El Parque Natural de la Península de Akamas atraviesan un tramo costero entre acantilados y diminutas playas de aguas cristalinas, dejando atrás la parada del autobús mucha gente comienza una subida andando al interior de la montaña, nosotras como íbamos en jeep fuimos pasando de largo a todos de forma que en este tramo andaríamos menos, ya que nos evitaríamos la larga subida. Una vez llegamos a una explanada con merenderos y carteles explicativos con varias rutas empezamos el recorrido, no lo hacemos completo, tenemos una hora así que iremos hasta donde lleguemos y volveremos a tiempo para seguir con el tour. Pero en ese tiempo conseguiremos ver lo suficiente de la Gorga Avakas. Comenzamos andando bajo un sol abrasador y un terreno seco, con varios carteles informativos sobre las plantas que nos vamos encontrando hasta que nos adentramos entre las montañas, aquí el camino se estrecha y nos encontramos pequeños riachuelos de agua a lo largo del camino, hasta que nos adentramos en el corazón del desfiladero de Avakas. Sus imponentes paredes de piedra caliza dan sombra al lugar, en algunas partes encuentras una gran roca que se encuentra suspendida entre dos paredes, y por el camino el agua discurre, a veces cayendo desde lo alto, lo que forman estalactitas y musgo en la pared, seguimos el camino observando las diferentes formas de las paredes erosionadas por el agua del río Avgas y cuando ya se sale y el camino sigue rodeado de vegetación volvemos sobre nuestros pasos, ahora hay mucho trafico de gente, es fin de semana y esta es una buena ruta para hacer en familia. A nuestro regreso nos sentamos un rato en el merendero antes de seguir nuestro camino, donde paramos en un pequeño pueblo, del que no sabemos ni el nombre, pero que tenía una iglesia, con interesantes tumbas dedicadas a su alrededor.
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