En barco llegamos de Narsarsuaq a Qassiarsuq muy rápidamente. Al estar todos dentro de la cabina el barco ha ido deprisa, los icebergs los hemos visto de pasada, pero ya tendremos más viajes en barco a través del fiordo de Erik El Rojo, e instantes más tranquilos (y sin lluvia) para verlos. Detrás de nosotros, mientras amarramos y descargamos las mochilas, hay otra barquita esperando su turno. No hay puertos grandes y es un continuo llegar y salir de lanchas y barquitos. Por esa razón no se puede dejar amarrado un barco o barca en las escaleras que sirven de muelle de cada población, dado que sino otra persona que vaya no tiene forma de llegar a la costa. Digamos que como ahí no usan las carreteras sus lanchas y barcas son sus coches, y en vez de tener varios parkings solo tienen uno, por lo que solo pueden parar, bajar, o dejar a la gente o las cosas, e irse. No pueden estar demasiado tiempo aparcados porque sino el resto de gente no puede alcanzar la costa. En Qassiarsuq nos acercamos a una pequeña casita de madera que es una tienda donde comprar suministros, por ejemplo un refresco, dado que no tendremos otra oportunidad en un tiempo. Ahí descubrimos que las casitas pequeñas de color azul con una especie de manguera son fuentes donde coger agua potable. Mirando alrededor solo hay unas cuantas casitas de colores desperdigadas por la costa, y en eso consiste el pueblo de Qassiarsuq.
En la playa vemos un iceberg varado: nuestro primer iceberg varado. La emoción nos inunda así que antes de nada bajamos a la playa de piedra roja para tocar el iceberg de color azulado. Las playas de ahí no son de arena sino de piedra. Encima del iceberg hay un par de piedras, y es que es normal que los icebergs transporten sobre ellos varias piedras de gran tamaño. Poco a poco el iceberg se va deshaciendo pero no estaremos aquí para verlo. Salimos de la playa para subir una ladera, en lo alto está la estatua del hijo de Erik El Rojo (no recuerdo el nombre del vikingo), que escapando de Islandia (donde estaba buscado por asesinato) fue a asentarse en Groenlandia. Quassiarsuq es el primer asentamiento vikingo de Groenlandia, por eso tiene erigida esa estatua en recuerdo del primer vikingo que se asentó ahí. Desde lo alto se puede ver el valle de un intenso color verde, que contrasta con el gris del agua, las montañas y los cielos (el día está nublado y cae llovizna de vez en cuando). Mirando esos valles tan verdes y sus flores amarillas como puntillismo en un cuadro de campo, uno entiende el por qué los vikingo llamaron a esta tierra “tierra verde” (Greenland). Bajamos la ladera para ir a visitar los restos vikingos del pueblo. De camino pasamos por la escuela y echamos un vistazo entre las ventanas.
Todas las casitas son muy parecidas entre sí. Llegamos al antiguo asentamiento vikingo, en esta zona han reconstruido lo que fue la casa de Erik El Rojo, y enfrente lo que fue la ermita de la esposa de Erik El Rojo. Al parecer los vikingos se convirtieron al cristianismo excepto Erik El Rojo, y como la esposa de Erik era muy devota este le construyo una ermita para rezar. El paisaje donde se asentaron es espectacular, desde la casa de tundra y madera de los vikingos se puede ver el mar y los icebergs moviéndose por el agua, con el azul brillante resaltando sobre el gris del agua (reflejo de las nubes) y el verde del valle reluciendo al otro lado. Cerca de ahí hay un iglú real que visitamos por dentro. Hay dos tipos de iglús, los de hielo y los de tierra. Este es un iglú de tierra, la casa de los inuits en verano y primavera, pero la estructura es la misma que un iglú de hielo y nieve. Tiene una única entrada frontal como haciendo un pasadizo, lo tenían así construido para ver si había animales para cazar o si venía alguien con malas intenciones poder defenderse. Para que se pueda ver mejor se le ha abierto una especie de ventana que desvirtúa la estructura original pero que deja ver lo confinados que vivían los inuits en ese reducido espacio.
Qassiarsuq no tiene mucho más que ver, así que una vez hemos visto el iglú y los restos vikingos vamos subiendo un camino de tierra que continuaremos durante un tiempo hasta llegar a Tassiusaq. Si el cartel que ponía cerca del embarcadero de Qassirsuq no está equivocado son 7 kilómetros entre una población y otra.
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