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Diario 2005: Italia - Siena - dia 4

Y paseando por la Toscana llegamos a Siena. Lo cierto es que el paisaje dela toscana es bonito en sus colores, en sus marrones, verdes, azules, en sus tonalidades y formas, en sus viñedos y pueblos pero aunque encantador no llega a ser tan maravillo como esperaba, supongo que se le da tanta importancia al paisaje dela toscana que luego, para mi, no fue tanto, tampoco lo vi tan especial. No dejo de comentar que si es cierto que sus colores y formas tiene su encanto pero no más...Siena, aunque pueda parecer pequeñita tiene rincones interesante que disfrutar, eso sí, hay que tener ganas de bajar y subir sus callejuelas estrechas dado que esta construida sobre 7 colinas (como ya comente, creo que hablando de Atenas, me persiguen las ciudades de 7 colinas)Empezamos por la Plaza del Campo, que es difícil ver entera pues esta rodeada de palacios y tiene una forma extraña, su forma es en forma de abanico o concha. 

 
 

Casi en el centro de la plaza se encuentra una elegante fuente de mármol, de forma rectangular, decorada con relieves. Alrededor de la plaza se encuentran los bares pero sus terrazas nunca invaden la estructura de la plaza. Frente a la plaza resalta la altísima torre conocida como la “Torre del Mangia” y el “Palazzo Pubblico” (Ayuntamiento)que son la estampa típica de la ciudad, aunque hay otros tantos palacios alrededor de la plaza. En esta plaza se hacen unas "famosas" carreras de caballos, vimos los carteles en uno de los bares donde nos sentamos a tomar algo y descansar, pero no me fije en la fecha, para esas fechas la plaza es de difícil acceso. También callejeando puedes llegar al doumo o catedral, el exterior igual te parece el mismo que otras tantas que se ven por la toscana italiana aunque luego investigue y resulta que es una de las mas importante de la toscana (quien lo hubiera dicho cuando el guía ni la mencionó) pero vale la pena adentrarse y disfrutar de la maravilla de su interior. Me encantó. es la única iglesia que al entrar me ha dejado sin habla. Tal vez porque no sabia de ella y por fuera parecía otra más cuando entre no me esperaba esas cúpulas de cielo brillante azul y estrellas doradas, esquinas, bóvedas, pasillos, columnas, suelos, todos los rincones a donde se mirara: arriba, abajo, derecha, izquierda, adelante, detrás, reflejaba un detalle artístico hermoso. Con pueblos así la toscana resulta un lugar brillante de arte.

 

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