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Diario 2023 VIETNAM - Dia 07 - Pagoda de Bai Dinh y Trang An (Ninh Binh)

Seguimos el viaje por Ninh Bihn, este día nos toco un guía que ya empezó mal. Nos llamaba “clientas especiales” porque ya habíamos estado en Tam Coc y ahora volvíamos par ver Trang An. Lo cierto es que en internet unos viajeros decían que les gustaba mucho Tam Coc, otros que les gustaba Trang An y como no tenía forma de decidirme cuál visitar pensé que si tenía días de sobra lo dedicaríamos para aprovechar y ver los dos lugares, y decidir si nos gusta uno mas que el otro o los dos por igual. El guía en cambio pensaba que habiendo visto uno el otro no era necesario, pero tampoco es que fuera un gran guía. Nuestra primera parada del día era la pagoda de Bai Dinh. El guía no nos explico mucho, pero nos vendió que si queríamos comprar la entrada aparte a la torre, dijimos que si porque como no sabíamos que había en la pagoda pues nos dejamos llevar. La entrada básica es la que da acceso al transporte en coche eléctrico (un vehículo estilo carrito de golf) desde la entrada del complejo hasta el complejo en sí y viceversa, además de permitirnos el transporte dentro del complejo utilizando el mismo tipo de vehículo. La segunda entrada por persona que permite subir a la Pagoda Bai Dinh (la torre) además de dar acceso a los coches eléctricos. Y luego está la tercera entrada, la más cara. El complejo del templo de Bai Dinh se compone de una serie de edificios construidos, en su mayoría, durante la década de los 2000 (sigue habiendo obras en el complejo). La mayoría de los edificios han sido construidos con el dinero recaudado por las entradas y donaciones, que debe ser bastante porque vimos que no paraban de construir. Una de las pocas cosas que dijo el guía es que él era budista y que esa pagoda era de cobro y que los budistas no iban ahí. Fuimos pasando por grandes espacios, estanques y templos con estatuas doradas de Buda cada vez más grandes.

 
 
 
 
 
 
 

El guía no nos contó nada ni sobre una campana gigante que pasamos, ni sobre los templos, ni sobre la historia de los Budas (oí algo a una guía en español dentro de unos templos, a la que me acerqué sigilosamente para escucharla mientras hacia fotografías). Sin apenas información sobre el lugar nos llevo dando vueltas al recinto (estaba claro que no sabía donde tenía que ir) y dejando de lado el entrar a uno de los últimos templos nos llevo por pasillos donde se paraba en unas fotografías de personajes famosos visitando la pagoda (y que a nosotras unas fotos no nos aportaban nada). También pasamos por corredor más largo de Asia de casi 3km y que está lleno de pequeñas esculturas de Buda con un nombre, cuanto más alto más han pagado para que tenga su nombre. Dejamos atrás unas escaleras que, como descubrirnos desde lo alto de la pagoda, te llevan a la escultura de un Buda gigante (según internet la estatua de Buda de bronce más grande del mundo), y nos dirigimos a la torre o pagoda para entrar. Dimos varios rodeos hasta encontrar la entrada ya que, como decía, tenía un guía que no sabía ni donde estaba. Al entrar hay que ponerse unos tapetes en los zapatos para no estropear el suelo de mármol y subir con ellos unas escaleras de mármol sin barandilla (no quiero pensar la de caídas que pudo haber habido ahí, el mármol resbala, más con unos plásticos en los pies, y sin donde agarrarte). Y tras esas escaleras llegas a una planta con ascensor. Esto es algo típico en Vietnam que no acabo de entender. En todos los hoteles nos encontrábamos escaleras para llegar a la planta donde estaba el ascensor, así que en todos los hoteles había maleteros que por una propina te subían o bajaban las maletas. Que hubiera escaleras y luego una planta mas alta con ascensor igual seria entendible si hay inundaciones, pero es que en Ninh Bihn el hotel tenía escaleras para bajar una planta y ahí coger el ascensor. Como esta pagoda no podía ser distinta pues nos encontramos escaleras para llegar a la planta con el ascensor. (reconozco que nos fuimos sin descubrir porque todos los edificios tenían siempre escaleras hasta la planta del ascensor). El ascensor te sube hasta la penúltima planta y aunque la terracilla es muy estrecha las vistas de ahí son espectaculares, se ve todo el completo y sus alrededores, que conociendo el paisaje de Ninh Bihn era espectacular. Sin duda vale pagar la entrada que te permite subir. En el interior de la planta el guía nos hizo subir más escaleras (que obsesión por tanta escalera) para ver la escultura de Buda que hay en el interior de la pagoda, que sin duda es también impresionante como el resto del recinto.

