Parque Torres del Paine
De madrugada, a las cinco de la mañana, nos recogen para ir al Parque Torres del Paine, para visitar el parque es mejor alojarse en Puerto Natales, porque es el lugar de donde salen varios tours para ver glaciares y la flora y fauna que representan la Patagonia, pero Puerto Natales es mucho más caro y se salía de nuestro presupuesto. Así que lo que nos podía permitir era un tour de un día de Punta Arenas al parque, que son 3 horas en coche de ida y 3 horas de vuelta, de ahí el tener que madrugar. Cuando salimos de Punta Arenas el camino hasta Puerto Natales consiste en solo carretera llana y vegetación verde a los lados con grandes montañas azules al fondo, pero sobre todo llama la atención como durante tantos kilómetros no hay nada a tu alrededor mas que naturaleza. Si cogéis un coche de alquiler hay que estar muy seguros de no quedarse tirado porque es como viajar por un desierto, casi no vimos coches, y muchos menos granjas o personas, y los únicos animales que se ven son los guanacos, que están en rebaños, aunque también hay llamas y vicuñas traídas de otros países. El guía comenta que de forma natural se han mezclado guanacos y vicuñas y que el resultado es feísimo. Por todo el camino vemos varios grupos de los guanacos, pero el conductor para poco tiempo, según el guía viven en estado salvaje en contra de las llamas que son domésticas. El guía también nos comenta que en el parque de Torres del Paine también hay pumas, aunque son más difíciles de ver porque viven en estado salvaje y solo si haces algún día de treking por el parque puedes verlas. En nuestro caso como solo vamos y volvemos en el día no hay tiempo para treking. Teniendo en cuenta que la Patagonia chilena era un extra al viaje previsto no nos quejamos y lo guardamos para un viaje futuro por Chile o, como hacen algunos otros, desde Argentina. De camino al parque paramos en Puerto Natales, las vistas del lago y de las montañas nevadas al fondo es impresionante, me recuerda a nuestro viaje por Noruega porque, además, aunque hace viento hay nubes y al fondo algunas dejan un hermoso arco iris. Seguimos el camino hasta llegar a la cueva del Milodon. Para entrar hay que haber comprado la entrada a la cueva ya que en chile las entradas a los parques se pueden comprar por antelación por internet (recomendable ya que hay cupos y puedes quedarte sin entrar al parque por no sacar la entrada para el día o días que vayas). En la pagina de parques nacionales de Chile vienen todos los lugares a los que hay que comprar entrada. Nosotras tenemos la entrada a la Cueva del Milodón y la entrada al Parque Torres del Paine sacadas con antelación. La entrada permite el acceso a 4 cuevas, pero nosotros con el tour solo visitaremos la cueva grande ya que nos falta tiempo, pero si os quedáis en Puerto Natales podéis aprovechar y verlo todo. Estas cuevas se formaron durante el deshielo de los glaciares y se llama cueva del milodon porque en ella encontraron huesos y pieles de este animal prehistórico que no se ha encontrado en ningún otro lugar. Nos enamoramos de las vistas de las montañas en el camino hacia la cueva, la cueva grande tiene un sendero para darle la vuelta por dentro y también una figura de Milodón para tomarse fotos. Esta cueva fue descubierta por Hermann Eberhard cuando exploraba las tierras entregadas en concesión para colonizar la Provincia de Última Esperanza y lo único especial es el origen del Milodón. Se cree que todas las cuevas se formaron por la erosión del lago glaciar que se ubicaba en la zona hace unos 20.000 años. Y sirvieron de refugio para animales como el tigre dientes de sable, el caballo o el milodón, y también para los humanos que poblaban la Patagonia. De aquí vamos a la siguiente parada que es el Mirador Torres del Paine de la Laguna Amarga, un lugar desde donde se pueden ver perfectamente las Torres los días despejados y que, en este momento, únicamente podemos ver las bases porque están completamente cubiertas por las nubes. Son tres cuernos de piedra y no se ve nada, pero, aunque no vimos las torres disfrutamos de la vista, y como dijo el guía, lo más bonito del parque no son las torres. El lugar tiene unas vistas espectaculares de las montañas de color azul y la nieve blanca en sus picos, y abajo el verde del césped y la laguna de un color azul verdoso increíble, el guía nos comenta que la laguna tiene ese nombre y ese color porque el agua es tan acida que no hay vida en él. Cierto que no se ven las torres, pero como dice el guía, el tiempo es imprevisible en la Patagonia e igual de aquí a la entrada del parque tenemos suerte de que se despeje y llegar a verlas. Tras la parada en la laguna amarga nos dirigimos a la cascada de las torres del Paine. Esta es otra parada panorámica que vale mucho la pena. Desde este mirador tienes acceso a una vista de una gran cascada y de fondo se encuentran las montañas del parque. Aquí puedes ver las marcas de erosión del agua en las rocas y el agua de color blanquecino que baja de los picos. De aquí nos dirigimos a la entrada del parque para usar los baños mas que para otra cosa ya que todos del tour tenemos ya comprada la entrada al parque y nos vitamos las colas para intentar hacerlo en el sitio. Aquí vamos a ver el parque desde la furgoneta parando en los miradores más típicos del parque, de forma que en lo que se puede hacer en el poco tiempo que tenemos veremos diferentes puntos del parque que según nos enseña el guía en un plano es enorme y tomaría varios días verlo entero. Una vez dentro oficialmente del parque hacemos una parada en un mirador junto a un lago azul con algunas algas verdes con otra perspectiva de las montañas que es el Lago Nordenskjöld en honor al explorador que recorrió el lugar. Sé que paramos en la Laguna Azul y el Lago Pehoe, pero hacemos tantas paradas en lagos y lagunas que no sabría decir cual es cual, todas con vistas hermosas, este parque vale mucho la pena y más aún la madrugada. Después de varios miradores espectaculares paramos a comer en un rincón junto a un lago, protegidos del viento frío, con baños y un restaurante para quién quisiera comer en caliente. El lago tenía un color gris por lo que creo que es el Lago Grey, y es muy curioso como refleja el gris de sus sedimentos. Luego continuamos a uno de los muchos hoteles que tiene el parque para ver el lago desde el que salen las embarcaciones que visitan de cerca el glaciar Grey. Como decía, al ser un tour desde Punta Arenas no pudimos acercarnos más pro falta de tiempo, pero vimos muchísimo del parque para tan poco tiempo. Si me toca la lotería iremos a disfrutar de la Patagonia chilena con más tiempo. En alguna parte del camino pasamos por un lago y una granja que es famosa porque Gabriela Mistral (la escritora chilena que gano un premio novel) estuvo ahí invitada por su amigo de correspondencia y escribió uno de sus poemas inspirado en el lugar. Otra de las cosas interesante que comentó el guía mientras nos maravillábamos en todas las paradas de las vistas que tiene este parque es sobre Lady Florence Dixie la primera turista británica que tuvo el parque, ya que pago a un guía para visitarlo, recorrió a caballo los remotos paisajes de la Patagonia austral, pasando por pampas, bosques y cordilleras, transformándose en una pionera en el turismo de la zona que hoy conocemos como Torres del Paine y “A través de la Patagonia” es el libro donde habla sobre la belleza de este lugar. Tras la última parada panorámica tomamos el camino de regreso a Punta Arenas. Al final del día valía la pena el palizón y la madrugada.
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