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Diario 2023 VIETNAM - Dia 10 - Hanoi

Al siguiente día completo en Hanoi nos esperaba un tour con muchas gentes (grupo de 30 personas) con gente que pensaba que viajaban solos y pasaban de las explicaciones del guía (¿para qué entonces coger un tour?), un grupo de tres parejas que estaban todo el día buscando cerveza (lo mismo, para eso vete a un resort de todo incluido, no a Vietnam), una pareja de ciegos acompañados de dos personas mayores que solo veían formas, etc. En fin, que es un grupo que cuando lo cuentas parece de chiste, el caso es que fue una suerte haber visto alguno de los sitios antes, porque menudo día. Primero visitamos la cárcel de Hoa Lo, ya la habíamos visto de noche regresando de uno de los tours, pero no la habíamos visitado por dentro. Queda muy poco de la prisión, pero lo más interesante es la explicación del guía. La cárcel fue construida por el gobierno colonial francés, convirtiéndolo en una de las cárceles más grandes de toda Indochina. Esta cárcel sirvió durante la época francesa para albergar principalmente a presos políticos que no simpatizaban con el gobierno colonial francés o apoyaban eran directa o indirectamente partidarios de la independencia de Vietnam.

Posteriormente bajo control vietnamita siguió con su rutina de encarcelar estadounidenses capturados (en su mayoría pilotos de aviones) durante la guerra de Vietnam. Aquí el guía vietnamita indica que ellos trataron a los estadunidenses muy bien y que era el Hotel Hilton para ellos mientras que los franceses los torturaron y mataron, y para ello en la cárcel se muestra una guillotina llevada a Vietnam por los franceses. También se pueden ver algunas salas de la prisión y unos restos de alcantarillado por donde los vietnamitas escaparon en una de las fugas en época francesa. Tras la interesante visita a la prisión nos dirigimos al mausoleo de Ho chi Minh, como comentaba el primer día ya habíamos estado, pero por la tarde no se puede entrar al mausoleo donde esta la momia de Ho chi Minh pero por la mañana si, como había parte del grupo que quería ver la momia pues nos tocó ir todos.



El guía comentó que suele haber mucha fila para verlo pero que teníamos suerte y no había demasiada (solo nos costó una media hora o así, pero es cierto que la fila iba rápido, solo que daba mucho rodeo. De camino desde el autobús hasta la fila el guía fue deprisa y perdimos a los ciegos, asique tuvimos que esperar, mientras esperábamos vimos a unos asiáticos (¿vietnamitas, tal vez?) que iban de fila de a uno, luego descubrimos el por qué, cuando llegó el guía con los ciegos y las que veían solo formas fuimos a hacer fila y resultó que empezaron los guardias a gritarnos que de a uno, que teníamos que hacer filas de uno. De ahí que los otros fueran ya preparados. Los bolsos en la mano. Y antes de bajar del autobús nos recomendar dejar todo lo prescindible porque son muy rigurosos con lo que puedes pasar dentro. Comparado con la tarde el control de seguridad fue mucho más estricto. Una vez pasado el control volvimos a juntarnos y mientras hacías la fila ponían carteles de prohibido fotografías, en cambio por la tarde pudimos hacerlas sin problema. Una vez vas a entrar al edificio donde está la momia de Ho Chi Minh tienes que volver a ponerte de a uno, yo estaba detrás de los ciegos y una vez dentro del edificio les obligaron a quitarse y guardar las gafas de sol.




Una vez dentro del edificio hay que subir unas escaleras y pasar de uno muy deprisa y en silencio con las manos pegadas al cuerpo. Había mujeres llorando al pasar junto al cuerpo, para mi es como ver una estatua ya que no significa nada. A la salida los guardias que había salieron de su pose para ayudar a los ciegos a bajar las escaleras, cuando el de abajo subió a relevar al otro guardia el guardia volvió a su puesto corriendo. Y así fueron turnándose para ayudarlos a bajar las escaleras. Una vez fuera nos dejaron tiempo libre junto a la pagoda del pilar único, como nosotras ya habíamos estado nos acercamos al templo que hay al lado para verlo, curiosamente tiene un cerezo en flor dentro del templo, y un cartel con los diferentes karmas existentes. De aquí nos marchamos al templo de la literatura. El interior está distribuido en hasta cinco patios o pabellones a los cuales se va accediendo a través de diferentes puertas. Nada más entrar te encontrarás en un primer patio rodeado de jardines, lo más destacable de este patio es sin duda la gran puerta (Đại Trung Môn) que da acceso al siguiente, coronada por carpas Koi. El tejado a base de ladrillos de color rojo, está sujeto por robustos pilares de madera que conforman tres puertas diferentes. Aquí pudimos encontrarnos con un grupo de estudiantes con su bonete de graduación, muy apropiado para la historia del lugar.




