El circo de Otal desde Valle de Bujaruelo - España

Circo de Otal y Valle de Bujaruelo

Como desde que los descubrimos salimos del Paseo Maria Agustin camino al Pirineo para hacer otra preciosa ruta. Esta vez, y rompiendo la costumbre, paramos dos veces, una en una panadería donde siempre hay coches donde esta vez si me cogí un dulce, que se nota que es de obrador. Y de aquí continuamos hasta la siguiente parada obligatorio de café y baño antes de empezar la ruta. Nada más pasar la panadería nos encontramos con luces varias de policía y ambulancia y pasando por la carretera vimos tres coches implicados en un accidente, uno de los coches tenía todo el morro destrozado. Hay que recordar que es el último fin de semana de agosto y eso implica muchas vueltas de vacaciones, así que hay tráfico y hay que tener cuidado. finalmente, tras las paradas indicadas, llegamos al valle de Bujaruelo y buscamos un sito donde aparcar, aunque hay una gran explanada para ello el lugar esta lleno de coches y caravanas, sin duda es un lugar de verano apetecible para quien tenga tienda de campaña o autocaravana. Una vez aparcamos comenzamos la ruta. Es circular y la comenzamos dejando a nuestra derecha los resto de la antigua ermita y dejando el río a nuestra derecha mientras subimos por una pista prácticamente llana y fácil de seguir. a la derecha entre las ramas de los arboles vemos las aguas cristalinas del río, con tonos azul-verdosos, y mucha gente junto a la orilla. mientras seguimos el camino entramos en el valle donde podemos ver las montañas que lo rodean y las explanadas verdes con gente sentada o tumbada tomando el sol como si de una piscina se tratará, y alguno que otro pescando (es vedado de pesca) ya que aunque con este calor veraniego apetece meterse en ese agua cristalina que parece tan fresquita la cosa es que no está fresca, el agua está helada, así que normal que no haya mucho valiente suelto. Cuando llegas a la única fuente de agua potable que vas a encontrar en el camino tienes una bifurcación, un camino que sale a tu izquierda y otro que sube ladera arriba. Este camino se dirige al valle de Otal pero para llegar ahí hay que subir durante un tiempo, ya que este valle está sobre el de Bujaruelo. La subida es pro el mismo camino de piedra y la misma vegetación en los laterales, lo que en verano es una tortura porque no hay demasiada sombra. Afortunadamente la subida termina cuando parece que ya no podemos seguir subiendo más, y dejando atrás las vistas de los pinos nos encontramos con el circulo de Otal y su valle, una preciosa vista que vale todo el esfuerzo realizado para llegar hasta ahí. Una vez aquí nos deleitamos con las imágenes de las latas montañas al fondo del valle con sus formas y tonalidades, mientras más cerca tenemos otras montañas verdes amarillentas que junto con el cielo azul me recuerdan a las de Escocia. el camino desciende hasta un puente que cruza el río Otal, tan cristalino y de tonos verdes azulados ahora lo tenemos más cerca que antes y podemos ver cada piedra y su curso hacia las montañas. Desde aquí seguimos el camino que recorre el valle dejando el río a nuestra izquierda. Aunque son algunos kilómetros el camino es llano por lo que se puede disfrutar del paisaje, debido al verano está todo seco (lo que es una suerte para mi ya que así no tengo alergia) y todas la vegetación son flores secas, pero las montañas mantienen sus tonalidades y por eso se puede vislumbrar un valle muy parecido al de Aguas Tuertas con sus vacas pastando y las curvas que hace el río a través del valle. He leído por internet que en primavera también se ven marmotas y muchas flores, por eso, entre las curvas del río, las montañas, las vacas, es fácil imaginarse que es muy parecido al de aguas tuertas, solo que en este momento ya llevamos mucho verano y eso se nota en la flora y la fauna. continuamos caminando por el valle hasta llegar una cascada donde se tiene que elegir, tomar el camino hacia arriba y seguir subiendo, o tomar el camino recto y parar a descansar junto a la cascada. Nosotros tomamos está ultima opción ya que era la hora de comer y que mejor lugar donde sentarse a comer que junto al agua fresca y cristalina de la cascada, además las familias con niños que había por ahí daban entretenimiento, porque ya se sabe, los niños hacen cualquier cosa menos obedecer, y eso de no subas las rocas de la cascada para algunos es un aliciente para hacer precisamente eso. y pro supuesto, los niños de cabeza al agua, y eso que está helada, los mayores los pie so las piernas, lo de meter enteros en agua helada como si fuera una piscina es cosa de la juventud. Es un camino sencillo por lo que es normal que viéramos tantas familias con niños. tras la comida volvemos por donde hemos venido, de vuelta al valle de Bujaruelo, solo que al llegar al cruce de caminos junto a la fuente ahora tomamos dirección hasta el puente de Oncins, que permite cruzar el río en una zona donde queda encajonado entre dos paredes verticales de roca, desde aquí nos encontramos con un grupo de (¿Cómo se llaman a los que hacen rafting?) bueno, nos encontramos con un grupo que aprovecha para tirarse desde el puente al agua del río, ya que forma una poza profunda de color azul verdoso transparente. Un pequeño rincón precioso para disfrutar de la vista. de aquí seguimos el camino volviendo por un lado contrario al que habíamos ido, seguimos manteniendo el río a nuestra derecha y nos alegramos de haber tomado otro camino de vuelta porque podemos caminar por una zona realmente bonita y mucho más salvaje y asilvestrada que aquella por la que habíamos hecho el camino de subida que era incluso más seca. Aquí tenemos más vegetación y césped verde, y también tenemos el río cerca para asomarnos y disfrutar de sus aguas cristalinas, con el calor apetece mojarse, hasta que piensas en que estará helada y se te quitan las ganas. Al final el camino llega al puente de San Nicolas de Bujaruelo, donde podemos ver a un montón de gente disfrutando dentro del agua del río, una vez cruzamos este antiguo puente de piedra junto a las ruinas de la ermita nos acercamos al bar del camping para hacer la parada previa a tomar de nuevo el coche y de regreso a Zaragoza, eso sí, esta vez con veinte minutos o así de retención. Pero ya sabíamos que este era el peor fin de semana para salir en domingo.

