se puede mover y quitar y que era la entrada y salida de los animales. Cuando están puestos todas es difíciles adivinar la salida y entrada, pero una vez quitada la piedra es fácil ver cómo eran guardados los animales dentro libres de robos o daños por otros animales salvajes. Después vemos los lugares donde se guardan los cultivos protegidos también con piedras, aquí vemos el taro y otras plantas típicas de la zona que usaban antiguamente los rapa nui para alimentarse. También tenemos al lado y visitamos un antiguo fogón y una reproducción de una antigua casa barco, que se llaman así porque con piedra construían la base y luego con pajas y ramas construían el resto con forma de barca al revés. Después nos acercamos una plataforma ceremonial de gran tamaño, el Ahu Hanga Te´e cuyo moais se encuentran boca abajo sobre el suelo. Según nos contaron varios guías las guerras entre clanes provocaron la destrucción de muchísimos moais ya que según los guías los moais representaban los espíritus o ancestros por lo que derribarlos o cortarles la cabeza era un símbolo de su victoria sobre la otra persona, así como dejarlo despojado de su protección. Por eso los moais que vemos en pie fueron todos elevados posteriormente en reconstrucciones, y por eso por toda la isla es fácil ver muchísimos moais, pero todos tumbados boca abajo o con las cabezas cortadas.

 
 

A continuación, fuimos a Ahu Akahanga, una vez llegamos el paisaje es espectacular, como casi toda la isla, pero como acabamos de llegar todavía no nos hemos acostumbrado a ese impactante color ver y azul que se disfruta en casi todos los rincones de la isla y que parece sacado de una postal paradisiaca. A la derecha de donde entramos y mirando al mar hay una pequeña cueva, llamada Ana Akahanga cuya entrada tiene como un muro de piedras, el guía nos comenta que era utilizada como refugio temporal, principalmente por pescadores, para guarecerse de la lluvia. En Akahanga o Aka Hanga se encuentran los restos de lo que fue una antigua aldea próxima a una pequeña bahía porque ya podemos ver los cimientos de piedra de varias casas-barco. Al principio y sin saber nada todo pueden parecer piedras, pero a medida que vas aprendiendo consigues distinguir las casas, los fogones, y ahus que son característicos de una aldea. Siguiendo el camino llegamos al Ahu Akahanga en sí. Esta gran plataforma, es bastante larga, no ha sido restaurada, pero en contra de lo que normalmente se ve aquí los moais no aparecen boca abajo, sino que aparecen derribados tanto boca arriba como boca abajo. Luego nos acercamos a un pequeño moai que está de espaldas dentro de un círculo de piedras que se encuentra muy erosionado.

 
  

Rano Raraku, nuestra siguiente parada, es un volcán, pero la cima tiene ahora más restricciones por tema de seguridad. Sobre este tema nos contaría más detalle el guía de la costa norte. Aparte de ser un volcán Rano Raraku es la cantera de donde salían los moais que hoy podemos ver desperdigados por toda la isla. En el hotel teníamos una revista con un plano de la isla con anotaciones a mano que indicaban tres lugares fuera de Hang Rosa donde hay baños públicos; Rano Raraku, Anakena y Orongo, así que antes de entrar a la cantera algunos del tour aprovecharon para ir al baño. Actualmente a Rano Raraku solo se puede acceder una vez, por lo que, aunque estés mucho tiempo en la isla como va a quedar registrado (te piden el pasaporte y se apuntan los datos) no vas a poder volver a entrar. Y podemos constatar que llevan control del acceso para no dejar pasar. Tras el acceso hay una mesa con diferentes piedras, aquí el guía nos va explicando los diferentes materiales que hay en la isla y cuales se usaron en los restos que visitamos, aunque como no soy capaz de recordarlo después de explicados os puedo contar todo, pero soy incapaz de diferenciar el basalto del granito. El guía nos comentó que Rano Raraku está compuesto por un tipo de roca única en la isla conocida con el nombre de toba lapilli y que con herramientas hechas de basalto desgastaban la toba para dar forma a los moais. Las figuras que veremos en la cantera se encuentran en su mayoría en fase de elaboración por lo que no vamos a poder ver el cuerpo entero del moai, aun así este lugar es un imperdible de la isla. Solo ten en cuenta que como solo puedes acceder una vez al lugar procura que esté despejado porque desde arriba del volcán/cantera se tiene una vista espectacular del ahu tongariki y el paisaje que lo rodea.

