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Paseo con sombrero 1950 , Barcelona - España

Paseo con sombrero Barcelona

Hace muchos años que me compré un sombrerito de los años 1950 pero nunca tuve la oportunidad de estrenarlo, así que decidí ir al paseo con sombrero de Barcelona y usarlo como excusa para otro viaje. Con esa misma excusa también estrené unos guantes de cuero tipo años 50s que me regalaron, y hasta me vi un tutorial de youtube para peinarme como en la época. Para aprovechar el tiempo Sali de Zaragoza en tren a Barcelona el mismo domingo y me acerque andando hasta la Rambla Cataluña donde da comienzo el paseo. El lugar tiene una escultura de una jirafa en pose coqueta (y se llama la jirafa coqueta) y que estaba adornada con un sombrerito. Como llegaba pronto pensaba que podría ver la estatua, pero al llegar al lugar, pese a ser una hora antes de la salida ya había un montón de gente con sombreros rodeando la figura de la jirafa. Entre la gente había personas con sombreros clásicos, modernos, sombreros acompañados de su correspondiente traje, y sombreros artísticos que eran más esculturas modernas que sombreros. Este era el 20ª paseo con sombrero de Barcelona, así que ya lleva todos esos años realizándose, y por lo visto cada vez va a más. Cerca de la jirafa se encontraba un photocall, pero era complicadísimo conseguir hacer una foto en el mismo por la cantidad de gente que había congregada. El grupo quedó junto a la puerta de la diputación de Barcelona que es un estilo más clásico que se adopta a nuestros atuendos combinados con los sombreros. Pasada la hora a la que debía comenzar conseguimos empezar a bajar la rambla. Había tantísima gente que era normal perderse y disgregarse. Quede muy sorprendida por la cantidad de gente que asiste y como hay de todo, desde elegancia clásica como extravagancia alocada. Después de bajar paseando por la Rambla Cataluña fuimos a comer para luego en la tarde volver a casa en tren. Una visita fugaz pero muy bien aprovechada.

Visita: Abril 2024  

Mis imágenes: Cuaderno fotografico 

Información para viajar: Paseo con sombrero 

Barcelona - España

Barcelona

Una escapa de un día a Barcelona para celebrar un Carnaval Veneciano me dio la excusa perfecta para descubrir otros lugares de Barcelona que no conocía. Para el carnaval habíamos quedado en el Parque Laberinto de Horta. El lugar tiene precio de entrada (al fin y al cabo, es Barcelona) pero es un curioso precio de 2,23 euros. Una cifra sin duda nada redondeada. La parte exterior está en obras y los jardines no están muy bien conservados, pero aún así es un lugar ideal para una sesión fotográfica o pasear con niños, que nosotros encontramos, sobre todo en el laberinto. En el parque hay gran variedad de jardines, aunque el que llama la atención es el jardín neoclásico que comienza donde está el pequeño laberinto. La fuente del Pelícano con unos pequeños puentes donde asomarte y ver algunos peces nadando en los estanques y arroyos del parque del Laberinto de Horta en Barcelona. Podrás realizar un recorrido entre edificios románticos y neoclásicos, fuentes, arroyos y manantiales. Siempre hay árboles, jardines de todo tipo, y esculturas para hacer cientos de fotografías. Estuvimos toda la mañana ahí ya que comimos en el velódromo cercano (a muy buen precio). Tras la comida mis amigos, que saben lo que me gusta ver rincones nuevos, me llevaron por un barrio que les gusta mucho para pasear, que es donde están las embajadas con sus palacios modernistas hasta llegar al Real Monasterio de Santa María de Pedralbes. La calle y plaza donde se encuentra el monasterio se conserva empedrada como antiguamente y es como viajar a un pueblo medieval que ha quedado parado en el tiempo. Como decían mis amigos es difícil imaginar que en Barcelona quede un sitio así. Las casas de alrededor son todas privadas pero conservan su aspecto original exterior (excepto la gran escalera que lleva hasta la carretera, pero que no han hecho demasiado moderna para no desentonar tanto). En un lateral del monasterio está la entrada, al ser invierno la entrada cierra antes, pero desde fuera se podía ver el claustro del lugar muy bien conservado. El monasterio de Pedralbes fue fundando por la reina Elisenda de Montcada en el 1327 y ha estado habitado de forma ininterrumpida por las monjas clarisas desde entonces. Sin lugar a dudas, se trata de uno de los mejores ejemplos de gótico catalán. Bajando por ese lateral se llega a una puerta y una torre incompleta donde se conserva el antiguo cartel de acceso todavía en castellano antiguo. Un rincón sorprendente que visitar en Barcelona, aunque no está muy cerca del metro y tal vez eso lo salva de los turistas, cuando fuimos nosotros no había nadie.

Visita: Febrero 2024


Información para viajar: Parque Horta

Noche de los Museos: Museo Marítimo de Barcelona - España

Museo Marítimo de Barcelona

Como otros años llega la noche de los museos y Nautilus hace su aparición en uno de los museos de Cataluña, esta vez en el Museo Marítimo de Barcelona. Ya estuvimos una vez así que no hay nada nuevo de la exposición fija, pero esta noche la ha dedicado a los grandes viajes de inicio del Siglo XX y de las regatas de Barcelona. Así que ahí estamos de bañistas, damas de la Cruz roja, viajeros y matronas (mujeres encargadas en separar a las mujeres y los hombres solteros de segunda y tercera clase). También tenemos a Narcis Monturiol Estarriol, ingeniero, intelectual, político e inventor español.​ El resultado de sus pruebas se recoge en su obra póstuma, Ensayo sobre el arte de navegar por debajo del agua, editado en 1891, y su "submarino" lo convierten en el personaje estrella de la visita al museo marítimo. El museo estaba lleno de visitantes de todas partes del mundo, era como si no hubiéramos vivido las restricciones de las pandemias. Nos separamos por grupos, los bañistas en una zona, las mujeres de la cruz roja y señoras visitando la regata en otro, Monturiol y sus inversores, junto a su busto e inventos marítimos, y los viajeros, paseando en busca de los mozos de equipaje, que son muy difíciles de encontrar.. Hubo alguno niño que llevo mi equipaje, pero poco, los visitantes solo querían fotos de si mismos con nosotros, que personas futuras tan extrañas. Hablando ya sobre el tema, la mayoría no sabían muy bien que hacíamos pero con nuestra búsqueda conseguimos hacerles participes, creo que a unos cuantos les gustó mucho vernos en el museo. cuando terminó nuestra jornada nos entretuvimos en el patio del museo (donde hacia menos calor que dentro) y las fan de Monturiol pudimos perseguirlo bajo la mirada de los visitantes, que no tenían muy claro que estábamos haciendo (en el tik tok de Nautilus tenéis la experiencia). Después cenamos cerca del museo, estábamos agotados de toda la tarde paseando y en pie, pero cuando ya nos íbamos a coger el metro cada uno a su lugar nos pararon unos brasileños. Casi no paramos pero ante la insistencia paramos y tuvimos un momento divertido ya que había un grupo de bailarines brasileños que habían llegado a Barcelona expresamente, y nos enseñaron su baile. al final un acierto detenerse y disfrutar del momento. Ya se que no me he explayado mucho, pero creo que los viajeros del 1900 no eran como los de ahora. El próximo viaje en el tiempo 