En el segundo patio encontramos una puerta rodeada de bonitos jardines, y nada más atravesar la puerta podremos ver un enorme estanque de agua ocupando la mayor parte del tercer patio, a cuyos lados encontraremos las famosas estelas de piedra montadas sobre tortugas, en las cuales están escritos los nombres de varios estudiantes que consiguieron superar los exámenes. Aquí se encuentra una estela con el nombre de la primera mujer estudiante que entró, engañando a todos haciéndose pasar por un hombre. Y de aquí llegamos a una de las principales secciones del templo de la literatura. En este patio está el altar dónde se adora a Confucio, así como a sus cuatro estudiantes más sobresalientes, aunque antes de llegar al altar tiene una gran escultura de las garzas y las tortugas. Las tortugas, por cierto, tienen la cabeza articulada y se mueven hacia los lados. Por último, llegaremos al patio final, compuesto por dos plantas. En la parte de arriba encontramos altares con las figuras de tres emperadores y en la planta baja podemos ver un altar dedicado a Chu Van An, considerado uno de los mejores y más respetados profesores de todo Vietnam. A ambos lados del patio existen un par de pabellones pequeños donde puedes encontrar una campana a un lado y un tambor de grandes proporciones al otro lado.


De aquí nos acercamos al lago Thay y la Pagoda de Tran Quoc, como ya estuvimos no nos preocupo mucho el estar poco tiempo ahí. De ahí , de camino al lago de Hoan Kiem, pasamos junto al mural de cerámica de 6,5 km de largo que se extiende por más de 5 calles y que se realizó para conmemorar el 1000 aniversario del Thang Long, Ciudadela Imperial que dio origen a la ciudad de Hanoi. Lo cierto es que pasamos varias veces por el mural pero es un lugar que debido al tráfico es difícil acercarse a pie. Me recordó a el mural de Trujillo y para mí lo único resaltable es que ostenta el titulo del mural más largo del mundo, pro lo demás no le vi ningún atractivo.



Una vez llegamos al casco antiguo hicimos un recorrido en ciclo-push. Estos recorridos se nos habían ofrecido el primer día y la verdad es que si no fuera porque estaba incluido en el tour no lo hubiera hecho. Cierto que cuando monté por primera vez en China me gustó, pero recorría los hutong de Pekin y le daba otro encanto a la visita, pero el old quarter (casco antiguo) de Hanói no tiene nada especial ni encantador por lo que el paseo es más que prescindible, eso sí, la aventura de vivir el tráfico de Hanoi desde dentro no tiene precio. Como alargaras la mano te golpeabas con las motos o los coches, ahí no hay distancia de seguridad. Tras el recorrido en ciclo push nos acercamos al Note Café donde relajarnos y tomar un café con una deliciosa tarta de queso (algunos dejaron su nota en el lugar) mientras esperábamos ver el lago iluminado, pero al final nos dirigimos hacia la calle del tren para tomar algo mientras veíamos pasar al tren del otro lado, ya que desde el tren lo vimos al ir a Sapa.


Es cierto que ya habíamos estado en la calle del tren, pero no de noche, fuimos a uno de los bares que hay y pedimos algo para tomar mientras esperábamos a que nos avisaran que venía el tren. Lo tienen muy bien organizado, aunque tomando en cuenta que su sustento depende de los turistas es normal que se preocupen por la seguridad de uno. Cuando va a llegar el tren las personas de los comercios salen para avisarte para que te recojas y no estés en las vías, además te aleccionan para meter las manos o el cuerpo pegado a la pared y evitar accidentes al pasar el tren tan cerca de ti. Mientras tuvimos ahí vimos pasar tres trenes y una pareja del grupillo que habíamos hecho se entretuvo y cuando se acercaba a la localización nuestro les tocó el tren y no lo sabían, pero una mujer les grito y les empujo, literalmente, contra la pared ya que intentó que entraran en su casa, pero ellos no quisieron no entendiéndola, luego tras el empujón contra la pared se dieron cuenta de lo cerca que llegó a pasar el tren junto a ellos. Después de tres trenes nocturnos ya era hora de ir a cenar y luego volver al hotel. Además, ahí hay que cenar pronto, como nos dijo un guía para adecuarnos a los horarios de Vietnam tenemos que sumar dos horas. Las seis de la mañana es como las ocho de la mañana en España y las nueve de la noche es como las once de la noche en España. De esta forma no te despistas y acabas encontrando las cocinas cerradas.

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