Monasterio de Rila y Cueva San Ivan de Rila - Bulgaria

Monasterio de Rila y Cueva San Ivan de Rila

En las montañas de Rila, donde se encuentra el sitio más emblemático de Bulgaria declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, la agencia que organiza los tours tenía un montón de autobuses con gente en varios idiomas. Yo cuando lo cogí en español solo había audioguía y como no m gustan cogí el guía en vio en inglés. Me dieron un bus asignado, pero luego me lo cambiaron, creo que vieron los apellidos y dijeron, vamos a cambiarla, porque me pusieron con el grupo en el que la guía hablaba en español y en inglés, había un grupo de chicos jones alemanes y un señor de Suiza que se llamaba Josef Perez, y no, el señor no sabía español pero debieron ponerlo en el grupo por su apellido. No hay mucho problema porque la guía también explica en inglés, así que me lleve las explicaciones en ingles y español al precio de uno. El inconveniente en que en el autobús también iba un grupo de italianos con su guía en italiano, y que nadie se ofenda, pero por mucho que se diga de los españoles os digo que los italianos son peores turistas. La primera parada fue la iglesia de Boyana en el barrio caro de Sofia, por lo que ya hablé de ella en la entrada de Sofia. Y después de la iglesia marchamos hacia las montañas de Rila. Cuando llegamos llovía a cantaros así que sin pararnos a ver la entrada corrimos hacia los portales del patio y escuchamos la explicación de la quia. La iglesia central es el punto que llama la atención por sus murales exteriores. La entrada aquí es gratis, igual que a la iglesia, pero lo de gratis llega hasta aquí. El monasterio es patrimonio de la Unesco y cuando dejo de llover un poco nos acercamos a los pórticos del edificio central donde está la iglesia para que la guía nos contara en detalle sobre las pinturas, los los vivos murales de Zahari Zograf, uno de los maestros del Renacimiento Nacional Búlgaro, son el atractivo principal del lugar. Luego la guía nos dio tiempo libre y lo primero que hice fue entrar a la iglesia, el interior esta por dentro muy oscuro, y las velas de los practicantes que han puesto durante años han estropeado un poco los colores de los frescos, di una vuelta y me fije en la reliquia milagrosa que hay entrando a la izquierda, pero se podría decir que es como otra iglesia o catedral ortodoxa, o llega el punto en que has vito tantas que no te llama la atención. Tras salir al patio me dispuse en mi poco tiempo libre (si te apuntas a ir a la cueva de san juan o san iban tienes menso tiempo libre porque lo usas en el recorrido a la cueva) a visitar el resto del monasterio. La guía explico que viven unos pocos monjes y que el resto de habitaciones que vemos desde los balcones que dan al patio son como un hotel ya que se puede reservar para pasar la noche en el monasterio, el señor suizo era uno de los que lo iba a hacer ya que bajo con su maleta que tras la explicación de la guía dejó donde correspondía, por supuesto si os dais cuenta este es el primer punto donde el monasterio saca dinero, ya que hay que pagar para alojarse, el baño es un agujero ene l suelo y hay un torno para pagar y entrar, esto también pasaba en el otro monasterio que visite, pero en ese monasterio solo Vivian los monjes, no alquilaban habitaciones. Pero si quieres ver el patio y el monasterio con las montañas rodeándolo desde arriba no tienes porque pagar para dormir también puedes pagar para subir, hay una torre junto a la iglesia central que cuesta 5 levas para poder subir andando y verlo desde arriba. Pero en este tiempo libre no os preocupéis que hay mas ocasiones para gastar dinero en el monasterio, en todos los pórticos hay salas, una es el museo icono clástico, que hay que pagar para verlo, cambias de puerta y tienes el museo de historia regional, que también hay que pagar 8 levas para verlos, cambias de puerta y tienes otro museo que también hay que para para verlo, vamos, que me rio yo de la frase el monasterio es gratis cuando es un sacaperras, en el segundo monasterio más grande de Bulgaria que estuve rodeado de montañas con sus preciosas pinturas excepto el baño publico todo era gratis, aquí pagas por todo, ya puedes ir con dinero en efectivo, porque además solo aceptan dinero en efectivo exacto, solo en uno de los museos te dan cambio o puedes pagar con tarjeta. O puedes ir hasta