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Tuneles de Cu Chi - Vietnam

Tuneles de Cu Chi

Antes de marcharos de regreso a España, vía Doha pero esta vez con una escala de solo una hora, aprovecharíamos el resto de lo que queda de día para visitar los túneles de Cu Chi. No es que haya mucho por ver, pero con guía te cuentan la historia de los combates de guerrillas de los vietnamitas contra el ejercito norteamericano y como tenían construidos su sistema de túneles. Cu Chi es una jungla apartada de la ciudad y gran parte de los túneles ya se había construido durante la época de colonización francesa y los campesinos del Viet Minh, que cultivaban durante día y noche, excavaban la zona para moverse de aldea en aldea sin ser vistos por los colonos. Fue más tarde, durante la guerra de Vietnam con los americanos, que el Viet Cong usó y amplió los túneles para defenderse de forma ingeniosa de su enemigo. Cuando los americanos intentaban penetrar los túneles no sabían el alcance real de la infraestructura y además los vietnamitas tenían trampas para aquellos que no conocieran los túneles no pudiera salir o avanzar. Toda el área de Cu Chi consta de varios kilómetros de túneles, construidos en tres niveles bajo tierra: un nivel a 4 m de profundidad, otro a 6 m y otro a 10m. los niveles se marcaban según el uso de los túneles, ya que se usaban como almacén, vivienda, hospital, escuela, dormitorios, comedor, talleres, etc. Tras contarnos más en detalle la historia de los túneles nos disponemos a caminar por la jungla. La zona quedó devastada después de los ataques del “agente naranja” pero al igual que en Can Gio la vegetación ha vuelto a crecer, aunque en el país todavía conservan personas afectadas por el agente naranja (y por lo que recomiendan no tomar el agua del grifo ni para lavarte los dientes). Lo primero que vemos es algunas de las trampas que usaban los Vietcong por la selva, luego nos acercan a uno de los agujeros de entrada a los túneles, ensanchado para turistas, pese a ello es lo suficientemente estrecho para que le digamos al guía que no vamos ni a intentarlo (lo ensancharon para que el turista se haga la foto entrando al agujero, pero a nosotras no nos van a caber mas que las piernas y para hacernos la foto sentadas en el suelo como que pasamos). Luego pasamos por montículos de tierra que se usaban para confundir a los americanos, ya que a veces eran entradas a los túneles, pero muchas otras veces eran cúmulos de bombas. Por el camino entre la jungla vamos viendo diferentes entradas a los túneles y llegamos a una zona donde nos muestran, bastante deprisa, las diferentes trampas que ponían los vietnamitas para herir, mutilar o matar a los norteamericanos. Luego vamos a una sala de túneles (abierta) donde muestran como se preparaban las armas de combate, y de aquí vamos a una zona más abierta con tanques de combate y pájaros moviéndose libremente en los árboles. Aquí hay un campo de tiro para los turistas que quieran disparen armas de la época de la guerra, el guía dice que no nos ve que nosotras tengamos interés (y efectivamente acierta), y ya marchamos a uno de los varios túneles ensanchados para turistas que hay para entrar tras un vietnamita con linterna y recorrerlos. Al inicio pude recorrerlo sin problema agachada pero mi amiga tuvo que ir a cuatro patas porque sino se quedaba atascada, lo que si es cierto es que yo no pude casi seguir el ritmo del vietnamita y por eso no tengo apenas fotos, entre la oscuridad y el correr tras el vietnamita pues no me daba. Después de la experiencia de los túneles pasamos por un lugar donde estaban haciendo sandalias con el caucho de las ruedas y con formas al revés para que el enemigo no sea hacia donde se dirigen o de donde vienen, como en la guerra. Y para terminar pasamos por las cocinas y vimos el sistema que inventaron para que el humo de la cocina no subiera a la superficie y los detectaran. También al salir proyecta un documental pero el guía nos lo pasó para verlo en youtube y así no estábamos ahí viéndolo cuando podíamos hacerlo en cualquier otro momento o lugar. Muy listo el guía ya que lo interesante no es ver un video que puedes ver en tu casa. Y de aquí nos llevaron al aeropuerto para regresar a España.

Visita: Noviembre 2023

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Can Gio - Vietnam

Can Gio

Nosotras nos quedamos en Saigon otra noche para poder hacer una excusión que, no he encontrado en blog de viajeros en español, pero que en cuanto la vi supe que nos iba a gustar, y la verdad es que es uno de los tours que más nos gustó. Además, fueron muy atentos porque, aunque teníamos recogida a las ocho de la mañana, el día anterior me escribieron un wasap para ver si nos importaría retrasar la recogida a las nueve o nueve y media porque del parque le habían dicho que la marea no subía hasta el mediodía y no se podía ir en la barca. Como no teníamos problema alguno ya que hacíamos noche en Saigon dijimos que sin problema y salimos sobre las nueve del hotel. Nuestro tour era por los Manglares de Can Gio, un parque natural que solo pro los manglares sabía que me iba a gustar ya que me enamoré de ellos en mi viaje por Langwaki (Malasia). Mi amiga en cambio no había podido disfrutarlos ya que en Mexico que también había casi no los pudimos ver porque el parque natural estaba bastante sucio y casi desaparecido para el turismo. Hay varios tipos de tours, ya que en el parque natural hay muchos sitios para visitar, el lugar es tan grande que se podrían pasar dos días viéndolo. Nosotras pasamos el día visitando los lugares que elegí leyéndome muchos tours hasta escoger lo que quería hacer, eso sí, todo naturaleza; plantas y animales. Si no te gusta la naturaleza entonces no te llamara la atención. Si te gusta vale más la pena que otros sitios de Saigon. Así que nos recogieron y salimos por carretera camino al ferry de Bihn Khanh.el día anterior en la excursión al delta del Mekong nos dijeron que se podía cruzar el río pro ferry o por el puente que atravesamos y con el que se había ganado mucho tiempo. Para ir a Can gio hay que cruzar en ferry, antes de llegar siquiera a ver el río ya hay una caravana de coches y un paso para las motos. Los empleados del ferry se acercan a los coches para cobrar el peaje y va tan lento que el guía aprovecho para salir y comprarse algo y volvió justo cuando ya nos habían cogido el ticket y estábamos esperando que el ferry volviera del otro lado para entrar. Una vez entró el coche y el ferry salió bajamos del coche para ver el ferry y las vistas desde arriba, porque del ferry había poco que ver, era un ferry vietnamita para cruzar de un lado al otro, nada de lujos por aquí, pero unas buenas vistas del río. El recorrido es cortísimo y en seguida estábamos en el coche, y como la marea subía tarde primero nos dirigimos a la isla de los monos. Este lugar esta plagado de monos de pequeños a grandes, el coche aparcó lo más lejos posible porque aún así los monos se subían a los coches. El guía cogió un palo y le dio a mi amiga otro palo, para mantener alejado a los monos, también le hizo quitar las gafas, aunque sin ellas no ve, pero fue tajante en que tenía que quitarse las gafas. La verdad es que fue una suerte que le hiciera caso, una de las parejas con las que estuvimos en Sapa también fue a la isla de los monos y ella o no hizo caso al guía o el guía no se lo dijo ero un mono le quito las gafas y le chantajeo con ellas. Tal cual, recuperaron las gafas intercambiándolas por una bolsa de patatas, pero de regalo ella se llevó un arañazo del mono – de cuando se le subió para quitarle las gafas-. El guía nos avisaba “no os pareis”, “no hagáis contacto visual”, vamos, que estaba mas que claro que no eran lso animales más mansos del mundo. Aún asi nos ofrecio si queríamos comprar dulces y darles de comer, mi amiga si lo hizo porque le encantan los bichos, en general, a mi todo animal es un bicho, bonito pero mejor lejos y más estos monos salvajes que hasta le tiraron del pelo cuando ella les dio comida. El guía me preguntó si yo no quería darles comida y le dije que no, y pregnto que si tenia miedo le dije que a mi me gusta el paisaje, las plantas..y a mi amiga lso animales más. Pero vamos, mas que miedo es que a saber que teniaan esos monos, aparte de ser chantajeadores (estaban rodeados de objetos de turistas) y abusones (vi como un guía tuvo que darle con un palo a uno para que se le bajara de la espalda de un turista). Donde están los monos hay un puente que te lleva a una zona donde hay cocodrilos, casi no los vemos porque estaban escondidos en el barro. Normalmente por ahí no se acercan lso monos pero había alguno que jugaba a saltar por las ramas altas, burlándose de los cocodrilos. Al volver el guía nos señalo que los monos de ahí eran diferentes a los que habíamos visto mas adelante porque hay varios grupos de monos y que cada grupo tiene un líder, cuando nos lo dijo nos fijamos y efectivamente las cabezas de los monos eran distintas entre ellos, el guía dijo bromeando que habían ido a diferentes peluqueros. Tras la isla de los monos nos dirigimos al embarcadero para coger una lancha que nos llevaría pro el río a través del parque de un sitio a otro de la visita. El guía nos ofreció elegir cuando comer si pronto o tarde, porque sabia que los extranjeros comemos mas tarde. Después de tantas semanas en vietnam a nosotras nos daba igual, pero al final comimos al final del tour y antes hicimos todas las visitas programadas. Mientras esperábamos la lancha en el muelle pudimos ver en el barro (la marea todavía estaba algo baja) a los peces barro y a diferentes cangrejos. Cuando cogimos la lancha esta fue nuestro transporte a través del río Saigon para ir a cada uno de los puntos de visita de esta reserva de la biosfera declarada patrimonio por la Unesco y llena de bosque de manglares. Nuestra siguiente parada en la lancha fue entrar a los manglares para coger una barca de remos que nos llevaría a la laguna de los murciélagos y el estanque de los cangrejos. Este paseo fue maravilloso, entrar en el manglar en una canoa de remos, con solo el silencio roto por el ruido de la naturaleza y los remos al chocar con el agua. El paisaje era precioso, pero además pudimos ver a los murciélagos. Lo que más nos sorprendió no fue verlos de día sino verlos en las copas de los árboles. Nunca habíamos visto algo así. La barquera nos fue señalando y pudimos ver como batían sus alas negras en lo alto de los árboles, pero como creo que ya comenté la cámara se me rompió el primer día y solo podía hacer fotografías con el móvil que a la hora de hacer zoom no tiene muy buena calidad, pero aunque no tenga fotos nuestra vista los vio. Después de esto volvimos sobre nuestros pasos para coger la lancha e ir a pescar cocodrilos. El guía dijo lo de pescar, pero en realidad era dar de comer a los cocodrilos, solo que para ello se usan unas cañas como de pesca. Ahí viven decenas de cocodrilos y cuando llegamso nos subieron a un bote cerrado y nos mandaron al río a pescar cocodrilos. En realidad teníamos seis cañas con pequeños trozos de anguila en la punta y que mostrábamos cerca del agua esperando que se acercara algún cocodrilo. El guía nos aconsejó apuntar entre los ojos y la nariz, y de esa forma mi amiga estuvo jugando engañando a los cocodrilos que se tiraban a por la comida sin poder cogerla, uno incluso se subió a la verja del boto y lo movió, porque son pesados y tienen fuerza. En mi caso solo lo probe una vez, ya he dicho varias veces que los bichos no son lo mío, pero había que probar. Tiene mucha fuerza porque costó bastante que se cortara el hilo de la caña una vez el cocodrilo mordió el anzuelo. La fuerza que hacían cuando se lanzaban pro la comida no tenia nada que ver con lo sigilosos que se movían antes de atacar. De aquí volvimos a dar un corto paseo por el manglar (como me gustan los manglares) y ver como una vez subida la marea el agua cubría buena parte de las raíces de los arboles que a primera hora de la mañana estaban completamente al descubierto. Hay manglares rojos y negros, las raíces de los manglares negros salen del suelo como pudimos ver. De aquí nos dirigimos a comer en un restaurante del parque con un paisaje espectacular, a esas horas solo había una pareja comiendo y nosotras. Y el paisaje era precioso con un pequeño lago y los árboles, pero además fue uno de los sitios donde mejor comí. Tras la comida nos acercamos a la torre Tang Bong donde subimos para tener unas vistas increíbles del parque. Es difícil de imaginar que este bosque fue bombardeado durante la Guerra de Vietnam y luego fue completamente replantado tras la guerra casi por completo. Cualquiera que lo viera ahora no lo diría. Tras disfrutar de las vistas volvimos andando por el manglar hasta el muelle a esperar a que la lancha nos recogiera y nos llevara hasta el coche para tomar el camino de regreso. Volvimos a Saigon contentas con una de las mejores excursiones en Vietnam.

