Mi
experiencia por la isla, y que no se puede dejar de ver:
Después al salir de aeropuerto de Jeju-si cogí el bus
limusina que me llevo (1 hora de trayecto) hasta el hotel que había escogido en
Seogiwpo. Lo cierto es que el hotel en la isla me costó mucho elegirlo porque
no sabía si cogerlo en jeju-si o en Seogwipo-si. Finalmente me pareció más
cercano a todo lo que quería ver Seogwipo.
Muy curioso el tema de las que trabajan en el aeropuerto de
Jeju. Tanto como las chicas que están fuera del aeropuerto controlando los
pasos de peatones como el resto nada más llegar al aeropuerto me choco mucho
verlas porque parecían flamencas. Llevan un traje de chaqueta rojo y negro, el
cabello recogido en un moño y... Un sombrero cordobés. Como iba cargada con las
maletas y el bolso no pude hacerles fotos pero de lejos más que coreanas
parecían andaluzas de turismo por las pintas que llevaban.
En cuanto me instale fui a la oficina de turismo que estaba
camino de las cataratas de cheonijiyeon, fue una pérdida de tiempo, porque tal
y como comprobé fue mejor haberme preparado todo en la web y la guía que
preguntar en la oficina de turismo, jamás olvidare cuando pregunte por cómo
llegar a un sito y me dijeron que preguntara a los conductores de autobús si
iban allí ¡claro, con mi magnifico coreano eso mismo voy a hacer! Menos mal que
lo tenía todo sacado en plano porque si dependo de la oficina de turismo y de
mi hábil coreano ya me veo por ahí perdida porque como vi en Corea del Sur te
hablan ingles pero lo que es en concreto en la isla de jeju, no esperéis oírlo...
Como había perdido parte del día, decidí comenzar las visitas
por todo lo que estaba cercano de Seogwipo, y me desplace a pie a todos los
lugares.
Por desgracia, aunque hacia sol en Busan en Jeju-do, cuando
llegué, el día estaba gris y lluvioso. Desde mi llegada no pude ver por toda la
isla los dolharubang (abuelos de piedra), que son las figuras de roca volcánica
que están por toda la isla, dicen que son antiguos guardianes de la isla. Y también
lo son las mariscadoras, aunque estas vi menos... todo eran abuelitos.
Visite la cascada de cheonjiyeon que aparece después de recorrer un camino de bosque y que
está al fondo de un acantilado. Mi hotel estaba arriba del todo y abajo estaba
el camino hasta las cascadas la vista es espectacular aunque el clima no
acompañaba. Luego, como comprobaría más adelante, en la isla todo son subidas y
bajadas. Pese al mal tiempo el colorido del agua y las flores de los arboles hacían
que la cascada estuviera bastante visitada.
Cerca estaba el peñasco oedolgae, lo vi en un par de veces al pasar con el taxi y el autobús
pero no llegue a ir por cuestiones climáticas, ya os contare. En todo caso es
otro lugar que andando desde Seowipo se puede visitar.
Después de ver la cascada fui andando por la costa. Antes de
llegar a las cataratas Jeongbang intente llegar a otras cataratas, pues la isla
tiene muchas, pero pese a que seguí los carteles no hubo forma de llegar. Di un
montón de vueltas bajo la lluvia, sé que estaba cerca pero no había forma de
encontrar el camino, después de muchas vueltas al final decidí seguir hacia la
cascada de Jeongbang.
La
cascada de Jeongbang era mucho más grande vista desde arriba, la
pena es que la marea estaba muy baja y el agua de la cascada caía sobre las
rocas para luego ir al mar por lo que el mar no llegaba hasta ella, lo bueno es
que se podía bajar hasta ahí y caminar por las rocas hasta el mar. Jeongbang es
la única cascada en toda Asia que cae directamente al mar, de ahí que diga que
es una pena por un lado que el mar estuviera tan alejado. Aunque siempre hay
puntos positivos.
Y el día ya no me dio para más, porque entre ir de un lado a
otro enseguida se hizo de noche, sobre las 6.30 ya empezaba a anochecer y a las
7 era ya de noche, de ahí que todos los sitios turísticos abrieran de 9 a 6.
