Plovdiv - Bulgaria

Plovdiv

El siguiente día visité Plovdiv, cerca del centro de Bulgaria, la segunda ciudad más poblada después de Sofia y un lugar de visita imperdible en Bulgaria; y es que esta ciudad tiene de todo. El guía aparcó junto a la escultura de la independencia y el foro romano, sí, nuevamente los romanos llegaron hasta aquí. Junto al foro romano había una feria de libros, y por aquí fuimos recorriendo todos los restos del odeón y los del foro, están esparcidos pero integrados dentro de la ciudad y se pueden recorrer como en la antigua Roma, al alcance de tus manos la mayoría de ellos. Estaban en obras cuando fuimos nosotros, eso sí. Cerca están también los de la basílica mayor.De aquí vimos el ayuntamiento y el monumento a los caídos antes de adentrarnos en la calle de Alejandro I, la principal arteria comercial del centro histórico. Ahí están las grandes tiendas internacionales mezcladas con algunas más pequeñas y sobre todo casas antiguas etilo mansión europea, algunas se conservan otras están más en ruinas pero parece una capital europea con sus casas céntricas conservadas. Por esta calle hay unas escaleras con un cartel de juntos que resalta el año en que esta ciudad fue capital de la cultura europea. Ahí en un rincón está la estatua de Milo que fue un cómico y mimo local, tuve que esperar un rato para poder fotografiarlo porque había gente que se paraba a su lado a susurrarle cosas en la oreja. Y de aquí llegamos al Estadio de Philippolis, gran parte del estadio está enterrado bajo la calle Alexander I y a lo largo de esta calle podemos ver diferentes marcas que indican hasta dónde llegaban las dimensiones de este estadio. En el Estadio de Philippolis se celebraban todo tipo de competiciones, y sobre todo, lucha de gladiadores. Hay una muestra de exhibición del estadio y una galería comercial, así que bajamos para acceder a la parte del estadio donde se desenterraron y restauraron unas gradas. No deja de llamar la atención como han combinado tan bien los restos subterráneos con los edificios de la vida moderna. Justo junto a la parte desenterrada del estadio tenemos la mezquita Dzhumaya es la primera que se construyó en Bulgaria, pero nos comenta el guía que edificio original fue demolido y reconstruido en el siglo XV y la decoración es posterior, junto a ella hay puestos y una pastelería, a quien le gusten los dulces árabes lo disfrutaran yo pase completamente, a decir verdad volví a pasar por ahí a mi regreso de visitar al ciudad y coincidió con la hora de salida de la oración, y solo había hombres invadiendo la calle, pero cerca había soldados armados así que pase sin mucho miedo. De aquí nos dirigimos hacia la iglesia de Sveta Bogoroditsa con sus iconos y murales y la iglesia de Santo Nicolás, ahí al lado, con su iconostasio y la de Santa Marina, con su gran campanario de madera y sus frescos. Una de las cosas curiosas es que, aunque había un cartel de prohibido hacer fotos, el guía no dijo nada cuando los hongkoneses se pusieran a hacer fotos dentro de la iglesia. Desde aquí seguimos subiendo hasta llegar al teatro romano de Plovdiv. El Teatro Romano se construyó en lo alto de una colina, como otros que he visto, para tener una gran vista de fondo, y se conserva en uso, ya que habitualmente están haciendo obras de teatro, tenía una capacidad para más de 6000 personas que pudieran disfrutar del teatro o de la lucha de gladiadores. Por aquellos tiempos a Plovdiv no se la conocía como Philoppolis. Dice el quia que este Teatro Romano que es uno de los mejor conservados en el mundo. De aquí seguimos paseando hacia arriba para adentrando en el barrio viejo y las casas del renacimiento Bulgaro. Los búlgaros decidieron mezclar los estilos más occidentales que habían visto en ciudades como París o Viena, con la arquitectura otomana. Si te fijas en estas casas, hay algunas que tienen muchas ventanas porque el número de ventanas en una casa era un símbolo de riqueza. Muchas de estas casas son visitables, se han convertido en casas-museo o son sede de museos. Con el guía no incluye entrar en una de las casas pero yo voy tomando nota para volver en el tiempo de comida libre que nos dé al final del tour por la ciudad. Y paseando por esta zona llegamos a la iglesia de Sveti Konstantin y Elena destaca, la iglesia más antigua de Plovdiv. Tiene un campanario blanco que no forma parte de parte de la iglesia. Tiene un patio bastante agradable, y del estilo de las casas del Renacimiento Búlgaro. Y dentro tiene unos murales que merecen la pena contemplar, pero aquí el guía avisa que no se pueden hacer fotos, la diferencia con la vez anterior es que aquí hay un cartel que pone que el responsable es el guía del grupo. Buena opción para evitar que los grupos de turistas se pongan a hacer fotos como locos. Una vez salimos de la iglesia nos acercamos a la puerta Hisar Kapia, esta puerta era parte de la muralla que hacía de fortaleza de la ciudad en la época otomana. Luego el guía nos bajo hasta el barrio Kapana para darnos tiempo libre para comer, sin perder tiempo volví a la zona alta de la ciudad en busca de poder entrar en la casa que había visto al pasar pero con tan mala suerte que era la hora de la comida y las casa y otras tenían el cartel que cerraban media hora para comer, afortunadamente conseguí entrar a la casa de la vieja farmacia porque cerró de 12.30 a 13.00 para comer, por lo que no tenía problemas con su horario, Así que me vi la Museo de la Farmacia, más modesta, pero con jardín, medicinas y herramientas de la época. Y sobre todo tuve la oportunidad de ver como eran las casas del renacimiento búlgaro pro dentro, todas las pinturas de las paredes y techos y los muebles eran auténticas, y las escaleras de madera crujían al subir y bajar por ellas reflejando la de siglos de uso de las mismas. Sin duda hubiera sido una lástima irme de ahí sin haber podido ver una de esas casas por dentro. Seguí apeando por la zona buscando un cartel que me permitirá ver alguna casa más por dentro, realmente había cumplido mi objetivo de ver una de estas casas del renacimiento nacional búlgaro como las llaman, pero si se podían ver dos mucho mejor, pero al final no hubo suerte así que terminé de nuevo en el kapana. Kapana literalmente significa “trampa” por el trazado irregular de sus callejuelas, que antes acogían los talleres de los artesanos de la ciudad, se ha peatonalizado y ahora es el barrio hipster de Plovdiv, con sus hostales, casas de colores, pequeñas galerías de arte, talleres de artesanos, bares y restaurantes bohemios, etc. Y también hay bastantes obras de arte urbano, sobre todo alrededor de la calle Zhelezarska. Después pasé por el barrio y la verdad es que dando una vuelta a la mezquita me acabé perdiendo, no sé cómo lo hice, pero di un rodeo impresionante para acabar en el mismo lugar de partida, así que dada la hora me fui a coger algo para comer y luego me compré un helado de regalo, por haberme perdido, y terminé justo a tiempo para llegar al punto de encuentro con el guía para seguir nuestro recorrido del día.

Visita: Septiembre 2025 
Mis imágenes: pendientes 
Información para viajar: Pendiente 

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