Visita: Noviembre 2023

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Delta del Mekong - Vietnam

Delta del Mekong

Salimos de Saigon dirección al delta del Mekong, el trayecto dura bastante pero el guía nos comenta que desde que crearon un puente para cruzar el río el camino es más rápido que antes. En el camino vimos un accidente de tráfico. El primer accidente, de motos, y con sangre, según el guía llevaban cascos para multas que son cascos solo para evitarse la multa pero que no hacen nada si te caes. Enseguida se nota que estás en el delta porque la vegetación a los lados de la carretera es más verde. El guía nos llevó hasta el embarcadero donde un barco nos esperaba, para llegar ahí tuvimos que ir a través de una antigua fabrica de ladrillos. El guía nos comentó que habían tenido que dejar de trabajar porque se había prohibido, no recuerdo exactamente el motivo de ello. Nos montamos en el barco donde nos ofrecieron agua de coco (me gusta el coco pero no el agua de coco) y zarpamos enseguida. Los barcos del delta llevan todos ojos pintados en la proa, según dice el guía porque así ahuyentan a animales como los cocodrilos haciéndose pasa por animales más grandes. No sabemos si es pro eso o por tradición, pero todos los que vimos tanto en el delta del Mekong como cuando fuimos por Can Gio llevaban los ojos pintados. Tuvimos un paseo por el delta donde ver los palmerales y los diferentes tipos de cocos que existen. El río no solo está amarillo, sino que además está poco limpio, pero hay rinconcito donde el paseo tiene un poco de encanto, tampoco mucho pero no esperaba mucho de esta excursión. Después de un paseo nos pararon en una granja de cocos. Bajamos del barco y recibimos una explicación y muestra de como recolectan los cocos, los abren, secan el coco, se saca la carne y se pasa por varias máquinas hasta que se logra extraer la leche de coco. Luego lo cocinan y elaboran unos caramelos de coco y miel. Mientras algunos se dedicaban a comprar tras la explicación yo me puse a recorrer el lugar, había un sitio con muchas abejas y es que vendían también miel, pero con las abejas pululando por ahí, así como tenían bebidas reconstituyentes hechas con pájaros muertos y serpientes. Algunos del grupo se bebieron un chupito de ese líquido, pero con tanto bicho muerto a saber lo que tiene, hace nombre a la frase de lo que no te mata te hace mas fuerte, no hay duda. Después de ellos nos llevaron a una huerta familiar en la que nos esperaba una degustación de fruta típica del delta con sal y picante y nos acompañaron con música y bailes típicos de la zona para luego pasar la bandeja de propina. De ahí volvimos al barco hasta llevarnos a tierra donde montamos en los coche-moto, en el que montamos salió rapidísimo y se puso en primer lugar, y con esas motos nos llevaron a otro rincón del delta donde nos subimos a unas canoas para dar un paseo por el delta por un canal más estrecho y sin duda más bonito que el gran río. El paisaje era bonito, un canal estrecho rodeado de vegetación tropical. Tras el paseo en canoa nos llevaron andando por los huertos del delta hasta un restaurante en medio de los huertos donde paramos a comer y donde nos dieron lo que llaman “oreja de elefante” que no es más que un pescado de río al que llaman así. Tras la comida volvimos a los mote-coches que nos llevarían de vuelta al autobús para regresar a Saigon.

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Ho Chi Minh (Saigon) - Vietnam

Saigon / Ho chi Minh City

Llegamos a Saigon para visitar la ciudad. Actualmente se llama Ho chi Minh pero su antiguo nombre es Saigon y los de ahí siguen llamándola así, que además evita confundirse con el nombre de Ho chi Minh. Al final el cambio de nombre fue un recordatorio de que el sur perdió la guerra. El primer lugar que visitamos es el Palacio de la Reunificación un lugar imprescindible que visitar en Ho Chi Minh City por los acontecimientos históricos que tuvieron lugar allí ya que su estética es puramente comunista. Cuando llegamos estaba la verja cerrada pero la gente se hizo la típica foto delante. De ahí marchamos al centro más turístico de la ciudad a ver la Catedral de Notre Dame que se encuentra en la Plaza París pero no es igual que la Notre Dame de Paris aunque fue construida por los franceses. Es uno de los ejemplos de la época en la que el catolicismo predominaba en la ciudad y fue construida con algunos materiales traídos directamente desde Francia. La fachada principal estaba en restauración por lo que no se podía ver nada, pero si pudimos ver el lateral y lo más destacable es la construcción de ladrillos. Al lado se encuentra el Edificio de Correos que fue diseñado por Alfred-Marie Foulhoux, arquitecto responsable de muchos de los edificios de aquella época y es una de las atracciones más emblemáticas de la ciudad de Ho Chi Minh aunque de su interior antiguo apenas queda la entrada con grandes techos con arcos y pilares de hierro, viejos relojes que mostraban las horas de todo el mundo y un retrato del presidente Ho Chi Minh en la pared y mapas históricos de las líneas telegráficas de Saigón. Andando muy cerca de aquí se encuentra el ayuntamiento. Al igual que los edificios anteriores, el Ayuntamiento destaca por su arquitectura occidental, pero magnifica como un palacio, pero su interior no es visitable. En frente, como recordatorio, una estatua de Ho chi Minhy un paseo hasta una rotonda con una fuente en forma de flor de loto a la que le sigue una gran rambla donde hay de todo lo que puede encontrar en una rambla, karaoke, estatuas, músicos, encantadores de serpientes, etc. Pero girando a la derecha, sin coger la rambla, llegamos al edificio de la Ópera y el famoso Hotel Continental Saigón que fue un edificio de arquitectura colonial Sede de Prensa Internacional durante la Guerra de Vietnam. De aquí volvemos a la rambla para buscar el rascacielos Bitecox. Hay varios rascacielos en Saigón desde donde disfrutar del mirador y sus vistas, pero nosotras nos acercamos al que teníamos más a mano, que era el edificio Bitecox, ya que desde el ayuntamiento habíamos divisado su mirador de 360 grados. De camino hacía allí nos llegó olor a chocolate, pero no conseguimos identificar de qué lugar salía, ahí la bollería es complicada de localizar así que solo pensar en algo dulce nos motivaba, pero al no encontrar de donde salía seguimos nuestro camino hacia el edificio Bitecox. Localizarlo no fue un problema, el encontrar la entrada si porque nosotras viajamos a la vieja usanza, es decir, sin internet así que como no habíamos memorizado la entrada pues llegamos y entramos por donde entraba la gente, pero había dos plantas, en la planta baja el mostrador de información y los tornos de entrada y luego unas escaleras a la planta de arriba. Subimos a la planta de arriba y después d enriar a nuestro alrededor y no encontrar nada usamos el wifi gratis del edificio donde, no sacamos nada en claro, asi que supusimos que había otra entrada. Salimos y dimos la vuelta al edificio, cuando ya pensábamos que no había otra entrada encontramos la entrada directa al mirador. Por supuesto, como todo mirador turístico te toman la fotografía de photocall y luego vamos al ascensor. Según internet el ascensor sube 7 metros por segundo y la verdad es que se nos taponaron los oídos en la subida y llegamos enseguida. El mirador vale la pena, tiene una vista espectacular de la ciudad, aunque de noche podrían reducir un poco los focos de luz porque a veces reflejaban en el espejo. El Skyjack de Saigón en la Torre Financiera Bitexco está en la planta 49. El edificio tiene 68 pisos de altura y está inspirado en el loto, la flor nacional de Vietnam, nosotras le dimos toda la vuelta ya que es circular para tener una vista de 360 grados. En el mirador tienes sitios de photocall y paneles explicativos de los lugares emblemáticos de Saigon que se pueden ver desde la posición donde te encuentres. También encontramos una pequeña exposición de la historia del traje típico vietnamita, el Ao Dai, con diferentes modelos adaptados según las épocas. A nosotras que nos gustan las visitas nos gustó mucho la subida al rascacielos, pero algunos de los españoles con los que coincidimos en tours les parecía muy caro. Nosotras en cambio preferíamos gastarnos el dinero en eso que en ir a los restaurantes vietnamitas a los que iban ellos. Es todo cuestión de gustos. Tras ver el rascacielos bajamos y seguimos buscando de donde nos llegó el olor de chocolate, pero no conseguimos volver a olerlo. Ahí nos encontramos con gente que habíamos conocido en los tours para despedirnos, pero mientras ellos iban a cenar vietnamita nosotras nos fuimos de vuelta al hotel cuando pasábamos por el mercado Ben Thanh, el más conocido de los mercados de Saigon nos tropezamos con los ciegos que estaban en el mismo hotel que nosotras, así que los acompañamos hasta el hotel. El guía había dicho que eran quince minutos, pero yo sabía que eran veinticinco minutos andando con rotonda y giro a la izquierda incluida. Vamos, que fácil no es que era, y menos si no puedes leer los carteles para ver por donde girar o seguir recto como iba haciendo yo. Además, hay que tener en cuenta que ahí no hay acera porque la usan de aparcamiento y cuando no es eso lo usan las tiendas y restaurantes, así que íbamos andando por la carretera, al lado del tráfico y tengo que reconocer que hay zonas con además poca luz. Y por supuesto el tráfico vietnamita tiene otro nivel. En HoiAn el guía nos dijo que ahí no era como en Hanoi que ellos respetaban más los semáforos (excepto el casco antigua el resto son avenidas) y que estaban muy contentos con la empresa española que les llevó los semáforos porque tienen un contador que les avisa cuando se va a poner en verde. Pero en Ho Chi Minh (o Saigon, que voy cambiándole el nombre según me sale) de eso no existe. Pero aunque nos pareció imposible al final llegamos todos sanos y salvos al hotel.Tras un pequeño conflicto la noche anterior para conseguir descubrir a qué hora nos recogían para el tour a los tunes de Cu chi al final conseguimos descubrir que nos recogían a las doce así que teníamos tiempo de sobra para ir andando desde nuestro hotel a la Pagoda del Emperador de Jade, uno de los principales lugares de culto chino que ver en Ho Chi Minh City. En el interior están prohibidas las fotografías así que poco puedo mostrar, pero es una visita que vale la pena. La pagoda está dedicada al dios taoísta, el Emperador de Jade o Rey del Cielo, y es muy diferente a como son el resto de pagodas y templos que visitamos. El camino hasta ahí esta lleno de edificios que lo único que tienen de interesante es la estructura de algunos, siendo el tipo edificio de planta alargada, apenas aceras y gente jugando al go, comprando, comiendo, así hasta llegar a un parque. Justo estaban asfaltando la acera que rodeaba el parque así que giramos y entramos en el parque, con enormes árboles y sus raíces, gente corriendo, jugando al baloncesto, una ciudad normal. Realmente no era mucho tiempo andando, nosotras hemos andado mucho más otras veces, pero con el calor que hacía empezamos a agotarnos y no veíamos el fin (sobre todo al estrés de cruzar las carreteras teniendo en cuenta que aquí las señales de tráfico y los semáforos no valen nada). Cuando ya nos íbamos a dar por vencidas y dar vuelta atrás conseguimos encontrar la calle en la que esta la pagoda. Un par de turistas con un guía salían de ahí. En su entrada encontramos un viejo árbol que extiende sus ramas por toda la terraza, un patio con jardín y al final un estanque con peces. Había leído que también hay un estanque con tortugas, pero no lo vi. Si que antes de entrar al templo vimos una flor de loto florecida y grande. Nos descalzamos y entramos a la pagoda, primero hay como una tienda donde venden comida y bebida para las ofrendas, hasta ahora todo normal, pero luego a medidas que avanzas y llegas a las salas podemos descubrir que tiene muchas diferencias con respecto a los templos visitados. Como no es fin de semana no hay mucha gente, pero aun así nos quedamos calladas observando como ofrecen la comida y echan aceite en las velas como ofrenda, así como impresionadas por las gigantes tallas de madera. Tanto las esculturas como las costumbres de la gente que va a ir nos demuestran que este lugar es más interesante y diferente frente al resto de pagodas. Un lugar único que recomiendo visitar si estás en Saigon. En la pagada del emperador de jade tenemos la sala de los Diez Infiernos representando el sufrimiento que espera a los pecadores en el infierno en tallas de madera y al fondo, el Emperador de Jade, flanqueado por los Guardianes Demonio Gigantes. Hay pasillos que te llevan a más salas, en una estatua de Thanh Hoang, rey de los infiernos, montado en su caballo rojo y otras el salón de las mujeres, donde van las mujeres va a pedir fertilidad. Todo esto lo aprendí antes de entrar a la pagoda ya que fuimos sin guía, pero aún sin explicación el lugar es único. Las tallas de madera y las figuras del lugar impresionan, pero cuando entras a los pasillos y llegas a la sala de las mujeres, ahí también hay tallas, pero lo más curioso (la información la leí después de haber ido y no antes) fue ver a las mujeres orando moviendo las manos como echándose el aire hacia ellas junto a la figura de un caballo y tocando luego una campana. Nuestra suposición, dado que en esa sala había mas mujeres que en las otras salas, es que el motivo de su oración y gestos extraños para nosotras era para la fertilidad (y luego en internet pudimos confirmarlo). Supongo que habrá algunos turistas que harán fotografías, aunque esté prohibido, yo no soy de esas personas, además la gente eran todos creyentes, así que nosotras nos destacábamos mucho (igual en otro día hubiéramos pillado más turistas, pero así aunque más cohibidas se veía todo más real). Tras salir de la pagoda descansamos un rato en el patio de la misma a la sombra, porque hacia un calor horroroso, y finalmente regresamos sobre nuestros pasos para volver al hotel. Y como nuestro hotel estaba cerca de la plaza con la estatua del monje budista que se inmolo pues aprovechamos para ir a ver la plaza y luego regresar para nuestro tour a los túneles.