Visita: Mayo 2022



Información para viajar: Museo marítimo de Barcelona

Paseo modernista por Barcelona - España

Paseo Modernista por Barcelona

Como decía en la entrada anterior del Palau Güell de Barcelona, el día empezó vestidos de modernistas para un paseo por la ciudad con mis amigos de Nautilus. Primero quedamos en el café de la Ópera aunque yo estuve desde las 10 y diez paseando por la rambla sin encontrarlo, después a las once fuimos de visita al Palau Güell. Y tras salir del Palau nos acercamos al café bar El Paraigua que conserva el estilo modernista y que tal y como estábamos vestidos era como viajar en el tiempo. El lugar es pequeño, como el antiguo Gran Café de Zaragoza que también era de estilo modernista y que han desmantelado durante la pandemia (una pena, siempre que tomaba algo me imaginaba ir ahí un día vestidos de época) pero no es tan caro como habíamos esperado, porque estos lugares suelen ser caros, además porque están céntricos, pero aunque no era barato no era caro tomando en cuenta todos los puntos anteriores. Ahí estuvimos como en las épocas anteriores, de tertulia. Nos sentamos junto a la puerta, que tiene un gran espejo y nos daba mucho juego y en la esquina del lugar se podían encontrar los baños y la antigua caja registradora. En la web del lugar hay fotografías dedicadas solo a la caja registradora, y a otros detalles modernistas. El lugar no fue originariamente un café, pero supieron aprovechar el estilo (readaptando toda la decoración de una tienda modernista fundada a principios del s.XX, dedicada a la venta de paraguas y abanico) creando un lugar con el ambiente de la época. Tras una buena tertulia salimos para dar un paseo por Barcelona. Me comentó Vany de Nautilus que éramos como ciertas personas (es que no recuerdo el nombre que me dio) que paseaban la ciudad embelleciéndola, nuestro paseo pasó por el árbol de navidad, el barrio gótico y la última parada de metro que conserva un cartel antiguo, ya que según me dijeron los han ido desmantelando todos (eso me suena de por aquí). Lógicamente en nuestro paseo algunas personas nos paraban, suele pasar cuando vas vestido de época así que, entre la ropa, el viento (no era un día muy propicio para el paseo de las señoras ya que todas íbamos con la mano en el sombrero agarrándolo (esto es importante dado que cuando salí del hotel pro la mañana me acerque a las ramblas a pie pero nada más pasar la plaza España se me voló el sombreo, afortunadamente, aunque la ropa no es la más propicia para correr, conseguí alcanzarlo. También se me desató el zapato tres veces (que con el corsé y sin bancos cerca era un poco complicado volverlos a atar), en fin, que luego es normal que no encontrara el café ese y pasara de seguir dando vueltas, me había estresado un poco nada más empezar el día. Por la tarde en cambio el viento fue un poco más tranquilo, aunque de vez en cuando tocaba agarrar sombreros. Y tras el paseo nos acercamos a comer en un lugar que, no sé si por azar o no, el interior no desentonaba con nosotros. Comimos bien y a buen precio (o igual es que Zaragoza se ha puesto muy cara) y sin darnos cuenta ya eran las cinco de la tarde, el día se había pasado volando, pero lo cierto es que echaba de menos pasar tiempo con los amigos de Nautilus y ya se sabe, que cuando uno se lo pasa bien el tiempo pasa volando. Muy amigablemente me acompañaron en metro hasta la estación de tren, dado que la verdad, ya estaba un poco perdida. Demasiado tiempo sin volver por Barcelona. Una cosa interesante es la cantidad de rincones acordes al modernismo que se encuentran por Barcelona, lastima que en Zaragoza decidan echar abajo todo lo modernista que nos quedaba. No sé si habéis leído mis entradas del Modernismo en la margen izquierda del Ebro en Zaragoza pero en uno de los lugares que se conservan van a poner un gimnasio, así que veremos cuando destruyen en el proceso. Seguimos sin aprender.

Visita: Noviembre 2021 


Información para viajar: pendiente

Barcelona - España

Palau Güell de Barcelona

Cualquier excusa es buena para volver a viajar, y la verdad, el tren iba lleno tanto a la ida como a la vuelta, así que la gente no se está quedando en casa, aunque hay que tener en cuenta que a la ida fui en el Avlo, que es el low cost del ave y excepto que no hay tanto espacio para equipaje pro el resto es muy parecido, y siempre es mejro que el autobús sobre todo a esos precios (7 euros). Llegue a Barcelona con tiempo para quedar en el Café la Opera antes de visitar el Palau (donde había quedado con los amigos de Nautilus al conservar el interior del estilo modernista) pero he de reconocer que no fui capaz de encontrarlo así que me dediqué a recorrer la Rambla de arriba abajo como media docena de veces hasta que me cansé y dije, no sigo dando vueltas arriba y abajo. Si el bolso que llevaba no fuera tan pequeño podría haber sacado el móvil, pero el móvil estaba guardado en la faltriquera bajo el vestido para solo emergencias, y lo saque un par de veces, pero no conseguí coger las llamadas cuando sonaron ni llamar cuando lo tuvieran a mano, así que con este desencuentro dejé la reunión en el café de lado, porque me estaba empezando a cansar de dar vueltas. A las once teníamos la cita para coger las entradas y visitar el Palau Güell, he de reconocer que pese a las veces que he ido a Barcelona ninguno había llegado a visitarlo (ni saber de este sitio). La puerta de acceso es gris y si no te fijas puede pasar desapercibida, pero si la miras con detalle se ven los elementos que identifican el lugar, son de hierro forjado y dos serpientes forman las letras E y G, aludiendo a Eusebi Güell dueño de la casa. El primer sitio que se visita nada más entrar es el sótano donde se encuentra el antiguo establo y unas caballerizas a las que se accedía a través una rampa suave a los caballos y de una rampa pavimentada con guijarros, utilizada por las personas. Lo más incomodo es la rampa en sí, pero está abierta y te permite ver detalles de la casa. Esta zona está cubierta de ladrillo, techos abovedados, y poca luz. En el patio exterior que da a la rampa se pueden ver algunas decoraciones, que, aunque sea zona de caballerizas, no deja de mostrar esos detalles para hacer gala de la riqueza de los señores de la casa, como dos de las argollas con forma de unicornio utilizadas para atar a los caballos. Volvemos sobre nuestros pasos y acabamos de nuevo en la entrada de la casa con una gran escalera de honor de acceso, eso sí, una vez subas la casa va a ser un completo laberinto, no sé cómo podían vivir ahí. Esta escalera conduce a la planta del entresuelo donde estaba el despacho de negocios, un archivo y la biblioteca del palacio, al final de la escalera hay una vidriera con los colores de la Corona de Aragón que hoy son los colores de la bandera catalana (aragonesa, mallorquina y valenciana). Las paredes de la casa son de un tono gris y un material muy oscuro, con lo que o gastaban mucho en iluminación o no paseaban mucho por la casa. Después de acceder al vestíbulo hay otra escalera de honor de piedra que nos lleva a la planta noble. Esta escalera te lleva a un ventanal que da a la calle que daría más luz si no estuviera cerrado por unas columnas, pero no más llamativo de esta zona son los techos de madera, su artesanado es muy elaborado y todo el recorrido por esta planta me recordó a los palacios de los reyes católicos donde uno se dedica a mirar al techo y su laborioso artesanado ya que es lo más impresionante. Ciertamente en esta planta el techo no es lo más impresionante pero aún así no hay que perder de vista el techo, porque junto con el resto de elementos (paredes, ventanas, y demás elementos decorativos) crean un autentico palacio de lujo. Por eso de toda la casa la planta noble es la más espectacular del Palau Güell. En la antesala hay unas bonitas vidrieras de cenefas inspiradas en diseños ingleses, la primera sala donde entramos en la sala de confianza, utilizada por la familia como lugar de reuniones y tertulias y el lugar donde las hijas de la familia tocaban el piano, que no sería, supongo, el que está en la sala. Al fondo, tras un cristal, se encuentra la sala de fumadores con una gran mesa y armario para guardar lo licores, pero no veo que se pueda entrar a verlo de cerca. También está la sala de visitas, el tocador para las señoras que ahora está vacía, que además da acceso a través de la sala de los pasos perdidos al salón central. La visita al Palau Güell vale la pena por esta sala que se utilizaba como espacio para dar conciertos. Las visitas se situaban en este salón central junto al escondido teclado del órgano a la derecha y un piso más arriba se disponían la orquesta y las corales. Mientras estas dentro (cada media hora) escuchas el tono del órgano, aunque cuesta verlo a primera vista debido a la decoración de tonos dorados y marrones. Los tubos están visibles pero muy arriba y consigues verlo cuando te das cuenta de la cúpula estrellada en el techo. Hay muchísimos detalles en esta sala, te recuerda un poco al barroco por lo sobrecargado del lugar, pero igual que el barroco es impresionante la cantidad de elementos y detalles bonitos que adornan las estancias. Desde esta sala se suben unas escaleras hasta las estancias matrimoniales, y resto de dormitorios, aquí la mayoría de las salas están vacías, algunas conservan algún mueble, pero no muchos, lo que contrasta con la belleza de las otras salas. Subiendo otro tramo de escaleras, estas más estrechas, que entiendo serán del servicio, se encuentra una sala vacía donde, coincidiendo con nuestra visita, se exponen trajes que usó Montserrat Caballé. Un extra en la visita. Y una vez recorrida la sala volvemos a las escaleras (es como una media luna) y vuelta a subir por ellas y llegamos a la terraza. Allí encontramos varias chimeneas y una aguja central con elementos construidos con un estilo y unos materiales que Gaudí repetiría en otros sitios de la ciudad y que identifican completamente a su creador. Con solo verlo sabes que es algo hecho por Gaudi. Algunas parecen guerreros y otras son formas más propias de la naturaleza, desde aquí se puede ver la catedral y los tejados de una gran cantidad de la ciudad. Recorrí la casa dos veces porque, la verdad, perdí al grupo de Nautilus, así que una vez vista la casa volví al centro de partida y rehíce el camino de nuevo. Cuando digo que tiene una estructura complicada no me quedo corta, puede ser un laberinto difícil de seguir, pero lo bueno es que me la vi dos veces, pro a la segunda vuelta conseguí encontrar al grupo y ya fui con ellos de nuevo hasta la terraza, y luego ya bajamos las estrechas escaleras hasta la puerta principal. Es curioso, pero cuando bajas estas escaleras (dos veces en mi caso) te parece que hay muchas plantas que las que te ha parecido subir, dada la estructura del lugar. Es, sin duda, una casa rara. Al salir de la casa nos encontramos con un grupo de japoneses que estaban rodando un documental sorbe Barcelona para la televisión japonesa y que nos preguntó si nos podías grabar, hay que recordar que íbamos vestidos de la época modernista, que no es lo habitual para ver. Sigo contando esta escapada en otra entrada aparte, dedicada más a el paseo y encuentro vestidos de época que a la visita del Palau Güell. Por cierto, normalmente la visita son 12 euros pero por el covid nos salió a 5 euros, así que si puedes hay que aprovechar esta oportunidad.

