Al siguiente día de llegar a Paracas nos levantamos pronto para salir con destino a las islas ballestas. Según había leído por internet todas las excursiones salen a la misma hora, sobre las ocho de la mañana. Salimos de uno de los muelles que habíamos visto por la tarde en nuestro paseo, en la lancha íbamos nosotras con alemanes (había bastante turista alemán) y nos aprovisionamos con los chalecos y los gorros impermeables porque habíamos leído que es habitual que los pájaros se te caguen encima. Y así fue. A las primeras a las que les cayó el regalito del cielo fue a nosotras tres, menos más que íbamos bien cubiertas y el impermeable se limpia bien.
Antes de ir a las islas ballestas nos acercamos a la costa donde se encuentra la figura del Candelabro, que es un trazado en forma de candelabro o tridente sobre la falda de una montaña de arena. Esta figura está formada de diferente manera a la de las líneas de nazca por lo que nuestro guía no cree que fuera hecha por la misma cultura nazca. El día era gris y parecía que no íbamos a poder verla, pero se pudo visualizar sin problemas, y después de ver esta famosa figura fuimos en dirección a las islas ballestas, antes parando cerca de los barcos pesqueros, donde se arremolinaban cientos de pelícanos en busca de alimento, y algún león marino andaba libre por ahí escondiéndose de vez en cuando bajo el agua.
Mientras nos dirigíamos hacia las islas bandadas de pájaros surcaban el océano tanto a nuestra derecha como a la izquierda, casi en paralelo a nuestra velocidad y tan cerca que se podía ver como planeaban o extendían sus patas para rozar el agua. De lejos se puede ver que las islas ballestas están formadas por diversos arcos (como los de una ballesta), y de ahí viene el nombre de la isla. Una vez en las islas el piloto paro el motor y pudimos ver de cerca a los lobos/leones marinos (que no focas que unos tienen oído interno y otros externo) y las diferentes aves como pequeños pingüinos, pelícanos, gallináceos, etc (no recuerdo los nombres de todas las aves que pudimos ver). También vimos los arcos y playas de las rocosas islas, una de ellas estaba plagada de lobos marinos hembra, que cuando están embarazadas van a ahí a dar a luz.
También se veían algunos animales marinos como las estrellas de mar, los caracoles marinos, los cangrejos y otro tipo de bichos. Luego vimos de lejos la fábrica de guano, que las aves producen en gran cantidad, y que es un valioso combustible. Aunque uno no sea muy fanático de los animales el viaje merece la pena porque es un paisaje muy hermoso y estar tan cerca de los animales, libres en su medio ambiente.
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