Visita: Noviembre 2023  

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Hue - Vietnam

Hue

La visita a la ciudad empezó con sus mausoleos en las afueras pero ibamos con bastante tiempo de retraso por ciertas personas del tour, pues los del restaurante no ayudaron mucho entreteniéndose en cobrar. El caso que como nuestro grupo era tan dispar teníamos a dos personas con alergias alimentaria, una de ellas era más fácil decir que podía comer a que no podía comer. Y luego teníamos de nuevo a los ciegos con las mujeres que distinguen formas. El guía se puso a describir el paraje donde estábamos comiendo y está muy bien, pero entre los de las cervezas y la lenta descripción del lugar yo ya estaba atacada de los nervios, me acerque al guía y le pregunte ¿cuesta mucho ver los mausoleos? “si, pero vale la pena, ¿estas cansada amiga?” “no, es que son las tres y media y era por ver si había tiempo”. Y entonces capto la indirecta y llevo al ciego al autobús y llamo a todos los otros (recordemos, los de las cervezas siempre los últimos) para que subieran al bus. Llegamos con el bus al mausoleo de Minh Mang y de repente cuando el guía se va a poner a explicar veo que sigue faltando gente, resulta que en el restaurante se han debido equivocar y le han puesto a una de las alérgicas una sopa con algo que le da alergia y han tenido que volver al bus para buscar la medicina para la alergia. Así que sumamos más retraso al día. Al final el guía explica el mausoleo y nos deja tiempo libre para verlo y quedamos a las cuatro y media en el bus ¿creéis que se cumpliría? Ya os digo yo que no, pero voy a relatar el mausoleo que me relajó hasta que toco regresar, donde volví a estresarme en plan asesino. Pero ya llegaremos a eso. El mausoleo es el lugar de descanso del rey Minh Mang, el segundo rey de la dinastía Nguyen. De los 13 reyes de la dinastía Nguyen, el reinado del rey Minh Mang del país fue considerado el período más próspero y poderoso. Con 142 hijos, Minh Mang es considerado el rey con más hijos en la historia de Vietnam y los vietnamitas guías siempre acaban mencionando algo relacionado con la potencia. El mausoleo está en la montaña y el río, primero entramos en lo que llaman el Dai Hong Mon y alinea las estructuras de la tumba de Minh Mang. El siguiente punto después de Dai Hong Mon es el patio principal, con una doble fila de mandarines, elefantes y caballos. Desde la explanada, los visitantes pueden subir una de las tres escaleras de granito que conducen al Pabellón Bi Dinh. El pabellón de la estela contiene la estela. Siguiendo una serie de patios más allá del pabellón de la estela, encontrará la Puerta Hien Duc que protege el acceso al Templo Sung An, donde se venera la memoria del Emperador y su Emperatriz Ta Thien Nhan. Los patios de Sung An están flanqueados por los templos izquierdo y derecho al frente y los pasillos izquierdo y derecho detrás. Y luego llegamos a un jardín con acceso al río, tres puentes que cruzan el Lago de la Claridad Impecable y otra puerta conducen al Pabellón Luminoso, un pabellón cuadrado de dos pisos con ocho techos. Dos obeliscos flanquean el pabellón Minh Lau, que representan el poder del emperador. El pabellón se levanta sobre tres terrazas que representan tres poderes en el mundo: la tierra, el agua y el mismo cielo. Dos jardines de flores detrás de Minh Lau crean un arreglo floral con la forma de un carácter chino que significa longevidad. Otro puente de piedra cruza el lago en forma de media luna de la Luna Nueva, conectando el camino con una enorme escalera con pasamanos de dragón. La escalera conduce a un muro circular que rodea el sepulcro. Una puerta de bronce cerrada con llave impide el acceso al lugar de enterramiento del emperador. El lugar es un sitio para estar mucho mas tiempo del que estuvimos, para pasear y disfrutar de la naturaleza conjuntada de los ríos como lagos que recorren los arboles y los templos. Pero en vez e pasear con tranquilidad por los jardines regresamos hacia el autobús para poder ver el siguiente mausoleo, porque en verdad este merecía la pena verlo, es tan hermoso. Y esto que estamos volviendo mi amiga y yo al bus y me encuentro al guía con el ciego ¡a mitad de camino del mausoleo! Así que me paro y le digo “¿llegaremos a ver el otro mausoleo” y el guía “si, amiga, ¿por qué?” y señalo mi reloj de muleca diciendo “porque son las cuatro y media y habíamos quedado a las cuatro y media en el bus”. “Gracias amiga” dice el guía y continua. Nosotras marchamos hacia el bus, si no llegamos que no sea por nosotras. En esto que al poco llega el guía con los ciegos, como ha conseguido ir y volver en tan poco rato no lo sé, pero ha dado igual porque falta mas de medio autobús, en esto que llegan otras parejas y me dice una “como habíamos visto al guía con los ciegos más atrás y van tan lentos nos habías confiado” y yo “pues el guía y los ciegos os han adelantado y llegado antes” y la chica “¿pero por que la prisa” y yo “porque el otro mausoleo cierra la entrada a las cinco”, pero vamos que da igual porque para no variar los últimos los seis de las cervezas. Al final salimos a las cinco menos cuarto de ahí y el bus va a toda velocidad y nos deja, literalmente, sobre el cuarto escalón del mausoleo, es bajar del bus directamente a la escalera para terminar de subir y entrar. Conseguimos llegar a las cinco menos cinco por lo que pudimos entrar y ver como el señor guardia cerraba la puerta de acceso. Ahora una vez dentro respirar, escuchar al guía y ver el lugar, ya casi sin luz, pero lo único bueno de este estrés es ver el anochecer desde el mausoleo. Khai Dinh fue el duodécimo emperador Nguyen y era bastante impopular por su cercanía con los franceses. Su tumba, construida entre 1920 y 1931representa su afinidad por lo extranjero y cierta extravagancia. Bajo su mandato, la cultura occidental acabó por introducirse en el país.Para financiar este proyecto a gran escala, el emperador Khai Dinh le pidió al gobierno del protectorado francés que le permitiera aumentar el 30% de impuestos a la propiedad en todo el país. Una acción muy criticada y que hizo que fuera el emperador menos querido del país. El emperador no vio la obra de su tumba completada dado que murió en 1925. Todo el mausoleo forma una imponente masa rectangular con sus 127 escalones, apoyado contra el monte Chau Chu. Se sube los 127 escalones para acceder al mausoleo por escaleras altas decoradas con dragones, los más grandes de Vietnam y múltiples patrones tallados. Una vez que se suben los escalones, se ingresa al patio principal donde se encuentran los chalet de guardia a ambos lados.Todo el mausoleo forma una imponente masa rectangular con sus 127 escalones, apoyado contra el monte Chau Chu. Se sube los 127 escalones para acceder al mausoleo por escaleras altas decoradas con dragones, los más grandes de Vietnam y múltiples patrones tallados. Una vez que se suben los escalones, se ingresa al patio principal donde se encuentran los chalet de guardia a ambos lados.El patio de la segunda terraza alberga estatuas de una guardia de honor de doce soldados, como mandarines, elefantes y caballos. Es en esta segunda terraza donde se ubica el chalet de la estela hexagonal sobre el cual están inscritos los ideogramas que glorifican los méritos del rey. Este chalet tiene toques arquitectónicos renacentistas. Luego se accede a la tercera terraza para descubrir el templo de Thien Dinh. El lugar más elevado y la construcción principal de la necrópolis consta de varias habitaciones laterales. La sala de acceso solo está abierta a los soldados que son guardias de tumbas. Frente a él se encuentra el templo de Khai Dinh, que contiene el altar de adoración y el retrato del rey. En el medio está el Buu An, la estatua del rey y el altar de adoración con la placa fúnebre del difunto. Allá donde mires te rodeando los mosaicos de porcelana y cristal que recubren las paredes. En el techo, puedes contemplar la pintura de 9 dragones en las nubes. En otra habitación se exponen objetos y fotografías de la época, porcelana francesa y una estatua de bronce de Khai Dinh derretida en Marsella. Tal vez porque al subir los impuestos era poco querido que el pueblo dice muchas cosas de él, entre varias que el único hijo que tuvo no era suyo porque no podía tener hijos. Tras ver el mausoleo, que al ser más pequeño que el otro se puede ver con más detalle, salimos para marchar a Hue.Salimos del hotel camino al puente de Trang Tien pero con tanto bar nos despistamos así que volvimos sobre nuestros pasos y una vez en el hotel miramos el mapa y ya conseguimos llegar al río perfume, que estaba bien cerca pero entre tanto bar y gente. Hue según nos dijo el guía es una ciudad universitaria así que hay mucho bar y ambiente pro la noche, no tuvimos problema en sentarnos a cenar de forma occidental, pero antes de cenar nos acercamos hasta el parque junto al río y paseamos hasta el puente de Trang Tien que por la noche lo iluminan con luces de colores. Por el camino pudimos ver los bares flotantes de la ribera del río y también a gente lanzando linternas al río (no a nivel de HoiAn por supuesto).Por la mañana visitamos en primer lugar la pagoda de Thien Mu, situada a orillas del río del Perfume. Lo primero que se ve al entrar es la pagoda de forma octogonal de 21 metros de altura. En el complejo también se puede ver una enorme campana, templos y el coche donde fue el monje que se incendio a si mismo en la forma de loto en protesta por la discriminación contra el budismo y la represión religiosa. Al parecer en el sur hubo un momento en que prevalecía otra religión y el budismo estaba siendo discriminado. En el norte, en el centro y luego en el sur nos cansamos de oír hablar sobre el monje en cuestión. El lugar es un templo donde viven hoy en día los monjes por lo que en la visita puedes verlos en el comedor o caminando hacia sus habitaciones. El lugar tiene unos bonitos jardines. De la pagoda bajamos a embarcarnos en un barco para navegar por el río del Perfume. El río en cuestión es grande y de color del barro, pero es una forma como otra cualquiera de ir de un lado a otro, los barcos están adornados con dragones de colores y dentro son auténticas tiendas flotantes. Tras llegar a la orilla del río nos acercamos andando a la antigua ciudadela imperial, un enorme complejo y modelo de la ciudad prohibida de Pekín. El primer lugar a ver es el punto donde una enorme bandera de Vietnam, que se ve desde lo lejos, y que nos indica donde está la puerta principal de la Ciudad Imperial. Esa misma bandera la pudimos ver por la noche desde el otro lado del río, pero como no íbamos a entrar en la ciudadela, para solo ver murallas no anduvimos hasta aquí. Ahora ya cruzamos las murallas de la ciudadela y justo al lado de las murallas, están los fosos de la Ciudadela de Hue. Los fosos son bastantes anchos y profundos o por lo menso no se ve el fondo del foso y se ven a los peces nadando. Llegamos a la puerta principal es la “Puerta de Ngo Mon” y por allí acceden mayoritariamente los turistas pero antiguamente solo accedía el emperador. Está situada frente a la torre de la bandera. En el extremo está el pabellón Ngu Phung y en el piso superior hay una campana y un tambor enormes y replicas de los antiguos sellos reales. En el interior de la ciudadela se encuentran tres recintos principales: la Ciudad Cívica, la Ciudad Imperial y la Ciudad Púrpura Prohibida, a la que solo podía acceder la familia real. Visitamos el templo de Hung Mieu tiene un patio de adoquines, lo tejados tallados, y dragones de piedra en ellos, que lo hace muy peculiar. Justo detrás del Templo Hung Mieu se encuentra lo que se conoce como la Residencia de Dien Tho.En ella vivía la Reina Madre, tanto que se le conoce también por el sobrenombre de «La Residencia de las Reinas Madres«, y sigue con él hoy en día.La Residencia de Dien Tho está rodeada por muros, pero tiene un truco: Había una serie de túneles y pasadizos que conectaban directamente con la Ciudad Púrpura Prohibida porque, la Reina Madre era una de las personas que podían ir hasta allí. También vimos el Templo The Mieu y dentro hay altares en honor a los emperadores, desde el primero, Gia Long, hasta el último, Khai Dinh. Justo enfrente de The Miau está el Pabellón Hien Lam. Tiene tres plantas, organizadas como una pirámide. Está construido en ladrillo y piedra, con dragones, flores y hojas tallados, como marca la tradición vietnamita. Luego podemos ver el Palacio Thai Hoa que tiene columnas en madera lacada en rojo, todas ellas con un dragón dorado, emblema de la Dinastía Nguyen. Y, por supuesto, la ciudad púrpura o Prohibida se encuentra en el centro del recinto imperial que hoy en día está en muy mal estado de conservación ya que quedó prácticamente destruida durante la guerra y fue abandonada. Hay diez puertas de entrada a la Ciudadela, nosotras salimos por una de las puertas laterales de la ciudadela, cruzamos el foso y nos dirigimos a comer después de pasarnos toda la mañana recorriendo la gran ciudadela de Hue.