No sé si lo había comentado antes pero cuando pregunte por
los suvenires típicos de Jeju lo primero que me dijeron son las naranjas. Es
cierto que vi varios naranjos y un montón de puestos de venta de naranjas,
incluso en las tiendas de suvenir, aparte del cuero y abuelitos de roca volcánica
en pequeñito, todo era venta de naranjas.
Jeju- do es una isla volcánica, donde el turismo es básicamente
nacional. Yo no vi a extranjeros de forma habitual mientras permanecí en la
Isla. Aun así dentro del país es un lugar típico de vacaciones, lunas de miel,
rodajes de películas y series...Tiene un encanto diferente al del resto de
Corea, por lo que vale la pena.
Pero al ser una isla hay que moverse en coche, y a falta de
coche hay que usar el transporte público, que ahí solo es el bus, que recorre
de punta a punta la isla. También hay que andar bastante porque solo así se
puede ver cada rincón del paisaje, que va variando.
Si no conseguís localizar una parada de bus (algo raro porque
hay una en cada emplazamiento turístico de la isla) siempre está la opción de
coger un taxi, que según los coreanos es muy caro pero personalmente es muy
barato y si se compara con España resulta baratísimo. Hasta las taxis de lujo
son más baratas que los normales en España.
El primer día, como veréis, me moví andando por los
alrededores de Seogwipo y pude ver diferentes cascadas y zonas de interés. Hay
carteles y no es difícil moverse por la isla a pie.
Al día siguiente, y aprovechando que hacia mejor tiempo (no llovía
y hacia algo de sol) tome el bus hacia el complejo turístico Jungmun.
Afortunadamente el complejo tiene muchos planos cada pocos pasos y así es fácil
localizarse y poder desplazarse hacia diferentes destinos.
Cerca del centro internacional de convenciones se encuentra
mi primer destino del día, el Acantilado Jusangjeolli.
Jusangjeolli son pilares de piedra apiladas una sobre
otra a lo largo de la costa, hay pilares de roca con formas de cubos
hexagonales de diversos tamaños y además de la curiosa forma que tienen todos
estos acantilados también se puede disfrutar de una vista de la isla y de cómo
las olas rompen contra las rocas, que parecen talladas con esa forma expresa. Si
el día lo permite se puede ver uno de los volcanes de la isla de fondo, y un
hotel, claro. Fue aquí donde me encontré con los únicos turistas no coreanos en
la isla que eran un grupo de japoneses.
Para llegar al acantilado de Jusangjeolli desde la terminal de autobuses de Seogwipo coger el
autobús hasta Jungmun (viaje de aprox. 20 mins.) y caminar unos 15 mins. También
se puede tomar el autobús del aeropuerto hasta el complejo Jungmun y caminar
hasta el acantilado unos 15-20 mins.
De ahí caminando llegue hasta el Centro de convenciones de
Jeju junto al cual había un amplio campo de calza, la gente se hacía fotos
entre las flores y es que el paisaje era muy hermoso y uno de los típicamente
favoritos de los coreanos. Ya sé que las imágenes que voy subiendo están en
tamaño pequeño (así se hace más fácil la subida) aun así espero que se pueda
distinguir toda la belleza del paisaje de la isla de Jeju.
Después de caminar alrededor de la costa fui hacia el
complejo turístico disfrutando de la vista de la costa, un pequeño puerto. Para
llegar al Complejo Turístico Jungmun desde
Seogwipo hay que tomar el bus limusina N°600 (el autobús que sale camino del
aeropuerto, la parada os la pueden señalizar en la Oficina de Turismo de
Seogwipo) que sale cada 15 mins.
Dentro del complejo hay varios lugares de interés para
visitar.
Cerca del camino hacia los Acantilados podemos pasear junto a
la montaña y ver abajo del todo el paso del rio, a gran altura se alza sobre
ellos el puente en arco denominado seoningyo con figuras de siete doncellas, la
razón es porque el pozo sobre el que se encuentra (de donde sale el rio) es,
según la leyenda, donde las siete ninfas doncellas del emperador celestial
bajan del cielo por la noche para bañarse.
Esta leyenda está relacionada con la cascada
cheonjeyeon, que es el llamado pequeño lago del emperador.