Visita: Agosto 2021



Información para viajar: Aragon Xperience

El Parrizal de Beceite - España

Parrizal de Beceite

Otra ruta con Aragon Xperience y muy recomendable, es un recorrido precioso que si se tienen varios días se puede combinar con los pueblos de alrededor que también son muy recomendables, como nosotros la hacemos en el día vamos de Zaragoza a Beceite y regreso. Así que llegamos a Beceite y recorremos el pueblo camino al parking para iniciar la ruta, por el camino por el pueblo veo un montón de coches aparcados por las calles, por lo que intuyo debe haber bastante gente por aquí. Hay muchos carteles indicando el camino hasta el parrizal, por lo que es imposible perderse. En el camino hacia la ruta del parrizal hay tres parkings donde hay que reservar si se quiere aparcar. Y una vez pasados esos tres parkings ya no hay donde aparcar por lo que o bien reservas en alguno de los parking, o aparcas en el pueblo. Eso sí, desde el primer parking hasta el inicio de la ruta hay unos 6 km, por un camino de grava, con las vistas de arboles y muchos coches pasando en una zona donde solo en pocos espacios caben dos coches, normalmente toca parar y dejar pasar al otro. Así que si se tiene tiempo se puede empezar en el pueblo, si no se tiene tiempo o se quiere aprovechar el mismo es mejor reservar en el tercer parking (hay controles en cada parking del camino por lo que si la zona ya está llena te dirán que no hay sitio donde aparcar y te mandaran de regreso por donde has venido - a una compañera del grupo le pasó por eso quería repetir y poder visitarlo ya que la vez anterior no pudo al estar todo lleno-). Desde el Parking nº3 comenzamos a caminar por una pista de tierra, el paisaje no deja de ser bonito porque aunque apenas se ve el agua del río se pueden ver interesantes formaciones rocosas, y el camino además nos da dos túneles excavados en las rocas por los que atravesar, y así nos da algo de sombra ya que esta zona es la más soleada al no tener tanta vegetación. En este camino hay un cartel que avisa de un desvío que nos llevaría a ver las pinturas rupestres de la Fenellassa. Como al final querían tiempo para bañarse en las piscinas naturales de Beceite no nos desviamos a ver las pinturas, pero ya que estás se puede hacer el giro. Siguiendo recto dejamos atrás el camino a las pinturas y nos encontramos con una gran grieta en una roca donde hay un par de críos subiendo y un cartel que indica que es la cova (la cueva). En poco empezamos a ver el río Matarraña y en poco tiempo estamos en el comienzo de las pasarelas que van sobre el río y que seguiremos hasta llegar al final del camino. El inicio de la ruta no puede ser más impactante ya que el agua del río nos ofrece unos tonos verdes y amarillos que parecen falsos de lo brillantes que son. Nada más cruzar la primera roca con pasarelas nos encontramos con una pequeña cascada, esta será una de las pocas que se vean durante el camino pero lo más impresionante no van a ser las cascadas sino el color del agua de río que va cambiando a lo largo del camino. Después de la cascada toca subir por un camino de tierra entre los pinos, y pasar junto a una antigua casa de piedra derrumbada para volver a salir, en poco tiempo, de nuevo a las pasarelas de madera sobre el río. El color del agua va cambiando de verde a dorado en función de su fondo, y el agua es tan cristalina que podemos ver los peces, las rocas y todo lo que haya en su fondo. El camino por las pasarelas de madera va cambiando de color, cada rincón esta lleno de detalles y tonos variados debidos al cristalino río. Además tenemos las formaciones rocosas a nuestro alrededor que presentan curiosidades que disfrutar. Las pasarelas suben hasta un pequeño miradores (máximo cuatro personas) donde poder contemplar desde más arriba