 
 

En el recorrido el guía nos comenta que los moais se construían usando las proporciones áureas, que desde aquí se deslizaba la estatua por la empinada pendiente de la ladera y luego se tallaban más detalles antes de trasportarlas a los ahus donde se colocarían, y el transporte se desconoce, aquí el guía nos contó una de las teoría que existen, mostrándonos un video de la universidad de Hawai donde se creó un moai y se le hizo desplazarse como si el moai anduviera, siguiendo la tradición oral que dice que los moais andaban, pero hay otros guías que indican que esa teoría es difícil de aplicar en algunos lugares de la isla. El caso es que los maois podían caminar por su proporción aurea, de manera que si la cabeza era más grande que el cuerpo este moai no iba a poder ser transportado, por ejemplo, y este caso es importante tenerlo en cuenta porque en la cantera se pueden ver moais inacabados donde se puede observar que sus proporciones no son perfectos y que no van a poder levantarse o desplazarse sin sufrir algún daño. Otro punto que no perderse en la cantera entre tanto moai es el Moai Tukuturi, que significa “moai en cuclillas”, y es especial por su aspecto tan diferente a los otros moais, la cabeza es redondeada, en la barbilla parece que tiene una barba y tiene el cuerpo completo en posición arrodillada con las piernas dobladas hacia atrás y su trasero sobre los talones mirando al lateral del volcán en vez de darle la espalda.

  
 

Tras la pequeña parada para proveerse para la comida (en Rano Raraku tienes baño, tienda y restaurante) continuamos el recorrido hacia Ahu Tongariki. Nada más entrar nos dirigimos hacia la plataforma sobre la que se encuentran 15 moais alzados sobre el ahu dando la espalda al mar. El guía nos comenta que los moais suelen estar dando la espalda al mar porque son figuras de ancestros, por tanto, deben mirar a sus descendientes, hacia las personas, por eso dan la espalda al océano. Ni una sola de las figuras son iguales, ni en anchura, ni altura ni en rasgos, algunos consiguieron ser reconstruidas con su tocado en la cabeza. El lugar donde se encuentran es precioso, a su izquierda está el volcán Poike con sus acantilados agrestes sobre el océano, al fondo se levanta el islote conocido como Motu Maratiri, motu es islote, y frente a los moais se encuentra el volcán de Rano Raruko. Esta gran construcción representa lo grande que debía ser la aldea que se colocaba aquí, luego tras la época de decadencia como de lucha entre tribus los moais fueron derribados del ahu, pero el mayor desastre al que se enfrentaron fue durante 1960 ya que el terremoto de 9.5 en Santiago de chile provoco que llegará un tsunami a la isla de pascua (que está a cinco horas y pico en avión), y la gran ola impacto directamente en esta zona. Y en los años de 1990 se empezó la reconstrucción de la zona, colocando en pie 15 de los moais sobre el ahu reconstruido. Cerca de la entrada se puede ver el llamado moai viajero, es un moai que se envió en un buque hasta Japón, para que fuese exhibido en la feria industrial de Osaka y Tokio y cuando el moái volvió a Isla de Pascua recibió ese nombre.