Visita: Noviembre 2021 

Mis imágenes: album de España &  Instagram 

Información para viajar: Palau Güell

Barcelona - España

Barcelona

Pues esta fue la primera vez que visité la ciudad condal, que posteriormente visitaría varias veces más, porque es una ciudad que a todo el mundo encanta, tiene un atractivo que la gran capital de Madrid, tan de los Austrias, no consigue alcanzar. Primero nos acercamos al barrio gótico, a la plaza del Rei. y luego vamos a la Vía Laietana que separa el barrio Gótico de la Ribera. Seguimos por la calle de la Bòira hasta llegar a la plaza d’en Marcus donde se levanta la Capilla medieval de Marcús.Seguimos por la calle Montcada y descendemos hasta llegar a Pla de Palau y el Paseo del Born. seguiremos el recorrido en dirección a la plaza d’Antonio López, donde se encuentra el histórico edificio de Correos, y subiremos por el barrio Gótico por la calle Fusteria y Regomir hasta llegar a la Plaza Sant Jaume. De ahí continuamos por la calle del Bisbe que pasa por el Puente del Bisbe y llegamos a la Plaza Nova donde se ubica la Catedral. Le damos la vuelta a la Catedral por su parte trasera siguiendo la calle Tapinera. Luego nos acercamos a la Sagrada Familia, solo para verla de fuera y ver sus andamios y su siempre interminable fila de turistas. Y así marchamos luego a ver el zoo de Barcelona, cuando todavía estaba Copito de nieve. No me gustan mucho los zoos pero tampoco los animales.

Visita: 1992 

Mis imágenes: pendientes 

Información para viajar: Pendiente 

X Salón del Manga de Barcelona - España

X Salón del Manga de Barcelona

El tiempo dedicado al salón del manga fue solo una tarde, el viaje había sigo de un día, pro la mañana la pase por la ciudad tomando algo con las compañeras del foro de lectura, nuestro primer encuentro, y luego por la tarde fuimos al salón del manga, donde escribimos en el mural que había para ello, visitamos los stands de mangas, nos hicimos fotografías entre cosplayers y figuras de anime de moda del momento en España y visitamos la exposición de carteles recibidos para la selección del cartel principal. La fotografía de la entrada es uno de los carteles que fotografié que me gusta porque tiene la fecha, para que no tenga que buscar cuando fue el X salón del manga, porque a estas alturas ya ha habido muchos.También había mangakas e ilustradores, concursos de canto de anime, y muchas cosas con las que nos entretuvimos hasta que cerró y cogí el autobús de regreso a Zaragoza. Muchísimo más grande que las jornadicas de manga de Zaragoza (y no hablemos de salón si quiera...). Puede que no parezca muy adecuado para una entrada de viaje pero el autobús de vuelta de Barcelona a Zaragoza estaba lleno de gente que como yo volvía de ir a Barcelona solo para el salón del manga por lo que resulta un atractivo que tiene la ciudad que, dado el nivel que tiene (cuando fui era el segundo más grande del mundo, el primero era el de Tokio) es normal que sea un punto de interés a visitar para varias personas.

Viaje: Octubre 2004

Mis imágenes: pendientes

Iinformación para viajar: Pendiente

Barcelona - España

Barcelona

Este fue mi segunda escapada a Barcelona, fue un viaje de un día y lo cierto es que hice muy poco turismo porque en realidad fui a encontrarme con varias compañeras del foro de lectura al que pertenecía. En ese tiempo lo que estaba de moda eran los foros de internet, y además fue en el foro donde comencé a contar mis viajes y donde me sugirieron crear un blog, así que este blog se creó gracias al foro y a sus integrantes. Quedamos para conocernos y tomar algo en una cafetería, donde volví a probar los bizcochos que me compraba mi mi bisuabuela y que se llaman "melindres" o algo así. Luego fuimos a las Ramblas, donde también nos sentamos a comer de tapeo. Y finalmente visitamos el bar "el bosque de las hadas" que hay junto al museo de cera de Barcelona. El caso que si fue una visita turística pero más tipo gastronómico porque fuimos de un sitio turístico a otro. Todo el mundo conoce Las Ramblas de Barcelona pero por ejemplo yo no conocía el bar junto al museo de cera de Barcelona, y posteriormente he llevado a alguna amiga con la que he ido a Barcelona porque sé que la estética le iba a gustar con habitaciones con doncellas andando en el techo y mesas con árboles y hadas entre la vegetación. Y esa fue toda nuestra mañana, por la tarde la dedicamos a ir al Salón del manga.

Visita: Octubre 2004

Imágenes: pendiente

Información para viajar: pendiente

Feria Steampunk de Barcelona - España

Steampunk Barcelona

Pues volvemos a Barcelona, ya casi parece que vivía por ahí pero este mes de octubre ya no hago más escapadas. Este fin de semana último de septiembre era la Feria Steampunk de Barcelona, alguna vez sé que he escrito sobre la de Zaragoza por el blog, y siempre tenía pendiente acercarme a la de Barcelona, y como ahora tengo conocidos por ahí, eso me brindó la excusa perfecta para finalmente ir a la de Barcelona. Este año la Feria estaba dedicada a los Piratas del aire. El lugar era las Cocheras de Sants cuyo edificio me gustó para entretenerse haciendo fotos tontas mientras esperaba a que abrieran porque por una parte es de ladrillo rojo y por otra de espejos. Nada más entrar me recorrí todos los stands porque iba a comprar, tenía esa intención pero es que además era el lugar perfecto para encontrar algo que estaba buscando para un regalo. . Como en la de Zaragoza, que hay stands, aquí también hay charlas y conferencias, así como juegos. Inicialmente nos apuntamos al Cluedo pero la explicación era muy enrevesada y de primeras fui incapaz de qué se suponía que tenía que descubrir. Difícil ir haciendo preguntas cuando ni siquiera te has enterado de qué tienes que preguntar. También hay música en directo (lo que más me gustó es tener siempre música de fondo acorde) y gente vestida al estilo Steampunk, hay muchos detalles en los que fijarse, aunque aquí no hacen un concurso de trajes como en Zaragoza (al menos el sábado, porque de los dos días solo pude ir uno). Pero aún así pase un día entretenido, porque al final estuve desde la apertura hasta el cierre. Aunque todo el mérito es de la gente de la Asociación RetroFuturista Nautilus que conozco, con tan buena compañía es fácil que el día se pase volando.