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Hoi An - Vietnam

Hoi An

Con otro retraso de vuelo (esto ya se estaba convirtiendo en habitual) llegamos a HoiAn de noche y con lluvia. No llovía muy fuerte, pero si el calabobos, lluvia intensa y continua que al final te moja igual que un chaparrón. A mi no me sorprendió ya que cuando organice el viaje dejé fuera muchas cosas de ver en el centro del país (y razón por la que acorté el viaje en esta zona) porque muchos de los sitios que quería ver me respondían que en esa época estaban cerrados habitualmente porque era época de lluvias. Nuestro alojamiento estaba cerca del centro así que decidimos aprovechar lo que no parecía una lluvia intensa y salir enseguida para ver la ciudad de noche, no fuera que al día siguiente lloviera con más fuerza y fuera imposible. Lo de la lluvia y tener turismo debe ser habitual porque en cada habitación el hotel tenía dos paraguas para uso de los clientes. Cogimos los paraguas y salimos en cuanto dejamos las maletas, eran ya las nueve de la noche y los que buscaran cena lo tenían bastante pillado, pero nosotras solo queríamos ver la ciudad de noche. Nuestro hotel estaba cerca del río así que solo tuvimos que mantenernos andando al lado del río hasta el centro que se identificaba enseguida por la cantidad de luces que lo iluminaban. En el lado de la izquierda estaba lo que es el barrio antiguo de la ciudad y lleno de tiendas que ya estaban cerrando, en el lado derecho todo bares que ofrecían happy hours y música en directo (en inglés sobre todo) y me recordó mucho a la calle central del barrio francés de Nueva Orleans, o Benidorm si buscamos un lugar mas cercano. Recorrimos la margen izquierda y la derecha, pero en un lado solo nos vendían ir a su bar y mucha música estridente, así que fuimos por el otro lado, yo buscaba el puente japonés, pero no hubo forma de encontrarlo, al día siguiente descubriría por qué. El agua del río estaba al ras de los puentes y había zonas donde no había diferencia entre los charcos y el río y era claramente zona inundable que esquivar, nos metimos más por las calles del interior de la zona de la izquierda y encontramos casitas antiguas que ya nos fueron gustando más, luego nos enteramos que esa era la zona que se conservaba antigua, incluso visitamos una de esas casas, pero a esas horas de la noche solo estaba cerrado y tras buscar infructuosamente el puente japonés finalmente regresamos al hotel mientras veíamos la única barca con farolillos encendidos que estaba achicando agua (lo que no daba mucha confianza para montarse en ella). Empezamos la mañana con sol y nubes y nada de lluvia por el momento, eso eran buenos augurios y aunque durante la mañana hubo momentos de chaparrones nos pillo principalmente dentro de los sitios a visitar. Salimos en un tour con guía y reconozco que no hice siempre mucho caso al guía, así que si no recuerdo alguna cosa es normal (y la verdad es que Hoi an es una ciudad recomendable para visitarla por tu cuenta, pero bueno, hay gustos para todos). Para ser mas productiva aparte de un paraguas llevaba la capa de agua de cuando el camino de Santiago y MachuPichu y que tan bien nos ha venido en esas ocasiones. Hoi An fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO debido a su arquitectura única y su importante papel histórico como antiguo puerto comercial, como centro comercial tiene en su haber varias Asambleas. Nuestra primera visita es a Hoi quan Phuc Kien o Sala de la Asamblea Fujian. Las comunidades chinas que llegaron a Hoi An decidieron construir diferentes asambleas de reunión, donde poder negociar, conversar y mantener las tradiciones de su país. La de Fujian es la más grande de las cinco que se conserva y una de las más visitadas. Fue construida por el mil seiscientos y originalmente fue un templo dedicado a la estatua de Thien Hau o la diosa del mar, protectora de los marineros y pescadores. La casa parece un gran templo chino, con su gran patio, arboles y fuentes. Dentro del edificio lo primero que nos encontramos es una gran mesa, donde debían hacer las reuniones de la comunidad, a los lados hay cuadros de los dioses protectores y un patio central. Tras el patio está el altar custodiado por los dos guardianes protectores que, aunque son seres buenos que protegían, tienen aspecto de demonios. Luego tenemos a la diosa protectora de marineros y pescadores. La portuguesa que venía en el grupo me pregunto si no había notado que aquí eran mas “chinos” que en el norte, y es que hay mucho templo y casa china y no hablan con “rencor” mientras que en el norte se llevan un poco mal. Un guía en el norte nos contó que su abuelo luchó contra los franceses y los norteamericanos y que todavía tenía rencor pero que los de su edad tenían más rencor con China. Al parecer en el 2008 China movilizo su tropa marítima para hacerse con una isla en el mar de china que es de Vietnam y que los llamaron todos los hombres al servicio activo y que si no fuera porque un tifón obligo a los chinos a abandonar la zona igual entraban en guerra, y que en el norte había comprado todos los pasaportes vietnamitas a los lugareños y les había dado pasaporte chino y luego había reclamado que esa lugar era de China porque todos sus ciudadanos tenían pasaporte chino, o que tuvieron que poner fronteras con policía en el norte cuando con otros países no hacia falta porque China les iba quitando terreno así como quien no quiere la cosa. Entonces la diferencia entre el guía del norte y del centro al hablar sobre los chinos era claramente distinta. De aquí marcamos a el museo de cerámica de HoiAn. Se creó el Museo de Cerámica Comercial con la ayuda de expertos japoneses y que refleja vívidamente la ruta del comercio de cerámica en el mar en siglos anteriores, cuando Hoi An An era un lugar de encuentro para intercambios comerciales en el mar para los buques mercantes Este-Oeste-EurAsia-Europa. Aunque lo atractivo del museo es el lugar donde se encuentra; se trata de una típica casa de dos plantas con balcón de madera construida alrededor del siglo XIX. Aquí podemos ver el espacio general típico de la arquitectura de las casas antiguas en Hoi An; casa delantera, casa trasera y casa puente. La terraza se encuentra entre las casas delantera y trasera, con la cocina y el baño en la parte trasera. Se puede subir por las estrechas escaleras del patio entre la casa delantera y la trasera hasta la zona superior y salir a la terraza. Afortunadamente cuando estamos dentro de la casa empieza a llover y cuando salimos deja de llover. Si solo son estos chaparrones conseguiremos salvarnos de la lluvia. Ahora nos dirigimos a la Casa Tan Ky, una de las casas más antiguas, ya que fue construida a finales del siglo XVIII. Cuando llegamos la reconocemos por ser una de las casas que por la noche nos llamaron la atención (por fuera). El guía nos comenta que esta fue una de las primeras casas de Hoi An en ser considerada Patrimonio Nacional Vietnamita. Nada más entrar en lo que es la casa delantera te encuentras los altares familiares y varios muebles antiguos, esta es una casa donde se conservan bastantes muebles originales, y además en su construcción encontramos una mezcla de estilos chino, japonés y vietnamita. No os puedo explicar mucho más porque mientras el guía nos explicaba tuve que salir a la calle porque me daba un ataque de tos continuo. Al salir incluso unos turistas preocupados me ofrecieron si quiera agua. Como conozco mi tos alérgica dije que no, no era algo que calmar con agua. Cuando mejoré volví a entrar y la chica pensaba que me colaba sin entrada, y ale dije que estaba con el grupo pero al poco tuve que volver a salir otra vez con ataque de tos, lo que fuera que pusieran en la casa me daba alergia así que saque mi mascarilla FP4 me la puse y ya cuando volví a entrar a la casa ya no me volvió a dar ningún ataque de tos y justo ya estaban pasando pro el patio de camino a la parte trasera de la casa que tiene la salida directa al río, por lo que la parte final de la casa es un almacén donde la familia conservaba los productos con los que iba a comerciar, y que ahora era una tienda. En esa zona hay marcas de las diferentes inundaciones. Cuando dije que en esta época suele llover es que llueve de tal manera que el río sube y el agua cubre las primeras plantas de las casas, la riada mayor marcada en la casa que podamos ver fue el 6 de octubre de 1964.Y es que la marca del año apuntaba directamente bajo el suelo del segundo piso. Como digo tuvimos mucha suerte, más aún cuando el guía de My Son nos enseñó como había recogido a unos turistas hacia solo diez días (había tenido que ir en barca a recogerlos al hotel porque las calles eran ríos, y eso solo diez días antes de nuestra llegada). Y de aquí nos acercamos al otro punto de explicación y donde finalmente descubrí porque la noche anterior no conseguí descubrir el puente japonés. Para mi gran desilusión estaba todo oculto por unas pancartas y andamios ya que está en reparación y de noche esa zona está completamente oscura, por lo que entre que no se ve nada y que estaba todo oscuro, imposible adivinar que esa era la zona donde estaba el puente japonés. Este puente se creo que para unir el barrio chino con el barrio japonés y a través de la pasarela creada pasamos al barrio japonés. Entre los andamios se puede ver que del puente solo han dejado en pie los pilares de piedra, todas las maderas las han retirado. Una vez cruzamos al puente japonés tenemos tiempo libre para recorrer el casco antiguo de la ciudad. Hay muchos rincones de casas y templos chinos antiguos en Hoi An que se pueden ver, quizás porque he visitado ya en otros países templos y casas chinos estaba un poquito cansada de ellos (al final son parecidos) así que con un ejemplo en Hoi An tenía más que suficiente, por lo que simplemente paseamos viendo las tiendas y tomando un helado por el barrio japonés antes de irnos a comer. Después de comer teníamos una excursión a My Son porque ya me habían comentado desde España que la excursión al puente de las manos no era nada recomendable en estas fechas porque no se suele ver nada. Es cierto que no llovía (estábamos teniendo suerte en eso) pero las nubes no se habían ido (y como descubrimos otro día a los que fueron al puente de las manos no vieron nada, todo nublado. Como de My Son llegamos a Hoi An a una hora más decente que la noche anterior (recordad que las nueve de la noche en vietnam ya no es una hora decente) pues pedimos que nos dejen en el hotel para cambiarnos (bueno, yo no, mi amiga) y salir a ver la noche de Hoi An sin lluvia y disfrutar del mayor atractivo de la ciudad; sus linternas. Lo primero que vemos es que, aunque hay tiendas y mercadillos de comida, la diferencia entre la otra noche y esta es la gente, hay un montón de gente por todos los sitios: las calles y el río. El primer paso es conseguir buscar la forma de subir a una de las barcas de remos que te llevan pro el río. Subimos bastante rápido porque fuimos con unos españoles y la portuguesa y ellos iban luego a ver un espectáculo estilo los parques temáticos que hay por todas las partes del mundo. A nosotros nos daba igual correr que no. Nos dividimos en dos barcas y disfrutamos del paseo, bueno, lo de disfrutar es un decir, miramos el paisaje pero hay tanta gente en las barcas que casi estas pegado, mucho trafico pero eso no impide que encendamos la linterna de papel pidamos un deseo y la dejemos en el río para que flote (luego vas paseando por las riberas y te encuentras decenas de farolillos varados en la vegetación) y así cumplimos con el rito de vigor en este lugar irse de Hoi An sin haber lanzado una linterna al río sería como habernos ido de Shifen sin lanzar una linterna al cielo. Tras el paseo en barca el resto se marcha y nosotras paseamos por el casco antiguo y nos acercamos al mercado. Aquí hay tiendas de farolillos y con los charcos se crea una imagen postal de linternas iluminadas en dos lados. Puedes comprarte linternas y farolillos o pagar por hacerte fotografías o las dos cosas, y por el precio te vale la pena hacerte una fotografía. Los farolillos se introdujeron en Hoi An con la inmigración de los chinos y la integración comercial y cultural en vietnam y al final los farolillos se convirtieron en uno de los símbolos más representativos de Hoi An. Pero igual es porque es un auténtico punto de turismo, pero nos gustó muchísimo más Jiufen en Taiwan. Mi amiga dice que más original y es cierto que, aunque había mucha tienda y comercio no se puede comparar ni de lejos con lo que es Hoi An. En el mercado hay tanto souvenirs como comida así que nos cogemos unos pinchos de pulpo a la brasa y cerdo (hay pinchos de rana para los que les interese) y luego unos pinchos de fruta y estamos más que cenadas por la cantidad que ponen. Tras dar una vuelta tras tomarnos nuestros pinchos nos volvemos al hotel donde encontramos un altas con comida y agua, se nos había olvidado que era el festival de la luna llena del mes.