 
 

De aquí marchamos hacia Te pito Kura, llamado también el ombligo del mundo, en este lugar se encuentra el Ahu o Paro, según el guía es el moai más grande transportado desde la cantera del volcán Rano Raraku y erigido sobre un ahu, y aunque está caído del ahu sobre el suelo y no se distingue sus fracciones si se puede ver que llevaba un tocado, caído un poco más adelante, y que tiene un gran tamaño, por lo que alzado debía ser espectacular. Cerca del ahu se encuentra la piedra de Te Pito Kura, es una piedra ovalada y de aspecto pulido que por su alto contenido en hierro se calienta más que las demás piedras y ocasiona que las brújulas se comporten de forma extraña. El guía nos comenta que las mujeres de la realeza cortaban su cordón umbilical en esta piedra y que las piedras alrededor eran piedras normales para sentarse, antes se podía acercar a la piedra y colocando una brújula cerca veías como esta cambiaba de dirección dejando de marcar el norte, pero debido al vandalismo de un turista se procedió a acotar el paso construyendo un muro de piedras que la rodea. Los antiguos creían en el efecto espiritual de la piedra, y por eso era usada por la realeza.

 
 

Este lugar se encuentra cerca de la playa de Anakanea, nuestra última parada y donde disfrutaremos también de tiempo libre para comer. En Anakena puedes encontrar vestidores para cambiarte para disfrutar de un baño en la playa, de baños y de restaurante y bar donde tomar algo. El guía nos aconseja que si no hemos traído comida primero pidamos comida y luego vayamos a sentarnos o bañarnos dado que son lentos en la preparación. Nosotras tenemos comida y bebida así que pasamos de largo el restaurante y vamos en búsqueda de un lugar donde comer. Nada más pasar el bar restaurante tienes la vista de un grupo de altas palmeras sobre el césped verde característico de la isla, con gente sentada, con caballos pastando, y también bancos con vistas al océano, siguiendo el camino de tablas de madera puedes desviarte a la izquierda hacia la arena blanca de la playa o hacia la derecha donde hay un camino que te lleva hasta el ahu Nau Nau. Aquí nos encontramos con siete moais erguidos sobre el ahu tras su reconstrucción. Estos son los moais mejor conservados que veremos en la isla, esto se debe a que cuando fueron derribados también, por el viento, fueron cubiertos por la arena y protegidos de la erosión y los líquenes. Aquí se encontró un moai femenino y unos ojos de coral. Hasta ahora los moais que hemos visto solo tienen las cuencas de los ojos, eso es porque los ojos se hacían de otro material.

 
 

Nosotras no pudimos ver un ojo real porque el que encontraron se encuentra en el museo de Hang Roa que dos meses antes de nuestro viaje cerró sin fecha de nueva apertura. Y aunque no conservan los ojos si la mayoría conserva sus pukaos (el tocado sobre sus cabezas) y se pueden ver bastante cerca los detalles de la cara y figura; las orejas, los labios, la nariz, los brazos, las manos sobre la panza. Alrededor de la zona también se pueden encontrar caras de moais más desgastadas, y tocados, casas-barco, y demás resto que demuestran que había otra aldea en esta zona. Un poco más allá nos encontramos con el Ahu Ature Huki, un moai solitario en lo alto del cerro y que fue el primero en volver a ponerse en pie.Tras visitar la zona encontramos bajo unos árboles un merendero para poder comer viendo los moais. Tras la comida bajamos a la playa de Anakena a maravillarnos con su arena blanca y su agua cristalina. No hay ni un día que pasáramos en la isla sin sorprendernos para lo increíblemente cristalino que es el océano en la isla, aunque no se libraba de algas el agua es tan limpia que puedes ver donde están. Tras disfrutar un poquito de la playa dio fin al tour y regresamos al hotel.

 

DIARIO 2024: CHILE - Dia 04 - ISLA DE PASCUA - Dia 01 - Hanga Roa

El día que salíamos de Santiago de Chile a la isla de Pascua habían convocado una huelga en el aeropuerto. Nada más entrar a la sala de vuelos domésticos nos encontramos con unas interminables filas de gente que no dejaban ver ni un cartel. Debido a la huelga nuestro vuelo se retrasó en la salida. Pero el retraso a nosotras no nos afectaba mucho ya que no habíamos contratado ningún tour nada más llegar ya que íbamos a pasar 7 noches en la isla. Cuando llegamos pudimos ver desde la ventana del avión los acantilados verdes de la isla y una vez aterrizados pudimos ver las casetas de madera y palmeras que son el aeropuerto y las letras que dicen “ioana” que es “hola” en la lengua rapa nui. En la sala de equipaje hay un gran cartel que te avisa sobre el dengue. Otra cosa nueva que había leído es que en octubre añadieron una patrulla canina al aeropuerto de Rapa Nui (y efectivamente ahí estaba el perro olfateando todas las maletas) por lo que hay más control del tema de fauna y flora, así que cuidado con llevar cierto de comida a la isla o te puedes quedar sin ella y/o pagar una multa. Sobre todo, está prohibidos la miel o productos derivados por las abejas de ahí son tan autóctonas que no se han relacionado con otras especies y están super protegidas.

