DIARIO 2024: CHILE - Dia 08 - ISLA DE PASCUA - Dia 05 -- Motu Kao Kao - Motu Iti - Motu Nui - Hanga Roa - Atardecer Ahu Tahai
Nos acercamos sobre las once al puerto de Hanga Piko y tras echar un ojo a la pesca del día salimos en bote hacia los islotes que se encuentran frente a la isla. Tuvimos la suerte de que el océano estaba muy calmado y hacia buen día para navegar. Primero pasamos por la zona de las cuevas formadas hace siglos, más concretamente nos acercaron el bote a la cueva Ana Kai Tangata destaca por ser uno de los mejores lugares del antiguo arte rupestre de Isla de Pascua. Lamentablemente con el tiempo la zona ha ido en deterioro y ahora está prohibido el acceso por peligro de derrumbe. Y aunque a pie no podamos acceder a través del bote nos acercan para mirar las cuevas. Tras ello nos veremos desde el mar la zona de Mataveri, para dirigirnos a continuación los islotes o motus: motu Kao Kao, Motu Iti y Motu Nui. Acercándose a los motu se puede tener una vista desde debajo de los acantilados del volcán y la zona donde se encuentra el poblado de Orongo, donde finalizaba la competencia del hombre pájaro (Tangata Manu). Nos acercamos con el bote al Motu Kao Kao, es el menor de los tres y el más cercano a la costa de la isla. En realidad, más que una isla, es una enorme roca peñasco terminada en punta, donde aparte de pájaros no vemos más pero aquí es posible nadar si se desea. Aunque el océano puede dar la impresión de ser frío cuando entras te das cuenta de que lo que te dicen de que el agua está caliente tipo Mar Mediterráneo es cierto.
Tras nadar un poco volvemos al bote para acercarnos al Motu Iti y el Motu Nui, el capitán del bote nos comenta que este islote Motu Iti está protegido porque es reserva de la biosfera. El Motu Nui es el más grande y se pueden observar la mano del hombre ya que ahí era donde estaban los competidores del Tangata Manu y dejaron su huella en él. Varados junto al Motu Nui podemos hacer snorkel si se desea y aunque desde el bote el agua tiene un profundo color azul y parece que no se va a ver nada, una vez metes la cabeza bajo el agua te sorprendes con la transparencia del agua, ya que se podía ver todo el fondo marino; erizos de mar, peces de todo tipo y las rocas del islote tapizada de corales, todo con perfecta claridad como si fuera un acuario. Nunca he visto un océano con tanta claridad. Tras un rato disfrutando del snorkel volvimos al bote para terminar la vista de los islotes y regresar a puerto.
Hanga Piko que es donde llegamos con el bote es un pequeño puerto pesquero situado en Hanga Roa y el principal punto de desembarque de las mercancías y desde donde pudimos ver un agua tan cristalina que casi no pudimos captar las gigantes tortugas que nadaban entre los botes debido al reflejo de cristal del agua. Aquí también podemos el el Ahu Riata, un ahu semipiramidal ubicado en el centro de la bahía de Hanga Piko. Como bien había leído hay muchos ahu y moai por toda la isla no solo en el parque, por lo que puedes acabar viendo cientos de moais en tu estancia en la isla. Desde aquí salimos de la caleta para ir andando por toda la costa y disfrutar del hermoso paisaje de su mar de un azul impresionante y aguas cristalinas y sus acantilados verdes. Pasamos pro el mirador de las olas, la Rosa de los vientos, la caseta de la Armada de Chile (con un perro con muy malas pulgas), el Ahu Mata Ote Vaikava,y diferntes calas y esculturas por la costa donde encontramos tanto submarinistas pescadores como familias en celebraciones. Y así llegamos a la playa Pea, una pequeña playa que se encuentra ubicada en la costa de Hanga Roa, al costado sur de la caleta de pescadores, y se divide en dos partes separadas por el pequeño saliente donde se alza el Pea Restobar.
