Ana Kakenga
El guía que nos tocó era un poco espiritual, pero se preocupaba por aconsejarnos al entrar a las cuevas, alumbrarnos donde sabía que había algún rincón complicado, nada que ver con el guía de la costa norte que nos dejó a la aventura. La primera cueva que visitamos fue Ana Kakenga o cueva de las dos ventanas, esta cueva en teoría no íbamos a verla en ninguno de los tours anteriores, pero sí que la vimos en la costa norte. Aún, así como llovía aprovechamos para entrar de nuevo y verla. Ya fuera porque teníamos otro guía más preocupado por sus turistas o porque ya habíamos estado, pero la segunda vez que entramos se nos hizo más sencillo el acceso, aunque igualmente hay que ir de cuclillas. Esta cueva se utilizó como cueva refugio durante las luchas entre los clanes de la isla, y por eso el único acceso disponible tiene losas para reducir el acceso a la cueva. De esta forma se construyó un pasadizo bastante estrecho, que permitía un mejor control defensivo ante posibles invasores. Una vez terminamos el estrecho acceso de entrada se ve una amplia sala donde el recorrido se divide en dos pasillos con luz, esta vez nos encontramos con otro grupo en la cueva, cosa rara ya que casi no coincidimos con gente de turismo en los últimos días, aunque igual no tan rara porque estaba lloviendo y la cueva era un buen refugio, seguimos al guía hacia la abertura contraria a donde estaba el otro grupo, que es una de las dos ventanas, que tiene una vista impresionante de la costa y el océano. Como llovía y el día estaba de tormenta el océano en la costa estaba más movido que la vez anterior y nos daba una vista diferente.
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