Jerez de a Frontera
Mis imágenes: Dentro del Álbum de España
Información para viajar: Pendiente
Desde Cádiz me acerqué a Jerez de la frontera en mi medio me transporte favorito; el tren. El camino no es muy largo, aun así como es costumbre en mis viajes madrugué para aprovechar los horarios porque por lo que había visto pasado el verano los sitios que tenía interés en visitar cerraban muy pronto (las dos de la tarde). Además elegí el sábado porque según la hoja de la oficina de turismo algunos sitios cerraban el domingo, otros el lunes… así que el día que más posibilidades tenia de ver mi lista de imprescindibles era el sábado, solo que tuve un poco de mala suerte dado que resulta que en Jerez estaban de fiestas porque era la festividad del patrón de Jerez por lo que algunos sitios estaban cerrados. Aunque como eran fiestas por la tarde, a las siete y media hubo una ruta turística con el patronato de turismo gratis, así que una cosa por la otra. El caso es que llegué a la estación de Jerez, un bonito edificio de ladrillo rojo y murales de cerámica, como la plaza de España de Sevilla y caminé una media hora hasta el centro donde fui directamente al Alcázar. En el alcázar puedes comprar un ticket suelto, el ticket con la visita a la cámara oscura y el ticket con los claustros y el museo arqueológico (que también cerraba a las 2). Cogí el ticket combinado porque en taquilla me dijeron que con el día nublado que hacia no valía la pena visitar la cámara oscura. El alcázar me gustó bastante, amplios patios, un jardín donde me llevé el picotazo de un mosquito que me marcó el brazo desde el primer día de vacaciones hasta ahora, dos semanas después. Y luego está la muralla, los restos del aljibe, los baños árabes, donde se pasa un calor horroroso pero que demuestra que se conservan como en aquel entonces. La vista desde las murallas es la mejor de todas, porque desde ahí se ve toda la ciudad, los montes más allá, la gran veleta de la bodega Tío Pepe, etc. Pero si lo comparamos con otros alcázares no conserva los edificios interiores. Donde se encuentra la cámara oscura podemos encontrar salas de exposiciones, y un interior con balcones y puertas de estilo antiguo como si fueran a un patio exterior en vez de a un pasillo. Y antes de llegar a donde está la cámara oscura se puede visitar una antigua farmacia de lo más completa llena de elementos farmacéuticos antiguos y unos bonitos muebles de época. Tras el Alcázar me fui a visitar el museo arqueológico y de ahí corriendo fui a buscar los claustros, que también cerraban a las dos de la tarde, aquí me pilló un gran aguacero y por la lluvia anduve algo perdida pues pasé tres veces por delante de los claustros sin verlos. Y aunque los encontré a tiempo resulta que solo se podía ver el claustro principal dado que los claustros superiores estaban cerrados debido a las fiestas. Una mala suerte coincidir en día festivo pero al menos me vi el claustro principal refugiada de la lluvia, y por fuera nunca supondrías que hay semejante claustro en el interior. Aprovechando entre a la iglesia del convento que estaba abierta. Al salir ya había dejado de llover y me fui a comer. Y después de comer me acerque a la oficina de turismo, donde había una larga fila, para preguntar por más sitios por ver, dado que en mi lista solo quedaba la catedral y el palacio del virrey Ledesma (dentro del palacio no se puede hacer fotos). Ahí me dijeron lo de la ruta turística cultural gratuita y me sugirieron hacer la visita turística de la bodega Tío Pepe la única bodega que estaba abierta en el día festivo. Así que me fui a ver la bodega, donde había una fila larguísima de gente, el guía nos explicó que el tiempo (ahora hacia un sol y un calor de verano) tan inestable y que era fiesta habían hecho que hubiera mucha gente. La visita duró dos horas y media y me gustó muchísimo, creo que fue lo que más me gustó de Jerez, y no me lo esperaba pero visitas diversos tipos de bodegas te explican la historia, no solo de la bodega sino también de cómo se lleva, porque es diferente a las del norte de España, etc. Una visita muy interesante. Al final según la entrada que eliges te dan a probar el vino o lo que has elegido para beber ero como no me va eso yo una vez terminada la visita me fui. Es muy recomendable, tiene unos lugares y rincones precisos, tiene coches antiguos, patios de película…era un poco agobiante con tanta gente pero fui muy productiva. Tras salir de la bodega al lado estaba la catedral (que está en frente del Alcázar, lo más alejado que visite fueron los claustros). En la catedral se pueden hacer fotos excepto en la parte del Tesoro. No estuvo mal solo que tal vez en el tema de catedrales ya estoy un poco saturada y tiene que ser muy diferente o especial para hacer que me llame mucho la atención. Tras visitar la catedral fui a ver el palacio del virrey Ledesma, cuando entre no había nadie y cómo iba sola pensaba que me tocaría esperar a que hubiera más gente pero no, tuve la visita guiada en exclusiva yo sola. El guía era el actual conde de Ledesma y el palacio tiene una gran combinación de arte. Cabe destacar la historia del primer conde, una historia de película, sin duda. Y luego la visita de la ruta turística y de vuelta a Cádiz para cenar y dormir, que el día había sido muy intenso.
Visita: Octubre 1025
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