 

Fuera del aeropuerto nos esperaba con colgantes de flores el responsable del alojamiento para darnos la bienvenida al estilo de las islas de pacifico y llevarnos al hotel. El camino por el pueblo de Hang Roa es muy de isla del Pacifico con esas grandes avenidas de tierra y grandes arboles dando sombra, casitas de madera de una planta, y algunas señales de zona de evacuación por tsunamis, aunque como nos dijo un guía ahí no hay terremotos, pero un año hubo una pequeño sunami originado por un terremoto en Chile, el del 9.5 en 1960.

 

Por la tarde fuimos a un espectáculo de baile y ceremonia del curanto. En tiempos antiguos el curanto era, para los habitantes de Rapa Nui, la única manera de cocinar los alimentos. Si bien el Umu es una preparación común en toda la Polinesia, la versión en Isla de Pascua presenta muchas similitudes con el tradicional curanto del sur de Chile. Entre los habitantes de Isla de Pascua aún se mantiene la costumbre ritual de preparar el Umu Tahu y Umu Hatu al inicio y cierre de eventos importantes. El Umu Tahu es para augurar buenas vibras y solicitar el apoyo de los espíritus para la nueva obra o celebración. Mientras que el Umu Hatu es para agradecer por el proyecto o aconteciemiento ya realizado. Existen varios tipos de umu rituales que se preparan para celebrar diversos acontecimientos importantes en la vida de los isleños, como, por ejemplo: para celebrar un matrimonio, en honor a un recién nacido, a un difunto, para la inauguración de una casa o para pedir protección y buen augurio antes de un viaje o el inicio de un proyecto importante. El proceso consiste en cavar un hoyo y encender un fuego para luego poner piedras volcánicas sobre él formando una cúpula.

 

Mientras se calientan las piedras se lavan los ingredientes: carne de gallina, carne de vaca, pescados y los diversos tubérculos nativos que se cultivan en la isla, como los camotes, ñames y taros. Cuando las piedras han alcanzado la temperatura ideal, se sacan una a una, con dos palos destinados a este fin, denominados uru. En el fondo del hoyo se deja una capa de piedras y sobre ellas se colocan las papas nativas, luego una capa de piedras candentes y las carnes envueltas en hojas de plátanos. Con las piedras restantes se cubre todo el hoyo y se tapa una capa gruesa y apretada de pasto y hojas de plátanos para impedir el escape de vapor. Este lento proceso de cocción generalmente va acompañado de otras tradiciones como vestirse a la usanza antigua, entonar cantos antiguos y danzar en torno al fuego, por eso en este tour te invitan a bailar alrededor enseñándote los movimientos mientras explicaban y hacían cantos.

 

En el espectáculo no solo cantaban y bailaban, pero también comentaban la inspiración de los bailes y la tradición Rapa Nui. Durante el espectáculo vimos diferentes tipos de baile como el Sau Sau es un estilo de danza polinesia, que suele utilizarse para contar una historia y mostrar el movimiento del agua, realizado con movimientos oscilantes de brazos y caderas. Los bailarines suelen llevar trajes tradicionales con faldas fluidas hechas de plumas o hierbas, y también vimos el tamure; un tipo de danza polinesia, se caracteriza por una música enérgica y rápidos movimientos de cadera y los hombres realizan saltos. Tras la cena y los bailes regresamos al alojamiento.
 

