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Diario 2019: Cuba - Cienfuegos - dia 4

Marchamos en los que la agencia cubana que lleva este circuito llama “historia y Naturaleza”, nuestro guía es chino y mayor, el conductor es cubano joven pero ambos saben de historia por igual porque en el coche de camino a Cienfuegos el guía nos va contando sobre la historia de Cuba desde que los españoles arrasaron con la tribu indígena que vivía en la isla (al parecer es la única tribu indígena que arrasamos, el resto se mezcló pero estos al parecer los abatimos hasta no dejar ni un vestigio de su cultura -o eso dicen todos los guías cubanos que tuvimos-) hasta nuestros días. En muchos puntos el conductor añade cosas. El guía de Natural Cuba Travel nos comentó que en Cuba es obligatorio estudiar historia aunque hagas ciencias y quieras ser metafísico, la historia es la signatura principal del país (su historia, claro). El recorrido se hace mucho más ameno escuchando toda la historia de Cuba, pero como es muy largo paramos en una gasolinera cubana para descansar algo. Los baños son de pago, en el cestillo, pero no tiene un precio establecido. Se da la “voluntad”. Aquí vimos un taxi limusina muy rara y es que fue construido durante la época en la que la URSS cayó y Cuba lo pasó bastante mal, por lo que nos contó el guía, cuando china les regaló bicicletas porque no había petróleo para poder moverse por el país. A decir verdad esta una de las cosas que más nos sorprendió a mi amiga y a mí, y es que vimos mucho caballo en activo. Y no me refiero a usar al caballo como paseo turístico o puntual en la granja, sino usarlo como método de transporte habitual, personal, en carretas, en taxis compartidos de carretas de caballo, etc. 

 
 

Finalmente llegamos a Cienfuegos, a mi amiga le encantó al ciudad, que nada más entrar te da un aspecto completamente diferente al que habíamos vivido en La Habana. La ciudad de Cienfuegos mezcla en sus calles un aire de antigüedad que parece que sus elegantes edificios y calles se hubieran quedado atrás en el tiempo. Recorriendo en coche sus calles llegado a la plaza central, donde su casco antiguo es Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO y su arquitectura colonial de estilo francés son un reflejo de su pasado. Aquí los edificios que rodean la plaza están todos pintados de colores y muy bien cuidados, nada que ver con La Habana. El guía nos contó la historia de la ciudad y que ahora vive del turismo, aunque por esa zona no vimos a penas turistas y fue el sitio donde más barato compramos souvenirs. El gran teatro Tomás Terry, la catedral y el ayuntamiento, el colegio (que conserva las puertas separadas por donde entraban los chicos y las chicas por separado), sus casas palaciegas y sus monumentos. Uno de los edificios que más nos llamó la atención fue el palacio Ferrer, de un acaudalado catalán radicado en Cienfuegos. Y por supuesto la moda de entonces era el modernismo catalán, construido en dos niveles, la planta baja carente de ornamentos destinada a mercancías y una planta superior con ornamentación en mármoles, herrería y azulejos esmaltados. Y lo más resaltable es su azotea con un elegantísimo mirador en la esquina sureste. 

 
 
 

No teníamos tiempo suficiente para entrar y subir hasta ahí, o igual si lo teníamos si hubiéramos preguntado. El guía contaba cosas pero no era muy explícito en las organización del tour, así que normalmente acabamos el día sin saber muy bien si eso era todo o no. Tras pasear por la zona fuimos en coche por la famosa Avenida Prado hasta su Malecón, donde comeríamos en un “paladar”. Lamentablemente el restaurante ciertamente se nutre de los turistas con lo que no habíamos coincidido (ninguno de habla hispana) y tal vez por ello la comida no fue nada especial, no tuve arroz y pollo pero fue el lugar donde peor comí (dejando de lado que nuevamente nos hablaron en inglés, que así no nos entendemos…) . Tras comer bajamos en coche hasta Punta Gorda para hacer una parada en el palacio del Valle. El Palacio del Valle tiene una variedad de estilos, aunque predomina el mudéjar. El edificio cuenta de tres torres. La primera tiene la influencia gótico-románica y representa la fuerza. La segunda recuerda el monumento del Taj Mahal y simboliza el amor. Y la tercera es de estilo árabe y representa la religión. En el techo también hay una glorieta que mira hacia la bahía. En los años 50 quería convertirlo en Casino pero con la Revolución cubana se interrumpió el proyecto y ahora se realizan varias actividades en su interior. Ciertamente Cienfuegos es una ciudad muy cuidada y bonita. Junto al Palacio del Valle se encuentra la bahía de Cienfuegos, así paramos en la esquina del mismo para disfrutar del mar y las montañas, y es que hay que tener en cuenta que Cienfuegos es también llamada la Perla del Sur cubana. Y a mí lo que me gustó es que se encuentra en torno a su bahía bellísima, y su paseo junto a las pequeñas casas de elegancia francesa resultan un paraíso de paz.

 
 

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