De split salimos camino a Trogir, esta ciudad es bonita, también junto al mar, con su puerto y sus barcos, y el casco histórico se encuentra en una isla. Pero en comparación con el resto de ciudades visitadas hasta ahora era muy pequeñita. Tenía también un estilo italiano, y un gran hueco donde los habitantes de la ciudad quitaron a san marcos símbolo veneciano para que los venecianos no pudieran decir que eso era suyo (cuando dictaron que allá donde estuviera el símbolo de san marcos era territorio veneciano). Es curioso como un edificio que parecía un palacio resulto ser un colegio, y como las calles, tan bonitas y bien cuidadas estaban bastante vacías en comparación con el centro lleno de turistas, muchos españoles.
Lo que no hay que perderse de la ciudad, para poder decir que la visita a merecido la pena es subir a la torre, la subida puede echar a tras a alguno, no porque haya muchos escalones sino por lo estrechos para su subida y la precaria situación que se encuentran los últimos peldaños, pero la vista desde lo alto de la ciudad antigua de Trogir vale la pena. Arriba solo había cinco personas, tres de ellos pegados al hueco de las escaleras, casi tapando el paso y hablando sobre los mejores sitios para parar el coche y disfrutar de la costa, eran españoles, realmente cuatro de los cinco hablaban español ahí arribase nota que Croacia está de moda aun a finales de septiembre que ya no es temporada alta.
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