Visita: Septiembre 2018

Mis imágenes: Pendiente (ver galería de Facebook)

Información para viajar: Feria Steampunk Barcelona

Barcelona en Fiestas de la Merce - España

Barcelona

Usualmente esta entrada, por orden cronológico, iría antes que las de 1918, pero como solo era estar el día por Barcelona y si surgía encontrarme con amigos de Nautilus no tenía idea de escribirla. Pero como dice uno de ellos; “ir cada fin de semana a Barcelona también es viajar”. El fin de semana que pasé en Barcelona durante las fiestas de la Mercé se dividió en dos, uno en un viaje a 1918, y otro en un paseo por Barcelona con amigos. No había hecho planes pero la gente de Nautilus son tan majos que ya me organizaron una tarde turismo por Barcelona hasta dejarme agotada. Primero me llevaron a la puerta del dragón que realizó Gaudí para la finca del conde Güell. El sitio estaba cerrado pero no me sonaba haber estado al lado de esa puerta con el dragón, luego paseamos por el parque (no recuerdo el nombre) que tenía una fuente y caminos de bambú, y un edificio con pórticos de estilo palaciego, hacía bastante sol y parecíamos los únicos caminando por la gran avenida. Luego me llevaron a un bar, que no recuerdo el nombre (como ando de memoria) donde por dentro estaba todo decorado con el estilo de Harry Potter, pero no se llama el bar de Harry Potter. Después de tomar algo me dejaron en la parada de autobús que me llevaría hasta el Hospital de Sant Pau donde había quedado con más gente de Nautilus para visitar el Hospital modernista de Sant Pau, y cuando lo vi por fuera me pregunté cómo, con la de veces que he estado en Barcelona, nunca había llegado a verlo. La entrada es bastante cara pero si luego tienes en cuenta que es un reciento muy grande acaba siendo amortizada. En cualquier caso mis amigos me invitaron así que no pagué nada. Entramos para hacer la visita del hospital y con tranquilidad fuimos caminando por pasillos de paredes y techos de baldosas blancas relucientes, dado que solo estábamos nosotros el lugar estaba bastante silencioso. Me recordaron a los tunes de acceso a la estación de Canfranc (la parte interior que se puede visitar), aunque también a la estación de metro de Chamberí. Tras salir de los pasillos llegamos al patio que está rodeado por diversos pabellones de estilo modernista, dentro de los pabellones, las paredes y los techos del interior eran lo más llamativo. Había una sala con una exposición explicativa muy estilo “steampunk”, que reproducía imágenes en la pared de la sala. Había también otros pabellones con el mobiliario que tuvo en determinada época: las camas, los radiadores, las sillas del solárium, etc. En todas las salas había paneles explicativos por lo que podías ver la fotografía de la época y la imagen actual. Todo muy bien conservada. Y la verdad es que no pudimos visitar mucho más tranquilamente porque nos avisaron que cerraba en cinco minutos (en inglés, para no variar en la costumbre que cuando voy de turismo por Barcelona siempre me hablan en inglés) así que rápidamente me llevaron a la parte final del lugar que es la más llamativa por la decoración de sus techos y paredes, una explosión de detalles coloridos en columnas, vidrieras, ventanas y paredes. Aunque fue una vista rápida porque no nos esperamos que a las siete cerrara el lugar. Si no tienes problemas de dinero, es un lugar recomendable de visitar. Cuando salimos me llevaron hasta la Sagrada Familia para coger el metro y de ahí al barrio gótico de Barcelona y las Ramblas, por aquí ya había estado varias veces así que, aunque hacía tiempo desde la última vez, todo me sonaba. También me acercaron al Palau de la Música, tanto el el Palau de la Música y el Hospital de Sant Pau son obras del arquitecto Lluís Domènech i Montaner, que os sonara de nombrarlo en alguna entrada de Canet de Mar, y son patrimonio de la Unesco. Ambos lugares son claro ejemplo de la arquitectura modernista de la época y que a uno le deja tan encantado, porque es muy rico en decoración y color, junto con originalidad. Y cuando buscábamos donde cenar algo (sí, comencé a las tres y media de la tarde y acabé cenando) nos pillo en medio de Via Laietana (me acuerdo del nombre por mi trabajo, no creáis), que estaba cerrada por las fiestas y llena de gente, los fuegos artificiales de las Fiestas de las Mercé con la brillante luna al fondo. Y de aquí acabamos comiendo en un bar de estilo modernista junto a una antigua parada de metro, para acabar la noche cenando unos bocadillos. Tarde en buena compañía visitando lugares turísticos.

Visita: Septiembre 2018

Mis imágenes: Álbum España 

Información para viajar: Pendiente

Museo Maritimo de Barcelona 1918 - España

Museo Marítimo Barcelona 1918

Como comentaba, aprovechando las fiestas de la Merce y el centenario del Pailebot Santa Eulalia el museo Marítimo de Barcelona organizó unas jornadas de puertas abiertas y allí nos encontrábamos nosotros, viajeros del tiempo del 1918 que vagabundeaban por el museo como fantasmas. Por la tarde había bastante gente (por la mañana estuve en el puerto marítimo), y varios se animaron a preguntarnos porque íbamos así vestidos, y ya nos distendimos sobre el centenario del velero, que se podía ver dentro del museo, y sobre la visita de la infanta durante las fiestas, y la gripe que se extendía por todo el mundo y que los periódicos le daban el nombre de gripe española. Que hablando sobre la gripe de 1918, en el jardín alguna dama necesitó ser abanicada tras el calor pasado dentro del museo, las malas lenguas dicen que seguramente tiene la gripe. Dado que yo no había estado nunca en el museo a parte de pasear por el lugar nos metimos dentro para verlo con detalle, de forma que así no solo yo lo visitaba, sino que así los visitantes que estaban por dentro también nos veían y podían interactuar con nosotros. La cosa es que había bastantes chinos, y con el chino todavía no nos hemos puesto en el 1918. Dentro del museo se puede ver la réplica de un barco con todo los detalles de marquetería muy cuidados, aunque tal vez por la madera el calor dentro del museo era peor que fuera, y había una humedad agobiante que hizo que alguna señora levantara sus faldas, todo un escándalo como iba enseñando pierna. Siguiendo por el museo visitamos la antigua escuela donde nos pusimos en plan niños, como de costumbre, una exposición de playa con caracolas de mar donde oír las cartas de los niños de la escuela. Por aquí arriba no había mucha gente por lo que no hubo muchas preguntas o fotografías requeridas, pero una vez abajo seguimos con nuestro paseo. En el jardín liamos un poco a un argentino y su compañero que hablaba inglés pero que no sé de dónde sería. No sé cómo acabé hablando con ellos cuando yo le interactuar con la gente más bien poco pero estaba muy en el papel, y cuando sus preguntas extendieron mis conocimientos (sobre quien construyó el pailebot) llamé pidiendo ayuda Mercé que tenía unas fotografías de ese año de Barcelona en fiestas y había estudiado más el tema, pero a los pobres los liamos porque le preguntaron donde se construyó el velero y Merce le dijo que en Zaragoza, yo me quedé sorprendida y ellos muy majos parecieron curiosos, como nos hicieron caso y entraron al museo se acabaron enterando bien de la historia (Merce fue a buscarlos para comentarles que lo de Zaragoza se lo había inventado pero ellos ya lo habían leído en los paneles del museo). También a la salida del museo pude ver los gigantes que habían sacado fuera por las fiestas (por la mañana estaban dentro del museo), por la tarde hubo varias personas que nos preguntaron por la exposición, al parecer no debe ser habitual verlos porque había bastante gente interesada, lo bueno es que yo pude verlos. Fue un día muy completo, aunque hay que reconocer que con tanto paseo y calor, el día resulto agotador.