Cruzando primero el puente en arco, que más que por la altura a la que se
encuentra lo que da impresión es lo empinado de su construcción, se llega hasta
la cascada. El puente cuesta subirlo, aunque mucho más bajarlo debido a su
cuesta empinada.
Después, bajando por el otro lado de la montaña se llega
hasta la cascada. La cascada cae sobre un pequeño lago que sigue su curso,
siguiendo el camino más adelante se puede ver que la catarata tiene 3 partes.
Al final hay una cueva con un pequeño lago donde comienza a formarse la
corriente. Este está rodeado también de las rocas hexagonales y su reflejo y
colores es mucho más impresionante, en mi opinión, que la cascada en sí. Sobre
todo después de haber visto ya otras tres cascadas el día anterior. En todo
caso, todas son recomendables.
Enfrente de la cascada está la torre octogonal del jardín
botánico. El jardín botánico de Yeomiji ha
sido el jardín botánico que más me ha gustado de todos los que he visto, más
que nada por como lo tienen estructurado y cuidado todo. Cada sala y jardín
está cuidada al detalle. También se puede subir a la torre pero las vistas y lo
limpio de los cristales no compensan. Dentro hay estos personajes hechos con
macetas, todo es muy mono así que se hace una visita encantadora.
En teoría en este jardín botánico estaba un árbol que quería
ver, es el árbol del libro “El Principito”, el árbol sale en varias series,
como es el drama Goong (Princess Hours). Pero no lo encontré y eso que pasee
bastante por el jardín. También es cierto que igual lo vi y no lo reconocí,
como una es alérgica los jardines no son apropiados.
Lo que si vi por todo el complejo turístico fueron muchas
parejas. Era fácil distinguirlas porque se visten igual. Debe ser moda en corea
porque creo que el 95% de las parejas que vi vestían igual, la misma camiseta
rosa, o el mismo jersey, o el mismo conjunto completo. Ya lo había visto en
Gyeongju pero en Jeju fue demasiado. Luego he leído que es unos típicos
destinos turísticos y que muchas parejas van ahí, así no me extraña que
encontrara parejas). El jardín botánico en realidad parece pequeñito aunque no
lo sea porque está divido en salas y jardines de diferentes tipos y procedencia
(jardín japonés, coreano, francés, etc.).
De ahí pase al museo de los ositos de peluche. En realidad todo está muy cerca de si en el complejo
hotelero así que andando no cuesta nada ir de un lado a otro. Tenía muchas
ganas de ver el museo de los ositos desde que vi el drama Goong donde sale el
museo, además al final de los capítulos salían los personajes representados
como ositos. Ahí estaban esos ositos entre Elvis, Marilyn Monroe, Napoleón, el príncipe
Carlos y Lady Di, etc.
El museo es más caro que, por ejemplo, otras visitas
turísticas que hice pero es cierto que en general los sitios turísticos no eran
muy caros si los comparamos con España. El museo está dividido en la parte del
edificio y la parte exterior, el edificio tiene varias plantas donde se van
encontrando a los ositos representados de diferentes formas. Como cuadros o
personajes famosos, en escenas habituales como bodas y fiestas, vestidos con
trajes típicos, hechos de diferentes tamaños y colores, abajo del todo está la
tienda y afuera hay unos cuantos ositos tamaño natural.
Luego estaban los típicos ositos de peluche pero también
estaban las figuras con mecanismo de movimiento. Por ejemplo una boda le daban
al botón y todos los personajes del pueblo y de la boda se iban moviendo. O un
desfile de modas parisinos los ositos iban desplazándose por la pasarela.
Luego me marche hacia otro lado de la isla, hacia el parque
Hallim. En la parada de buses de Jungmun hay que coger
bus de la línea Seohoeseon, y bajar en el parque Hallim, no es difícil
localizar la parada de bajada (duración de 60min.).
En el parque Hallim encontré de nuevo a grupos de estudiantes (o hay muchos
o es mi sino encontrarlos) y también un grupo de soldados. El parque se divide
en varios rincones turísticos para ver y al menos te dan un plano a la entrada
para no perderte con tanto rincón.
Primero pasee por el Camino de las palmeras, que te introduce
al paisaje que pronto se mostrará.
