Cajón del Maipo
Nos recogieron a las seis de la mañana porque hay muchos hoteles en los que el tour recogía gente y están muy repartidos por la ciudad, y Santiago de Chile es muy grande. Pero lo cierto es que incluso si uno va por su cuenta recomiendan madrugar, porque, aunque no está lejos, conseguir salir del tráfico de la ciudad dicen en todos los sitios que cuesta mucho tiempo, y nosotras lo vivimos a la vuelta del tour y es completamente cierto. Hay varios tours en la zona del Cajón del Maipo pero como solo teníamos programado un día libre tuve que elegir, normalmente el embalse de Yeso y las termas naturales son los lugares más visitados, pero yo me aburro rápido de las termas y el embalse solo es una vista y el resto es más “comercial”, por lo que al final cogí el tour de treking por el cajón del Maipo y el valle de la Engorda. El Volcán San José o Volcán San José de Maipo es un volcán de la cordillera de los Andes Centrales, aunque pro su morfología es fácil confundirlo con una montaña. De camino a la zona de San José del Maipo nos enseñaron un tren antiguo que se usaba para la minería y que hoy en día se utiliza para el turismo, y cerca de San José comenzamos entrar en una carretera más pedregosa con muchos camiones. Resulta que esta zona se sigue usando para minería por lo que un día entre semana tiene mucho trayecto de camiones que van y vienen. El efecto de la minería deja su marca en las montañas que aparecen por el camino que empezamos a recorrer. Las montañas con sus riachuelos y cascadas me recuerdan mucho al Pirineo, con sus aguas limpias y blanquecinas, sus formaciones y su verde ya que aquí ahora es primavera. Seguimos en la carretera hasta una zona donde había coches y camiones aparcados. Del grupo éramos las únicas que no hablaban inglés, pero en esta excusión la guía es porque sabe el camino por estas montañas no tanto por la información. La mayoría del grupo no debe hacer treking ya que la guía explicó como usar los bastones, también comentó antes de iniciar que primero había una subida dura pero que una vez llegado al valle el camino era ya más llano. Comenzamos la subida y no se ve nada de camino, comenta la guía que como hace poco terminó el invierno no ha debido venir mucha gente, mientras subimos intentando vadear rocas disfrutamos de las impresionantes vistas que se tienen desde ahí, por un lado, montañas de colores; rojas, marrones, amarillas, azuladas, por el otro lado los picos de los volcanes llenos de nieve y más abajo las cascadas de los ríos con vacas y todavía nieve blanca sin huellas. Y cuanto más subíamos en lo alto de los picos la guía nos avisa y avistamos cóndores volando. Están un poco lejos pero cuando volvamos de regreso al bajar uno pasará al lado nuestro, muy cerca, para verlo impresionantemente grande con sus alas extendidas. Impresionante verlos volar a esa velocidad con lo grandes que se ven. Una vez llegamos arriba se ve el valle de la engorda, que se llama así porque se usaba para traer a los animales a engordar. El valle es una mezcla de una zona de valle verde con riachuelos de agua blanca y limpia y zonas de valle desértico y lleno de rocas grandes y sueltas por doquier. Una parte parece un valle desértico y la otra parte un valle pirinaico. En un lateral hay unas vallas y preguntamos que es y nos indica la guía que es una central hidroeléctrica, al parecer en Chile el agua es privada, así que los dueños de esos ríos decidieron sacar provecho del agua que pasa por ahí, por eso hay trozos donde nos encontramos con mangueras que se llevan el agua. Caminamos por el valle cruzando riachuelos hasta llegar a la base de la montaña para parar a comer, pro el camino disfrutamos de las vistas de las montañas nevadas, y los caballos que pastan libres en las zonas verdes del valle. En la parada para comer nos dan bocadillos y cuando le pregunta una del grupo en inglés que qué lleva el bocadillo la guía le dice que lleva jamón español y queso, lo abro y miro y es así, un generoso bocadillo de jamón serrano y queso. Tras descansar cerca de un rincón con nieve virgen y comer el bocadillo regresamos recorriendo el valle por otro camino, donde es más sencillo cruzar los riachuelos y, sobre todo, más fácil el bajar la montaña. En el camino la guía busca un sapo que es típico de la zona, pero no hay suerte, en cambio, como había dicho antes, en la bajada pudimos disfrutar de la vista de un cóndor volando de cerca. Después de la caminata nos llevan a otro rincón del cajón del Maipo donde nos ofrecen una merienda a base de frutos secos, embutido, zumo y vino. Desde aquí se ve otro valle verde y los picos de las montañas y volcanes nevados al fondo, a demás nos rodean un grupo de ovejas pastando. Y después de aquí volvemos a Santiago de Chile donde descubrimos los atascos de un día de entre semana. Por el camino pasamos cerca de la casita de madera que han convertido en una tienda de chocolates para turistas, hay tour que la incluyen pero yo cogí el que solo era hacer treking de 8 km por la naturaleza del cajón del maipo. Es una pena no tener más días para hacer más recorridos por esta zona. Es como el Pirineo, parece que hay muchos lugares que ver.
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