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Diario 2019: Italia - Templos de Paestum - dia 4

Cuando estuve en la isla de Sicilia visite unos cuantos templos griegos mucho mejor conservados que los que vi en Grecia, pero fueron vistos por fuera porque por dentro no estaba permitido, en cambio en Paestum puedes entrar en los templos y caminar entre sus columnas, tocarlas, sentir lo que los viajeros del Grand tour vivieron. Desconocía este lugar cuando estuve en Nápoles y realmente vale la pena conseguir acercarse hasta Paestum para disfrutar de sus templos griegos, nosotros estuvimos hasta el cierre y hubiera estado mucho más tiempo si hubiera sido posible (por supuesto, sacrifiqué ver el museo, pero dicen que vale la pena, para otro viaje con más tiempo queda apuntado). Desde Portici he estado hablando sobre el Grand Tour (que si Portici fue incluido en el Grand Tour, que sí Herculano) bueno, a quien no lo sepa le explicaré lo que es el Grand Tour. 

  
 
 
 
 

El llamado Grand Tour era un itinerario de viaje por Europa, antecesor del turismo moderno. El término Grand Tour apareció escrito en la obra El Voyage d' Italie (El viaje a Italia) de Richard Lassels, en la que hace referencia al viaje por Europa que realizaban jóvenes aristócratas -principalmente británicos- como parte de su educación, su valor residía en el acceso tanto al arte clásico y del Renacimiento como a la sociedad aristocrática del continente europeo (considerada de moda). Un grand tour podía llevar desde varios meses a varios años, dependiendo del presupuesto. El recorrido era muy variado, para un viajero inglés el Grand Tour solía iniciarse bien en Calais o viajar directamente en barco a Italia, para luego regresar por tierra. El recorrido por Italia estaba muy influenciado por Winckelmann y Goethe que convirtió el viaje a Italia en un estudio de la Historia del arte. La visita a Italia solía concluir en Nápoles, por aquel entonces la mayor ciudad de Italia, donde se admiraban las ruinas de Pompeya, Portici o Herculano. Así que como viajeros en el tiempo nos convertimos en viajeros del Gran Tour por Italia en búsqueda del arte clásico. 

 
 
 
 
 

Pero volviendo a Paestum, ya desde el autobús empezamos a ver a zona, bastante grande, donde se encuentran los tres grandes templos griegos. Nada más bajar esperamos a Margarita que fue a recoger la entrada (que no son en la caseta de entrada sino en el museo, un poco más alejado calle arriba). Y una vez entramos, con lluvia o no (a veces caían intensas lluvias como se paraba), tuvimos Paestum para nosotros solos. Nada más pasar la entrada principal tenemos uno de los templos más bonitos de Paestum, el Templo de Atenea situado en lo alto de una colina. Es visiblemente parecido al Parthenon de Atenas pero más pequeño. Este templo no podemos verlo por dentro pero enfrente quedan algunas ruinas que si se pueden tocar y que sirvieron de asiento para algunos de nosotros cuando comenzó a caer un buen chaparrón, otros se refugiaron bajos los grandes pinos, pero lo mejor que tuve fue la vista desde ese montículo porque pude observar al agente vestida de época napoleónica paseando entre las ruinas que llenan Paestum y que las hierbas cubren, era como ver las pinturas antiguas de la época, así que me sentí como un pintor de la época, si hubiera sido España podría haber sido Goya, no hay palabras para describir un cuadro de época. Baje por el otro lado el montículo para seguir las ruinas hasta el segundo templo de Hera o Apolo dedicado a Poseidón, y que es el templo mejor conservado del recinto. Conserva casi toda la parte superior y uno se queda muy pequeño a medida que va avanzando hacia él. 

 
 
 
 
 

De aquí al templo hay bastantes ruinas que uno va encontrando pro el camino, además de calles empedradas en un excelente estado de conservación rodeadas de edificios a los que apenas han sobrevivido sus cimientos. A esto súmale que en vez de turistas en pantalón corto ves a hombres y mujeres ataviados como en la época napoleónica. El templo de Hera dedicado a Poseidon es una maravilla, se puede subir las escaleras y entrar dentro, disfrutar de sus interminables y gigantes columnas de piedra que se elevan hasta el techo ya desaparecido. Me encantó poder estar dentro y observar y tocar las piedras del templo griego, mucho más impresionante de los de Atenas, tal vez porque estos son más cercanos y menos destrozados. 

 
  
 

Después de recorrerlo y contemplar su saltas e impresionantes columnas interiores fuimos al templo de al lado, casi en paralelo y muy cerca se encuentra el primer templo de Hera, en él se puede entrar pero solo caminar alrededor de una parte, la otra está vallada para impedir el acceso, tampoco conserva el tejado y es que es el templo más antiguos de todos: 2500 años, y después de visitarlo volví al templo de Poseidon, porque uno no se cansa de disfrutarlo, tanto es así que nos dio la hora de cierre (las siete y media), como soy muy cumplidora salí de las primeras por lo que me dio tiempo a ver, por fuera, el anfiteatro y el foro. Y es que el recinto no solo conserva esos tres grandes templos griegos, lo que pasa es que es lo más impresionante de todo lo que te puedes encontrar. 

 
 
 
 

Tras el cierre los autobuses nos acercaron al restaurante Nettuno (Via Nettuno, 2) que es una antigua granja de inicios del siglo dieciocho desde donde se tiene una fabulosa vista del templo de Hera y Poseidon iluminados de noche. Y como era el Grand tour tuvimos una pequeña sorpresa teatral durante la cena donde se reflejaba la “vida” de aquellos. Aún sin recreación napoleónica ni Grand Tour una parada en Paestum resulta claramente obligatoria (no sé por que no sale en todos los tours pero si puedes hay que hacer una parada).

 
 
 
 

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