Ahí también vi Cuevas Ssangyong y Hyeopjae, cavernas de estalactitas y estalagmitas, donde también había
a veces esculturas tañadas en las rocas de la cueva. Son cuevas de lavas
formadas por la erosión volcánica de hace miles de años. La cueva Ssangyong
(“Dos dragones” en coreano) tiene la forma de dos dragones saliendo de la
cueva. Por el camino de una gruta a otra se podían ver pequeños dioses de
protección.
Luego está el jardín de bonsáis o Centro de las plantas
enanas en macetas y piedras de Jeju con varios bonsáis, plantas y piedras de
diferentes formas.
Y el pueblo folclórico jae-am. Aquí se pueden ver casas
tradicionales antiguas que eran de madera y paja, con los instrumentos de uso,
como las vasijas los amasadores, etc. Las casitas rodeadas por la flor de calza
lo hacían más especial.
Después se puede llegar al jardín de cerezos, toda la flor y
gran cantidad de ellos. También había postes de madera con caras dibujadas,
supongo que son dioses protectores como las figuras de los abuelitos en roca
volcánica.
No sin antes pasar por el Jardín de las aves, con pavos
reales (había de color completamente blanco), loros y avestruces de muy mal
carácter (me recordó mucho a las islas canarias y no solo por las rocas
volcánicas ni el colorido de las rocas en las playas).
De ahí podemos pasar al hall de exhibición de rocas y al
Jardín del estanque, donde se ven las figuras en roca volcánica de las
buceadoras.
Y por último el Jardín Botánico Tropical, fue lo que menos me
gustó, no porque no fuera bonito sino porque el jardín botánico anterior le
quito color a este, aunque en el interior del hueco de una roca en el jardín había
una virgen. En Corea del Sur tome dos taxi, uno el conductor era budista, por
la pulsera que llevaba, el otro era católico, porque aparte de las vírgenes que
llevaba en el taxi así me lo dijo en ingles (en corea también a los taxistas
les gusta hablar).
Justo cerca del parque Hallim se encuentra La playa
Hyeopjae. Aunque en teoría hacia sol cuando salí de la
isla, en ese lado de la isla se había nublado (al regresar a Seowgipo volví a
ver el sol).
Pero aun con el día nublado la playa
de Hyeopjae es preciosa. La fina arena blanca se funde
con las olas sin diferenciar el comienzo del mar.
El paisaje entre la vista de fondo, el color de la arena, del
mar y de las rocas volcánicas crea un paisaje espectacular. Su blanca arena
posee un montón de polvo de conchas marinas desintegradas mezcladas, y apenas
más allá de la playa se encuentra la Isla Biyangdo. El mar de color agua marina
y la arena de la playa junto con la poca profundidad del mismo hace
que a veces no se distinguiera donde acababa la playa y empezada el mar. Como decía,
no hacia sol pero nada le quitaba el encanto a esta playa.
Entre el parque y la playa está la parada de autobús (aquí si
había parada a ambos lados) para volver a seowgipo. Desde la terminal de
autobuses interurbanos de Seogwipo, hay un autobús con destino al parque Hallim
(primer autobús 5:50, último autobús 20:00 hs. / autobuses cada 29 mins, /
viaje de 45-50 mins.) La terminal de autobuses estaba cercana al Estadio de
futbol de la isla.
Al día siguiente, según internet (tenia acceso gratis desde
mi habitación y además iba rapidísimo, pero rapidiiiiisimo) el día sería
soleado así decidí ir al monte Hallasan que se la suele llamar también Mt.
Yeongjusan, que significa: suficientemente alto para tocar
la galaxia. Para llegar ahí hay que coger el autobús
interurbano que parte cada 15 mins, tarda unos 40 mins. desde Seogwipo.
Cuando llegue no hubo forma de entenderme con el de los
tickets (que por cierto no había que pagar nada por subir). Había leído que había
varios caminos pero yo solo vi uno, y como no había forma de entenderse,
pregunte si iba hacia arriba del todo y me dijeron que si, así que yo comencé a
subir.
El camino no tiene ninguna vista hasta que se llega arriba
del todo, lo cual es un poquito triste, subir durante tantas horas viendo
siempre árboles y plantas. Lo bueno que al comenzar a subir había niebla y de
esa forma pude ver a varios ciervos ya que en cuanto empezó a brillar el sol ya
dejaron de verse.