Visita: Septiembre 2018

Mis imágenes: Álbum de Recreaciones España

Información para viajar: Museo Marítimo Barcelona

El Pailebot Santa Eulalia en 1918, Barcelona - España

Pailebot Santa Eulalia 1918

Con motivo del centenario de la construcción del pailebot Santa Eulalia el museo marítimo de Barcelona realizaba unas ornadas de puertas abiertas que aprovechamos para ir celebrar vestidos como en la época 1918. Quedamos todos en el Museo Marítimo, por si alguno se quería vestir ahí en vez de ir vestido en coche o en metro, como yo (los niños me llamaban Mary Poppins). Debido a que el Museo Marítimo está junto a la estatua de Colón ( y a que soy mega puntual y estuve como media hora antes) pude ver desfilar a la caballería (cosas de las fiestas de la Mercé). Nos acercamos al puerto marítimo para subir al velero y estar con la gente que subía a ver al velero y que también se interesaba por nosotros porque el día era caluroso y con todas las capas de ropas y sombreros que llevábamos se presenciaba algún desmayo. Pero en esta época no creáis que solo las señoras iban cubiertas con sus faldas largas, sus blusas hasta el cuello y sus sombreros (la duda más generada era si llevábamos corsé debajo de la ropa, y si, era la respuesta), el caso es que los caballeros con su camisa, chaleco y chaqueta también debían pasar calor. El velero es pequeñito, no se puede ver el interior pero si pasear por su borda, y coger el timón o apoyarse en los barriles para aferrarse a las cuerdas y ver la vista del puerto, con sus barcos entrando y saliendo. Además de estar en el velero también estuvimos fuera paseando por el paseo marítimo y haciéndonos fotos con todos los turistas que nos lo pedían (muchos chinos) durante la batalla de embarcaciones. Un grupo de franceses recreaban algo parecido a los torneos medievales en los que van a caballo con las lanzas y quien cae tras el encontronazo pierde. En este caso los marineros iban en las barcas con una persona a proba con una laza y un escudo para encontrarse con otra embarcación igual y quien caía al agua perdía. Aunque con el calor que hizo este día casi todos querrían tirarse al agua. Un espectáculo interesante, si vuelve a hacerlo recomiendo que os acerquéis, yo vi a mucho turista más que foráneo, no sé si porque había otras actividades de las fiestas más interesantes o porque Barcelona en sí es un enjambre de turistas (no sé, no tenía la guía de actividades) aunque en 1918 la infanta fue a ver las fiestas de la Merce de Barcelona.

Visita: Septiembre 2018

Mis imágenes: Álbum de Recreaciones España

Información para viajar: Museo Marítimo Barcelona

IX Rally Internacional de Autobuses Clásicos de Barcelona - España

IX Rally Internacional de Autobuses Clásicos de Barcelona

Como ya avisé en la página de facebook del blog el fin de semana se celebraba el Rally de autobuses clásicos de Barcelona. El sábado por la tarde era la inauguración de la exposición de autobuses clásicos en la avenida María Cristina de Barcelona, junto a la plaza de España, y el domingo empezaba el rally. Ya tenía pensado ir a echar un vistazo, porque tenía muy buena pinta, pero además me enteré que iba el grupo Naitilus, que son un grupo de recreadores que iban a ir de vestidos de los años 30-40. Y claro, no es lo mismo ver la exposición de autobuses antiguos que verlos con gente vestida como en la época. Le da otro color a la exposición. Y además los recreadores disfrutan con el lugar, que tiene el ambiente necesario para lucir sus trajes de época. Es decir, que son eventos hechos el uno para el otro. Tenía pensando llegar apenas un par de horas antes de la exposición, pero cuando llegué a la estación vi que todos los trenes con destinos Barcelona iban con retraso, afortunadamente no tenía prisa, pero no resulta de ser curioso que cuando voy a Barcelona es algo habitual. Me encontré con Vany del Grupo Nautilus. Vany y su grupo me aceptaron para acompañarles vestidos de época a la exposición. Vany es una persona maravillosa y fue como una gallina con sus polluelos, me arropó todo el fin de semana, y la gente que conocí era muy maja, y así da gusto ir a cualquier sitio. Pero dejando a un lado las personas, que sé que normalmente no leéis las entradas por las personas sino por los lugares, volvamos a la exposición del rally de autobuses clásicos. El sábado solo estaba la exposición, y el domingo estaba la exposición de los autobuses clásicos que tomarían parte de la salida del Rally, para luego a las 11:00 comenzaría el rally que llega a Caldes de Montbui por la tarde. El domingo tenía otros planes, pero bien podía disfrutar de la exposición ese sábado tarde. Y lo mismo debió pensar mucha gente, porque durante el tiempo que estuvimos hubo una amplia afluencia de público. El recorrido de la exposición comienza con algún coche y autobús antiguo, y luego va avanzando en los años, de forma que los autobuses son más modernos a medida que uno avanza. Aunque es una exposición de autobuses se pueden ver algún coche o carruaje, para dar muestras del inicio de la automoción que luego nos llevaría a los autobuses modernos. Como una no entiende de coches había que leer los carteles para saber de qué época eran y obtener algo de información al respecto, aquí mi única pega es que los carteles no estaban más que en catalán, que yo lo entiendo pero ¿y todos los demás turistas?, cuando viajamos solemos esperar encontrar algo más que el idioma del lugar pero luego olvidamos hacer lo propio en casa. Todos los autobuses eran muy coloridos y llamativos. Si además le añadimos a los recreadores, la estampa era un viaje al pasado. A la gente le gustó mucho vernos vestidos de época, lo que deduzco por la cantidad de fotografías que pidieron hacerse. allá donde íbamos, allá que nos rodeaba la gente. Y un propietario nos dejó subir a su autobús y descubrir que no era nada sencillo en épocas pasadas viajar en ese tipo de transporte, desde fuera parecía que iba a comenzar un rally de la época cuando veías a todos los recreadores subidos al autobus. Una exposición interesante y entretenida para pasar un ratito diferente una tarde de sábado.