el color increíble que tiene el río, tan cambiantes de verdes y dorados. Las pozas de agua son de un increíble tono turquesa y afortunadamente hay varios carteles a lo largo del camino que avisan que está prohibido el baño (ya que el agua es para consumo humano), ya que si no hubiera carteles avisando de la multa de sesenta euros por baño habría más de una y dos personas en el agua, porque el agua fresca y limpia bajo el calor del verano atrae más que nada. Después de preciosos rincones de agua del río Matarraña llegamos a una senda de tierra junto a la roca, que te obliga a entrar dentro mismo de la roca, para acabar saliendo por el otro lado, y donde podemos ver lagartijas varias. Desde aquí el camino es por la tierra y la piedra y de forma ascendente, a veces con peldaños de tierra y otros de madera, mientras nos salva del calor la vegetación que nos rodea. Dejamos de ver el río pero podemos ver unos grandes bloques de piedra con interesantes formadas llamados Las Gubias del Parrizal. Al final de este camino tenemos un cartel que nos indica como llegar a los estrechos del parrizal. Caminamos por una estrecha senda que nos lleva hasta las rocas de los llamados estrechos del Parrizal, que son como las gorgas que visité por Huesca. El nombre del lugar viene a que son unas rocas estrechas por las que aparece el agua cristalina del río Matarraña. Hay bastantes personas aquí, descansando en las rocas antes de tomar el camino de regreso. Y aunque regresamos por el mismo camino que la ida, el regreso resulta tan interesante como antes ya que el sol otorga diferentes colores más brillantes al agua, como mágicos. Una vez finaliza la ruta comemos en el merendero que hay junto al parking nº3 y una vez terminamos nos dirigimos hacia la piscina natural de Beceite para bañarse, aunque antes de llegar a la piscina hay un lugar llamado fuente que es otra poza natural donde se puede bañar. Ambos lugares se alimentan del agua del río así que sin duda está fresca en un día caluroso de verano. Tras el baño y tomar algo regresamos a Zaragoza.

Visita: Agosto 2021

Cuaderno con imágenes: Diario 2021El Parrizal de Beceite

Mis imágenes: Álbum Página de Facebook

Información para viajar: Aragon Xperience


Diario 2021: España - El Parrizal de Beceite (Aragón)

Otra ruta con Aragon Xperience y muy recomendable, es un recorrido precioso que si se tienen varios días se puede combinar con los pueblos de alrededor que también son muy recomendables, como nosotros la hacemos en el día vamos de Zaragoza a Beceite y regreso. Así que llegamos a Beceite y recorremos el pueblo camino al parking para iniciar la ruta, por el camino por el pueblo veo un montón de coches aparcados por las calles, por lo que intuyo debe haber bastante gente por aquí. Hay muchos carteles indicando el camino hasta el parrizal, por lo que es imposible perderse. En el camino hacia la ruta del parrizal hay tres parkings donde hay que reservar si se quiere aparcar. Y una vez pasados esos tres parkings ya no hay donde aparcar por lo que o bien reservas en alguno de los parking, o aparcas en el pueblo. Eso sí, desde el primer parking hasta el inicio de la ruta hay unos 6 km, por un camino de grava, con las vistas de arboles y muchos coches pasando en una zona donde solo en pocos espacios caben dos coches, normalmente toca parar y dejar pasar al otro. Así que si se tiene tiempo se puede empezar en el pueblo, si no se tiene tiempo o se quiere aprovechar el mismo es mejor reservar en el tercer parking (hay controles en cada parking del camino por lo que si la zona ya está llena te dirán que no hay sitio donde aparcar y te mandaran de regreso por donde has venido - a una compañera del grupo le pasó por eso quería repetir y poder visitarlo ya que la vez anterior no pudo al estar todo lleno-).