Hubo un ciervo que me acompaño casi todo el camino hacia
arriba, iba paralelo a mí y como yo iba sola pues tampoco se asustaba.
Reconozco que como no tenia calzado apropiado para la montaña (ni botas de
montaña ni zapatillas deportivas) iba a veces, por precaución, mirando al
suelo. Una de las veces casi me doy de lleno con un grupo de ciervos al lado de
mi camino. Salieron corriendo pero creo que el susto que me pegue yo al verlo
de repente fue mayor que el susto que se llevaron ellos.
Todo parecía ir más o menos bien hasta que empezó a aparecer
la nieve y el hielo. Ya sé que estábamos a abril pero no pensé en nieve ni
hielo (no estoy acostumbrada a la montaña). Resulto algo difícil seguir
subiendo por el camino con la nieve y el hielo sin pisar apenas (solo habían
pasado 3 personas delante mío) y con mi calzado inapropiado. Conseguí subir
hasta el lugar donde se descansa y venden agua y comida sin caerme ni una vez.
Para subir al pico fue más difícil. No pro la subida sino porque cuanto más subía,
más veía la cuesta con nieve y hielo fresco. Y el problema no era subirlo, era
bajarlo sin matarme.
Un coreano me adelanto y para animarme me dijo que solo
quedaban 45 minutos, claro, eso él que iba bien preparado. Al final me quede a
0.3km de la cima pero decidí dar marcha atrás porque cuanto más subía peor veía
la bajada. Pero desde arriba, con la buena visibilidad se podía ver el lago
dentro de la montaña y la vista es preciosa. Lo que si recomiendo es que hay
que subir con buen tiempo, con mal tiempo la visibilidad es nula y no se puede
disfrutar del paisaje.
Preferí volver a casa de una pieza que regresar con la pierna
rota sino algo peor. Aunque subiendo había postes con el teléfono de emergencia
en ingles y coreano. Cuanto más bajaba más gente me encontraba, sobre todo
mujeres coreanas que me decían muchas cosas que no entendía mientras señalaban
mis pies. Supongo que me echaban la bronca de cómo se me había ocurrido subir
con ese calzado pero no tenía otro calzado y al menos debía intentarlo.
Finalmente llegue de nuevo abajo. Hacia un día maravilloso, soleado y sin nubes
y por un lado me apena no haber subido esos últimos metros pero todo el resto
de la subida valía la pena.
Una vez abajo tuve el típico problema de que no tenía parada
de autobús. Para ir había marquesina para la vuelta no. Espere y cuando una
mujer se puso en la marquesina de ida fui a preguntarle por la parada, me dijo
que enfrente (hasta ahí llegaba) y una vez cruce fui caminando y ella me decía
si era allí o no, un paso a la izquierda, no, ya me he pasado, otro para la
derecha hasta que por fin acerté con el sitio correcto (es para verlo
visualmente, ahora me rio pero en su momento eso de las paradas no me hacía
mucha gracia).
Lo bueno es que la gente en Corea es fabulosa. Ya lo dije al
principio y lo reitero, es delo mejor que tiene Corea. La mujer hasta me aviso
de cuando venia el autobús, que por cierto los autobuses de la isla, o al menos
todos los que yo cogí, tenían visillos en las ventanas. Es muy curioso dado que
nunca lo había visto.
El día siguiente en cambio fue un día completamente diferente
climáticamente. No llovía, diluviaba, y además con aire, con lo un paraguas no
sirve de mucho, así que aviso, para Jeju mejor un buen chubasquero. Pero como
era mi último día en la isla no iba a pasármelo todo el día en el hotel, así
que cogí un taxi (fue algo espontaneo, diluviaba tanto que nada más salir del
hotel vi un taxi y lo cogí) y me fui a ver el Pico
Ilchulbong del Mt. Seongsan, que era otro sitio que tenía
pendiente por ver.
Ahí no solo llovía sino que hacia aun más viento. De la
entrada de los tickets a las primeras escaleras se doblaron todas las varillas
de mi paraguas, así que lo tire a la basura, al fin y al cabo no era nada útil.
La vista, pese a la lluvia y el viento, era fabulosa. Nada más llegar se veía
el monte (más bien volcán) y como lo rodeaba el mar. A su alrededor se veían
las playas, las casitas y las montañas de fondo.
