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Camino a Cameron Highlands - Malasia

Camino a Cameron Highlands
 
Comenzamos el tour por Malasia. La próxima parada es Cameron Highlands y sus campos de té, para ello hay muchos kilómetros que recorrer entre Kuala Lumpur y las Highlands. El inicio del camino es todo carretera en línea recta, con palmerales a los lados y un aburrido paisaje, entretenido solo por los arboles caídos tras la lluvia de la tarde-noche anterior. Tras una parada en una gasolinera (es curioso pero en todas las gasolineras vendían algodón de azúcar, que para no faltar mi costumbre probé – es como el de España-), nos adentramos en una carretera de montaña, más estrecha de lo habitual y llena de curva. Aquí el paisaje cambia y se convierte en un paisaje de película de Rambo. Acompañando a mis pensamientos el guía comentó que en esta selva es donde van a entrenar las fuerzas especiales de combate. Tras la imagen de la montaña y la selva frondosa que se abría ante nuestros ojos era fácil imaginar a los guerrilleros caminando por ahí. Curva tras curva, sin dejar la selva, empezaron a aparecer en las orillas algunas casas típicas malayas como pequeños poblados. Las casas malayas son unas casas de madera con postes elevando el suelo de la casa sobre la tierra. También se empezaron a ver gente subida a las palmeras recolectando o paseando de un lugar a otro. A mitad de camino hicimos una parada "turística" para ver de cerca estas casas de madera a los lados de la carretera y dentro de la selva, es lo que llamaban la vista de los Orang Asli. Orang es una palabra malaya para referirse a la gente (el guía decía que nosotros éramos Orang Europe, porque todos éramos gente de Europa). Los orang asli son la gente que vive en la selva, así que hay muchos tipos de Orang Asli. Resulta muy curioso como las casas no tienen agua corriente, los niños juegan en la tierra con los gallos, y no hay televisiones o radios alrededor. La visita fue un poco extraña, no sé, cuando vimos una de las islas Uros en Perú las casa hechas con totora tenían sus antenas de televisión y radio, pero aquí las casas estaban llenas de cosas básicas, nada más. Además nadie pedía nada, ni vendía nada, seguían a su ritmo como si tú no estuvieras ahí. Tras la visita, que se nos hizo rara a todos, continuamos el camino hasta la siguiente parada que fue una gran cascada. No sé el nombre de las cascadas pero no fue nada resaltable para mí, solo que aquí empezaron a atacar los mosquitos, afortunadamente en poco tiempo más llegaríamos a las Highlands. Lo mejor del camino, precisamente eso, la vista del camino: la selva alrededor de la carretera, las casas, la gente y su forma de vida.

Visita: Mayo 2013

Mis imagenes: Album Facebook Malasia

Información para viajar:

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