 
 

Desde el Parking nº3 comenzamos a caminar por una pista de tierra, el paisaje no deja de ser bonito porque aunque apenas se ve el agua del río se pueden ver interesantes formaciones rocosas, y el camino además nos da dos túneles excavados en las rocas por los que atravesar, y así nos da algo de sombra ya que esta zona es la más soleada al no tener tanta vegetación. En este camino hay un cartel que avisa de un desvío que nos llevaría a ver las pinturas rupestres de la Fenellassa. Como al final querían tiempo para bañarse en las piscinas naturales de Beceite no nos desviamos a ver las pinturas, pero ya que estás se puede hacer el giro. Siguiendo recto dejamos atrás el camino a las pinturas y nos encontramos con una gran grieta en una roca donde hay un par de críos subiendo y un cartel que indica que es la cova (la cueva).

 
 
 
 
 

En poco empezamos a ver el río Matarraña y en poco tiempo estamos en el comienzo de las pasarelas que van sobre el río y que seguiremos hasta llegar al final del camino. El inicio de la ruta no puede ser más impactante ya que el agua del río nos ofrece unos tonos verdes y amarillos que parecen falsos de lo brillantes que son. Nada más cruzar la primera roca con pasarelas nos encontramos con una pequeña cascada, esta será una de las pocas que se vean durante el camino pero lo más impresionante no van a ser las cascadas sino el color del agua de río que va cambiando a lo largo del camino.

 
 
 
 

Después de la cascada toca subir por un camino de tierra entre los pinos, y pasar junto a una antigua casa de piedra derrumbada para volver a salir, en poco tiempo, de nuevo a las pasarelas de madera sobre el río. El color del agua va cambiando de verde a dorado en función de su fondo, y el agua es tan cristalina que podemos ver los peces, las rocas y todo lo que haya en su fondo.

 
 
 
 
 

El camino por las pasarelas de madera va cambiando de color, cada rincón esta lleno de detalles y tonos variados debidos al cristalino río. Además tenemos las formaciones rocosas a nuestro alrededor que presentan curiosidades que disfrutar. Las pasarelas suben hasta un pequeño miradores (máximo cuatro personas) donde poder contemplar desde más arriba el color increíble que tiene el río, tan cambiantes de verdes y dorados.

 
 
 
 
 

Las pozas de agua son de un increíble tono turquesa y afortunadamente hay varios carteles a lo largo del camino que avisan que está prohibido el baño (ya que el agua es para consumo humano), ya que si no hubiera carteles avisando de la multa de sesenta euros por baño habría más de una y dos personas en el agua, porque el agua fresca y limpia bajo el calor del verano atrae más que nada.

 
 
 
 
 

Después de preciosos rincones de agua del río Matarraña llegamos a una senda de tierra junto a la roca, que te obliga a entrar dentro mismo de la roca, para acabar saliendo por el otro lado, y donde podemos ver lagartijas varias. Desde aquí el camino es por la tierra y la piedra y de forma ascendente, a veces con peldaños de tierra y otros de madera, mientras nos salva del calor la vegetación que nos rodea. Dejamos de ver el río pero podemos ver unos grandes bloques de piedra con interesantes formadas llamados Las Gubias del Parrizal.

 
 
 
 

Al final de este camino tenemos un cartel que nos indica como llegar a los estrechos del parrizal. Caminamos por una estrecha senda que nos lleva hasta las rocas de los llamados estrechos del Parrizal, que son como las gorgas que visité por Huesca. El nombre del lugar viene a que son unas rocas estrechas por las que aparece el agua cristalina del río Matarraña. Hay bastantes personas aquí, descansando en las rocas antes de tomar el camino de regreso.

 
 
 
 

Y aunque regresamos por el mismo camino que la ida, el regreso resulta tan interesante como antes ya que el sol otorga diferentes colores más brillantes al agua, como mágicos. Una vez finaliza la ruta comemos en el merendero que hay junto al parking nº3 y una vez terminamos nos dirigimos hacia la piscina natural de Beceite para bañarse, aunque antes de llegar a la piscina hay un lugar llamado fuente que es otra poza natural donde se puede bañar. Ambos lugares se alimentan del agua del río así que sin duda está fresca en un día caluroso de verano. Tras el baño y tomar algo regresamos a Zaragoza.
 

 
 
  
 

Presentación

Curriculum Viajero - Presentación