Tras la parada en el glaciar Boya retomamos el camino sin parar hasta llegar al mismísimo Briksdal. Gracias al día nublado que estábamos teniendo otra vez el camino nos ofreció la vista de un arco iris completo, un arco perfecto sobre las aguas del fiordo y a lo lejos impresionante ya se vislumbra el glaciar Briksdal.
Destinos errantes: Berbe en movimiento (viajes, escapadas, visitas, recreaciones, etc.)
Comentarios
Publicar un comentario
.