A la salida del área natural se encuentra un resort con la villa de los monstruos de Xitou. La villa es un pueblo de estilo japonés, y era un ejemplo para mostrar a mis amigas la diferencia entre las puertas y los templos japoneses y los chinos. En la villa un torii, una puerta tradicional japonesa que se encuentra más a menudo dentro de un santuario sintoísta, se encuentra en la entrada de la aldea, marcando simbólicamente la transición de lo profano a lo sagrado.
Y estatuas de monstruos japoneses están por todo este pequeño pueblo, en un rincón del pueblo hay un manga con la historia (inventada) del pueblo de los monstruos para el que quiera le eche un ojo y aprenda sobre los diversos monstruos japoneses. Además del resort todo son tiendas, restaurantes y lugares para hacer espectáculos, esperaba otra cosa y me encontré algo parecido a un parque temático.
Comimos teroyaki y paseamos un poco por la villa para ver cada peculiar tienda y su monstruo particular. Además el pueblo está adornado con linternas de estilo japonés que cuelgan de los aleros de las casas de madera. Los restaurantes y tiendas de recuerdos llevan el nombre de diferentes tipos de monstruos japoneses y todo souvenir es super mega caro. Es un lugar curioso para cambiar de naturaleza a cultura japonesa, comer, y así enseñárselo a mis amigas que nunca antes habían estado en Asia y podían ver otro tipo de estilo. Además el lugar tiene una historia bonita tras de sí.
La historia de cómo surgió este pequeño pueblo está basada en la relación de Taiwán con Japón. Durante el tiempo en que Taiwan estuvo bajo el dominio japonés, Kubota y Katsuichi Matsubayashi eran amigos íntimos y trabajaron juntos en Xitou. Kubota era japonés y Matsubayashi era taiwanés. Incluso después de que Japón perdió la Segunda Guerra Mundial y Kubota tuvo que volver a Japón, su amistad se mantuvo fuerte. Kubota dirigió una panadería a la que llamó Matsubuyashi Kubota y trató de mejorar su vida después de la Segunda Guerra Mundial en Japón. Sin embargo, años más tarde, la panadería fue destruida por un incendio y su esposa murió. Más tarde, cuando Matsubayashi se enteró de la historia por correo, envió algo de dinero a Kubota. Matsubayashi recibió otro correo de Kubota, diciéndole que tenía una escultura de madera y que quería regalarla a Matsubayashi. Al final, no pudieron encontrarse por última vez. Antes de morir Matsubayashi pidió a sus descendientes que cumplieran su último deseo y sus descendientes, más adelante, tuvieron la oportunidad de hacerlo realidad. Ahora la escultura de madera se coloca en Ming Shan Resort detrás de la villa de los Monstruos. Para conmemorar su amistad, Ming Shan Resort construyó este pueblo y le puso el nombre de Matsubayashi y una panadería con el nombre de Kubot.
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