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Diario 2023 VIETNAM - Dia 11 - Bahia de Halong

En nuestro viaje de Hanoi a la bahía de Halong tuvimos una parada donde, como en todos los países, aprovechan para meterte una tienda, en este caso fue una fábrica de perlas con demostración y luego, pro supuesto tienda. En China también visitamos una fábrica de perlas y acabe comprando un collar que utilizo mucho en recreación histórica (lo creáis o no se nota mucho la diferencia de una perla real a una de imitación), en este momento además de ver la curiosa forma de preparar la ostra para que saque buenas perlas (aunque siempre salen pequeñas o malas y esas las separan y hacen crema de perlas para la piel), aquí si hice compra, buscaba unos pendientes para recreación porque como digo, se nota la diferencia. Aun así, nos tocó esperar a la gente mientras el aparcamiento se llenaba de autobuses (al parecer todos los tours hacen el mismo recorrido). Cuando llegamos a la zona donde salen los barcos el guía nos comentó que toda esa zona pertenecía al mismo empresario muy rico y donde vimos que construían casas de lujo, también había un parque y la imagen de King Kong porque ahí se grabó la película de King Kong (la nueva).


Cada persona del autobús iba a un crucero diferente, pero está todos seguidos en el puerto internacional de Tuan Chau, en nuestro crucero había un grupo de italianos que viajaba con guía propio y los españoles sueltos que íbamos con ellos y el guía en inglés del barco, aunque como de guía hacen poco no hace falta saber inglés. Cuando estuvimos todos en el barco nos dieron una sesión informativa sobre seguridad y las llaves de las cabinas de cada uno. Primero tuvimos la comida (buffet) y después de comer salimos del puerto para descubrir la bahía de Halong. Halong significa dragón que desciende. Y es que la leyenda cuenta que esta bahía la formó un dragón que, en mitad de una batalla entre chinos y vietnamitas, bajó del cielo y se puso a escupir joyas y piedras de jade que se juntaron y formaron los islotes actuales. Leyenda aparte Halong es reconocido como una de las sites maravillas naturales y está incluida por la UNESCO en su lista de patrimonio mundial desde 1994. En cuanto terminamos de comer subimos a la parte superior del barco para disfrutar de las increíbles vistas de la bahía. El solo molestaba a veces, pero aun así la vista de los islotes que cubrían la bahía valía la pena.


En seguida nos avisaron para la excursión. Quien quisiera tenia que estar en la zona donde estaba la barca y si no estabas se entendía que no querías ir. La primera excursión estaba un día a la segunda, es decir, o hacías las dos o ninguna porque de un sitio os llevaban al otro sin pasar por el barco. Esa información debería estar disponible y os digo que cuando busque los barcos y los tours que estos hacían eso no venía referenciado. Es decir, como supones yo conocía el itinerario de excursiones que el barco iba a ofrecer. Creo que es bastante importante porque hay muchas cuevas e islas en la bahía y puedes acabar cogiendo algo con la esperanza de ver una cosa y que tu crucero no vaya a ese sitio.


Nosotros después de comer nos dirigíamos a la Hang Sung Sot, o cueva de las sorpresas. Se encuentra en la isla de Bo Hon y cuando nos acercaba la barca pudimos ver desde la distancia una hilera de personas, al parecer la entrada a la cueva está en lo alto y hay que subir unas escaleras para llegar hasta ella. Tampoco debería sorprenderme que haya escaleras, creo que si no encontrara algún día escaleras en Vietnam sí que me parecería raro. El agujero de entrada a la cueva se ve desde la distancia ya que es como un ojo en la montaña. Cuando nos bajamos del barco vemos que hay muchísima gente pero el guía del barco empieza a subir las escaleras y hay que correr (esto nos pasaría todo el camino) tras él. La subida es entre la vegetación de la montaña pero como es una corta subida en comparación con otras escaleras a las que ya nos hemos enfrentado rápidamente llegamos a la entrada a la cueva donde nos da una pequeña explicación. La cueva fue encontrada por los franceses en diferentes tramos y fueron los franceses la que la bautizaron como cueva sorpresa, porque a medida que vas avanzando y descubriendo encuentras algo más sorprendente. Además, hay que tener en cuenta que la Sung Sot es la cueva más grande de toda la bahía.