Visita: Junio 2018

 Mis imágenes: Álbum de Recreaciones varias épocas

 Información para viajar: Pendiente

Barcelona - España

Barcelona

Nuestro objetivo del fin de semana en Barcelona era: visitar al Sagrada Familia pro dentro, y pasar por el bar el bosque de las hadas. Escogimos un hotel con oferta desde su web que nos daba una botella de agua grande (que nos subieron a la habitación) y dos copas de cava. El viernes después de trabajar llegamos demasiado cansadas para hacer nada, ni siquiera para salir a cenar fuera. Al día siguiente desayunamos en la pastelería bocatería junto al hotel y en tres paradas de metro llegamos a la sagrada familia, eran poco más de las nueve de la mañana y ya había fila en la zona de individuales (que está por la zona de atrás, al puerta de la pasión) pero lo cierto es que la cola pasaba bastante rápido. Aprovechamos el descuento del libro del bus turístico y entramos dentro. Justo nada más entrar encendí y la cámara y plaf, se me apagó, lo volví a intentar con el mismo resultado, no me lo podía creer, no se me encendía. Justo después de haber pagado y entrar no tenía cámara. Menso mal que la tecnología de hoy en día es una maravilla y tenía el móvil, que no hace las fotos igual pero que me sirvió algo dado que nunca había entrado a la sagrada familia (que sigue sin estar terminada) y para una vez que entro, va y la cámara se muere, que desesperación. En fin, al menos tenía el móvil, que no es lo mismo pero, podría haber sido peor. Entramos, como decía, por la puerta de la pasión y nos quedamos embobadas como una media hora solo en la misma entrada, sin avanzar. Es preciosa por dentro, vale muchísimo más, y eso que no está acabada. La iluminación y colores que dan las vidrieras, las figuras en lo alto con su simbología, las columnas como largas plantas tan altas, las flores, la naturaleza hecha catedral, con las figuras de colores que representan a los apóstoles en los medallones de las columnas, en fin, todo precioso. Finalmente anduvimos y fuimos avanzando por la catedral, viendo desde todos los ángulos la iglesia, con el triangulo dorado de la santa trinidad al fondo, el raro san Jorge en una de las puertas, y así hasta salir a ver la puerta de la natividad de cerca, donde no encontramos la dichosa serpiente que decía el audio guía, visitamos el pequeño claustro donde si vimos la bomba de mano pero no al monstruo marino de la audio guía. Y luego está el museo, las maquetas, los dibujos, la cripta donde está enterrado Gaudí, al final salimos después de unas 3 horas, pero podíamos haber estado mucho más tiempo. Al menos el gasto está más que aprovechado, muy bien amortizado. Una vez salimos bajamos a la plaza Catalunya para comprar lotería de navidad, parada obligatoria para mi familia, y de ahí paramos por un bar de las ramblas y mientras tomamos un aperitivo decidíamos donde comer y que hacer ya que habíamos cumplido con uno de los requisitos de la visita. El bar del bosque de las hadas al que ya había estado yo, aunque no mi amiga, esta junto al museo de cera y como abrían el domingo y teníamos también descuento, dejamos las dos cosillas para el domingo. Y mirando el folleto de descuentos para ver que podíamos gastar vimos el bar de hielo, el icebarcelona, el primer bar de hielo del mundo en una playa. Así que decidimos ir, bajamos andando desde plaza Catalunya hasta la Barceloneta parando por la catedral gótica, para echarle un vistazo, luego nos metimos por el barrio que nos llevó a la catedral de santa María del mar, y de ahí nos desviamos para ir hacia el puerto, como hacia una tarde tan calurosa para ser noviembre el paseo estaba lleno de gente paseando, tomando algo, músicos tocando, dejando a un lado los barquitos bajamos por el paseo marítimo disfrutando de la vista del mar muy tranquilo hasta la playa de la barceloneta, bajando abajo donde los bares de la playa está el bar de hielo, por fuera es un bar normal, por dentro es todo de hielo, te dan un abrigo y guantes y en la entrada entra también una bebida de vodka con algo. Había una figura de hielo de la sagrada familia y un oso, estuvimos poco tiempo, justo para hacer fotos y beber el vodka, estábamos a -15 grados. El vaso, por supuesto, como la barra del bar, también era de hielo. Cuando salimos regresamos al hotel a descansar, cambiarnos y bajar al bar a tomar esas dos copas de cava antes de salir a nuestro siguiente recorrido: recorrido por las luces navideñas de Barcelona. Resulta que había salido en las noticias que en Barcelona habían querido adelantar las navidades y era la primera ciudad española que inauguraba sus luces navideñas, así que nos hicimos un recorrido por las bonitas porque eran muy originales, luces navideñas. Como hacia tan bueno y no parábamos de ver a gente comiendo helado nos cogimos un helado y nos hicimos fotos bajo las luces navideñas, los arboles como cerezos en flor pero que son todo luces tomando helado (hacia demasiado calor para ser noviembre) y vimos un poco a los patinadores en la pista de hielo de la plaza Catalunya, y así recorrimos de nuevo toda la ciudad a pie, de luz en luz. Al día siguiente salimos hacia las Ramblas, había bastante gente paseando y haciendo fila en la lotería (que aunque era domingo estaba abierta), y en una plaza adyacente a las ramblas había un mercado de monedas antiguas. Entramos al museo de cera, yo más que mi amiga, que le dio miedo la iluminación y ambiente del lugar y tuvimos que empezar por el final. La señora de la entrada fue muy maja porque podía haber dicho, tu compraste la entrada ahí te quedas si no puedes pasar de la entrada (a oscuras y con ruido de truenos), luego, en un callejón al lado del museo de cera está el bar El bosque de las hadas, aunque solo se ve una peor bueno, es pequeño pero chulo de ver mientras se toma algo.
Visita: Noviembre 2012

Mis imagenes: aqui

Información para viajar:Pendiente

Transporte en Barcelona

Para moverse por Barcelona hay varios métodos de transporte, que combinados son la red de transporte más completa.

Mapa del metro
Metro

Bus

Bus Nocturno

Tranvia

Bus turistico

El Bus turistico: Hay tres rutas.

Ruta azul: Güell
Desde Plaça Catalunya hasta el MACBA pasando por el Passeig de Gràcia, Sagrada Família, Gràcia, Park Güell, el Tibidabo, Pedralbes y el estadio del Futbol Club Barcelona

Ruta verde: litoral
Desde el Port Olímpic a Poblenou pasando por el Fórum y disfrutando de las mejores vistas de las playas de la ciudad.

Ruta roja: Gotico
Desde Plaça Catalunya hasta el Parc de la Ciudadella, pasando por el Passeig de Gràcia, la Diagonal, la Estación de Sants, Montjuïc y el Port Vell.

Inicio del servicio: entre las 9 y las 9:30 en la mayoría de paradas Últimas salidas: 19h en invierno - 20h en verano. Ver horarios en las paradas. Frecuencia: entre 5 y 25 minutos según temporada.

Precio Adulto 24 € 1 día 31 € 2 días Consecutivos
Precio Infantil 4-12 años 14 € 1 día 18 € 2 días Consecutivos
0-3 años: gratis. .

