Y tras dejar Bellapais bajamos desde lo alto de la montaña y sus increíbles vistas a la costa y la ciudad de Kyrenia. Este lugar, junto con Famagusta, es comentado por los guías como uno de los destinos de turismo preferidos de los famosos cuando Chipre no estaba dividido en dos y era un único país independiente. Y realmente el lugar es precioso, bien conservado, con aguas azules turquesa, vistas espectaculares, normal que los turcos se quedaran con esta parte. Lo primero de todo fue acercarnos al castillo para visitarlo, como en las veces anteriores, la entrada es con liras turcas, puedes pagar en esa moneda o con tarjeta. Originalmente, el castillo se erigió para defender la ciudad de los corsarios árabes, ya que está frente a Turquia. Los venecianos lo adaptaron a las necesidades de la época, incorporando defensas contra la artillería otomana. A pesar de estas reformas, se rindió a los otomanos en 1570. El castillo está rodeado por un foso y accesible por un puente levadizo, incluye en sus muros la pequeña iglesia de San Jorge. Además, se pueden explorar las torres venecianas y la muralla, la rodeamos completamente para ter una vista de toda la costa, el puerto de Kyrenia y desde ahí arriba también se puede ver la forma de cruz del domo de la iglesia del castillo. Tras recorrer el castillo, en su patio hay un patio, acceso a un museo que estaba cerrado y los baños, salimos para ir de aquí al puerto. Kyrenia ha conservado su casco antiguo con las aguas del Mediterráneo hecho que resalta la guía comentando que en Lisamassol no hicieron eso, sino que construyeron el puerto moderno destruyendo el antiguo mientras que aquí mantuvieron lo que pudieron del viejo puerto al construir el nuevo. Alrededor del puerto viejo está lleno de encantadoras terrazas de restaurantes y bares donde sentarse y comer o simplemente tomarse un café mientras ves el ir y venir de la rutina del puerto con los antiguos restos del puerto original y los edificios y el catillo adornándolo. Igualmente pasear entre las callejuelas de las casas y sus rampas, como cualquier otro puerto pesquero mediterráneo es un placer. Tras la comida regresamos a Nicossia para pasar el control al sur de la isla, pero había una larga cola así que tuvimos que esperar bastante tiempo. Antes de salir hacia el control la guía paro en una gasolinera en Kyrenia para llenar la gasolina ya que como nos contó, en Chipre no hay estaciones de servicio a lo largo de las carreteras, así que desde aquí hasta la próxima ciudad no hay donde encontrar gasolineras. La verdad es que es cierto que no vimos avisos en las carreteras y autopistas para salir a estaciones de servicio, por lo que, si acostumbras a conducir por tu cuenta, aparte de que conducen como los británicos hay que tener también en cuenta esto otro.
Visita: Noviembre 2025
Mis imágenes: Instagram
Información para viajar: Pendiente

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