A la izquierda junto al rompeolas hay una piscina natural protegida por muros de piedra. Su escasa profundidad hace que esté lleno de niños con sus familias. En el lado derecho mirando hacia el mar está la playa propiamente dicha. Esta se reduce a una pequeña porción de arena con algunas sombrillas que da acceso a la orilla. Seguimos caminando por aquí y llegamos al Ahu Tautira, el Ahu Hotake y el Hanga Roa Otai, uno de los puntos más animados y concurridos de Hanga Roa, en un lateral está el campo de futbol (siempre hay chicos jugando partidos) y al otro los ahu comentados, y muchos restaurantes y una pequeña caleta. A la izquierda del acceso a la caleta, hay un moai sobre un pedestal y unos bancos de madera que lo rodean que configuran lo que se conoce como Plaza Hotu Matu’a. aquí podemos ver a una tortuga marina nadar de un lado a otro del puerto mientras los turistas como yo la perseguían por verla más cerca. Seguimos hacia Hanga Vare Vare que se encuentra situado poco después de la caleta Hanga Roa Otai y antes de llegar al cementerio. Es un amplio espacio verde, abierto, de ambiente tranquilo y relajado, donde suelen pastar los caballos que andan sueltos por la isla, el área está decorada con varias estatuas de piedra y tallados elaborados durante las pasadas ediciones de la Tapati celebradas aquí, el tapati es el festival de la isla que se celebra en febrero.
En el lado derecho mirando hacia el mar, destaca un moai sobre una plataforma metálica. Se trata del Moai de la Paz. Junto al grupo de palmeras ubicadas frente al Moai de la Paz, se halla la bonita piscina natural de escasa profundidad protegida del embate de las olas por una muralla de rocas, el lugar se llama Poko Poko y es un pequeño paraíso. Cerca de la caleta se encuentra el Ahu O´Rongo aunque no queda nada en pie por lo que apenas es reconocible su valor arqueológico. Y antes de llegar al cementerio, se encuentra un grupo escultórico denominado «Hitu Merahi» que son los siete arcángeles. Luego pasamos junto al cementerio, llama la atención ver como muchas de las lapidas están llenas de naturaleza en su interior, y es que se ve perfectamente como se mezclan en todo momento motivos cristianos con símbolos Rapa Nui, aunque no conseguimos descubrir el por qué tenía esa combinación, solo nos llegaron a decir que los rapa nui son bastante católicos además de sus cultos porque los misiones españoles que llegaron los protegieron de los franceses colonizadores que los mataban, o eso nos dijeron los guías de ahí. Después de esta breve parada llegamos a uno de los lugares más visitados de Hanga Roa que es el Ahu Tahai. El primer moái que vemos de cerca es el que yace boca abajo, y que se cree alguna vez fue el que ocupó la sexta posición en la plataforma Ahu Vai Uri. Un poco más adelante, vemos una cabeza tallada, a la que se le ven muy pocos detalles, y que fue encontrada en el mar, detrás de la plataforma.
Entre Ahu Vai Uri y Ahu Tahai se puede ver una rampa artificial, por la que se subían las canoas y que a día de hoy aún se utiliza con este fin. De las tres plataformas que encontramos en Tahai, la que quizás podamos encontrar más llamativa es Ahu Ko Te Riku, un moái que además de tocado, tiene ojos y por eso se le conoce como el moái que puede ver, pero los ojos que tiene no son originales, ya que el único que se conserva es de coral blanco y está a día de hoy en el Museo. Andando un poco más de aquí tenemos el Museo, pero no fuimos hasta ahí porque un mes antes del viaje anunciaron que lo cerraban temporalmente y pro lo que se aun sigue cerrado. Con loque nos gusta a nosotros los museos fue una pena, pero no se puede hacer nada contra los imprevistos. En cuanto al moai con ojos el guía que tuvimos en el tour de la costa norte nos dijo que fue su tío el que los puso como protesta sobre los guardas del parque para reclamar que los moais pertenecen a la cultura de los Rapa Nui y no al gobierno chileno. Aquí nos quedamos sentadas esperando ver el atardecer, ya que en todos los sitios comentan que no hay que perderse un atardecer en el Ahu Tahai.
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