Ir al contenido principal

Diario 2008. Austria - Viena - dia 6

Os había comentado que eran todos unos desgraciados y ahora que caigo no os he contado nada sobre Sisi, otra que también... pero bueno, ya llegaremos. Frente a mi hotel estaba el palacio donde vivió casi siempre la emperatriz maría teresa, esa que tenia tantos nietos y que los caso con toda las casas reales. A su alrededor hay un jardín inmenso, con invernaderos, zoo y el lugar para pasar mucha alergia. Como de costumbre dentro del palacio no se podía hacer fotos pero lo cierto es que todos los palacios que vi en Viena tampoco eran tanto como para hacerles fotos, y es que las comparaciones son odiosas y después de tantos otros palacios tan adornados.... también al lado de mi hotel estaba un café (el café dommayer) que fue donde toco por primera vez Strauss hijo. 

 
 

Como decía esto esta apartado del centro de Viena y por aquel entonces aun estaba más lejos y es que Strauss padre – el de las marchas militares- era un único muy famoso y muy querido por la corte y se separo de su mujer y le prohibió que sus hijos se dedicaran a la música pero la mujer hizo que el hijo mayor pudiera estudias música en secreto. Ante tal caso el padre prohibió a todos los lugares de Viena que aceptaran hacer conciertos de su hijo bajo la amenaza que entonces él no tocaría más ahí, y en ese tiempo el que traía gente y dinero era él. Pero como este café estaba tan lejano le dio igual y ahí, en el jardincillo de atrás dio el primer concierto de vals Strauss, claro que como el padre había dado tanto mal para que no se escuchara a su hijo que consiguió todo lo contrario a lo que quería, todos los periodista de la época acudieron a oírlo, a ver por qué su padre se oponía tanto y claro, si hubiera sido muy malo no hubiera pasado nada pero resulto que Strauss hijo encantó al público y llego a ser más famoso que su padre. Y el vals resulto un baile tan famoso que Strauss era como uno de estos famosos cantantes que llenan estadios y cuando llegó a América se le lanzaron encima de tal manera que cuando regreso dijo que era un país sin civilizar y que no volvería a poner un pie ahí. Y es que los austriacos eran muy rígidos con las normas sociales, en la corte se llevaba el protocolo español, el más duro de todos los protocolos de ahí que empezara la desgracia de Sisi pero ya empezaremos otro día con esa historia.

 
 

Lo que si me sorprendió es que no tuve ningún problema con el agua, me había asustado pensando que como en Praga me seria dificilísimo hallar agua sin gas pero no fue para nada complicado. En Viena es muy común los conciertos, ver conciertos pro la calle es delo más normal, yo tope con este de una banda militar, pero frente a la iglesia de san Carlos también tope con otro y por supuesto ver a la gente vestida con frac y traje de gala para ir a la opera y a los conciertos también es normal, yo vi varios, aquí ni para una boda van tan elegantes. La opera de Viena (donde sí se puede hacer fotos por dentro) merece la pena es cuanto a que se puede ver entera, hasta subir al escenario y ver como montan el mismo. 

 
 

En la opera de Viena cada noche hay un espectáculo distinto por lo que todos los días están siempre montando el decorado de la representación (ballet, opera, o lo que sea que representen). Lo pase un poco mal porque fue entrar y en las escaleras con tantos espejos que parecen más grandes no pare de estornudar y es que el emperador José francisco quiso que el aire de la opera fuera traído desde unos jardines, así que fue como si estuviera en un jardín, el olor a flores es normal en la opera. Lo decidió así para que afectara menos a la garganta de los cantantes (se olvido de los alérgicos). Como os decía los austriacos son unos desgraciados, ya os había puesto casos pero tb lo hay en la opera, a francisco José no le gusto nada la opera (aunque a la gente luego le gusto mucho), no entendió su diseño y el arquitecto se suicido pegándose un tiro. Por cierto, aparte de la opera, el lugar donde se recicla la basura está decorado con colorines, y dos cafeterías famosas. Lo que es la recicladora estaba más alejada del centro, el barrio judío y griego estaban más cerca de lo que es la catedral. ¿Sabéis como identificar el metro en Viena? Pues por una U en azul. Porque ahí no es M de metro sino U de under.. lo que sea en alemán metro. Y además azul en vez de verde. 

 
 

Tuve la suerte (unos dicen que buena, yo que mala) de que cuando estuve en Austria era el comienzo de la Eurocopa, por lo que ahí, no pasa como aquí que los brazos de las fuentes se rompen, ahí lo vallan todo más que un campo de concentración. Así que las plazas dejaron de ser plazas para convertirse en zonas intransitables. Con suerte y gracias al zoom y la buena posición podéis ver la plaza donde están dos museos iguales, que para poder verlos ay que dar un rodeo impresionante porque esta todo tabicado. Y el ayuntamiento era casi imposible, como veréis, se vela parte de atrás, y la de delante se ve gracias a mi altura, y por supuesto con gente y pantallas de televisión para el futbol. Una pena porque el Ayto. de Viena es como el de Bruselas, que es una preciosidad. Luego, estaban los aficionados, que daban más miedo que otra cosa, y los bares llenos viendo el futbol...y pro todos los lados el logotipo de la Eurocopa... se lo vamos a perdonar porque España gano la Eurocopa... pero solo por eso...La iglesia de San Carlos, que por la noche ofrecía un concierto frente a la fuente y jugaba con efectos de luz sobre la iglesia. En la calle de detrás había un restaurante español, para los que se cansaron de comer carne y carne y, oh, carne ¿sabrán lo que es el pescado en Austria? 

 
 

Comentarios

Entradas populares de este blog