Barcelona - España

Barcelona
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El camino en bus de Zaragoza a Barcelona no tuvo nada resaltable. Llegué a su hora y sin ningún contratiempo reseñable. Resultó que el apartahotel que habíamos reservado estaba muy cerca de la estación del norte de Barcelona, donde paraba el bus. Así que mi amiga me vino a recoger y fuimos andando hacia el hotel. Hacia buen día pero no excesivo calor. La zona estaba en parte en obras pero el metro funcionaba así que como íbamos a hacer turismo ya teníamos solucionado el tema del transporte. El jueves ya no salimos, nos hicimos la cena y aprovechamos para planificar el resto de días. Muchos planes por hacer de los cuales nos pusimos dos objetivos: la sagrada familia y el parque Gúell. El resto, sí, queríamos ver y hacer más cosas, pero si no salían no pasaba nada. Para otro fin de semana. El viernes nos levantamos a las ocho de la mañana para salir a comprar. Nos resulto curioso la cantidad de gente que había en el supermercado a la nueva y media. Normalmente por nuestros barrios la gente va al supermercado pro las tardes y no a primerísima hora de la mañana. Cuando ya habíamos recogido la compra e íbamos a salir hacer nuestra ruta turística el novio de mi amiga nos pidió si íbamos con él al Primavera Sound Festival. Lo del festival tiene historia dado que al principio íbamos a ir, pero luego el novio no iba a ir cuando Björk canceló. Pero luego volvió a querer ir y como a nosotras nos mareó, mi amiga y yo decidimos que nosotras íbamos a Barcelona de turismo y él iba a Barcelona al Primavera Sound. Al final salimos más tarde y llegamos en metro a la plaza Catalunya, abarrotada de turistas y de ahí nos dedicamos a ir de tiendas (de tiendas de disco, eso si). En una de las tiendas de la calle tallers a la que quería ir el novio de mi amiga estaban tocando Wilco, un grupo que había tocado el día anterior en el primavera (primavera sound festival) y estaba tan lleno de gente que se quedó con las ganas de entrar. Así que nosotras nos quedamos con las ganas de hacer turismo y él de comprarse discos ahí. Aun así los tres días en Barcelona fueron bastante provechosos, aparte de la mañana de compras, después de ir al apartahotel y comer caminamos pro el litoral viendo la playa (ninguna tenia pensado ir expresamente a la playa, pero un paseo junto al mar y la arena no hace daño). Y así llegamos al fórum donde se celebraba el Primavera Sound Festival. La tarde-noche la pasamos en el festival, aunque aparte de recorrer tras el novio de mi amiga todos los stands y tiendas del Primavera fuimos solo de dos a tres escenarios. Por un lago empezamos con música de mi tierra, con Bigott, luego Girls, Afrocubism, Christina Rosenvinge, The Cure, interminable el concierto el de estos últimos, cuando parecía que iba a acabar el concierto continuaba y continuaba, fabuloso para los fans de The Cure, para mi amiga que solo se conocía una canción resultó un poquito largo, bueno, solo hay que decir que la única canción que conocía fue la última, pero la ultima, no la penúltima ni de la sultimas, sino la ultima canción que tocó The Cure y dio por finalizado el concierto. Luego vimos The Drums y finalmente The Rapture. A este último grupo no los conocía y me gustaron bastante, mucha energía a esas horas de la madrugada. A las cinco y media de la mañana llegábamos al apartahotel (45 minutos andando desde el fórum de Barcelona) y a las 9 y media de la mañana estábamos saliendo (solo mi amiga y yo) para ir de turismo. Cerca del apartahotel, cinco minutos andando, estaba la parada del bus turísticos (línea verde y roja) la línea verde es la del litoral, pro donde el otro día pro la tarde habíamos estado paseando así que tomamos la línea roja hasta llegar a la confluencia con la línea azul donde cogeríamos el bus que nos llevaría a nuestro primer objetivo: la Sagrada Familia. Y la misma línea nos llevaría al segundo objetivo: el parque Güell. Hay tres rutas de bus turístico en Barcelona. La verde, la roja y la azul. El bus, aun así, es bastante caro, el billete de un día costaba 24 euros. La única ventaja es que te daban un folleto, un taco de descuentos en entradas a diversos sitios y varios cascos. Quiero decir, la primera vez te dan los cascos, pero el resto de veces que subíamos nos volvían a dar cascos aunque enseñábamos el papelito de que ya habíamos comprado el billete. Eso por la mañana, por la tarde ya no, pero así si se rompían tenías de repuesto, o en otro caso tenias para cuando volvieras a casa. El recorrido de la ruta roja hasta que cruzamos con la ruta azul estuvo bastante bien para darle un vistazo general al centro gótico de la ciudad, además de la curiosidad con la que nos queramos (en el bus turístico cuentan las cosas como les da la gana) claro que teniendo en cuenta que éramos las únicas que hablaban español (lo demás eran todo extranjeros) daba igual si inventaban algunas cosas, nadie lo iba a notar. Como decía bajamos de la línea roja y cogimos la azul, muy bien señalizadas, y bajamos en la sagrada familia. Cuando vimos todo el mogollón de gente que había haciendo cola para entrar desistimos de hacerlo. No es porque no nos apeteciera verla por dentro, mi amiga hacia tiempo que no la había visto y yo no lo había hecho nunca (por dentro, por fuera si). El caso es que decidimos que ya que teníamos el descuento para entrar a la sagrada familia (el del bus turístico) en un fin de semana de invierno (que habría menos cantidad de turistas) podríamos ir a Barcelona con ese objetivo. Ese objetivo y el de pasar un rato en el bar del bosque de las hadas (el nombre es en catalán, pero no recuerdo como era) que nos quedo también pendiente en este viaje. Le dimos toda una vuelta la Sagrada Familia, para verla bien por fuera, con los bonitos árboles violetas adornando la parte de atrás, la que tiene una calavera en el muro junto a la cruz y demás. Nos tomamos un refresco (nada caro dada la situación del bar) con vistas a la Sagrada Familia. Y tomamos el bus de la línea azul con dirección al parque Güell. Nos bajamos y seguimos a los turistas, que seguro sabían el camino. Desde la parada del bus hasta el Parque Güell solo es cuestión de subir una cuesta por la que se ve bajar y subir un montón de turistas. Y a medida que te acercas al parque hay más y más tiendas de souvenirs y alimentación (¡¡¡agua!!!! hacia mucho calor). El parque Güell es gratis, una de las pocas cosas con ese nombre en Barcelona, y estaba plagado de gente, vimos las grutas, el lagarto y dimos unas cuantas vueltas. Los balcones están llenos de significado. Un chico explicó al lado nuestro que el banco junto al que estábamos sentadas tenia el nombre de María en latín, yo le eche un vistazo cuando se alejaron (para que no se notara mucho que había estado echando un oído) y no lo vi, pero si es cierto que mi amiga dijo que Gaudí hacia mucho de eso, de hacer cosas sinsentido pero con sentido, solo que había que buscarlo. Una buena vista de la ciudad de Barcelona y retomamos nuestro itinerario recorriendo una buena parte de la ciudad desde el bus turístico. Hay que decir que aunque caro esta muy bien organizado porque cuando había mucha fila venían un autobús tras otro para no tener que esperar mas de 10 minutos al sol entre uno y otro. Pasamos el Tividavo, el Camp Nou, la puerta de unos dragones de un joven Gaudí, y en plaza Catalunya nos bajamos para tomar el metro y regresar al apartahotel a comer. Nada mas comer fuimos de vuelta al bus turístico. Tomamos de nuevo la ruta roja hasta plaza Catalunya viendo la catedra gótica de refilón- ahí bajamos para comprar el billete del bus nocturno. Dado que recomendaban reservarlo decidimos hacerlo porque ya que estábamos de turismo apuraríamos al máximo. Y luego vuelta al bus, esta vez como la ruta azul ya la habíamos completado tomaríamos la roja, con la que solo habíamos llegado hasta Plaza Catalunya, pasando por la catedral, el museo del chocolate (no lo encontramos pero el audio guía dijo que estaba ahí) y la Pedrera y otras casas de Gaudí. Seguimos con la ruta roja viendo la plaza España y Montjuic. Nos bajamos en el mirador de Montjuic para ver la ciudad y la impresionante plaza España. Y continuamos por la zona olímpica, bajamos hacia el puerto y nos acercamos hacia el monumento a Colon, y poco antes de llegar a la Barceloneta nos bajamos para poder volver a la plaza Catalunya dado que se nos iba el tiempo y todavía teníamos que cenar algo antes de coger el bus nocturno. Cenamos de pie, en la fila del bus nocturno, pollo frito comprado en el Kentacky, con un montón de guiris riéndose y mirándonos raro, pero solo teníamos ese tiempo para comer algo, dado que una vez subiéramos al bus no podríamos comer, y llevábamos toda la tarde en el bus turístico. Lo cierto es que así como las rutas del bus turístico de día nos compensaron el gasto, el bus nocturno nos defraudó. La imagen de la plaza De España de Barcelona con el juego de luces de sus fuentes resulta espectacular pero el resto de Barcelona nocturna no es gran cosa desde el bus. Además, nos tocó una guía que estaba en prácticas, y aunque le saludábamos en español ella no se cansaba de hablarnos en inglés. Luego fue una pena que pasáramos por el Arco del Triunfo y dijeran que en unos segundos estaría iluminado y pasado unos minutos y ahí no se encendía nada. Ahí nos dimos cuenta que no hay ni una sola ruta del bus turístico que pase por el Arco del triunfo. Lo que no deja de ser algo bastante curioso. Al día siguiente dimos un pequeño paseo por las Ramblas y la Plaza Catalunya antes de comer y regresar al apartahotel para coger las maletas y tomar el autobús de vuelta a Zaragoza.
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Visita: Junio 2012
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Mis imagenes: Pendientes

Diario 2012: España -Escapadas por España Barcelona

Sali un jueves por la tarde del trabajo, cogí el bus para llegar a Barcelona ya anocheciendo. Resultó que el apartahotel que habíamos reservado estaba muy cerca de la estación del norte de Barcelona, donde paraba el bus. Así que mi amiga me vino a recoger y fuimos andando hacia el hotel. Hacia buen día pero no excesivo calor. La zona estaba en parte en obras pero el metro funcionaba así que como íbamos a hacer turismo ya teníamos solucionado el tema del transporte. 

www.alsa.es/rutas/zara... celona.htm

El viernes nos levantamos a las ocho de la mañana para salir a comprar. Nos resulto curioso la cantidad de gente que había en el supermercado a la nueva y media. Cuando ya habíamos recogido la compra e íbamos a salir hacer nuestra ruta turística el novio de mi amiga nos pidió si íbamos con él al Primavera Sound Festival. Al final salimos más tarde y llegamos en metro a la plaza Catalunya, abarrotada de turistas y de ahí nos dedicamos a ir de tiendas (de tiendas de disco, eso si). En una de las tiendas de la calle tallers a la que quería ir el novio de mi amiga estaban tocando Wilco, un grupo que había tocado el día anterior en el primavera sound festival y estaba tan lleno de gente que se quedó con las ganas de entrar. Así que nosotras nos quedamos con las ganas de hacer turismo y él de comprarse discos; una mañana poco productiva.

