Salimos de Puebla hacia santa María de Tonantzintla, y aunque de camino a esta pequeña población los volcanes no se querían dejar ver por la neblina sí que pudimos ver el santuario de San Andrés de Cholula en lo alto de la montaña, con el cielo azul con el que nos levantamos el lugar parecía una postal. Tras dejar atrás la iglesia de Cholula nos movimos por las calles de Tonantizintla, con casitas de una planta e iglesias inmensas y muy decoradas, así como puertas cubiertas de flores. Aunque varias de las iglesias (al menos dos) que vimos en el lugar eran más grandes y coloridas que las casas, y estaban todas adornadas con banderines de colores.
Pero la iglesia que visitamos fue la Iglesia que lleva el nombre del pueblo: Iglesia de Santa María Tonantzintla. Por fuera está toda decorada con coloridas franjas rojas y blancas, y figuras de los apóstoles de colores llamativos. En su interior (no se puede hacer fotografías) nos encontramos con más decoración colorida y llamativa. Para algunos resultaba algo recargada, aunque yo no lo vi así, simplemente es una iglesia con estilo barroco, solo que es un tipo de barroco especial dado que hay figuras del dios del cacao, vomitando cacao de su boca, o al niño Jesús saliendo de una forma extraña. Este tipo de barroco lo llamó el guía barroco indígena y muestra como para convertir a los indígenas en la religión cristiana fueron convirtiendo algunos de los elementos indígenas en cristiano, y así transformando la iglesia. No fue la iglesia más extraña que vimos pero la visita no la teníamos en nuestro programa y a mí, particularmente, me gustó ver una iglesia distinta y con esa historia tras de sí.
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