Por la mañana visitamos en primer lugar la pagoda de Thien Mu, situada a orillas del río del Perfume. Lo primero que se ve al entrar es la pagoda de forma octogonal de 21 metros de altura. En el complejo también se puede ver una enorme campana, templos y el coche donde fue el monje que se incendio a si mismo en la forma de loto en protesta por la discriminación contra el budismo y la represión religiosa. Al parecer en el sur hubo un momento en que prevalecía otra religión y el budismo estaba siendo discriminado. En el norte, en el centro y luego en el sur nos cansamos de oír hablar sobre el monje en cuestión. El lugar es un templo donde viven hoy en día los monjes por lo que en la visita puedes verlos en el comedor o caminando hacia sus habitaciones. El lugar tiene unos bonitos jardines.
De la pagoda bajamos a embarcarnos en un barco para navegar por el río del Perfume. El río en cuestión es grande y de color del barro, pero es una forma como otra cualquiera de ir de un lado a otro, los barcos están adornados con dragones de colores y dentro son auténticas tiendas flotantes. Tras llegar a la orilla del río nos acercamos andando a la antigua ciudadela imperial, un enorme complejo y modelo de la ciudad prohibida de Pekín. El primer lugar a ver es el punto donde una enorme bandera de Vietnam, que se ve desde lo lejos, y que nos indica donde está la puerta principal de la Ciudad Imperial. Esa misma bandera la pudimos ver por la noche desde el otro lado del río, pero como no íbamos a entrar en la ciudadela, para solo ver murallas no anduvimos hasta aquí. Ahora ya cruzamos las murallas de la ciudadela y justo al lado de las murallas, están los fosos de la Ciudadela de Hue.
Los fosos son bastantes anchos y profundos o por lo menso no se ve el fondo del foso y se ven a los peces nadando. Llegamos a la puerta principal es la “Puerta de Ngo Mon” y por allí acceden mayoritariamente los turistas pero antiguamente solo accedía el emperador. Está situada frente a la torre de la bandera. En el extremo está el pabellón Ngu Phung y en el piso superior hay una campana y un tambor enormes y replicas de los antiguos sellos reales. En el interior de la ciudadela se encuentran tres recintos principales: la Ciudad Cívica, la Ciudad Imperial y la Ciudad Púrpura Prohibida, a la que solo podía acceder la familia real. Visitamos el templo de Hung Mieu tiene un patio de adoquines, lo tejados tallados, y dragones de piedra en ellos, que lo hace muy peculiar. Justo detrás del Templo Hung Mieu se encuentra lo que se conoce como la Residencia de Dien Tho.En ella vivía la Reina Madre, tanto que se le conoce también por el sobrenombre de la Residencia de las Reinas Madres, y sigue con él hoy en día.
La Residencia de Dien Tho está rodeada por muros, pero tiene un truco: Había una serie de túneles y pasadizos que conectaban directamente con la Ciudad Púrpura Prohibida porque, la Reina Madre era una de las personas que podían ir hasta allí. También vimos el Templo The Mieu y dentro hay altares en honor a los emperadores, desde el primero, Gia Long, hasta el último, Khai Dinh. Justo enfrente de The Miau está el Pabellón Hien Lam. Tiene tres plantas, organizadas como una pirámide. Está construido en ladrillo y piedra, con dragones, flores y hojas tallados, como marca la tradición vietnamita. Luego podemos ver el Palacio Thai Hoa que tiene columnas en madera lacada en rojo, todas ellas con un dragón dorado, emblema de la Dinastía Nguyen.
Y, por supuesto, la ciudad púrpura o Prohibida se encuentra en el centro del recinto imperial que hoy en día está en muy mal estado de conservación ya que quedó prácticamente destruida durante la guerra y fue abandonada. Hay diez puertas de entrada a la Ciudadela, nosotras salimos por una de las puertas laterales de la ciudadela, cruzamos el foso y nos dirigimos a comer después de pasarnos toda la mañana recorriendo la gran ciudadela de Hue.
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