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My Son - Vietnam

My Son

Si eres tan fanático de las ruinas como nosotros y tienes una tarde libre en Hoy An esta excursión es recomendable y una gran alternativa al famoso puente de manos. Tras la comida nos recogía el guía para llevarnos hasta MySon. El guía que nos tocó estaba muy dispuesto a explicarnos muchas cosas, pero como llevábamos más de una semana en el país no teníamos muchas preguntas. Sí que nos enseñó la inundación diez días antes de nuestra llegada y como pro la pandemia estuvo dos años sin tener un grupo para guiar, también nos contó que en Ho Chi Minh de donde era su suegro murió mucha gente. Lo cierto es que el guía sabía muchas cosas sobre las ruinas y la cultura que los construyó, y mientras otros solo veían nubes en el puente de las manos (un guía les dijo a una pareja española que manos si verían, las suyas propias) nosotras disfrutamos de unas interesantes y bonitas ruinas y hasta de un espectáculo. Y eso que el guía de HoiAn decía que quien fuera a Camboya no valía ver MySon, está claro que a ese guía no le gustaban las piedras como a nosotras. Nada más bajarnos del coche en el aparcamiento de My Son nos dirigimos a la entrada y cruzamos un puente hasta una parada donde cogemos un tren eléctrico como en la pagoda de Baih Dinh. Aparte de que nos ahorra tiempo el cielo está completamente nublado por lo que, aunque hasta ahora nos hemos salvado, hay altas probabilidades de que llueva. El complejo tiene un recorrido circular y los lugares están clasificados con letras (Complejo A, B, D…) ya que es así como lo clasificaron los franceses en su momento. El primer complejo es el que más edificios tiene y el que están mayoristamente en estado original (el resto de complejos tienen más reconstrucción). Pese a la posible lluvia hay bastante gente viendo el lugar. El guía nos explica como distinguir los originales de los reconstruidos. Los templos son de un color rojizo, que cambia de intensidad según la hora del día, y cuyo material con el que están unidos no han llegado a descubrir todavía a día de hoy. Por eso, el material más anaranjado es el original y el reconstruido es más oscuro. Esto es porque intentado reconstruirlos intentaron aplicar el mismo tipo de masa que uniera los ladrillos pero con la lluvia y el tiempo la masa nueva hacía que los ladrillos se volvieran más oscuros, mientras los originales seguían conservando su color rojizo. Como decía, a día de hoy no han dado con la mezcla exacta que usaban en la época de la construcción de estos templos, y se según pasa el tiempo y se filtra la lluvia por entre las piedras se hace fácil distinguir los templos que no han sido tocados de los que han sido reconstruidos. Aquí también descubrimos unas piedras llamadas yoni y otras llamadas lingas, que simbolizan la fertilidad (formas muy explicitas de las piedras. El yoni y la linga son piedras que van unidas entre sí. Cada yoni tiene su pareja linga, de forma que no puedes unirlas si no son las parejas creadas para tal efecto. En este primer complejo se puede entrar a los templos y un almacén antiguo y ver alguna escultura, aunque mayoritariamente todas las buenas fueron expoliadas por los franceses y llevadas a Francia, y otras pocas se llevaron al museo Cham de Da Nang. Por eso cuando entramos a los edificios podemos ver que están prácticamente vacíos, excepto alguna yoni, o bombas que cayeron durante la guerra, o alguna estatua de dioses hindús de menos calidad. Antes de continuar con el recorrido el guía nos lleva de regreso a donde hay un escenario cubierto ya que hay un espectáculo de danza y música basado en los Cham (la cultura que creó estos edificios). Así que, aunque no lo teníamos previsto, al final tuvimos espectáculo de baile y música en directo. Otro día visitaríamos el museo Chan en Da Nang y veríamos que las bailarinas llevaban la misma ropa y tocados que las figuras de los templos (solo que en My Son no están muy bien conservadas y donde mejor se ven son en las que se llevaron de My son y de otros lugares de Vietnam al museo Cham). Los Cham son descendientes de navegantes malayo-polinesios de Borneo. El reino de Champa ocupó, bajo la forma de ciudades-estado, el centro de Vietnam, donde la capacidad comercial proporcionó los recursos necesarios para la prosperidad de su cultura. Alrededor de las ciudades, los reyes Cham pudieron construir y embellecer templos, donde se veneraron a múltiples dioses de las religiones hindús. Tras finalizar el espectáculo seguimos el recorrido viendo el resto de templos, figuras de dioses y también muchos inmensos cráteres y bombas. Y es que en My Son podemos observar algunos de los impactos de bomba que todavía se visualizan en el suelo ya que el lugar fue muy bombardeado durante la guerra. En algunos blogs aconsejan no salirse del recorrido porque aún quedan bombas por la zona. En unos de los complejos finales comienza a llover y con bastante fuerza así que me pongo la capa de agua, mi amiga que hace caso al guía de Hoi An (parece nueva en esto de los viajes) lleva chanclas, “con chanclas y a lo loco” porque la lluvia es tal que al final va descalza por el camino de piedra. Lo malo de la lluvia es que, aunque pudimos ver todo el recinto arqueológico, el lugar rodeado de vegetación y montaña es precioso para dar un paseo con calma y disfrutarlo mucho más que ir caminando con cuidado bajo la lluvia. De regreso el coche eléctrico nos lleva hasta la misma entrada (ventajas de la lluvia) y así apenas (o al menos yo) nos mojamos. Que es cierto que no hace frío, pero te digo yo que mojado no se viaja igual que seco. Pero pese a la lluvia una de las mejores excursiones, por ahora, de Vietnam. Si es que nos gustan mucho las piedras y además rodeadas de vegetación, historia y espectáculo de música y baile, para qué queremos más.

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Bahia de Halong - Vietnam

Bahia Halong

En nuestro viaje de Hanoi a la bahía de Halong tuvimos una parada donde, como en todos los países, aprovechan para meterte una tienda, en este caso fue una fábrica de perlas con demostración y luego, pro supuesto tienda. En China también visitamos una fábrica de perlas y acabe comprando un collar que utilizo mucho en recreación histórica (lo creáis o no se nota mucho la diferencia de una perla real a una de imitación), en este momento además de ver la curiosa forma de preparar la ostra para que saque buenas perlas (aunque siempre salen pequeñas o malas y esas las separan y hacen crema de perlas para la piel), aquí si hice compra, buscaba unos pendientes para recreación porque como digo, se nota la diferencia. Aun así, nos tocó esperar a la gente mientras el aparcamiento se llenaba de autobuses (al parecer todos los tours hacen el mismo recorrido). Cuando llegamos a la zona donde salen los barcos el guía nos comentó que toda esa zona pertenecía al mismo empresario muy rico y donde vimos que construían casas de lujo, también había un parque y la imagen de King Kong porque ahí se grabó la película de King Kong (la nueva). Cada persona del autobús iba a un crucero diferente, pero está todos seguidos en el puerto internacional de Tuan Chau, en nuestro crucero había un grupo de italianos que viajaba con guía propio y los españoles sueltos que íbamos con ellos y el guía en inglés del barco, aunque como de guía hacen poco no hace falta saber inglés. Cuando estuvimos todos en el barco nos dieron una sesión informativa sobre seguridad y las llaves de las cabinas de cada uno. Primero tuvimos la comida (buffet) y después de comer salimos del puerto para descubrir la bahía de Halong. Halong significa dragón que desciende. Y es que la leyenda cuenta que esta bahía la formó un dragón que, en mitad de una batalla entre chinos y vietnamitas, bajó del cielo y se puso a escupir joyas y piedras de jade que se juntaron y formaron los islotes actuales. Leyenda aparte Halong es reconocido como una de las sites maravillas naturales y está incluida por la UNESCO en su lista de patrimonio mundial desde 1994. En cuanto terminamos de comer subimos a la parte superior del barco para disfrutar de las increíbles vistas de la bahía. El solo molestaba a veces, pero aun así la vista de los islotes que cubrían la bahía valía la pena. En seguida nos avisaron para la excursión. Quien quisiera tenia que estar en la zona donde estaba la barca y si no estabas se entendía que no querías ir. La primera excursión estaba un día a la segunda, es decir, o hacías las dos o ninguna porque de un sitio os llevaban al otro sin pasar por el barco. Esa información debería estar disponible y os digo que cuando busque los barcos y los tours que estos hacían eso no venía referenciado. Es decir, como supones yo conocía el itinerario de excursiones que el barco iba a ofrecer. Creo que es bastante importante porque hay muchas cuevas e islas en la bahía y puedes acabar cogiendo algo con la esperanza de ver una cosa y que tu crucero no vaya a ese sitio. Nosotros después de comer nos dirigíamos a la Hang Sung Sot, o cueva de las sorpresas. Se encuentra en la isla de Bo Hon y cuando nos acercaba la barca pudimos ver desde la distancia una hilera de personas, al parecer la entrada a la cueva está en lo alto y hay que subir unas escaleras para llegar hasta ella. Tampoco debería sorprenderme que haya escaleras, creo que si no encontrara algún día escaleras en Vietnam sí que me parecería raro. El agujero de entrada a la cueva se ve desde la distancia ya que es como un ojo en la montaña. Cuando nos bajamos del barco vemos que hay muchísima gente pero el guía del barco empieza a subri las escaleras y hay que correr (esto nos pasaría todo el camino) tras él. La ubida es entre la vegetación de la montaña pero como es una corta subida en comparación con otras escaleras a las que ya nos hemso enfrentado rápidamente llegamos a la entrada a la cueva donde nos da una pequeña explicación. La cueva fue encontrada por los franceses en diferentes tramos y fueron los franceses la que la bautizaron como cueva sorpresa, porque a medida que vas avanzando y descubriendo encuentras algo más sorprendente. Además, hay que tener en cuenta que la Sung Sot es la cueva más grande de toda la bahía. Lo mejor de la subida es el paisaje de los islotes de la bahía. Y por supuesto la entrada a la cueva ya nos deja ver las estalactitas que cubren todo el techo. Toca bajar a la cueva y hay que tener mucho cuidado porque hay tanta gente que parecen que son fiestas. La gente busca espacios para hacer unas fotos imposibles porque solo salen personas. Yo opto por dejar la foto de esa entrada y seguimos al guía en el recorrido por la cueva, ahora toca subir para entrar a la cueva grande. Es esta segunda gruta de la cueva que es más espaciosa y especial, porque en todas las cuevas hay estalactitas y estalagmitas, pero aquí además el techo tiene forma de arena del fondo del mar. Sin duda lo más especial. Y con las luces que le dan de clores a veces parecen las escamas de un dragón. Aquí el guía nos señala una piedra que parece el dedo gordo de la mano y otra en lo alto que parece un mono. Lo único malo de la cueva es que hay mucha gente y si te paras a hacer fotografías les paras el paso o se te cruzan, tampoco el guía ayuda que se ha debido ver la gruta unas mil veces y va a tanta velocidad que hay veces que tenemos una docena de personas de diferencia entre él y el resto del grupo. A esas velocidades algunas fotos las veréis borrosas. El guía nos señala una piedra que tiene forma de tortuga gigante, al pasar junto a la roca la gente ha dejado dinero en ella y le tocan la cabeza, al parecer si le tocas la cabeza y pides un deseo se cumple o no. Aquí encontramos a parte del grupo de Sapa, como todos los tours acaban visitando lo mismo al final no hacíamos mas que encontrarnos. Finalmente salimos de la cueva, muy bonita pero muy estresante con tanta gente. A la salida hay otra vista bonita de la bahía, en esto que levanto la cabeza y veo al guía solo, aunque con la velocidad a la que iba normal. Parecemos ganado el guía nos llama y le seguimos como ovejas uno tras otro para coger la barca y que nos acerque a la isla Titov.Ti Top es el nombre de uno de los islotes de Halong y se llama así por Gherman Stepanovich Titov, el astronauta soviético que la visitó en 1962. Aquí el guía nos da dos opciones antes de bajar del barco: o ir a la playa o subir las escaleras que te llevan al mirador de la isla, en la cima de la montaña. Tenemos una hora libre a nuestra elección. A nosotras no nos va la playa así que tan pronto bajamos de la barca vamos directas hacia la subida de la escalera (con tanta escalera normal que haya perdido peso en este viaje) y nos encontramos con una autentica caravana de gente. Por la derecha la gente sube y por la izquierda la gente baja y no hay mucho más espacio, aunque hay descansillos donde apartarse y dejar pasar, pero el ritmo no es muy rápido dado que con tanta gente es habitual que te acabes parando cada pocos escalones a esperar que la cola avance. En definitiva, que entre la cueva y esto el lugar parece un parque de atracciones con tanta cola y gente. Aun así, la subida vale completamente la pena aunque el mirador se queda pequeño entre tanta gente y hay que buscar un hueco y hacer turnos para hacerte la fotografía el paisaje y la puesta de sol desde ahí sobre la bahía es espectacular. Una vez disfrutado del paisaje bajamos las escaleras, en fila india, pro supuesto, y aun nos sobro tiempo ver a la gente en la playa, al guía jugando al futbol y la estatua del astronauta ruso. Cuando se hizo la hora regresamos al barco para disfrutar del viaje pro la bahía, de la happy hour donde pusieron todo música en español y una demostración de cocina vietnamita. Tras acabar el día y aparcados de noche fuimos a cenar y luego a la pesca del calamar. Personalmente esperaba otra cosa de la pesca del calamar, el chico del barco estaba entretenido jugando con su móvil y de fondo teníamos a tope la música de karaoke de los otros cruceros aparcados en la bahía. Demasiado turismo de la zona, lo dejamos y nos fuimos a dormir. Al día siguiente perdonamos el amanecer en la bahía de Halong y hasta las seis y media no nos acercamos a la terraza del barco para ver como hacían algo parecido al Tai Chi. Digo parecido porque ya dijo el guía que son movimiento basados en el Tai Chi pero no es Tai Chi porque todos son principiantes. Mientras también disfrute del paisaje de la bahía mientras no acercábamos a la cueva Luồn. anunciaron el desayuno y por fin pude ver bollería en un desayuno, la primera y última me vez, me temo. Y después del desayuno bajamos a tomar la barca para visitar la cueva Luồn. Para visitar la cueva hay dos opciones que nos ofreció el guía, con kayak o en un bote remado por un barquero local. Tras la experiencia de México con el kayak ya conocíamos nuestras limitaciones y ni lo pensamos, y decidimos ir en el bote en vez de en kayak. El bote te lleva a cruzar una cueva que te introduce en un pequeño lago que rodea la isla y por donde la principal atracción es ver a los monos que habitan en la isla. Los monos están mas que acostumbrados a los turistas, suben y bajan de las ramas tanto grandes y pequeños buscando comida. Tras ver a unos cuantos monos el barquero nos lleva de vuelta y vemos a dos personas del grupo de Hanoi en kayak, primero va la española ciega y detrás va la portuguesa que no entiende bien. Todo el mundo dice que cada uno conoce sus limitaciones y que muy bien por ellos pero yo no sé si son valientes o insensatos porque en cuanto los vi se pegaron contra la piedra de la gruta. Claro, luego uno del grupo de Sapa dijo que nuestro grupo era de chiste porque esto comparado con lo de Hanoi-Hue no es nada, pero ya llegaremos a ello y el momento en el que me estrese mucho en estas vacaciones. Tras el paseo a la cueva volvimos al crucero para tener un brunch y luego nos fuimos a relajar al camarote para ver la bahía hasta llegar al puerto de Tuan Chau donde desembarcaríamos y nos recogerían para ir hasta el aeropuerto de Hanoi. Aquí poco hay que contar más allá de que nos retrasaron el vuelo y por tanto llegamos tardísimo a Hoi An.

