Hoy jueves, víspera de festivo, hay que aprovechar para ver todo lo que tiene horario de cierre y que no pudimos ver el día anterior, entre otras cosas. Lo primero de todo es ver la antigua fábrica azucarera, por fuera no había problema de horarios pero por dentro, como es una biblioteca, sí que lo hay. No vinos todo porque íbamos por libre y hay zonas que no sé si se puede entrar sin guía así que nos limitamos a ver la zona publica, lo suficiente para hacerte una idea de la fábrica.
Tras la comida seguimos con el itinerario, ahora tocaba acercarnos a la plaza del Pilar, ver La Lonja (que no de pescado) sino de mercaderes para hacer los negocios, y no en las plazas, decorada como si fuera un palacio, las fuentes dela plaza del Pilar, el Pilar por todos los ángulos hasta llegar a la fuente de la Hispanidad y la iglesia de San Juan de los Panetes con su torre inclinada, la única que queda en pie de las dos que había inclinadas.
Como me recordaron mis amigas teníamos pendiente la visita obligada al caballito que hay tras la Lonja y que es el memoria del caballito que un fotógrafo ponía para hacer las fotos a los niños, es la foto típica y divertida, así que nos subimos una vez cada una, dos juntas, y las tres para inmortalizarnos sobre el caballito, que esta dorado de la de gente que se sigue montando (yo desde pequeña siempre con vestido de baturra). Y de ahí nos acercamos por la rivera hasta el convento del santo sepulcro construido con parte de la muralla medieval que se ve perfectamente, y donde hay una placa de información histórica. Sobre la pared de la casa pegada al antiguo convento hay una pintura de una de las puertas de la ciudad, no la había visto antes así que no sé desde cuando esté.
De aquí subimos dejando atrás la muralla medieval y llegamos hasta la iglesia de la Magdalena, con otra pintura en la casa de al lado de cómo era la ciudad y vista de la torre mudéjar de la Magdalena, preciosa sobre el brillante cielo azul. Y de aquí hasta la plaza san Miguel, para ver el exterior de la iglesia de San Miguel y la pintura de la puerta de la Victoria. De aquí caminamos por el Coso, vimos alguna que otra casa restaurada, el Casino mercantil, que aunque como es una caja de ahorros no se puede ver por dentro pero por fuera iluminado es precioso, y visitamos el interior del palacio de Sastago, con su escalera de madera y vidriera llamativa como la de Correos, la entrada es gratuita dado que como La Lonja se utiliza como sala de exposiciones. Saliendo seguimos por el Coso pasando por la puerta de los antiguos juzgados y bajamos hasta el mercado central, que se construyó en 1903 con el objetivo de ser un mercado donde había estado la antigua plaza del mercado pero que el constructor, que había visto edificar la torre Eiffel de Paris no olvidó ningún detalle, y si uno se fija en las flores de hierro, los animales de porcelana, las frutas, verduras y animales que adornan las columnas y las paredes de piedra del mercado se dará cuenta que podría ser un palacio en vez de un mercado por la decoración exquisita en detalles. Ahí, junto a la estatua de Cesar Augusto están las murallas romanas que nos llevan al torreón de la Zuda y la iglesia de San Juan de los Panetes. De aquí volvimos a casa a descansar un rato antes de salir de nuevo y visitar el cementerio en una visita teatralizada que había reservado para la noche.
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