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Diario 2023 VIETNAM - Dia 13 - My Son

Si eres tan fanático de las ruinas como nosotros y tienes una tarde libre en Hoy An esta excursión es recomendable y una gran alternativa al famoso puente de manos. Tras la comida nos recogía el guía para llevarnos hasta MySon. El guía que nos tocó estaba muy dispuesto a explicarnos muchas cosas, pero como llevábamos más de una semana en el país no teníamos muchas preguntas. Sí que nos enseñó la inundación diez días antes de nuestra llegada y como pro la pandemia estuvo dos años sin tener un grupo para guiar, también nos contó que en Ho Chi Minh de donde era su suegro murió mucha gente. Lo cierto es que el guía sabía muchas cosas sobre las ruinas y la cultura que los construyó, y mientras otros solo veían nubes en el puente de las manos (un guía les dijo a una pareja española que manos si verían, las suyas propias) nosotras disfrutamos de unas interesantes y bonitas ruinas y hasta de un espectáculo. Y eso que el guía de HoiAn decía que quien fuera a Camboya no valía ver MySon, está claro que a ese guía no le gustaban las piedras como a nosotras.

 
 

Nada más bajarnos del coche en el aparcamiento de My Son nos dirigimos a la entrada y cruzamos un puente hasta una parada donde cogemos un tren eléctrico como en la pagoda de Baih Dinh. Aparte de que nos ahorra tiempo el cielo está completamente nublado por lo que, aunque hasta ahora nos hemos salvado, hay altas probabilidades de que llueva. El complejo tiene un recorrido circular y los lugares están clasificados con letras (Complejo A, B, D…) ya que es así como lo clasificaron los franceses en su momento. El primer complejo es el que más edificios tiene y el que están mayoristamente en estado original (el resto de complejos tienen más reconstrucción). Pese a la posible lluvia hay bastante gente viendo el lugar. 

 
 
 
 
 
 
 
 
 

El guía nos explica como distinguir los originales de los reconstruidos. Los templos son de un color rojizo, que cambia de intensidad según la hora del día, y cuyo material con el que están unidos no han llegado a descubrir todavía a día de hoy. Por eso, el material más anaranjado es el original y el reconstruido es más oscuro. Esto es porque intentado reconstruirlos intentaron aplicar el mismo tipo de masa que uniera los ladrillos pero con la lluvia y el tiempo la masa nueva hacía que los ladrillos se volvieran más oscuros, mientras los originales seguían conservando su color rojizo. Como decía, a día de hoy no han dado con la mezcla exacta que usaban en la época de la construcción de estos templos, y se según pasa el tiempo y se filtra la lluvia por entre las piedras se hace fácil distinguir los templos que no han sido tocados de los que han sido reconstruidos.


Aquí también descubrimos unas piedras llamadas yoni y otras llamadas lingas, que simbolizan la fertilidad (formas muy explicitas de las piedras. El yoni y la linga son piedras que van unidas entre sí. Cada yoni tiene su pareja linga, de forma que no puedes unirlas si no son las parejas creadas para tal efecto. En este primer complejo se puede entrar a los templos y un almacén antiguo y ver alguna escultura, aunque mayoritariamente todas las buenas fueron expoliadas por los franceses y llevadas a Francia, y otras pocas se llevaron al museo Cham de Da Nang. Por eso cuando entramos a los edificios podemos ver que están prácticamente vacíos, excepto alguna yoni, o bombas que cayeron durante la guerra, o alguna estatua de dioses hindús de menos calidad. Antes de continuar con el recorrido el guía nos lleva de regreso a donde hay un escenario cubierto ya que hay un espectáculo de danza y música basado en los Cham (la cultura que creó estos edificios). Así que, aunque no lo teníamos previsto, al final tuvimos espectáculo de baile y música en directo. Otro día visitaríamos el museo Chan en Da Nang y veríamos que las bailarinas llevaban la misma ropa y tocados que las figuras de los templos (solo que en My Son no están muy bien conservadas y donde mejor se ven son en las que se llevaron de My son y de otros lugares de Vietnam al museo Cham). Los Cham son descendientes de navegantes malayo-polinesios de Borneo. El reino de Champa ocupó, bajo la forma de ciudades-estado, el centro de Vietnam, donde la capacidad comercial proporcionó los recursos necesarios para la prosperidad de su cultura. Alrededor de las ciudades, los reyes Cham pudieron construir y embellecer templos, donde se veneraron a múltiples dioses de las religiones hindús.

 
 
 

 
 
 
 

Tras finalizar el espectáculo seguimos el recorrido viendo el resto de templos, figuras de dioses y también muchos inmensos cráteres y bombas. Y es que en My Son podemos observar algunos de los impactos de bomba que todavía se visualizan en el suelo ya que el lugar fue muy bombardeado durante la guerra. En algunos blogs aconsejan no salirse del recorrido porque aún quedan bombas por la zona. En unos de los complejos finales comienza a llover y con bastante fuerza así que me pongo la capa de agua, mi amiga que hace caso al guía de Hoi An (parece nueva en esto de los viajes) lleva chanclas, “con chanclas y a lo loco” porque la lluvia es tal que al final va descalza por el camino de piedra. Lo malo de la lluvia es que, aunque pudimos ver todo el recinto arqueológico, el lugar rodeado de vegetación y montaña es precioso para dar un paseo con calma y disfrutarlo mucho más que ir caminando con cuidado bajo la lluvia. De regreso el coche eléctrico nos lleva hasta la misma entrada (ventajas de la lluvia) y así apenas (o al menos yo) nos mojamos. Que es cierto que no hace frío, pero te digo yo que mojado no se viaja igual que seco. Pero pese a la lluvia una de las mejores excursiones, por ahora, de Vietnam. Si es que nos gustan mucho las piedras y además rodeadas de vegetación, historia y espectáculo de música y baile, para qué queremos más.

 
 
 
 
 
 
 
 

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