Visita: Noviembre 2023  

Mis imágenes: Bahia Halong

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Sapa - Vietnam

Sapa

Esperamos a que nos recogieran en el hotel, sobre las nueve de la noche, ya que recomiendan llegar hora y media antes de que salga el tren a la estación. Hasta ahora habíamos ido solas, pero en este tour había otras 9 personas, pero un grupo de 11 aún era asumible. La estación de tren estaba solo a 15 minutos del hotel donde nos recogieron por lo que enseguida llegamos. La entrada de la estación es super moderna y en los paneles electrónicos se indican todos los trenes y sus salidas. Fuimos directos hacia el andén donde estaba parado el Fansipan Express. Hay varios trenes que hacen esta ruta; Pumpkin Express, Finxipan, Livitrans Express, Victoria Express, Orient Express o Chapa Express. Todos hacen el mismo recorrido y todos son nocturnos (tardan unas 8 horas) por lo que si quieres hacer el trayecto de día debes coger el bus Express. El tren va desde la estación de trenes principal de Hanoi (Ga Ha Noi) en la calle Le Duan hasta Lao Cai, que se encuentra a unos kilometros de Sapa. Tras haber leído algunos blog de viajeros esperaba encontrarme con un vagón antiguo y destartalado pero nada más lejos de la realidad, era un tren nocturno normal y corriente, aunque hay que reconocer que el traqueteo si era continuo y los que sean sensibles al movimiento no pegarían ojo en él, y eso que va muy lento porque las vías van por curvas sinuosas. Una chica del Tansipan Express muy guapa (me recordó a una actriz de algunas series asiáticas que veo) nos presentó los camarotes compartidos y privados. Los camarotes del vagón son de cuatro personas, al ser solo dos podíamos pedir uno privado o compartido. Por supuesto cogimos el compartido. A la hora de hacer excursiones o tour no tenemos limite, pero para otras cosas miramos hasta el ultimo centavo, para que pagar más si tampoco es que fuéramos a dormir mucho (en el tren a Sarria en Galicia dormimos fatal). Lo único incomodo de las cabinas es que son pequeñas y las maletas grandes (para no lavan la ropa en tres semanas de viaje) cuesta que entren y dejen espacio para moverse. Dentro de la cabina teníamos snacks, café, agua, plátanos, etc todo gratis, por lo que cuando pasaron los vendedores antes de salir no tuvimos que comprar nada. A mi me tocó la cama de la litera de arriba donde el aire acondicionado se notaba mucho así que me tocó taparme con la manta, abajo en cambio no era necesaria la manta. También eran literas muy amplias, creo que es la primera vez que duermo en la litera de arriba de un vagón y no me tengo que agachar para no golpearme la cabeza con el techo. Estábamos un poco ansiosas por ver quienes serían nuestros vecinos de camarote pero en el vagón estábamos todos los españoles del grupo, así que no hubo sorpresas. El guía nos recomendó mantenernos despiertos para poder ver la salida del tren. Por si no lo comenté el tren atraviesa la famosa “calle del tren” con sus cafeterías y restaurantes a los lados, así que cuando el tren salió pudimos ver la gente tomando algo mientras miraba pasar el tren, realmente al lado mismo de nosotros. Luego el tren cruzó el puente Long Bien, el famoso puente al que quería ir el primer día pero que por falta de tiempo no visitamos. El puente fue diseñado por Eiffel, el que diseño la torre Eiffel de Paris. Tras pasar el puente ya no había nada más interesante que ver así que me echa a dormir, que fue a trompicones porque no descansé del todo, pero si lo suficiente para que me tuvieran que despertar los del tren avisando de la llegada a Lao Cai y repartiendo café. Ahí aproveche a ir al baño del vagón, un poco con miedo pro los comentarios que había leído en internet, pero en realidad estaba todo muy limpio y más cómodo que el baño del avión. Llegamos a Lao Cai a eso de las 5 de la mañana, ultima parada del tren en la frontera con China. Ahí esperamos a estar todo el grupo para seguir al guía hasta el minibús que nos llevaría a Sapa. Estaba el día nublado, pero teniendo en cuenta que apenas había empezado el día teníamos esperanzas de que mejorara, aunque en Hanoi unos holandeses con los que coincidimos habían estado en Sapa y nos enseñaron sus fotos donde solo se veía niebla, ni se vislumbraban las montañas. Pero cuando el bus comenzó a recorrer la sinuosa carretera hasta Sapa vimos que las nubes nos dejaban ver bastante de las montañas y las terrazas de arroz. Una vez llegamos a Sapa dejamos las maletas en la recepción del hotel y nos fuimos a desayunar antes de comenzar un treking por la zona. El guía nos llevó primero a un mirador nada más salir Sapa donde ver las montañas y las terrazas de arroz, las nubes estaban subiendo y dejaban ver mejor las montañas. Aunque noviembre no es temporada de cosecha las terrazas de arroz seguían teniendo su encanto encaramadas en las laderas de las montañas. Seguimos desde el mirador para hacer un treking hasta la aldea de la etnia de los Dzays - Ta Van. Desde el mirador hasta la aldea, durante todo el camino nos fueron siguiendo una serie de mujeres, algunas con los niños cargados a sus espaldas, intentando vendernos cualquier cosa mientras intentaban entablar conversación en ingles con nosotros para camelarnos. Hasta que una pareja compró estuvieron siguiéndonos todo el camino, incluso alunas de las que no vendieron siguieron detrás nuestros, ya que hasta no vender no se podían ir a casa. A mi me recordó a Peru y Chiapas en Mexico. Hay que reconocer que las mujeres no eran pesadas, así que si ignorabas su compañía podía disfrutar de las vistas durante el treking. La verdad es que el paisaje de la montaña y sus terrazas era espectacular. A medida que avanzaba el día se levantaban más las nubes y finalmente salió el sol que brillaba lo suficiente para darle color a las montañas. El treking nos llevó a pasar, no solo entre las montañas, sino también junto a un río y cruzar un puente y seguir caminando entre las terrazas de arroz inundadas de agua. Debimos llevar un ritmo muy rápido porque llegamos enseguida a la aldea donde íbamos a comer así que el guía entretuvo al grupo tocando la guitarra y cantando, yo prefería disfrutar del paisaje. El lugar estaba cerca de una escuela y vimos a los niños pasar, una de las cosas que nos contó el guía es que en Vietnam para ir a la escuela hay que pagar, hay alguna subvencionada, pero de forma general si quieres estudiar hay que pagar por eso los niños de campesinos solo van algunos años al colegio, ya que sus padres no pueden permitirse pagarlo, de ahí que es fácil ver a todavía niños trabajando. El guía nos contó que sus padres campesinos tuvieron que vender la televisión, la moto, y lo que se te pueda ocurrir, además de dormir todos en el suelo, para poder pagarle los estudios. También nos contó que la mayoría de las etnias del país residen en Sapa y que se diferencian pro los pañuelos de su cabeza y que hablan su propio idioma, y como hay tantas etnias al final se comunican entre todos en inglés para entenderse, o al menos el guía hablaba con ellos en inglés. También nos contó que si un hombre quiere cortejar a una mujer de otra etnia primero debe aprender el idioma de la etnia de la mujer. la comida la hicimos al aire libre ya que había salido completamente el sol y las vistas eran espectaculares. la verdad es que el recorrido es muy bonito, a quien le gusten las montañas lo disfrutara. y afortunadamente nos salió el sol por lo que todo el grupo acepto la propuesta del guía de hacernos una excursión pagada al Fansipan.Con sus 3142 metros de altitud, el Fansipan es el pico más alto de toda Indochina, si no quieres hacer el trekking de dos días hasta su cima, una opción simple para llegar hasta lo alto es tomar el teleférico, así que ahí que fuimos los once del grupo ya que el guía convenció al conductor del minibús en llevarnos hasta el teleférico y esperarnos para la vuelta por lo que nos ahorrábamos buscar taxis u otros métodos de llegada hasta el complejo. El Sun World Fansipan Legend es el teleférico que fue abierto en el año 2016 y sale desde las afueras de la ciudad de Sapa hacia la cima, según nos contó el guía fue construido con ayuda de los japoneses, que son muy buenos en esto de los teleféricos. El teleférico mide 1400 metros y recorre el trayecto en tan solo 15 minutos desde la Estación de Muong Hoa hasta la Estación de Fansipan. El teleférico consta de grandes cabinas para grupos donde puedes ir de pie o sentado. Las vistas desde el teleférico son increíbles, verás arrozales, montañas, valles, aldeas, cascadas, las montañas por todos los lados, el pico rodeado de nubes blancas, con un día despejado como ese la subida no se hace larga ya que se disfruta del paisaje que se ve durante toda la subida. Una vez llegas arriba, ya sea mediante el teleférico o haciendo el trekking, lo primero que llama la atención es la impresionante construcción que hay, ya que el pico más alto de Indochina está plagado de templos, pagodas y demás edificios. Lo primero que debes hacer es subir las escaleras que te harán cruzar la puerta del cielo, como llaman a la puerta de piedra que hay, y desde ahí podrás caminar disfrutando de los templos y la torre con una vista espectacular. El guía no nos dejo relajarnos, sino que nos dijo que teníamos que seguir subiendo para aprovechar el sol al máximo. Según nos dijo es raro conseguir subir en un día tan despejado, que hay un 50% de probabilidades, aunque por lo que vi en internet tan despejado en noviembre no he visto. Nos llevo corriendo a coger un pequeño tren escalera que nos permitiría alcanzar los siguientes niveles del complejo y evitarnos más escaleras (en serio en Vietnam tienen algo con las escaleras). Cuando llegamos a la cima donde está el nombre del pico, su altura y una enorme bandera de Vietnam pudimos comprobar que ciertamente era lo más sensato haber ido hasta la misma cima lo primero de todo ya que las vistas desde ahí arriba eran espectaculares, debajo de nosotros estaban las nubes blancas, pero estaba lo bastante despejado para ver los picos de la montaña, así como el resto de montañas y templos desperdigados por la cima. Leí en internet que siempre hay que hacer cola para hacerse fotos en lo alto de la cima, pero la verdad es que no fue nuestro caso, tal vez porque al ser noviembre nadie pensaría que al subir se tuvieran tan increíbles vistas. Es cierto que en lo alto de la cima hacía ya fresco y el aire soplaba fuerte, pero se notaba que el día nos acompañaba porque a más de tres mil metros de altura solo con un polar estábamos bien. Tras recorrer cada punta de la cima disfrutando de las despejadas vistas nos toco empezar a bajar y subir escaleras. El complejo es tan grande que si quieres ver todo tienes que subir y bajar escaleras constantemente, pero vale la pena. Empezamos por el lateral derecho por el cual vimos los templos y donde podíamos ver al Buda en el lado izquierdo rodeado de nubes blancas que hacía parecer que estaba flotando entre ellas. También nos acercamos a la Pagoda Kim Son Thang con unas vistas impresionantes. El guía nos contó bastante sobre el budismo de Vietnam que al parecer es una mezcla con el hinduismo ya que se alimentaron del budismo que les llegó de la India. Luego nos acercamos a lado izquierdo del complejo donde se encuentra la estatua de Buda llamada Amitabha Buddha, hecho de bronce y siendo la estatua de Buda más grande de Vietnam. En su interior (justo entramos los últimos) se guarda una de las cenizas reliquia de Buda que brillan. Al parecer según los niveles alcanzados tus cenizas brillan de una manera, la de Buda es dorada y guardan cenizas suyas en diferentes lugares del mundo (lo que para los católicos serian las reliquias de un santo). Después bajamos al nivel inferior donde podemos ver la torre de vigilancia de Fai Hong Chung, un campanario fortificado que data del siglo XVI, utilizado como puesto de vigilancia para alertar sobre posibles invasiones desde China. A la ida la habíamos visto corriendo así que a la bajada pudimos contemplar su grandiosidad. Finalmente salimos y tomamos el teleférico de vuelta al complejo para acabar llegando de noche a Sapa.Tras una noche en la que más allá de muchas luces de restaurantes y tiendas y luces en los lagos (todo muy como en china, les encanta la iluminación) nos levantamos listas para más de Sapa pero nuevamente el día amaneció nublado pero luego, a medida que fue avanzando el día salió el sol. Salimos de Sapa para hacer un trekking de Sui Ho hasta Ma Tra donde poder los campos de arroz en forma de escalera en las laderas de las montañas. Aunque algo nuboso se podía ver el paisaje y como el día anterior resultaba precioso el verde de los campos y las montañas. Pasamos por el pueblo de las arañas, el guía no s aviso que en ese pueblo había muchas arañas venenosas, que tuviéramos mucho cuidado de no acercarnos mucho. También entramos a una de las escuelas, los niños estaban en clase, pero pudimos ver desde el patio la escuela y el guía nos dio una clase de vietnamita, ellos utilizan siete acentos distintos, por eso no nos enseñan mucho porque solo por la pronunciación una palabra puede significar siete cosas distintas. Tras el paseo volvimos a Sapa para ver el mercado local donde venden de todo un poco y aprovechando que hacia sol mientras algunos compraban otros aprendimos a jugar el bádminton con pie. Al parecer en vietnam juegan bastante al badminton, pero también al badminton con pie si no tienes raqueta. El futbol dijo el guía que les gusta pero que son malísimos. Después nos fuimos a comer para luego pro la tarde coger un bus de Sapa a Hanoi. Este día tocaban muchas horas por carretera, pero es lo que toca cuando solo hay dos opciones: ir tren nocturno o ir por carretera.

