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Diario 2023 VIETNAM - Dia 16 - Saigon (Ho Chi Minh City)

Llegamos a Saigon para visitar la ciudad. Actualmente se llama Ho chi Minh pero su antiguo nombre es Saigon y los de ahí siguen llamándola así, que además evita confundirse con el nombre de Ho chi Minh. Al final el cambio de nombre fue un recordatorio de que el sur perdió la guerra. El primer lugar que visitamos es el Palacio de la Reunificación un lugar imprescindible que visitar en Ho Chi Minh City por los acontecimientos históricos que tuvieron lugar allí ya que su estética es puramente comunista. Cuando llegamos estaba la verja cerrada pero la gente se hizo la típica foto delante. De ahí marchamos al centro más turístico de la ciudad a ver la Catedral de Notre Dame que se encuentra en la Plaza París pero no es igual que la Notre Dame de Paris aunque fue construida por los franceses. Es uno de los ejemplos de la época en la que el catolicismo predominaba en la ciudad y fue construida con algunos materiales traídos directamente desde Francia. La fachada principal estaba en restauración por lo que no se podía ver nada, pero si pudimos ver el lateral y lo más destacable es la construcción de ladrillos. Al lado se encuentra el Edificio de Correos que fue diseñado por Alfred-Marie Foulhoux, arquitecto responsable de muchos de los edificios de aquella época y es una de las atracciones más emblemáticas de la ciudad de Ho Chi Minh aunque de su interior antiguo apenas queda la entrada con grandes techos con arcos y pilares de hierro, viejos relojes que mostraban las horas de todo el mundo y un retrato del presidente Ho Chi Minh en la pared y mapas históricos de las líneas telegráficas de Saigón. 

 
 
 
 
 
 

Andando muy cerca de aquí se encuentra el ayuntamiento. Al igual que los edificios anteriores, el Ayuntamiento destaca por su arquitectura occidental, pero magnifica como un palacio, pero su interior no es visitable. En frente, como recordatorio, una estatua de Ho chi Minhy un paseo hasta una rotonda con una fuente en forma de flor de loto a la que le sigue una gran rambla donde hay de todo lo que puede encontrar en una rambla, karaoke, estatuas, músicos, encantadores de serpientes, etc. Pero girando a la derecha, sin coger la rambla, llegamos al edificio de la Ópera y el famoso Hotel Continental Saigón que fue un edificio de arquitectura colonial Sede de Prensa Internacional durante la Guerra de Vietnam. De aquí volvemos a la rambla para buscar el rascacielos Bitecox. Hay varios rascacielos en Saigón desde donde disfrutar del mirador y sus vistas, pero nosotras nos acercamos al que teníamos más a mano, que era el edificio Bitecox, ya que desde el ayuntamiento habíamos divisado su mirador de 360 grados. De camino hacía allí nos llegó olor a chocolate, pero no conseguimos identificar de qué lugar salía, ahí la bollería es complicada de localizar así que solo pensar en algo dulce nos motivaba, pero al no encontrar de donde salía seguimos nuestro camino hacia el edificio Bitecox. 

 
 
 
 
 
 

Localizarlo no fue un problema, el encontrar la entrada si porque nosotras viajamos a la vieja usanza, es decir, sin internet así que como no habíamos memorizado la entrada pues llegamos y entramos por donde entraba la gente, pero había dos plantas, en la planta baja el mostrador de información y los tornos de entrada y luego unas escaleras a la planta de arriba. Subimos a la planta de arriba y después d enriar a nuestro alrededor y no encontrar nada usamos el wifi gratis del edificio donde, no sacamos nada en claro, asi que supusimos que había otra entrada. Salimos y dimos la vuelta al edificio, cuando ya pensábamos que no había otra entrada encontramos la entrada directa al mirador. Por supuesto, como todo mirador turístico te toman la fotografía de photocall y luego vamos al ascensor. Según internet el ascensor sube 7 metros por segundo y la verdad es que se nos taponaron los oídos en la subida y llegamos enseguida. El mirador vale la pena, tiene una vista espectacular de la ciudad, aunque de noche podrían reducir un poco los focos de luz porque a veces reflejaban en el espejo. El Skyjack de Saigón en la Torre Financiera Bitexco está en la planta 49. El edificio tiene 68 pisos de altura y está inspirado en el loto, la flor nacional de Vietnam, nosotras le dimos toda la vuelta ya que es circular para tener una vista de 360 grados. En el mirador tienes sitios de photocall y paneles explicativos de los lugares emblemáticos de Saigon que se pueden ver desde la posición donde te encuentres. También encontramos una pequeña exposición de la historia del traje típico vietnamita, el Ao Dai, con diferentes modelos adaptados según las épocas. A nosotras que nos gustan las visitas nos gustó mucho la subida al rascacielos, pero algunos de los españoles con los que coincidimos en tours les parecía muy caro. Nosotras en cambio preferíamos gastarnos el dinero en eso que en ir a los restaurantes vietnamitas a los que iban ellos. Es todo cuestión de gustos. 

 
 
 
 
 
 

Tras ver el rascacielos bajamos y seguimos buscando de donde nos llegó el olor de chocolate, pero no conseguimos volver a olerlo. Ahí nos encontramos con gente que habíamos conocido en los tours para despedirnos, pero mientras ellos iban a cenar vietnamita nosotras nos fuimos de vuelta al hotel cuando pasábamos por el mercado Ben Thanh, el más conocido de los mercados de Saigon nos tropezamos con los ciegos que estaban en el mismo hotel que nosotras, así que los acompañamos hasta el hotel. El guía había dicho que eran quince minutos, pero yo sabía que eran veinticinco minutos andando con rotonda y giro a la izquierda incluida. Vamos, que fácil no es que era, y menos si no puedes leer los carteles para ver por donde girar o seguir recto como iba haciendo yo. Además, hay que tener en cuenta que ahí no hay acera porque la usan de aparcamiento y cuando no es eso lo usan las tiendas y restaurantes, así que íbamos andando por la carretera, al lado del tráfico y tengo que reconocer que hay zonas con además poca luz. Y por supuesto el tráfico vietnamita tiene otro nivel. En HoiAn el guía nos dijo que ahí no era como en Hanoi que ellos respetaban más los semáforos (excepto el casco antigua el resto son avenidas) y que estaban muy contentos con la empresa española que les llevó los semáforos porque tienen un contador que les avisa cuando se va a poner en verde. Pero en Ho Chi Minh (o Saigon, que voy cambiándole el nombre según me sale) de eso no existe. Pero aunque nos pareció imposible al final llegamos todos sanos y salvos al hotel.

 
 
 
 
 
 
 

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