DIARIO 2024: CHILE - Dia 03 - Santiago de Chile

Este día podríamos haber hecho otro tour a otro sitio, pero todo el mundo decía que la Isla de Pascua era muy cara y que aprovecháramos a comprar comida que se permite llevarla. Así que habíamos dejado la tarde libre para compras, pero la verdad es que los precios de la Isla de Pascua eran como los de Santiago de Chile, ya que la vida en Santiago de Chile ha subido mucho. El caso es que no había necesidad de llevar comida ni nada, se podía comprar ahí como en Santiago por los mismos precios. Eso no significa que fuera barata, sino que salía como irse a Francia, Austria o algún otro sitio así. Pero es que Chile no se parece al resto de países de América Latina, con esto no solo me refiero a los precios, o a la seguridad ciudadana, también por como son, son mega amables sin ser empalagosos, en España los que atienden cara al público son todos super bordes en comparación con los chilenos, en todo el viaje todos los chilenos fueron super amables, y ninguno pidió propina, solo en los bares y restaurantes, pero en los tours, taxis, supermercados, hoteles, etc nadie te pide propina pero son super amables y educados. En los bares y restaurantes si que te ponen sumado al total la “propina sugerida”, y luego ya uno puede pagar ese total o el total sin propina sugerida pero la verdad es que son tan amables que no te cuesta nada pagar el total de la factura.


Pero quitando bares y restaurantes en el resto no piden propina, pero no dejan de ser amables, no como en otros países donde solo son amables para que les des dinero. El caso es que como no sabíamos que la Isla de Pascua ya no tiene tanta diferencia de precio usamos el día entero en Santiago de Chile, y nos llevamos comida que luego nos sobro. Comenzamos el día con un tour que nos llevaría al cerro de San Cristóbal, a este cerro se puede subir andando, en teleférico o funicular. El tour subía en teleférico y bajaba en funicular, y se puede hacer andando, pero es mucho más alto que el cerro de Santa Lucia así que tómalo con calma y lleva agua si decides hacerlo andando. A nosotras nos encantan los teleféricos, allá donde hay alguno siempre acabamos cogiéndolo, así que encantadas de hacer la cola para subir, y mientras en la cola había máquinas de algodón de azúcar. Lo bueno del teleférico son las visas que se tienen mientras subes hasta la cima del cerro. Puedes ver la ciudad de Santiago desde arriba, expandida con sus casitas y rodeada por las montañas y la cordillera de los Andes, y en un rincón los altos rascacielos, sobresaliendo el Sky costanera sobre todo lo demás. Una vez llegamos arriba hicimos el recorrido del vía crucis porque aparte de que hay una cruza diseñada de forma distinta las vistas que hay desde ahí son el mejor mirador del lugar. La iglesia es pequeñita, pero al lado están las escaleras para subir hasta la figura de la Virgen de la Inmaculada Concepción donde están las siguientes mejores vistas del cerro, donde poder ver toda la ciudad. Se sube por las escaleras junto a la iglesia y se baja por las escaleras al lado del cementerio.


Y antes de bajar para tomar el funicular paramos en los puestos que hay en las escaleras para probar el ante con huesillos, que es la bebida típica de ahí. Ya sabéis, los que me leen, que yo no soy de comidas o bebidas que no sea a las que estoy acostumbrada, pero tenía curiosidad por el ante con huesillos que es dulce, pero para mí asqueroso, no puede tomármelo. Una vez finalizado el reto de la bebida fuimos a la cola del funicular, para tomarlo a la bajada y ver otras vistas. El Cerro San Cristóbal acoge también el Parque Metropolitano y un Zoológico, y el funicular tiene parada ahí, y pasa junto a las mismas jaulas de los animales. El paseo en el funicular no dura más que unos minutos, pero al pasar entre los arboles del cerro y ser abierto da un cierto frescor que se pierde en cuanto llegamos abajo. De aquí nos vamos al cerro de Santa Lucia, nosotras ya habíamos estado, pero por la tarde y la verdad es que por la mañana se puede disfrutar de las vistas sin el sol dando de lleno, y así poder disfrutar de sus caminos.


