La ciudad donde comimos tiene dos puertos y aunque se podía disfrutar de un recorrido por las islas, como no encontramos uno de todos los que había en la oficina de turismo acabamos dando un paseo por la ciudad. El paseo se compuso de ver la ciudad de cabo a rabo. Y hay que decir que con un plano de la oficina de turismo la ciudad merece la pena, empezamos con Un paseo por las calles medievales de la ciudad con sus majestuosas casas de entramado de madera, en el plano son indicaba las casas más curiosas, con sus figuras talladas, llegamos al aplaza del mercado, y la plaza de Valencia y nos fuimos poco a poco alejando de la playa costa sur de Bretaña, en el Golfo de Morbihan.
De camino a la catedral encontré una tienda grande de manga, me acorde de mis amigas, y el resto del grupillo se acordó de mi. Salimos de las murallas de la ciudad (de las que no vimos más que casas aunque según el plano había murallas) y descansamos en el ayuntamiento para seguir por las iglesias y llegar hasta la parte donde si hay murallas, y la torre de Julieta y otras tantas torres, con un hermoso jardín y un canal, donde se conserva la casa de las lavanderas. cuando acabamos nos dimos cuenta que podríamos haber cogido algún barco, pero estábamos agotadas.
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