ahí solo para ver la iglesia central y el patio exterior porque lo demás es todo pagar. Aprovechando que no llovía salí para ver las puertas de acceso exterior, una de ellas es por donde nos dejó el autobús y entramos, la otra es la que da a la panadería del convento, abarrotada de gente porque también tiene un pequeño restaurante y según la guía en la pastelería venden unos dulces típicos y claro, todos los turistas se lanzan a comprarlos, yo como soy muy rara en las comidas paso de experimentos pero pude ver que el dulce típico es una especie de torta, de tamaño como la palma de una mano que acompañaban con yogurt, mantequilla, miel, queso o mermelada. Tras el tiempo de ver todo lo posible quedamos con la guía en la puerta por donde entramos para ir a la cueva de san juan de rila o san Iván de rila. Esto es muy curioso porque veo en nombre cambiar según quien lo diga, no sé si es que jamás supieron traducir el nombre búlgaro al español bien o cual es el motivo, la guía lo llamó San Iván así que lo llamaremos San Iván. El motivo de coger el bus es que desde el monasterio hasta la montaña donde se refugio este monje ermitaño hay varios kilómetros que andando se te llevan una hora mínimo. El camino que recorrimos hasta llegar a la montaña del ermitaño en el Parque Natural de Rila está llena de curvas y por la ventana dejan ver los bosques que llenan de frondosidad este parque natural. Y todo junto crea un paraje precioso porque estamos ya entrando en el otoño con sus varios colores decorando las hojas de los árboles. Tras bajar del bus tenemos un cartel que nos enseña al santo, muestra del inicio del treking. Como había llovido era necesario ir con cuidado, además la gente no suele leer las instrucciones y del grupo (todo españoles) había unas chicas jones que llevaban botas de vestir, no muy apropiadas para andar por la montaña y menos habiendo llovido que deja las rocas resbaladizas, por eso se cayeron un par de veces, muy majas pero un retrasamos un poco a la vuelta, porque subir la montaña puede que cueste, pero bajarla en esas condiciones solo puede suponer ir más lento. Debido a que es un camino lleno de rocas y raíces de los arboles no me pare mucho a hacer fotografías, pero disfruté mucho del paseo porque el paisaje era precioso, con todos los colores otoñales brillando. Tras terminar el camino llegamos al frente de una ermita de montaña, ahí la guía nos comenta que es donde dormía y vivía el monje san iban y que tenia su pequeña iglesia, es posible entrar (gratis) y es rincón pequeño vale la pena como cualquier ermita de montaña (en positivo), la guía comentó que no se podían hacer fotos así que, aunque la visité yo sola, no hice ninguna foto, soy muy cumplidora de las normas, también fuera de la puerta de la ermita está la tumba del santo. Al otro lado de la ermita de piedra hay unas escaleras que dan a una cueva, y conocer la verdadera cueva donde vivía el monje en todas las estaciones del año, tras subir las escaleras encuentras imágenes religiosas y velas, y al final una escalera de madera, la tradición dice que trepes por las escaleras de madera y te deslices por la piedra hasta salir por el otro lado tres veces si quieres conseguir la suerte que indica la leyenda de este lugar, yo con conseguir salir una vez de esas rocas fue suficiente, es el agujero más pequeño de cueva pro el que he tenido que salir, ríete de las cuevas de la isla de Pascua. Desde ahí arriba el paisaje sigue siendo bonito y si continuas puedes encontrar la fuente que esta por el camino de subida de la derecha, donde encontraréis una estampa de un santo y que también si bebes el agua tiene no sé qué milagro (tantas leyendas y milagros mi cabeza no recuerda que hace cada cosa) pero además si continuas un poco más te encuentras con una roca con un retrato de san Iván que según la guía es la roca donde el ermitaño se sentaba a rezar, luego ya puedes seguir caminando o bajar por el mismo camino por el que has llegado que es lo que hicimos nosotros para volver al bus, recoger a los que se habían quedado comiendo tranquilamente en el monasterio y volver a Sofia. Sin duda lo más recomendable no es el monasterio sino la cueva de San Iván. Me alegro haber decidido hacer el camino.

Visita: Septiembre 2025 
Mis imágenes: pendientes 
Información para viajar: Pendiente 

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