Lo mejor de la subida es el paisaje de los islotes de la bahía. Y por supuesto la entrada a la cueva ya nos deja ver las estalactitas que cubren todo el techo. Toca bajar a la cueva y hay que tener mucho cuidado porque hay tanta gente que parecen que son fiestas. La gente busca espacios para hacer unas fotos imposibles porque solo salen personas. Yo opto por dejar la foto de esa entrada y seguimos al guía en el recorrido por la cueva, ahora toca subir para entrar a la cueva grande. Es esta segunda gruta de la cueva que es más espaciosa y especial, porque en todas las cuevas hay estalactitas y estalagmitas, pero aquí además el techo tiene forma de arena del fondo del mar. Sin duda lo más especial. Y con las luces que le dan de clores a veces parecen las escamas de un dragón. Aquí el guía nos señala una piedra que parece el dedo gordo de la mano y otra en lo alto que parece un mono. Lo único malo de la cueva es que hay mucha gente y si te paras a hacer fotografías les paras el paso o se te cruzan, tampoco el guía ayuda que se ha debido ver la gruta unas mil veces y va a tanta velocidad que hay veces que tenemos una docena de personas de diferencia entre él y el resto del grupo. A esas velocidades algunas fotos las veréis borrosas. 

 
 
 
 
 
 

El guía nos señala una piedra que tiene forma de tortuga gigante, al pasar junto a la roca la gente ha dejado dinero en ella y le tocan la cabeza, al parecer si le tocas la cabeza y pides un deseo se cumple o no. Aquí encontramos a parte del grupo de Sapa, como todos los tours acaban visitando lo mismo al final no hacíamos mas que encontrarnos. Eso estaba tan masificado que tenían hasta señales de trafico dentro de la cueva. Finalmente salimos de la cueva, muy bonita pero muy estresante con tanta gente. A la salida hay otra vista bonita de la bahía, en esto que levanto la cabeza y veo al guía solo, aunque con la velocidad a la que iba normal. Parecemos ganado el guía nos llama y le seguimos como ovejas uno tras otro para coger la barca y que nos acerque a la isla Titov.


Ti Top es el nombre de uno de los islotes de Halong y se llama así por Gherman Stepanovich Titov, el astronauta soviético que la visitó en 1962. Aquí el guía nos da dos opciones antes de bajar del barco: o ir a la playa o subir las escaleras que te llevan al mirador de la isla, en la cima de la montaña. Tenemos una hora libre a nuestra elección. A nosotras no nos va la playa así que tan pronto bajamos de la barca vamos directas hacia la subida de la escalera (con tanta escalera normal que haya perdido peso en este viaje) y nos encontramos con una autentica caravana de gente. 

 
 
 
 
 

Por la derecha la gente sube y por la izquierda la gente baja y no hay mucho más espacio, aunque hay descansillos donde apartarse y dejar pasar, pero el ritmo no es muy rápido dado que con tanta gente es habitual que te acabes parando cada pocos escalones a esperar que la cola avance. En definitiva, que entre la cueva y esto el lugar parece un parque de atracciones con tanta cola y gente. Aun así, la subida vale completamente la pena aunque el mirador se queda pequeño entre tanta gente y hay que buscar un hueco y hacer turnos para hacerte la fotografía el paisaje y la puesta de sol desde ahí sobre la bahía es espectacular.


Una vez disfrutado del paisaje bajamos las escaleras, en fila india, por supuesto, y aun nos sobró tiempo para ver a la gente en la playa, al guía jugando al futbol y la estatua del astronauta ruso. En vez llevar el control el guía nos preguntaba como íbamos de hora entre hueco y hueco ya que era el portero en el partido de futbol playa. Cuando se hizo la hora regresamos al barco para disfrutar del viaje por la bahía, de la happy hour donde pusieron todo música en español y una demostración de cocina vietnamita. Tras acabar el día y aparcados de noche fuimos a cenar y luego a la pesca del calamar. Personalmente esperaba otra cosa de la pesca del calamar, el chico del barco estaba entretenido jugando con su móvil y de fondo teníamos a tope la música de karaoke de los otros cruceros aparcados en la bahía. Demasiado turismo de la zona, lo dejamos y nos fuimos a dormir.

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