Visita: Noviembre 2023  

Mis imágenes: Fansipan

Información para viajar: pendiente

Ninh Binh - Vietnam

Ninh Bihn 

Como queríamos aprovechar al máximo y habíamos visto que las vistas desde la Cueva Mua valían mucho la pena pedimos al guía justar el tour e incluir la cueva Mua, para ello la tarde del día 5 en la que solo era trayecto a Ninh Binh sería visita a Hoa Lu y alojamiento en Ninh Binh tras la visita. Asi que después de comer marchamos hacia la zona de Ninh Binh y entramos en la carretera a Hoa Lu. Esta carretera es estrecha por donde pasan motos, bicicletas, coches, y todavía no sé cómo puede entrar tanto tráfico por esa carretera, pero hay que reconocer que Ninh Binh vale mucho la pena. Su paisaje es distinto, pero igualmente hermoso. Las imágenes de sus montañas de roca caliza entre verdes campos de arroz le han valido el sobrenombre de “la Ha Long terrestre”. Si te gustan las montañas rodeadas de agua entonces la zona de Ninh Binh es tu destino. Fue por esta carretera donde vimos muchas motos con familias, con los niños dormidos en el medio, desde bebes a niños mas mayores. Según nos contó un guía como por los impuestos es tan caro comprar coches tienen una ley flexible, se pueden ir cuatro personas en una moto si son dos adultos y dos niños (y de eso en esta carretera vivimos unas cuantas motos de cuatro con los dos niños en medio) y tres adultos si es para una emergencia. Ya estaba atardeciendo cuando llegamos a Hoa Lu, la entrada al lugar cierra a las cinco, pero una vez estás dentro no te echan y por tanto lo urgente es entrar antes de que cierren el acceso. Si nos vas tan apurado como nosotras antes de entrar puedes pararte a disfrutar del paisaje en el puente que conecta una zona de tierra con la de la entrada al lugar. Como decía el paisaje de esta zona son montañas y ríos, por lo que es lógico que haya puentes y barcas, y Hoa Lu se encuentra escondida entre los picos de las montañas. Hoa Lu era la antigua capital de Vietnam hasta el año 1010, cuando fue trasladada a Thang Long-Hanoi, está rodeada por el río Hoang Long y los picos de Trang An, y se convirtió en el centro político y económico hasta el traslado de la corte a Hanoi. Fue reconstruida tomando de base los templos y patios originales. Para acceder a la visita cruzar el puente que atraviesa el río y te lleva a la gran puerta de acceso. Tras la puerta de acceso hay grandes patios con amplias carreteras y todo el recinto se encuentra amurallado. Lo primero que encontramos es un cartel con dibujos explicando la historia del lugar. La monarquía vietnamita, como se creó el país sin gobierno chino, y por supuesto la historia de los templos que se pueden ver ahí, los del rey Dinh Tien Hoang (924 - 979) ascendió al trono en 968 como fundador del primer estado feudal autónomo, Dai Co Viet y el rey Le Dai Hanh (941-1005). También en las amplias calles encontraras vietnamitas montados en buyes de agua para que pagues por la fotografía. Entramos ya dentro del Vietnam turístico (nada que ver con Mai Chau que había turismo pero en menor medida) y por tanto allá donde se les ocurra que hay negocio ahí lo montaran. Lo bueno es que aquí no te agobian como en los países como Egipto, Túnez, etc. Eso es lo que mas me molesta, quien quiera que pague y se haga las fotos y quien no quiera que lo dejen tranquilo, bastante estrés tengo en el trabajo como para tener en las vacaciones, así que al menos en Vietnam dices no y ya te dejan en paz. Y eso teniendo en cuenta que noviembre cuando fuimos nosotras no es un mes donde haya muchísimo turismo en comparación con otras épocas. El guía nos dijo que en agosto hay sitios de vietnam que tienen más españoles que vietnamitas. Una locura. Tras enterarnos de la historia de estos reyes nos dirigimos a cruzar la puerta de acceso a la zona del templo del rey Dinh. El templo está rodeado de una hermosa vegetación en un ambiente tranquilo, con pequeños estanques. Al pasar por un antiguo biombo, se encuentra la puerta principal con árboles centenarios en ambos lados. El santuario se caracteriza por tener una que combina caracteres chinos y tallados en madera y piedra. Frente al templo, el gran patio es el lugar de las ceremonias reales. Mientras paseas por el patio, puedes admirar al dragón y al "nghe" (animal mítico inspirado en el perro), tallados en un bloque de piedra, animales sagrados que simbolizan majestad y nobleza. Aquí el guía nos comentó que tienen cuatro animales sagrados de los cuales solo uno es real, y cada uno simboliza algo; Fénix, Dragón, Nghe, y Tortuga. Cuando entras en el templo te encuentras con columnas lacadas y oraciones paralelas, y una mesa labrada en madera, y en la sala principal se encuentra la estatua del rey Dinh, protegida tras unos barrotes. Este rey gobernó el país durante solo doce años, pero fue el primer rey de Vietnam y por tanto importante en la historia del país. Salimos del recinto amurallado del templo y nos dirigimos al templo dedicado al rey Le. El lugar también, como el otro templo, tiene estanques (agua), arboles (madera), rocas (piedra). En la primera puerta hay un antiguo balancín labrado de madera y en la ultima puerta de acceso al templo en los laterales hay estelas sobre la tortuga, el animal que representa la longevidad. El templo tiene el mismo estilo tradicional que su predecesor, el templo del rey Le está dedicado a la adoración del rey; su quinto hijo, el rey Le Long Dinh y la emperatriz Duong Van Nga. Las esculturas también están guardadas tras unos barrotes, pero se pueden ver desde la distancia, el rey Le Dai Hanh hizo historia por su gloriosa hazaña en la lucha contra los invasores Tong en 981 y Chiem en 982, la emperatriz del rey anterior entrego las llaves al general que se convirtió en el nuevo rey tras las victorias contras los invasores y como agradecimiento se casó con ella. Por eso aquí se ve a la emperatriz, su hijo y su segundo esposo y no está con el primer esposo, ya que aquí tiene más importancia (se casó con un rey, hizo un rey, se caso de nuevo con un rey y tuvo un hijo que fue rey). El guía con comentó eso, pero también dijo que algunos vietnamitas piensan que está con el rey Le porque traiciono a su al otro rey cuando entrego las llaves del rey a Le. Al salir del templo Le nos acercamos a ver una zona verde llana y con el fondo las montañas típicas de la zona, y el guía nos comentó que podíamos visitar otro edificio. Este está mas escondido y suelen abrirlo pocas veces porque no quedan más que los cimientos, pero hay creado un edificio nuevo alrededor donde además hay puesto los elementos de decoración que encontraron en esa excavación, mas que por los cimientos nos gustó por ver en detalle los elementos originales como las tejas o las monedas que se encontraron ahí. Cuando salimos ya estaba anocheciendo, pero ya solo quedaba coger el coche e irnos a nuestro hotel en Ninh Bihn. Nuestro hotel tenía la piscina y el restaurante en el techo y una espectacular vista desde ahí de las montañas y los campos de Ninh Bihn. Pero en realidad una de las mejores vistas de Ninh Binh es la que se puede obtener desde la cueva Mua. Salimos hacia ahí y volvimos a pasar por la carretera que tanto nos gustó el día anterior, con los ríos y las montañas a los lados. No llegamos muy pronto por lo que la subida iba a ser con el sol, pero tampoco fuimos al medio día o la tarde, donde posiblemente hace un calor horrible. Hicimos la cola para comprar las entradas y pasar al complejo turístico que se ha montado alrededor de la cueva, lleno de atracciones para hacerse fotografías y disfrutar el rato. Según el guía la cueva originalmente no se llamaba Mua pero como el río que discurre por alrededor de la cueva hace que la cueva parezca que danza tomo ese nombre. Como decía el recinto es todo un completo turístico con un parque con lago, un puentecito con guirnaldas, figuras de caballos, una cascada, columpios, etc. Tras ir pasando de largo de todos esos lugares nos acercamos directamente a las escaleras, según el guía lo normal es tardara una hora ya que paras mucho a hacer fotografías (y ya te confirmo que hay bastante gente subiendo y bajando las escaleras). En el inicio de las escaleras nos encontramos con la figura de un dragón de barandilla, pero luego ya desaparece para dejarnos solo escalones y gente. No es una subida difícil y vimos familias con niños haciéndola y también vietnamitas con sus trajes regionales y fotógrafos, subiendo con chanclas y vestidos largos e incluso de abrigo (recordemos que hace calor – nosotras vamos en manga corta-). Aun así, ellos parecen estar acostumbrados, aunque yo estaría asada de calor o me hubiera tropezado con el vestido o las chanclas. Los escalones más desiguales son los que te acercan a las dos cimas. Una vez subidos unos cuantos escalones te encuentras con una bifurcación. La derecha conduce a una de las pagodas en un estrecho rocoso, es la primera cima que tomamos, arriba del todo casi no se puede pasar, es muy estrecho y hay mucha gente, sobre todo nos encontramos con unas chicas vietnamitas (no me sé su etnia) que llevan su traje típico y posan en tacones en lo alto de la roca mientras un fotógrafo las va dirigiendo para posar. Como la cima está tan transitada no llegamos a la torre que corona la cima, aunque estamos en el mismo nivel, y me dedico a disfrutar de las vistas desde lo alto mientras espero a mi amiga que sube a su ritmo. Uno de los rincones tiene unas vistas de las montañas espectacular y por otro lado el lago lleno de lotos. En esta época no florecen y solo se ven sus hojas, pero asún asi es una vista preciosa. El camino por el lago de lotos forma el dibujo de un loto y solo se puede percibir desde ahí arriba. Finalmente bajamos y volvemos a subir para tomar la bifurcación de la izquierda. Aquí los escalones se hacen más grandes, y eso es algo que no solo notamos al subirlos sino al bajarlos y ver como los padres indican a sus hijos que se sienten y se dejen caer que ellos vigilan no rueden porque es imposible que sean capaces de bajar solos por ahí. La subida de este lado nos acompaña con varios vietnamitas de diferentes etnis, todos con trajes distintos, reconocemos algunos de la feria de Mai Chau y otros no. Los más impactantes son los de pieles, porque entre el esfuerzo y el calor deben estar asados dentro de los trajes. En la curva de la subida está otra de las mejores vistas, las montañas karkasicas de la zona de Ninh Bihn y el río. Subiendo un poco más se llega a un pequeño templete para disfrutar de las vistas desde ahí. Sin duda uno de los miradores más impresionantes donde poder ver la ciudad de Tam Coc, Trang An y Ninh Binh. Luego hay una subida pro piedras a lo que es el Bodhisattva Avalokitesvara, un enorme dragón enclavado entre las rocas. Pero como el lugar es estrecho y hay mucha gente es difícil hacerse la fotografía con el dragón, que además no aporta mucho porque lo que vale la pena son las vistas desde ahí. Después de las dos subidas bajamos las escaleras y visitamos la cueva, a pie de las escaleras de inicio se encuentra la cueva que da nombre al lugar, donde ver la imagen de un tigre y poco más. Antes de salir del reciento de la cueva Mua nos acercamos al bonito estanque repleto de flores de loto y otras plantas acuáticas. Los lotos no están en flor, pero también aquí nos encontramos con más vietnamitas en trajes típicos. Creo que casi hemos visto los trajes de todas las etnias de Vietnam. El guía nos comentó que hay 12 etnias, pero que la gran mayoría de ellas viven en el norte de Vietnam. Tras salir de la cueva Mua nos dirigimos a nuestro próximo destino: Tam Coc. A Tam Coc lo llaman "el Halong Bay de interior o de río" y está incluido en Patrimonio de la Humanidad. Según nos comentó el guía la zona de Nihn Bihn tiene muchas cuevas y ahora mismo para el turismo hay varios recorridos en bote pero que los recorridos originales son dos, uno de esos dos es Tam Coc. Lo tienes todo organizado para ir colocándote en bote y salir sin apenas esperar, casi tienes que correr para ponerte el chaleco salvavidas. El recorrido vale la pena, ya que a los lados disfrutas de las montañas kársticas de la zona y además en los laterales tienen plantados nenúfares para adornar el paseo. Al inicio te sigue una barca para hacerte fotos, nosotras dijimos que no y seguimos admirando el paisaje y paso de nosotras a la siguiente barca. Tenia claro que no iba a hacer negocio con nosotras. Una se sentaba delante y la otra en medio de la barca y como no somos pareja pues no necesitábamos pedir fotografías juntas. Al poco de iniciar el camino la barquera se puso a remar con los pies, como el resto de barcas, esto les permite tener las manos libres para hacer de todo, sobre todo ofrecerse a hacerte fotos y venderte cosas. En el recorrido se atraviesan tres cuevas, la primera que llega es la cueva Hang Ca y la más grande de las tres. La verdad es que incluso nos cruzábamos en su interior con otras barcas. Como en el interior la luz entra bastante se pueden ver estalactitas y vegetación silvestre. Al salir nos encontramos con la preciosa vista de las montañas y el río Ngo Dong y una de las paradas junto a la orilla para quien haga recorridos en bicicleta. En seguida llega la segunda cueva Hang Giua. Aquí vimos muchas más estalactitas. Es un poco más pequeña. Salimos y tenemos de nuevo el paisaje de las montañas y el río y nos acercamos a la última cueva, la cueva Hang Cuoi. Es la más pequeña de las 3 con 45 metros de longitud (bien marcado antes de entrar en una tablilla) y bastante baja por lo que tuvimos que agachar la cabeza. Te