Como decía tas el recorrido en velero fuimos andando hasta el pueblo, más concretamente callejeamos para ir lo más recto posible hasta el museo de Veere ya que en frente nos esperaba un carruaje de caballos, cubierto por si llovía, para hacer un recorrido por los alrededores de Veere.
Quienes llevaban el carruaje vestían como holandeses antiguos y los caballos estaban bien nutridos para arrastrar un carruaje en el que cabían una docena de personas. Elegimos hacer el primer paseo en carruaje para luego comer y prepararnos para el te de la tarde.
Durante el paseo el carruaje salió del pueblo y dio un paseo alrededor de Veere de forma que pudimos disfrutar del paisaje; canales, pastos, vacas, ovejas, molinos, etc era idílico para excursiones a pie o en bicicleta como pudimos ver.
Nosotros atascamos un poco el trafico por nuestro carruaje a caballo, pero no podíamos hacer nada al respecto. a decir verdad al inicio nos encontramos con un coche deportivo rojo justo detrás nuestro, que debía estar deseando que saliéramos del pueblo para adelantarnos y escaparse.
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