Después de comer fuimos caminamos por el litoral viendo la playa. Y así llegamos al fórum donde se celebraba el Primavera Sound Festival. La tarde-noche la pasamos en el festival, aunque aparte de recorrer tras el novio de mi amiga todos los stands y tiendas del Primavera fuimos solo de dos a tres escenarios. Por un lado empezamos con música de mi tierra: con Bigott. Luego Girls, Afrocubism, Christina Rosenvinge, The Cure, interminable el concierto el de estos últimos, cuando parecía que iba a acabar el concierto continuaba y continuaba, fabuloso para los fans de The Cure, para mi amiga que solo se conocía una canción resultó un poquito largo, bueno, solo hay que decir que la única canción que conocía fue la última, pero la ultima, no la penúltima ni de la sultimas, sino la ultima canción que tocó The Cure y dio por finalizado el concierto. Luego vimos The Drums y finalmente The Rapture. A las cinco y media de la mañana llegábamos al apartahotel (45 minutos andando desde el fórum de Barcelona) y a las 9 y media de la mañana estábamos saliendo para ir de turismo (¡¡¡¡por fin!!!!). 




Cerca del apartahotel, cinco minutos andando, estaba la parada del bus turísticos (línea verde y roja) la línea verde es la del litoral, por donde el otro día pro la tarde habíamos estado paseando así que tomamos la línea roja hasta llegar a la confluencia con la línea azul donde cogeríamos el bus que nos llevaría a nuestro primer objetivo: la Sagrada Familia. Y la misma línea nos llevaría al segundo objetivo: el parque Güell. Hay tres rutas de bus turístico en Barcelona. La verde, la roja y la azul. El bus, aun así, es bastante caro, el billete de un día costaba 24 euros. La única ventaja es que te daban un folleto, un taco de descuentos en entradas a diversos sitios y varios cascos. Quiero decir, la primera vez te dan los cascos, pero el resto de veces que subíamos nos volvían a dar cascos aunque enseñábamos el papelito de que ya habíamos comprado el billete. Eso por la mañana, por la tarde ya no, pero así si se rompían tenías de repuesto, o en otro caso tenias para cuando volvieras a casa. 

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El recorrido de la ruta roja hasta que cruzamos con la ruta azul estuvo bastante bien para darle un vistazo general al centro gótico de la ciudad, además de la curiosidad con la que nos queramos (en el bus turístico cuentan las cosas como les da la gana) claro que teniendo en cuenta que éramos las únicas que hablaban español (lo demás eran todo extranjeros) daba igual si inventaban algunas cosas, nadie lo iba a notar. Como decía bajamos de la línea roja y cogimos la azul, muy bien señalizadas, y bajamos en la sagrada familia. Cuando vimos todo el mogollón de gente que había haciendo cola para entrar desistimos de hacerlo. No es porque no nos apeteciera verla por dentro, ninguno de las dos la habiamos visto por dentro, siempre por fuera. El caso es que decidimos que ya que teníamos el descuento para entrar a la sagrada familia (el del bus turístico) en un fin de semana de invierno (que habría menos cantidad de turistas) podríamos ir a Barcelona con ese objetivo. Ese objetivo y el de pasar un rato en el bar del bosque de las hadas (el nombre es en catalán, pero no recuerdo como era) que nos quedo también pendiente en este viaje. Le dimos toda una vuelta la Sagrada Familia, para verla bien por fuera, con los bonitos árboles violetas adornando la parte de atrás, la que tiene una calavera en el muro junto a la cruz y demás. Nos tomamos un refresco (nada caro dada la situación del bar) con vistas a la Sagrada Familia. 




Y tomamos el bus de la línea azul con dirección al parque Güell. Nos bajamos y seguimos a los turistas, que seguro sabían el camino. Desde la parada del bus hasta el Parque Güell solo es cuestión de subir una cuesta por la que se ve bajar y subir un montón de turistas. Y a medida que te acercas al parque hay más y más tiendas de souvenirs y alimentación (¡¡¡agua!!!! hacia mucho calor). El parque Güell es gratis, una de las pocas cosas con ese nombre en Barcelona, y estaba plagado de gente, vimos las grutas, el lagarto y dimos unas cuantas vueltas. Los balcones están llenos de significado. Un chico explicó al lado nuestro que el banco junto al que estábamos sentadas tenia el nombre de María en latín, yo le eche un vistazo cuando se alejaron (para que no se notara mucho que había estado echando un oído) y no lo vi, pero si es cierto que mi amiga dijo que Gaudí hacia mucho de eso, de hacer cosas sinsentido pero con sentido, solo que había que buscarlo. Una buena vista de la ciudad de Barcelona y retomamos nuestro itinerario recorriendo una buena parte de la ciudad desde el bus turístico. Hay que decir que aunque caro esta muy bien organizado porque cuando había mucha fila venían un autobús tras otro para no tener que esperar mas de 10 minutos al sol entre uno y otro. Pasamos el Tividavo, el Camp Nou, la puerta de unos dragones de un joven Gaudí, y en plaza Catalunya nos bajamos para tomar el metro y regresar al apartahotel a comer. Nada mas comer fuimos de vuelta al bus turístico.




Tomamos de nuevo la ruta roja hasta plaza Catalunya viendo la catedra gótica de refilón- ahí bajamos para comprar el billete del bus nocturno. Dado que recomendaban reservarlo decidimos hacerlo porque ya que estábamos de turismo apuraríamos al máximo. Y luego vuelta al bus, esta vez como la ruta azul ya la habíamos completado tomaríamos la roja, con la que solo habíamos llegado hasta Plaza Catalunya, pasando por la catedral, el museo del chocolate (no lo encontramos pero el audio guía dijo que estaba ahí) y la Pedrera y otras casas de Gaudí. Seguimos con la ruta roja viendo la plaza España y Montjuic. Nos bajamos en el mirador de Montjuic para ver la ciudad y la impresionante plaza España. Y continuamos por la zona olímpica, bajamos hacia el puerto y nos acercamos hacia el monumento a Colon, y poco antes de llegar a la Barceloneta nos bajamos para poder volver a la plaza Catalunya dado que se nos iba el tiempo y todavía teníamos que cenar algo antes de coger el bus nocturno. 





Cenamos de pie, en la fila del bus nocturno, pollo frito comprado en el Kentacky, con un montón de guiris riéndose y mirándonos raro, pero solo teníamos ese tiempo para comer algo, dado que una vez subiéramos al bus no podríamos comer, y llevábamos toda la tarde en el bus turístico. Lo cierto es que así como las rutas del bus turístico de día nos compensaron el gasto, el bus nocturno nos defraudó. La imagen de la plaza De España de Barcelona con el juego de luces de sus fuentes resulta espectacular pero el resto de Barcelona nocturna no es gran cosa desde el bus. Además, nos tocó una guía que estaba en prácticas, y aunque le saludábamos en español ella no se cansaba de hablarnos en inglés. Luego fue una pena que pasáramos por el Arco del Triunfo y dijeran que en unos segundos estaría iluminado y pasado unos minutos y ahí no se encendía nada. Ahí nos dimos cuenta que no hay ni una sola ruta del bus turístico de día que pase por el Arco del triunfo. Lo que no deja de ser algo bastante curioso. 

Al día siguiente dimos un pequeño paseo por las Ramblas y la Plaza Catalunya antes de comer y regresar al apartahotel para coger las maletas y tomar el autobús de vuelta a Zaragoza.

Presentación

Curriculum Viajero - Presentación