sorprenden al final con unos cuantos botes de gente de la zona con fruta y otras mercancías, pero estaban de descanso o habían vendido mucho o ya las barqueras les hizo alguna señal de que con nosotras no iban a sacar anda porque ni nos miraron (afortunadamente). Y aquí la barca da la vuelta para regresar al embarcadero. Para el regreso pasamos de nuevo por dos de las tres cuevas, ya que una de ellas está como dividida y cuando sales ves a tu derecha la cueva por donde has entrado antes y las barquitas entrar. El paseo es precioso y vale la pena por el precioso paisaje. Antes de llegar al embarcadero escuchamos a la barquera pedir propina (después de habernos intentado vender unos tapetes a los que ni miramos), pero ya estaba preparada para pagarle. Ya había leído que en Tam Coc todos los barqueros piden propina y que mejor darle algo, lo que sea, así que iba preparada. Tras pagar la “obligada” propina (cualquier no le da nada cuando ni has llegado todavía al embarcadero) nos llevo al embarcadero y de ahí marcamos a la pagoda Bich Dong. La Pagoda Bich Dong, construida en el siglo XV y posteriormente renovada se encuentra ubicada en la ladera de la montaña y está compuesta por tres niveles. Cuando llegamos el lugar estaba lleno de autobuses de turistas y su entrada, que tan tranquila y pacifica se daba en algunos blog de viajes, estaba tan llena de gente como la plaza del Pilar durante las fiestas. Lo primero que vamos a encontrar en nuestra visita será un puente de piedra sobre un estanque de loto el cual deberemos atravesar hasta llegar a la bonita entrada que, una vez la atravesemos y sigamos el camino, nos llevará hasta la Pagoda Ha. Es esta entrada y puente donde, debido a la estrechez, mas lento se movía uno. Esta primera pagoda consta de 5 habitaciones con pilares de madera y piedra y la cual está dedicada a Buda. Tras la Pagoda Ha subiremos una escalera de piedra que nos llevará a la Pagoda Trung dedicada a la diosa Kwan Yin con grabados en la ladera. Es la más bonita por dentro ya que está incrustada en la misma montaña. Cuando vas entrando en la cueva puedes ver el templo desde las pequeñas ventanas, haciendo un recorrido 360 grados a la pagoda. Tras atravesar la cueva, que en algunos lugares no está muy iluminada, motivo por el cual es fácil tropezarse y también no ver, como me paso a mí, la campana que hay dentro (la vi, pero a la vuelta). Y por último tras atravesar una cueva llegaremos a la Pagoda Thuong que adora a Bodhisattva y se encuentra en la cima de la montaña desde donde hay unas vistas maravillosas del entorno. Cuando llego un gran grupo empezamos a bajar de la tercera pagoda a la segunda y nos encontramos a una mujer mayor con bastón subiendo las escaleras, como hablaba con el hombre que la ayudaba escuchamos que, por supuesto, eran españoles. La mujer tenia 87 años, y ahí estaba subiendo escaleras de piedra hasta una pagoda. Tras volver a pasar por el mismo camino (en la segunda pagoda encontramos a otro grupo grande de españoles) salimos directos a ir a comer cabra, algo típico en la zona de Ninh Binh y tras una comida tardía (ya serían las tres de la tarde, pero aunque en Vietnam comen pronto si es por vender se adaptan a los horarios extranjeros). Tras la comida dimos por acabado el día. La verdad es que, aunque habíamos pensado la noche anterior salir por Ninh Binh un vistazo a la ciudad de noche nos quitó el interés. Seguimos el viaje por Ninh Bihn, este día nos toco un guía que ya empezó mal. Nos llamaba “clientas especiales” porque ya habíamos estado en Tam Coc y ahora volvíamos par ver Trang An. Lo cierto es que en internet unos viajeros decían que les gustaba mucho Tam Coc, otros que les gustaba Trang An y como no tenía forma de decidirme cuál visitar pensé que si tenía días de sobra lo dedicaríamos para aprovechar y ver los dos lugares, y decidir si nos gusta uno mas que el otro o los dos por igual. El guía en cambio pensaba que habiendo visto uno el otro no era necesario, pero tampoco es que fuera un gran guía. Nuestra primera parada del día era la pagoda de Bai Dinh. El guía no nos explico mucho, pero nos vendió que si queríamos comprar la entrada aparte a la torre, dijimos que si porque como no sabíamos que había en la pagoda pues nos dejamos llevar. La entrada básica es la que da acceso al transporte en coche eléctrico (un vehículo estilo carrito de golf) desde la entrada del complejo hasta el complejo en sí y viceversa, además de permitirnos el transporte dentro del complejo utilizando el mismo tipo de vehículo. La segunda entrada por persona que permite subir a la Pagoda Bai Dinh (la torre) además de dar acceso a los coches eléctricos. Y luego está la tercera entrada, la más cara. El complejo del templo de Bai Dinh se compone de una serie de edificios construidos, en su mayoría, durante la década de los 2000 (sigue habiendo obras en el complejo). La mayoría de los edificios han sido construidos con el dinero recaudado por las entradas y donaciones, que debe ser bastante porque vimos que no paraban de construir. Una de las pocas cosas que dijo el guía es que él era budista y que esa pagoda era de cobro y que los budistas no iban ahí. Fuimos pasando por grandes espacios, estanques y templos con estatuas doradas de Buda cada vez más grandes. El guía no nos contó nada ni sobre una campana gigante que pasamos (en internet he visto que …), ni sobre los templos, ni sobre la historia de los Budas (oí algo a una guía en español dentro de unos templos, a la que me acerqué sigilosamente para escucharla mientras hacia fotografías). Sin apenas información sobre el lugar nos llevo dando vueltas al recinto (estaba claro que no sabía donde tenía que ir) y dejando de lado el entrar a uno de los últimos templos nos llevo por pasillos donde se paraba en unas fotografías de personajes famosos visitando la pagoda (y que a nosotras unas fotos no nos aportaban nada). También pasamos por corredor más largo de Asia de casi 3km y que está lleno de pequeñas esculturas de Buda con un nombre, cuanto más alto más han pagado para que tenga su nombre. Dejamos atrás unas escaleras que, como descubrirnos desde lo alto de la pagoda, te llevan a la escultura de un Buda gigante (según internet la estatua de Buda de bronce más grande del mundo), y nos dirigimos a la torre o pagoda para entrar. Dimos varios rodeos hasta encontrar la entrada ya que, como decía, tenía un guía que no sabía ni donde estaba. Al entrar hay que ponerse unos tapetes en los zapatos para no estropear el suelo de mármol y subir con ellos unas escaleras de mármol sin barandilla (no quiero pensar la de caídas que pudo haber habido ahí, el mármol resbala, más con unos plásticos en los pies, y sin donde agarrarte). Y tras esas escaleras llegas a una planta con ascensor. Esto es algo típico en Vietnam que no acabo de entender. En todos los hoteles nos encontrábamos escaleras para llegar a la planta donde estaba el ascensor, así que en todos los hoteles había maleteros que por una propina te subían o bajaban las maletas. Que hubiera escaleras y luego una planta mas alta con ascensor igual seria entendible si hay inundaciones, pero es que en Ninh Bihn el hotel tenía escaleras para bajar una planta y ahí coger el ascensor. Como esta pagoda no podía ser distinta pues nos encontramos escaleras para llegar a la planta con el ascensor. (reconozco que nos fuimos sin descubrir porque todos los edificios tenían siempre escaleras hasta la planta del ascensor). El ascensor te sube hasta la penúltima planta y aunque la terracilla es muy estrecha las vistas de ahí son espectaculares, se ve todo el completo y sus alrededores, que conociendo el paisaje de Ninh Bihn era espectacular. Sin duda vale pagar la entrada que te permite subir. En el interior de la planta el guía nos hizo subir más escaleras (que obsesión por tanta escalera) para ver la escultura de Buda que hay en el interior de la pagoda, que sin duda es también impresionante como el resto del recinto. Al salir de la torre nos mandó el guía a la salida, bajando a pie las cuestas que antes habíamos subido en escaleras y este guía desastroso se perdió. Si, así fue. Nosotras no nos perdimos, se perdió él. Estaba hablando por teléfono y nosotras preguntábamos y siempre era, recto hacia abajo, así que nosotras seguimos recto hacia abajo. Había una pareja que giro a la derecha para ver otro templo lateral y su estanque, pero nosotras seguimos recto a la salida como nos había dicho. Pues llegamos a la salida (con su típica tienda) y empezamos a mirar a nuestro alrededor y no estaba el guía por ninguna parte. Le dije a mi amiga que se quedara ahí en la puerta y yo entre a la tienda a buscarlo, incluso salí de la tienda donde los coches eléctricos y nada. Así que al final retomé el camino y finalmente lo vi detrás de unos turistas saliendo del lateral del estanque. Este guía se había perdido siguiendo a otros turistas, estamos mas que seguras, porque sino no tiene sentido que apareciera por donde apareció. Bajando hacia mi amiga, sentado en la puerta de la tienda, el guía se me iba a la izquierda y le sigo para decirle que por ahí no cuando dice, es por aquí, señalando recto y yo em callé porque para qué decir nada. Cuando salimos de la pagoda nos dirigimos a comer muy cerca del embarcadero de Trang An. Durante todo el camino el guía solo quería vendernos un bote privado y no nos explico nada. Eso sí, nosotras no aceptamos ningún bote privado, bastante tuvimos con la broma de la pagoda. Tras volver a comer cabra (dijo un guía que en vietnam te pueden dar perro por cabra, porque su carne se parece mucho) nos dirigimos a Trans An. El guía nos llevo corriendo (no entiendo la prisa) y luego se volvió loco porque la barca si no es privada es para cuatro personas y nosotras éramos dos, pero es que había una cola larga de turistas, no iba a ser complicado conseguir otros dos (otra cosa es la chica que nos preguntó que cuantos éramos porque eran tres y les faltaba una persona). En Trang An hay tres rutas, desde la más corta hasta la más larga. Si vas en privado tienes paradas para bajarte en templos del recorrido, si no vas en privado no, pero como lo que nos interesaba era el recorrido y no los templos y pagodas (ya teníamos de sobra y los que nos quedaban) pues para qué pagar más por un privado. No sabría decir que recorrido hicimos (si el primero, el seguro o el tercero) porque teníamos un guía qué, pro supuesto, no nos dijo nada. Pero vamos, cuando valoré el tour fui muy sincera, he hecho viajes con tours o solo por mi cuenta, mi amigo me dijo “Taiwan muy bonito peor mejor con guía que te explica”, así que no tuve en reparos en contestar que no cogía un tour con guía para que le guía no contara nada (y no comente lo de perderse porque para qué más), y al final nos devolvieron una parte del precio del tour. Pero volviendo a Trang An. Si me preguntas que es más bonito me pasa como los otros blogeros de viajes, no sabría elegir un lugar. Mi amiga Trang An le apreció más auténtico, pero le gustaron los dos. En la barca que cogimos iba una pareja de estadounidenses, la mujer no había mas que hacerse fotografías en poses geniales quitándose el chaleco salvavidas para lucir mejor, pero atención porque nos dijo que no sabía nadar. Entre la mujer de 87 años, esta americana que no sabía nadar y se quitaba el chaleco y luego los ciegos que no sé perdían ni una (ya os contare), qué valiente es la gente, o qué insensata, no sabría decantarme por cual opción escoger. Aquí no reman con los pies sino con las manos y a los laterales tienes remos para ayudar al barquero a remar (cosa que recordando como nos fue remando en el kayak en el pasado dejamos en manos de los estadunidenses). En el recorrido enseguida entramos en la primera cueva muy pequeña y corta que nos dio acceso a un paisaje espectacular de altas montañas rodeadas del río. Aquí las montañas son mucho más altas que en Tam Coc y más frondosas de vegetación, tal vez pro eso mi amiga pensaba que era más auténtico. Enseguida llegamos a la segunda cueva, algo más larga y grande, con iluminación en su interior para poder ver mientras nos movíamos por el túnel excavado en la roca. Y de la cueva salimos al increíble paisaje, más montañas y agua rodeándonos. Llegamos lentamente hasta una zona grande como un lago con un templete con una campaña en el medio, a donde solo te puedes acercar en barca, a la vuelta el barquero te acerca al lugar para que puedas hacerte fotos con la campana sobre el agua, pero a la ida pasas de largo camino a la tercera cueva. La tercera cueva tiene más estalactitas y hay que tener cuidado con la cabeza. Y la salida de nuevo nos lleva a un hermoso paisaje de grandes y frondosas montañas. El recorrido lo hicimos en silencio disfrutando del ruido de los remos en el agua y de la increíble vegetación que rodea el lugar. Un recorrido muy recomendable y sin nadie molestándote para hacerte fotos o venderte nada. Cuando llegamos al embarcadero por supuesto no vemos al guía. Un viaje tan precioso, con un paisaje tan espectacular y un guía tan desastroso. Había leído en un blog de viajes que aquí los barqueros tienen prohibido pedir propina, pero eso no es cierto, ahí estaba el barquero, en cuanto nos dejó en el embarcadero, esperando su propina. Tras salir de la barca buscamos al guía que ya dio por terminado su trabajo (como si hubiera hecho mucho) y nos llevaron a Hanoi. Ese mismo día por la noche nos venían a recoger para irnos a Sapa.

Visita: Noviembre 2023

Mis imágenes: Tam Coc

Información para viajar: Pendiente

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