El camino hacia arriba está empedrado (por cierto, no sé si
comente que todas las aceras de la isla son de piedra volcánica) y para subir
hay todo escaleras. Empinadas pero seguros. Pese a la tormenta estaba lo
bastante despejado como para tener una buena vista desde arriba. No subí sola,
había un grupillo de coreanos que también subieron. Uno de ellos había estado
en Barcelona, el camino hasta arriba, que no es mucho pero después del día
anterior se hacia un poco pesado, fue más ameno porque íbamos hablando, pese al
viento y la lluvia.
Lo que más me impresiono al llegar arriba es que se ve
perfectamente el cráter del volcán. Se puede observar todo la forma redondea,
la profundidad (en las fotos no sale porque es muy ancho y no tenía más roca
para echarme para atrás y que se viera la redondez del cráter para apreciarla
como de verdad se aprecia en directo).
Y por supuesto las vistas desde arriba son increíbles. Aunque
hacia mucho más viento y ya avisaban en un cartel que era peligroso acercase
mucho al borde del cráter. Pero merecía la pena. Sé que subo las fotos a un
formato muy pequeño pero aun así espero que se aprese la vista. La actividad
más famosa en el Pico Ilchulbong del Mt. Seongsan es
contemplar el amanecer desde el cráter pero no hacia día para ello. Aunque es
posible imaginárselo.
Al bajar intente acercarme a las barandillas que dan a la
playa junto a la roca de la montaña pero el viento era mucho más fuerte cuanto
más te acercabas al mar y era casi imposible. Hasta hacer fotos era
dificilísimo porque de frente llegaba el aire con un montón de agua que te
impedía ver. Aun así bajar hasta ahí te daba otra perspectiva. Desde el pico
era la vista hacia abajo, impresionantes hasta donde alcanzaba el horizonte, y
desde la playa la vista era hacia arriba entre la roca y el mar.
Al final, tuve que comer ahí, donde solo había restaurante
coreanos (en realidad excepto en el Complejo de Jungmun en el resto de la isla
solo encontré sitios para comer coreanos. La comida coreano tiende a picar pero
lo peor de todo era el Kimchi, que es el plato típico coreano pero que para mi
pica tanto que durante todo el día solo tenía el sabor a picante en la boca,
daba igual que más tomara. El resto, aunque con picante, aun se podía hacer un
esfuerzo y ocultar el picante con otros sabores.
Al regresar volví en bus y no en taxi.
Tome el autobús
directo hacia Seogwipo en la entrada de Seongsang Ilchulbong (pregunté a la
mujer del restaurante por la parada del bus, puede que ella no
supiera ingles pero bus es internacional), y me baje en seogwipo, el trayecto
es aprox. 1 hora.
Desde Jeju-si también dura lo mismo más o menos porque este volcán
esta en el otro lado de la isla y lo mismo da ir desde una ciudad que desde
otra.
Es bastante molesto cierto tema de los taxis que solo me pasó
en jeju-do. Y es que aunque vas andando tranquilamente siempre que pasaba un
taxi pitaba el claxon para ver si lo querían coger. Al principio bueno, se
dejaba pasar, pero luego era muy cansado.....
Cosas que
saber sobre Corea y los coreanos:
Los coreanos son muy abiertos, simpáticos y
amables. Les gusta hablar con la gente, aunque sean desconocidos. Y hablan
perfecto y fluido ingles (hasta los taxistas).
Los taxis no son caros. Los coreanos tiene la idea de que los
taxis son muy caros pero en realidad son mas baratos que en España. Lo
que ocurre que todo es tan barato en Corea
que en comparación con el resto es caro.
Comida a todas horas. A los coreanos les gusta comer a todas
horas así que hay sitios con comida abiertos a todas horas, aunque sea de
madrugada un domingo.
Souvenirs: aparte de la ropa tradicional y las
figuritas típicas están los adornos y
polveras coreanos, los dioses de madera, los abuelitos de lava de la
isla de Jeju, o un oso del museo de osos de peluche de la isla de Jeju.
El internet en Corea suele ser gratis y muy rápido, rapidísimo.
Nunca he estado en un país con acceso tan veloz.
Hoteles en la Isla de Jeju:
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