Después de la parada inesperada en el cerro de Santa Lucia nos fuimos a la plaza Mayor para entrar a la catedral, ya que el día anterior al ser domingo con tanta gente no pudimos entrar. La catedral esta bien, nada fuera de lo normal, pero ya que estábamos ahí no nos íbamos a marchar sin verla. Nos sobro tiempo y lo pasamos bajo los arboles de la plaza ya que el sol pegaba con fuerza. De aquí nos acercamos a las calles peatonales adyacentes a la plaza mayor para comer una empeñada de pino también tipo y que estaba buenísima, porque aquí la salsa la ponen aparte, así que me pude comer la empanada de pino que, como dijo la guía, la hacen distinta porque ahí la hacen de cebada de trigo y no de maíz, tal vez pro eso me la comí toda, porque el sabor del pan de la empanada más la carne era como un bocadillo de carne sin salsa ni sabores raros. Ni siquiera he sido capaz de comer las empanadas gallegas porque un mordisco y ya me dan arcadas, pero la comida de chile es tan parecida a la que estoy acostumbrada. El bar donde comimos la empanada de pino estaba junto a un “Café con piernas” que son las cafeterías donde van los oficinistas y las camareras sirven mostrando mucho las piernas, ejem, muy japonés el concepto.


Después de comer nos dirigimos al Palacio de la Moneda pero a la cara del frente que el otro día no vimos, hay una gran bandera de Chile al frente y alrededor del edificio están las esculturas de todos los presidentes de Chile menos de Pinochet. En la parte de atrás había un tablado de madera montada para el cambio de guardia por lo que tuvimos suerte de haber visto la parte de atrás sin nada que tapara el edificio ni el despacho del presidente. Debido a que solo estuvimos dos días en Santiago no pudimos coordinarlos para poder ver el cambio de guardia que se hace cada día impar, no tiene un calendario fijo. De aquí volvimos al hotel para descansar un rato del sol para luego salir al barrio Lastarria, muy cerca de nuestro hotel, para ver el ambiente lleno de gente, tenderetes, bares y restaurantes. Desde aquí nos acercamos a la plaza mayor para visitar la real audiencia que es hoy el Museo Nacional, la entrada es gratuita y a nosotras nos encantan los museos así que nos lo recorrimos entero. Es un museo donde hay de todo; ropa, cuadros, objetos. Un compendio de la historia de Chile desde su liberación (independencia de España) en 1818 hasta la actualidad. Cuando acabamos de ver el museo esperamos sentadas en su patio porque a y media daban un tour gratuito a la torre del edificio.


Llegado el momento el guía solo nos tenía a nosotras dos para el tour así que se recorrió todo el museo de arriba abajo para recopilar mas gente, hasta trajo a un par de estadunidenses que no entendían español – y el guía no lo daba en inglés- para que el recorrido le valiera la pena. Tras recopilar a la gente del museo como si fuera un barrendero el guía nos abrió paso a la escalera de caracol que sube al primer piso de la torre, ahí nos explicó como esta construido el edificio, ya que Santiago de Chile tiene una gran actividad sísmica pero el edificio sigue después de tantos siglos en pie porque se construyó para resistir los terremotos. Luego subimos a la segunda planta donde estaba la cuerda del reloj, la torre se amplio en plantas para que el reloj pudiera ser funcionar ya que el reloj de la torre es de cuerda y para ponerlo en hora lo visita cada dos días un relojero y necesita que la cuerda mida ciertos metros, por eso ampliaron las plantas de la torre. En la última planta tenemos un balcón desde donde podemos ver la plaza de armas y su alrededor desde lo alto. Aunque solo fuera por las vistas desde la torre el recorrido vale la pena, y es gratuito.

