En Micenas se han encontrado varias tumbas. Por un lado las tumbas circulares y por otro las tumbas excavadas en roca. Las tumbas excavadas en roca más interesantes son las llamadas de falsa cúpula.
Hay muchas tumbas, pero la más característica es el Tesoro del Atreo. Fue llamada así porque se pensó que tenía un tesoro, al igual que mucha gente pensó que alguna de estas tumbas pertenecía a Agamenón pero ninguna de las dos opciones son cierta. Aunque si es cierto que esta tumba si tendría alguna joya.
Esta tumba consta de un corredor denominado dromos. Al final de éste hay un estrechamiento tras el que se abre un recinto circular que es la cámara. Comunicado a esta cámara hay un recinto más irregular que es la cámara de enterramiento. La cámara circular está realizada en piedra y su cúpula por aproximación de hiladas. Parece que estaba decorada con rosetas de bronce imitando el cielo. Toda esta estructura está recubierta de tierra y al exterior sólo se ve un montículo. Más adelante, al viajar a Gwengju en Corea del Sur estas tumbas me recordaron a las tumbas de los reyes en Gweongju, al ser también túmulos funerarios, montículos vistos desde fuera pero con una entrada al interior que daba a la tumba. Hay distancia en el tiempo y geográficamente pero no es la primera vez que veo este tipo de coincidencias.
Al final del corredor hay un gran dintel con un triángulo, que en esta tumba se encuentra vacío, pero que en su día sí tendría recubrimiento. Tapando el triángulo había unas placas de mármol y una fila de róleos. El vano se cerraba con puertas de bronce. De todo eso no queda nada mas que lo que cuentan los guías. Lo mejor es cuando estas dentro de la tumbas y miras hacia arriba y te imaginas el techo decorado como un cielo.
Detalle de la puerta de una de las tumbas |
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