Ir al contenido principal

Diario 2015: Mexico - Puebla - dia 4

De Xalapa continuamos hacia Puebla, así cambiamos de estado y también de paisaje y clima. Al ser interior dejamos la humedad y el calor atrás y pasamos a tener una temperatura más fresquita, incluso nos llovió un rato al terminar el tour por la ciudad, afortunadamente fue al terminar y cuando salimos de comer ya había dejado de llover, por lo que ni usamos el paraguas. Como decía el paisaje fue cambiando y convirtiendo en un mar de cactus de diversos tipos, me recordó a mi viaje por Arizona y su paisaje. Aunque fueron unas cuantas horas en autobús pudimos disfrutar del anochecer con los cactus de fondo y las montañas o volcanes oscuros y enormes en el llano, y es que Puebla se encuentra rodeada por los Volcanes Popocatépetl e Iztaccíhuatl. De día apenas tuvimos suerte de verlos pues había neblina y solo se veían, y muy difícilmente, los picos y el humo del volcán saliendo. Cuando llegamos a Puebla ya era noche cerrada, y es que al ser invierno a las siete de la tarde ya era noche oscura, aunque así pudimos ver el estadio de fútbol de Puebla iluminado, es bastante moderno y de colores a cuadros blancos y azules. 


 
 

Había bastante tráfico y gente andando por las oscuras calles (no acabo de acostumbrarme a tan poca iluminación en las ciudades), y es que había un partido entre el Boca Argentino y el equipo de Puebla, los camoteros. Tras pasar el estadio pasamos por los antiguos fuertes de Loreto y San Andrés, que se usan de museo abierto y que tenían muy buena pinta, aunque no tuvimos tiempo de visitarlos no dejo de recomendar verlos si se tiene tiempo, pues parecían muy interesantes. Tras dejar los fuertes ya entramos a la ciudad, distinguible por muchas iglesias y torres. En Tajin unos mexicanos nos preguntaron por nuestro recorrido y nos dijeron que Puebla era la ciudad de las 100 iglesias, no sé cuantas habrá pero si se veían muchos campanarios sobre los techos de las casas, muy al estilo colonial español.

 
 

Otras de las cosas que vimos al llegar fue la decoración de los edificios en cerámica, aquí a la cerámica de Puebla de colores azules y blancos lo llaman Talavera y no es para ellos lo mismo llevarse cerámica que llevarse talavera. El nombre, lógicamente, viene dado por la cerámica de Talavera de la Reina en España. Nuestro hotel se encontraba cerca de la plaza de armas, el centro de Puebla, por lo que era una antigua Casa, y aún conserva los salones, los techos y las escaleras de la entrada como los de la época antigua, por lo que antes de descargar las maletas ya estábamos mirando todo a nuestro alrededor. Nuestra habitación tenía unas buenas vistas de las torres de la catedral y de otra de las iglesias que tiene Puebla (con tantas es difícil distinguir cuál era). Salimos por la noche por Puebla donde había mucho ambiente y gente. 

 
 

La plaza de Armas ya tenía los adornos navideños, aunque estábamos todavía a noviembre, y el cartel con las letras de Puebla (ya se había convertido en tradición hacernos una foto de las tres en el cartel de la ciudad). La plaza estaba rodeada de edificios con portales y muy iluminados. Las fuentes de la plaza también estaban iluminadas así como un paseo comercial de estilo modernista. Lo más curiosos es que la catedral no estaba iluminada. En una de las esquinas de la plaza había una churrería de la cuál salía un olor que alimentaba, y es que Puebla tenía muchos rincones con dulces, algo que echaba en falta en México con tanto picante. Al regresar al hotel coincidimos en el ascensor con unos españoles, al menos uno era músico, sino los dos, porque nos dijeron que al día siguiente tocaban ahí en Puebla y nos invitaban a verlos, pero por desgracia, pese a lo mucho que nos hubiera gustado, a la noche siguiente ya no estábamos en Puebla sino en otro estado.

 
 


Comentarios

Entradas populares de este blog