 
 

Una vez terminamos de ver la torre nos acercamos a comprar un helado en la plaza de Armas para comerlo de camino a la parada de metro más cercana. Una cosa que nos llamó la atención es que las paradas de metro no están anda señaladas, pero habíamos investigado pro donde estaba la parada más cercana, pero si no lo saben no hay ninguna señal que viéramos que lo identifique. En el metro no hay billetes, sino que tienes que comprar la tarjeta que luego vas recargando con lo que necesites, como nosotras solo lo íbamos a usar para ir y volver del Sky Costanera solo la recargamos con el dinero necesario para ello. En contra de lo que pasa en otros lugares el metro no va pro zonas sino va por periodos de tiempo (como la luz en España), así que tienes un precio para el periodo valle, llano y hora punta. Como nuestra vuelta coincidía con la hora punta nos toco pagar más pero aún teníamos que ir a comprar la comida (si hubiéramos sabido que no es necesario, que cuesta lo mismo en Santiago que en la Isla de Pascua habríamos organizado de otra manera). El metro te deja justo junto al centro comercial sobre el que se eleva el Sky Costanera, eso es algo habitual, ya que también somos habituales a visitar los rascacielos de las ciudades ya sabemos que eso lo hacen en todos los sitios. Como ya es noviembre en el centro comercial ya está todo decorado con el ambiente navideño, y ahí pudimos ver que a Papa Noel lo llaman el Viejito Pascuero. En el rascacielos Sky Costanera deben tener bastante turismo brasileño ya que en el ascensor cuando suben y te explican sobre el lugar te hablan en español y en portugués. Una vez arriba tienes dos plantas, la primera planta te permite verlo todo en un giro de 360 grados por lo que se ve toda la ciudad rodeada por la cordillera de los Andes, los cerros y hasta más allá. En la segunda planta tienes la misma vista, pero desde más alto y sin el bar entre medias. Cada poco hay binoculares y carteles que explican los edificios que se ven en la distancia.


La torre del Costanera Center era la más alta de Latinoamérica, aunque ya no lo es la vista es impresionante y mientras estábamos sentadas disfrutando de la vista avisaron que había un tour gratuito, así que ahí que nos unimos y había gente de todos los lugares; Brasil, Venezuela, Colombia, Perú, España, etc. El guía nos explicó como ese rascacielos había paso dos terremotos sin caerse, uno durante su construcción y otro de 9.5 poco después de su inauguración. Pero como construyen a prueba de terremotos el edificio lo que hizo fue desplazarse a los laterales, y en caso de estar dentro de él durante un terremoto hay que dirigirse al centro a esperar que salte la alarma que indica cuando bajar por las escaleras, y siempre han de bajar los más rápidos primero. A las 7 de la tarde nos avisaron de que había un espectáculo de luz con el atardecer (también gratuito) pero como era entrada la primavera en Santiago ya anochecía sobre las diez de la noche así que no nos quedamos porque teníamos que comprar. Cogimos el metro de vuelta y pasamos por la plaza que no tiene mas que un pedestal sin figura que es la plaza donde se inició una revuelta por la diferencia entre los pobres y los ricos en la ciudad, y esa plaza marca el limite de la zona alta y la zona baja.

 

Y aquí fuimos a comprar comida y bebida – que luego nos sobraría-, y una de las cosas que nos llamó la atención eran los tamaños de las bolsas y de las bebidas, las botellas de agua no eran de 500ml o 1,5l sino de 600ml o 1,6l, las botellas de Coca-Cola de 591ml. Eran medidas inusuales y, sobre todo, más grandes que en España. Y los refrescos los llamaban “bebida de fantasía”. Marchamos pronto al aeropuerto porque la noche anterior había visto en la pagina del aeropuerto que había huelga, y nos toco que la huelga durara todo nuestro viaje de casi tres semanas, aunque el mayor impacto lo vimos este día; el primer día de huelga es cuando más se notaron las cancelaciones y retrasos. Las colas que vimos en el aeropuerto eran kilométricas, ni siquiera veías hacia donde se hacía cola. La taxista que nos toco también le gustaba hablar. Tengo que decir que todos los chilenos con los que hablábamos acababan diciendo lo mismo sobre el tema de delincuencia con violencia de los grupos venezolanos y vuelta de nuevo nos lo contó la taxista que nos llevó al aeropuerto, nos dijo que ella trabajaba en la cooperativa de taxi con venezolanos, pero que no solo iba la buena gente de ese país, sino también la mala.

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Curriculum Viajero - Presentación