 
 
 
 
 
 

Al salir de la torre nos mandó el guía a la salida, bajando a pie las cuestas que antes habíamos subido en escaleras y este guía desastroso se perdió. Si, así fue. Nosotras no nos perdimos, se perdió él. Estaba hablando por teléfono y nosotras preguntábamos y siempre era, recto hacia abajo, así que nosotras seguimos recto hacia abajo. Había una pareja que giro a la derecha para ver otro templo lateral y su estanque, pero nosotras seguimos recto a la salida como nos había dicho. Pues llegamos a la salida (con su típica tienda) y empezamos a mirar a nuestro alrededor y no estaba el guía por ninguna parte. Le dije a mi amiga que se quedara ahí en la puerta y yo entre a la tienda a buscarlo, incluso salí de la tienda donde los coches eléctricos y nada. Así que al final retomé el camino y finalmente lo vi detrás de unos turistas saliendo del lateral del estanque. Este guía se había perdido siguiendo a otros turistas, estamos mas que seguras, porque sino no tiene sentido que apareciera por donde apareció. Bajando hacia mi amiga, sentado en la puerta de la tienda, el guía se me iba a la izquierda y le sigo para decirle que por ahí no cuando dice, es por aquí, señalando recto y yo me callé porque para qué decir nada.

 
 
 
 
 
 
 

Cuando salimos de la pagoda nos dirigimos a comer muy cerca del embarcadero de Trang An (cabra otra vez, aunque ya dijo un guía que ahí te pueden dar perro por cabra (ahí comen perro, aunque dicen que no tanto como en Corea)-. Durante todo el camino el guía solo quería vendernos un bote privado y no nos explico nada. Eso sí, nosotras no aceptamos ningún bote privado, bastante tuvimos con la broma de la pagoda. Tras volver a comer cabra (dijo un guía que en vietnam te pueden dar perro por cabra, porque su carne se parece mucho) nos dirigimos a Trans An. El guía nos llevo corriendo (no entiendo la prisa) y luego se volvió loco porque la barca si no es privada es para cuatro personas y nosotras éramos dos, pero es que había una cola larga de turistas, no iba a ser complicado conseguir otros dos (otra cosa es la chica que nos preguntó que cuantos éramos porque eran tres y les faltaba una persona).


 
 
 
 
 
 

En Trang An hay tres rutas, desde la más corta hasta la más larga. Si vas en privado tienes paradas para bajarte en templos del recorrido, si no vas en privado no, pero como lo que nos interesaba era el recorrido y no los templos y pagodas (ya teníamos de sobra y los que nos quedaban) pues para qué pagar más por un privado. No sabría decir que recorrido hicimos (si el primero, el seguro o el tercero) porque teníamos un guía qué, pro supuesto, no nos dijo nada. Pero vamos, cuando valoré el tour fui muy sincera, he hecho viajes con tours o solo por mi cuenta, mi amigo me dijo “Taiwan muy bonito peor mejor con guía que te explica”, así que no tuve en reparos en contestar que no cogía un tour con guía para que le guía no contara nada (y no comente lo de perderse porque para qué más), y al final nos devolvieron una parte del precio del tour. Pero volviendo a Trang An. Si me preguntas que es más bonito me pasa como los otros blogeros de viajes, no sabría elegir un lugar. Mi amiga Trang An le apreció más auténtico, pero le gustaron los dos. En la barca que cogimos iba una pareja de estadounidenses, la mujer no había mas que hacerse fotografías en poses geniales quitándose el chaleco salvavidas para lucir mejor, pero atención porque nos dijo que no sabía nadar. Entre la mujer de 87 años, esta americana que no sabía nadar y se quitaba el chaleco y luego los ciegos que no sé perdían ni una (ya os contare), qué valiente es la gente, o qué insensata, no sabría decantarme por cual opción escoger. Aquí no reman con los pies sino con las manos y a los laterales tienes remos para ayudar al barquero a remar (cosa que recordando como nos fue remando en el kayak en el pasado dejamos en manos de los estadunidenses). En el recorrido enseguida entramos en la primera cueva muy pequeña y corta que nos dio acceso a un paisaje espectacular de altas montañas rodeadas del río. Aquí las montañas son mucho más altas que en Tam Coc y más frondosas de vegetación, tal vez por eso mi amiga pensaba que era más auténtico.

 
 
 
 
 
 

Enseguida llegamos a la segunda cueva, algo más larga y grande, con iluminación en su interior para poder ver mientras nos movíamos por el túnel excavado en la roca. Y de la cueva salimos al increíble paisaje, más montañas y agua rodeándonos. Llegamos lentamente hasta una zona grande como un lago con un templete con una campaña en el medio, a donde solo te puedes acercar en barca, a la vuelta el barquero te acerca al lugar para que puedas hacerte fotos con la campana sobre el agua, pero a la ida pasas de largo camino a la tercera cueva. La tercera cueva tiene más estalactitas y hay que tener cuidado con la cabeza. Y la salida de nuevo nos lleva a un hermoso paisaje de grandes y frondosas montañas.

 
 
 
 
 
 
 
 

El recorrido lo hicimos en silencio disfrutando del ruido de los remos en el agua y de la increíble vegetación que rodea el lugar. Un recorrido muy recomendable y sin nadie molestándote para hacerte fotos o venderte nada. Cuando llegamos al embarcadero por supuesto no vemos al guía. Un viaje tan precioso, con un paisaje tan espectacular y un guía tan desastroso. Había leído en un blog de viajes que aquí los barqueros tienen prohibido pedir propina, pero eso no es cierto, ahí estaba el barquero, en cuanto nos dejó en el embarcadero, esperando su propina. Tras salir de la barca buscamos al guía que ya dio por terminado su trabajo (como si hubiera hecho mucho) y nos llevaron a Hanoi. Ese mismo día por la noche nos venían a recoger para irnos a Sapa.

 
 
 
 
 

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